TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING

Después de varios contratiempos, el prometido epilogo.

"Frente a ti"

TERCERA TEMPORADA

Capítulo Treinta y Seis

Epilogo

Una decisión importante.

El último tiempo cogió importantes decisiones que les permitió cuidar y velar por las personas que amaba, incluso contra su propia felicidad. Después de varios meses, y pensando que todo estaba resuelto, volvía a la difícil decisión de escoger entre dos opciones, continuar la persecución o simplemente dejarlo por la paz, después de todo, ya se encontraba bastante lejos para ser un peligro real.

Hojeó la carpeta intentando fundamentar su elección, analizando los pro y contras de cualquier elección, por ningún motivo deseaba convertir ésta situación en algo eterno y sin solución, sin embargo, todo parecía indicar que estaba controlado y no ocasionaría problemas. Reviso locaciones y mapas estratégicos, nada.

Se recostó sobre el asiento cruzándose de brazos mientras intentaba sopesar su elección definitiva, si llegaba a suceder algo entonces estaría preparado, una vez más. Con aquella consigna, Ronald cerró la carpeta al tiempo que su amigo ingresaba a la oficina con varias carpetas del mismo color.

-Pensé que estabas camino a casa – Dijo Remus acercándose al escritorio – Si te desvelas y llegas tarde, Rose te regañará.

-Sí, lo sé – Suspiró él sonriendo ligeramente – Sólo revisaba la última carpeta.

-Sí, igual yo – Musito señalando las carpetas bajo el hombro – La mayoría está en Azkaban o muerto. Y aquella… - Incitó observando la carpeta sobre el escritorio.

-Muerto – Acusó sellándola para luego dársela a su amigo – Procura archivarlas.

-Sí, tranquilo – Asintió cogiendo la carpeta – Bien, iré a dejarlas. Te veré mañana.

-Hasta mañana – Se despidió el pelirrojo.

Observó al hombre lobo salir de la oficina adivinando el siguiente paradero: la bodega de archivos, el lugar donde los expedientes resueltos se almacenaban, y en general, se olvidaban por considerarse poco importante. Un ligero presentimiento le indicaba que algún día volvería por esa carpeta en búsqueda de su nombre: Rafael Lyon.

El hermano menor de Henry Lyon.

Después de la sentencia del capitán de aurores varios mortifagos y cómplices recibieron sentencia o desaparecieron fuera del país, Rafael logro huir, se presumía en España y su nombre de pila en varios documentos parecían tan insignificante que nadie dio orden de captura, sin embargo, él le conocía y jamás se imaginó que estuviese involucrado como su hermano. Sin duda, la mayor preocupación del pelirrojo se debía al ajuste de cuentas de aquel sujeto pero saberle fuera del país le daba la tranquilidad suficiente para dejarle tranquilo, por el momento.

El pelirrojo movió la cabeza y se colgó la túnica sobre los hombros, estaba cansado y mañana debía madrugar sino quería ser regañado por su hija, después de todo, la madre de la chica se casaba por segunda vez. Después de planearlo por meses y aprovechando la salida y graduación de los hijos mayores de pareja, concretarían el ansiado matrimonio.

Sí, le parecía extraño asistir al matrimonio de su ex esposa y mejor amigo pero comprendía el nuevo proceso por el cual pasaban, las heridas del pasado había cicatrizado lo suficiente y ahora sólo les quedaba continuar con su vida, después de todo, llorar por el pasado de nada servía.

Antes de apagar las luces de la oficina fijo la mirada en las únicas fotografías sobre su escritorio, la primera abrazando junto a su hija y la segunda abrazando una pelirroja, de seguro, tranquila porque sus hijos y ex esposo estaban felices, y porque su compañero e hija iniciaban una vida juntos. Como siempre debía ser.

-¡James, Mike! – Exclamó Natalie golpeando la puerta de la habitación de su hermano - ¡Abre la puerta sino quieres que la vuele!

-¡No estás autorizada para hacer magia, Nat! – Grito este desde el interior

-¡Entonces lo haré yo, James! – Apoyó Rose cruzándose de brazos – Vamos chicos, se ofrecieron. Casi son las diez y mañana debemos madrugar.

-Rose – Acusó James abriendo la puerta, lastimero – La boda es…

-A las once – Recordó – Y prometieron ayudar.

-Te ayudaré en cualquier cosa pero en esto… - Susurró él rogando – Es vergonzoso.

-Ni siquiera lo harás tú – Acusó frunciendo el ceño – Además, sólo es un velo.

-En serio – Suspiró el chico – Prefiero casarme contigo a con él… - Señaló el interior de su habitación. Natalie suspiró y su novia se sonrojo.

-Basta romeo – Masculló la chica quitando a su hermano del umbral de la puerta – Mike ponte esto y comencemos. No tengo la paciencia ni el tiempo para seguir discutiendo, vamos.

-Natalie…

-¡Ahora!

Definitivamente, el joven Potter pensó que su mejor amigo perdería su dignidad, y él también.

-Vaya lío – Susurró Harry desde la cocina – De verdad, es necesario – Dijo observando a la castaña coger un vaso de agua

-Es la primera vez que están en una boda – Musito Hermione dejando el vaso de lado- Supongo que les hace ilusión – Sonrió.

-Sí, tienes razón – Suspiro recostándose en la silla. De reojo vio a Natalie pasar rápidamente hasta situarse detrás una pequeña – Veamos – Musito incorporándose de la silla y caminar fuera de la cocina.

No pudo evitar sonreír mientras la típica marcha nupcial se escuchaba por la casa, de seguro convocada por Rose, y la majestuosa pareja en cuestión bajaba por las escaleras causando ahogadas risas de él y todos quienes presenciaban tal espectáculo: Su hijo llevando hacia el "altar" a su mejor amigo quien tenía un velo modificado sobre la cabeza, sin duda, el ensayo de la boda se la tomaron en serio.

-Te ves bien, Mike – Río Rose al pie de la escalera

-Sin comentarios – Bufó este zafándose del brazo de James

-Es preciosa – Se carcajeo James recibiendo un duro golpe de su amigo – Vale, vale. Lo siento.

-Más vale – Se quejó el chico caminando hasta llegar a la pequeña mesa – Que sea rápido, sí. Tengo otro novio esperando…

-¡Mike! – Gritaron cinco voces. Harry se cruzó de brazos, ofendido – Apresúrate Nat – Dijo Rose

-Bien – Suspiró rebuscando algunos papeles – Nos hemos reunido aquí para celebrar… - Dudó haciendo una mueca

-Vamos Nat – Acusó Mike

-No lo tenía aprendido, lo siento – Sonrió la chica sacándole la lengua

-Y nos apresuraste… - Dijo James –

-De acuerdo – Bufó la chica – Harry Potter…

-Sí – Contestaron James y Harry, se miraron

-Es él – Apuntó Hermione hacia el chico

-Oh, vaya…

-Silencio – Chistó la chica – De nuevo, Hermione Granger aceptas por esposo a Harry Potter – Completo finalmente, sin embargo, Mike parecía entretenido buscando algo en su bolsillo - ¡Mike!

-Dime – Soltó de manera inocente, la mirada obvia de su novia le decía que debía responder – Me repites la pregunta…

-Merlín – Suspiró Rose

-Hermione Granger aceptar por esposo de Harry Potter –

-Debo decir que sí, cierto – Inquirió dudoso

-SI – Gritaron todos

-Vale, sí acepto – Dijo esbozando una sonrisa

-Harry Potter acepta por esposa a Hermione Granger

-Contesta – Susurró Rose empujando a su novio

-Sí acepto – Respondió sonriendo.

-Ahora les declaro marido y mujer – Sonrió Natalie – Puede besar a la novia.

-No hablarás en serio – Dijeron ambos amigos alejándose. Varias risas se escucharon por el salón – Misión cumplida – Suspiró Mike sacándose el velo de encima – Nunca más soy novia de nadie….

-Lo mismo digo – Dijo James sentándose en el sofá.

Observó a su hermana recoger la pequeña mesa ayudada por su novio, apenas termino el curso prácticamente pasaba los días en casa, y no era para menos, la relación de su mejor amigo y hermana sería distinta a partir de próximo inicio de curso donde Natalie cursaría sexto año y Mike al internado de medimagos. A pesar de la reticencia inicial confiaba plenamente en que su relación continuaría sin problemas.

Su relación con Rose después del baile de navidad sólo causo el nivel de impacto que suponían; cuchicheos, miradas y una portada de corazón de brujas que duro dos semanas, después de ello, le siguió la calma. Ahora, y a pesar de estar en casa, se sentían extraños con sus padres y Natalie porque convivían las veinticuatro horas. No se sentían observados pero si les producía pudor ser vistos por sus familiares en plan romántico, recordó lo sonrojados que terminaron por bailar en la cocina hace algunos días.

-Bailar – Susurró él observando su padre reír con Hermione – Papá – Llamó ladeando la cabeza – Supongo que tendrás una despedida de soltero – Vocifero llamando la atención de todos.

-Despedida… - Susurró el aludido sorprendido por las palabras de su hijo – Claro que no – Negó sintiendo la mirada de la castaña sobre él – Hablo en serio…

-No hagas preguntas estúpidas – Regaño Natalie a su hermano. Lo último que quería esa noche sería una discusión pre matrimonial

-Lo siento – Se disculpó él haciéndose pequeño en el sofá. Observó a su padre recibir un abrazo de la castaña, sonrió – Nat, pone orden – Aconsejó señalando a ambos adultos mientras la chica abría ligeramente la boca y cogió el velo sacudiéndolo entre la pareja – Hace una hora lo acordaron, no pueden romper el trato. – Habló divertido viendo a su padre fingiendo sentirse herido por la separación.

El trato parecía simple; sus padres evitarían cualquier demostración amorosa antes del matrimonio a celebrarse mañana, por ende, Hermione se quedaría en la casa de Remus y Tonks. Sin embargo la pareja, y sin la supervisión de sus hijos, siempre encontraba el momento para besarse o abrazarse. El chico sonrió posando la mirada sobre el reloj y la idea de ver partir a su novia a casa del ex le sentaba fatal a medida que pasaban los minutos.

-Es tarde – Menciono Hermione provocando un ligero cosquilleo en James – Será mejor irnos.

-De acuerdo – Suspiró Harry resignado – No puedo convencerte, cierto.

-Hicimos un trato – Sonrió alejándose de la cocina para subir las escaleras mientras hablaba – Sólo será una noche, ya mañana volveremos a vernos.

-Sí, lo sé – Dijo él apoyándose en el umbral de la cocina - ¿Por qué hicimos el trato? – Susurró.

-Dímelo a mí – Suspiró James llamando la atención de su novia – No pensé que te irías.

-No me voy – Explicó la chica sentándose junto a su novio – Volveré mañana.

-Sí pero… - Musito pensativo. Sí, su mente estaba inundada por los fantasmas del pasado y entre ellos se encontraba Teddy Lupin. – Y sí…

-Y sí…

-¿Por qué estás inseguro? – Preguntó Mike de pronto sentado en el suelo – No me digas que es por Ted.

-Claro que no – Se defendió él frunciendo el ceño

Conocía a James Potter desde siempre y algo que negaría hasta la muerte sería sentirse inseguro frente a una situación, pretendiendo proyectar seguridad ante cualquier imprevisto sin sentirse descolado. El asunto del trato se dirigió hacia la persona que resultó ser la ex pareja de su novia y la posible repercusión de aquel encuentro le perturbaba, al menos Rose lo entendía así.

-Nos vamos – Habló Hermione terminando de bajar las escaleras

-Claro – Vocifero incorporándose del sofá. Insegura porque su novio parecía inserto en su mundo, le preocupaba porque lo amaba y necesitaba hacerle ver que aquel pequeño encuentro con Teddy no significaría nada.

Su madre se despedía con un castro beso en los labios de Harry ante la atenta mirada de Natalie, de pronto, una ligera idea cruzo su mente y aunque posiblemente terminaría sonrojada por la acción, lo valía. Recogió el bolso para luego despedirse del chico, le vio acercarse y darle un sutil en la mejilla, le devolvió la mirada confundida y el chico lo parecía aún más cuando identifico un extraño brillo en los ojos de su novia.

Ninguno les había visto besarse de esa manera principalmente porque intentaban aparentar normalidad, posiblemente porque se sentían extraño viviendo bajo un mismo techo siendo familiares y los fantasmas del pasado no desaparecían del todo. Sin embargo, la pequeña escena les dejaba en claro que querían superar aquel estado; Natalie observo a su hermano sorprendido por la iniciativa de su novia, sólo luego de algunos segundos logro reaccionar y seguirle el paso.

-Y eso – Susurró sorprendido por el beso

-Regresaré – Dijo en apenas un susurro. Un ligero brillo cruzo por los ojos de su novio, tranquilo.

-Vaya, vaya – Silbó Natalie después de la partida de ambas mujeres – Muy inseguro hermanito…

-Nat… - Protesto James

-Sin discusiones – Interrumpió Harry caminando hacia las escaleras – Será mejor que vayan preparando todo para mañana. Buenas noches.

-Buenas noches – Dijeron todos mientras terminaban de ordenar la sala

Después de un rato Mike se despidió de Natalie y James prometiendo llegar temprano a la boda, el par de hermanos se quedaron en la cocina disfrutando de un inusual silencio y metidos en sus propios pensamientos, lo extraño y sorprendente que sería presenciar la boda de su padre después de dos años.

-Es increíble, cierto – Musito Natalie ofreciéndole un vaso de agua a su hermano – Su boda.

-Sí – Susurró sonriendo ligeramente – Hace algún tiempo nos rompíamos la cabeza pensando quien podía ser su novia. Parecía imposible…

-Después de varios malos entendidos supimos quien le haría feliz – Sonrió Natalie recordando las primeras miradas y gestos de su padre y tía.

-No tuvimos que buscar demasiado – Rio el chico – Siempre estuvo para él. De alguna manera todo resulto más simple cuando tía Hermione se divorcio – Musito recordando la noche que subió al cuarto de niñas para ayudar a Rose – De ninguna manera era motivo para alegarse pero…

-Resultó mejor – Dijo la chica incorporando de la silla – Iré a dormir – Anunció dejando el vaso sobre el lavabo – Buenas noches.

-Buenas noches – Dijo James

Subió las escaleras dispuesta a dirigirse hacia su habitación e iba abrir la puerta cuando se percató que la luz del escritorio estaba encendida, lentamente se acercó hasta el lugar escuchando unos ligeros pasos. Se asomo por la puerta entre abierta mientras veía la figura de su padre sentarse sobre el escritorio, pensativo.

-Mañana me caso – Susurró él pensativo – Después de tantas dudas y miedos, pasaremos el resto de nuestra vida juntos. Sólo deseo que sea para siempre, no soportaría perderla o cometer los errores del pasado… incluso que la decisión fuese precipitada y todavía sienta algo por Ron.

-Porque sois tan inseguros – Hablaron desde la puerta. Sorprendido observó a su hija, cruzada de brazos y con el ceño fruncido – Se quieren demasiado, les hemos visto durante meses y es imposible sentirse confundidos. Sois los mejores amigos desde siempre y nunca sería capaz de dejarte, te ama.

-Natalie – Musito él

-El pasado puede doler pero sólo depende de nosotros aprender de él – Dijo esbozando una sonrisa – Mira a Draco, perdió a la mujer que ama, lo único que tiene es su pequeña hija y sigue adelante.

-Gracias Natalie – Acusó abrazando a su hija – Vamos – Le invito a salir del estudio – Mañana tengo una boda y no quiero llegar tarde – Sonrió.

-Sí llegas tarde, te hechizarán – Rio la chica abrazando a su padre

Harry asintió procurando despertarse apenas salga el sol.

Se restregó los ojos mientras esperaba llegar al piso de aurores, maldiciéndose por quinta vez haber olvidado archivar la carpeta en la bodega de archivos obligándole a despertarse antes. Sólo había dormido algunas horas producto de la plática con Hermione y Rose, y dentro de poco debía presentarse en la ceremonia. Salió del ascensor para luego dirigirse al mesón donde debería pedir permiso para ingresar, varios archivos se consideraban secretos y sólo quien poseía la autorización correspondiente podría pasar.

-Señor Lupin – Acusó un joven cabello oscuro – Pensé que tendría libre.

-Y lo tengo, Michael – Dijo este – Olvide dejar una carpeta

-De acuerdo – Asintió recibiendo la autorización de acceso, la timbro – Cinco minutos.

-Claro – Habló pasando al interior de la bóveda. Se dirigió hacia la esquina izquierda y coloco la carpeta junto a las demás.

Por desgracia, la pila de carpeta se tambaleo peligrosamente y el licantropodo haciendo gala de sus reflejo logro estabilizarla regando unas pocas en el suelo. Alineo la pila y luego recogió las carpetas y hojas dispersas, lentamente mientras leía el nombre inscritas en ellas, varias con nombres de reconocidos mortifagos: algunos muertos y otros desaparecidos pero inofensivos para la comunidad mágica, sin duda, la búsqueda continuaría pero con menos intensidad.

De pronto, un archivo llamo poderosamente su atención sin ningún tipo de numeración, apellido o alias, sólo conocido como Rafael. Abrió el archivo pensando que alguien se había equivocado y no había rellenado correctamente la ficha inicial.

Ni siquiera el fuerte llamado del auror fuera de la bóveda logro sacarle de su asombro.

-Rafael Lyon – Susurró

¿Cuán inseguro se sentía? Ahora que le veía, se sentía el hombre más segundo del mundo.

Una enorme sonrisa adorno su rostro apenas la novia apareció del brazo de su hijo mayor, su pulso se aceleró a medida que se acercaban y las personas alrededor se sentaban cómodamente en la pequeña iglesia adornada para la ocasión, la emoción de unirse a la mujer que amaba parecía sobrepasarle y nunca se sintió tan seguro como ahora. Un ligero jalón de la túnica por parte de su hija le indicaba que debía volver a la realidad, ya llegaban y su atención volvió hacia la castaña.

-Eres hermosa – Susurró él sujetándole las manos

-Tú no te ves nada mal – Sonrió

No existía peligro ni preocupaciones mayores, sólo la paz y tranquilidad regresaba a su vida con la persona más importante: la mujer que estuvo en los peores momentos e ingresando de manera diferente hasta su corazón. Hoy, sería su esposa hasta el resto de sus días.

-¿Por qué tan tarde? – Preguntó Ronald alzando una ceja a su amigo. Parecía agitado por la carrera – Tu esposa e hijo se encuentran en la tercera fila – Anunció.

-Sigues ocultando información – Musito llamando la atención del pelirrojo – Vengo de la bóveda, lleve un archivo olvidado…

-No quiero hablar de trabajo – Respondió sin mirarle – Hay tantos archivos que no puedo recordarlos todos…

-Rafael – Susurró – Su hermano estaba involucrado, y vive.

-Reside fuera del país… - Acuso – No representa…

-Peligro… Ronald – Rogó – No cometas los errores del pasado.

-Hermione Jane Granger – Dijeron provocando un silencio en ambos hombres – Acepta por esposo a Harry James Potter para amarlo, respetarlo y serle fiel hasta que la muerte los separe.

-Sí, acepto – Respondió observando al moreno sonreír

-Estaremos preparados – Sentenció el pelirrojo

-Harry James Potter – Hablaron – Acepta por esposa a Hermione Jane Granger para amarla, respetarla y serle fiel hasta que la muerte los separe.

-Si acepto.

-Por el momento – Musito el pelirrojo dirigiéndose hacia su amigo – Deja las cosas así. Suficiente malos ratos hemos tenido, necesitamos un respiro – Acusó señalando hacia el altar a sus mejores amigos besarse.

-Ojalas tendrás razón – Dijo Remus yendo hacia su esposa e hijo.

Ajenos a la conversación de Ron y Remus, Harry y Hermione disfrutaban de la unión de su matrimonio y el futuro por delante, se permitían soñar juntos viviendo en la tranquilidad. Sin la inquietud que agolpaba el pecho del licantropodo ante la escena de un posible enemigo en el futuro, la incertidumbre de cuán peligroso podía llegar a hacer y la prudencia de enfrentarse a un desconocido enemigo.

El hermano de Henry.

Sí, ninguna de las personas en aquel lugar se imaginaba lo que un herido y resentido orgullo podía realizar en el futuro. Observó a los recién casados fotografiándose con sus hijos y la idea de irrumpir tal felicidad con supuesto, le parecía un insulto. Después de tanto dolor y sufrimiento, la sonrisa del ojiverde y sus hijos le impedía hablar.

Una vez más, guardaba silencio.

-Por fin – Susurró Harry entre la algarabía – Somos una familia.

-Una familia peculiar – Sonrió la castaña mirándole – No quisiera cambiarla.

-Yo tampoco – Dijo él – Te amo, Hermione.

-Y yo a ti.

Un sencillo beso que prometía una vida juntos, los problemas de siempre les perseguirían y la vida les llevaría por intensos obstáculos que sortear pero lo desafiante sería que enfrentarían la vida unidos y juntos a sus hijos. No importaba cuán difícil sea, estarían unidos como la familia que eran.

Hoy, se escribiría un nuevo capítulo de la familia Potter – Granger.

FIN.

Después de varias semanas de ausencia y retoques a este capítulo hemos llegado al final de la historia. Un pequeño capítulo con la última etapa de esta pareja y sus hijos, tal vez, no parece la gran cosa pero cierra una etapa importante, prácticamente escribí durante un año y un poco la historia que al principio estaba destinada a realizarse en un solo capítulo. Hoy, la materializo en tres temporadas con aproximadamente diez capítulos cada uno.

Sólo que agradecer a todos quienes 1° se tomaron la molestia de leer, reír, desesperarse y maldecir con cada capítulo y 2° dejaron una impresión por medios de comentarios.

Ahora bien, alguien puede preguntarse después de leer el capítulo y los secretillos de Ronald y Remus: "¡Un segundo!, habrá otra historia que continuará Frente a Ti".

Mi humilde y sincera respuesta es: ¡Sí, estimadas y estimados lectores habrá otra historia!

No tiene fecha de publicación ni nombre, sólo puedo decirles que continuará con la lógica de temporadas y estará centrada en James y Rose. Obviamente, Harry y Hermione estarán presente y ni que decir de Natalie y Mike.

Ahora sí, me despido cerrando este espacio deseándole los mejores deseos y pronto me verán publicando la continuación de Frente a Ti.