Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto. Cualquier parecido con otra historia real o ficticia es mera coincidencia.

CELEBRACIONES

FELIZ DIA BLANCO, HINATA-CHAN

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Antes de que aquel hombre lograra siquiera entrar en su habitación una daga estaba apuntando directo a su yugular.

Taichou —Su voz apenas lograba sonar convincente —. La Hokage lo requiere de inmediato— Aquella arma se alejó del ANBU.

—Saldré de inmediato —Aquel hombre asintió antes de retirarse. Itachi permanecido pensativo unos instantes, mirando aquella caja cobre su cama antes de comenzar a cambiarse, sus asuntos personales tendrían que esperar.

XXX

Hinata cayó sobre su costado, las perlas de sudor antes en su frente comenzaron a caer al piso.

—Casi lo logra Hinata-sama pero sigue colocando demasiado chackra arriba y muy poco abajo, debe abrir todos los puntos al mismo tiempo y con la misma cantidad de energía —Hinata se incorporó boqueando por aire.

—Lo sé —dijo mientras aspiraba tanto aire como le era posible—, me lo has dicho antes Neji-nii, es solo… —tosió un poco al sentir como se resecaba su boca—… que no puedo lograrlo —Se sentó un poco decepcionada—. Cuando abro los canales, es como si instintivamente mandara más energía hacia mis manos y aun cuando casi lo logré no fui capaz de girar —sus ojos se cerraron—, no sé cómo voy a lograrlo —abrió sus ojos nuevamente al sentir la cálida presencia de su primo delante de ella.

—Lo logrará, no conozco a nadie más obstinada que usted, Hinata-sama —Lo vio sonreírle con sinceridad, algo en ella se llenó de regocijo y paz, tal vez no lograra nada, pero su primo no dejaba de creer en ella, solo Dios sabia cuán agradecida estaba de que hubiera vuelto a su lado—, tal vez cuando nazca su primer nieto pueda dar un giro o dos —El rostro de Hinata cayó en desconsuelo.

Nii-san —luego lo oyó reír y su sonrisa volvió a ella—, a veces eres algo cruel —dijo Hinata volviendo su vista a él, Neji la miraba con gran dulzura y la tomo de las manos.

—Solo bromeo, ya eres capaz de abrir todos los puntos de chakra al mismo tiempo, solo tienes que equilibrar la energía, tomara tiempo, pero antes de que te des cuenta lo lograrás —soltó una de sus manos y tomo un largo mechón que cubría el rostro de su prima—. Su cabello ha crecido mucho, Hinata-sama, tal vez debería comenzar a atarlo o terminara en su rostro cada vez que entrene —Hinata vio cómo su primo la soltaba para buscar algo entre sus ropas, pronto sacó una cinta blanca satinada—. ¿Me permite? —Hinata dudo un momento hasta que comprendió lo que quería pedirle, simplemente asintió, Neji se inclinó hacia ella y ató su cabello con aquella cinta—. Así está mejor y además luce muy linda, Hinata-sama —El rostro de Hinata se encendió ante el cumplido, tal vez Neji era el único que pensaba que ella era linda.

—Gracias, Neji-nii.

Hinata-sama —La voz de Kö saco a ambos primos de sus pensamientos—. Su compañero Inuzuka Kiba la espera afuera —Hinata asintió ante aquel aviso, se levantó con algo de dificultad del suelo y dio una leve inclinación ante su primo.

—Aprecio la enseñanza de hoy, nii-san. Te veré pronto —Los ojos de Neji parecían decir algo incomprensible pero rápidamente contesto aquella reverencia.

—Hasta entonces, Hinata-sama.

XXX

Habían sido despachados casi de inmediato por la Hokage a una misión ultra secreta, dentro de la misma aldea, pero sabía que sería difícil, el objetivo era escurridizo y ciertamente sabía esconderse bastante bien, miro a sus subordinados quienes esperaban la orden. Hizo una seña y todos desaparecieron en diferentes direcciones, se concentró en sus alrededores tratando de localizar a su objetivo cuando percibió aquel pacifico chakra que parecía alterar sus sentidos, se dio cuenta de que se movía hacia él, espero paciente hasta que la vio emerger, Hinata caminaba al lado de un Inuzuka, ambos parecían estar conversando, ella lucía realmente hermosa, su cabello estaba inusualmente atado despejando su rostro y permitiéndole notar las líneas de su quijada, la vio reír ante algo que el chico le decía, una pequeña molestia en su pecho lo hizo sentirse confuso, quizá… si solo la saludaba.

Estaba a punto de saltar hacia ellos cuando registro la presencia de su objetivo, miro hacia Hinata y luego en la dirección en la que debía ir. Chasqueo la lengua con desagrado, nuevamente sus asuntos personales tendrían que esperar.

XXX

Hinata no podía sentirse más feliz en aquellos momentos.

— Sé que es algo extraño pero… ¡es extraño! —concluyo Kiba. Hinata sonrió hacia su amigo y compañero en comprensión.

— ¿Lo hiciste tú solo? – La sonrisa de Kiba se amplió.

—No, por supuesto que no, Akamaru ayudo mucho, de hecho, el escavó el doble que yo y Shino ayudo a mantenerlas y polirizadas… poli-nidarlas —Kiba parecía frustrarse con aquella bendita palabra.

— Polinizarlas —concluyó Hinata ganando el asentimiento del joven—. No sé qué decir.

— ¡Ah, olvídalo! La verdad se supone que sería un área de terapia para los perros rastreadores, pero Hana me hizo ver que plantas con aromas tan fuertes solo los incomodarían ,así que no quise que mi trabajo se desperdiciara y bueno, después de que Ino me hizo escuchar todo sobre la a-ro-ma-te-ra-pia —El joven sonrió orgulloso de sí mismo—, no quería que me matara por regresar todas estas plantas y tú… bueno, siempre pareces estresarte demasiado, con todo eso del clan y ser más fuerte y el nadie me quiere —Kiba paró un momento mientras veía a su amiga de reojo—. Estoy balbuceando ¿cierto? —Hinata comenzó a reír suavemente, tal vez Kiba podía sonar incomprensible o grosero pero… ella lo entendía—, ¿sabes? si te comportaras como te comportas normalmente entre nosotros, se darían cuenta que tienes más seguridad en ti misma de lo que creen —Hinata sonrió hacia Kiba.

— Gracias Kiba-kun — un ladrido se dejó escuchar llamando la atención de ambos—, ¡también a ti, Akamaru-kun! — Un suave sonrojo apareció en las mejillas de Kiba.

— Sí, bueno — dijo llamando la atención de Hinata, paso un largo momento de silencio en el cual Hinata podía decir que su amigo estaba indeciso en hablar.

— ¿Pasa algo? — Kiba negó y se dio la vuelta rápidamente.

— Solo… disfrútalo — dijo levantando una mano en señal de despedida mientras se retiraba.

Hinata observo a su amigo alejarse seguido por Akamaru, luego sus ojos se volvieron de nuevo hacia el frente, un pequeño jardín de diferentes flores en formas y aromas se extendía ante sus ojos, parpadeo un momento ante aquello «¿Qué extraño?» pensó, observó las flores mecerse con el viento. «Todas son blancas».

XXX

El Señor Feudal del Fuego permanecía delante de todos aquellos shinobis, escuchando sus alegatos una y otra vez, Tsunade Senju simplemente asentía a lo que Nara Shikaku decía, no porque estuviera de acuerdo, tal vez lo estaba ¡¿quién sabe?! Tenía una enorme resaca y todo aquello solo era burocracia, solo necesitaba que el Señor Feudal lo hiciera oficial y por fin seria libre.

— Bueno… supongo que eso es verdad — dijo aquel esquelético y diminuto hombre —. Además, solo faltaba mi voto aprobatorio la última vez ¿sigue siendo así? — Todos asintieron —. Bueno… si están de acuerdo… — Se abanicó un par de veces y se volvió al shinobi que estaba escoltado por cuatro oficiales ANBU impidiéndole moverse, el líder de aquella escolta no daba crédito a lo que estaba ocurriendo ¡debía ser una mala broma!

— Hatake Kakashi — dijo el Señor Feudal —, desde hoy te nombro el Sexto Hokage —Varios murmullos de incredulidad y descontento, todos de Kakashi, se dejaron oír, el feudal sonrió bobamente ante aquello mientras firmaba su acuerdo —. Bueno, si es todo, será mejor que me marche. Tengo una partida de póker con el Señor Feudal del Agua.

A penas había salido aquel hombre cuando una pila de documentos cayó sobre el peli plateado.

— Todo lo que debes saber está ahí, si tienes alguna duda puedes consultarlo tú mismo en los archivos — Kakashi parpadeo y se volvió hacia la morena junto Tsunade.

—Shizune, ¿no te quedas? — La joven sonrió apenada ante aquel hombre.

— Lo siento, renuncie esta mañana, quiero dedicarme al hospital — Si tuviera ambos ojos, Kakashi hubiese hecho un visco. Se volvió rápidamente hacia todos los hombres que hasta hace algunos segundos lo habían acorralado, atacado, arrastrado y obligado a tomar aquel puesto y quienes desaparecían uno a uno a toda velocidad, logro asirse al último de ellos, que por causa de lo ridícula de aquella situación no había reaccionado a tiempo.

— ¡Itachi! —El hombre removió su máscara casi de inmediato y miro a sus pies que ahora estaban sujetos por Kakashi—. No puedes dejarme solo, somos amigos ¡los amigos se ayudan! —Itachi gruño por dentro.

— ¿No debería Gai estar aquí ofreciéndose en vez de haber sido el primero en desaparecer? —El ojo suplicante de Kakashi comenzaron a hacerlo sentir incomodo ¿por qué todos lo llamaban amigo solo cuando necesitaban ayuda? Él tenía otro asunto de importancia.

— Itachi — Kakashi sostuvo la mirada impasible de Itachi, si parpadeaba lo perdería —, necesito ayuda, tengo que volver con Ayame, te compensare, lo prometo — Muy a su pesar, Itachi se sintió apenado por aquel hombre, pero ¿cómo y a quien podría embaucar… Ergh, convencer de ayudar a Kakashi? Su mente repaso todas las opciones hasta que sus ojos brillaron con realización.

—Te conseguiré ayuda.

XXX

Era… ¡no incómodo pero…! Bueno, tampoco era extraño, no considerando que se trataba de Naruto pero… era diferente.

Hinata-chan… — Sendas lágrimas caían por las mejillas del rubio quien la observaba como si su mundo se hubiera acabado. Lo diferente de la situación no era ver a Naruto llorando, él lloraba cada vez que se quedaba sin dinero para más ramen o cuando le hacían notar su torpeza o incluso cuando alguien, cualquiera, se negaba a estar con él. Lo diferente era… que por primera vez, ella se sentía algo… fastidiada, en vez abrumada por su presencia.

— ¿Sucede algo, Naruto-kun? – Naruto asintió con aflicción.

Grany… ¡decidió retirarse! — Dijo cabizbajo, haciendo que Hinata parpadeara ante la información —. Iba a Ichikaru cuando la encontré en el puesto de sake — más lagrimas descendieron de los azules ojos por lo que Hinata le ofreció su pañuelo, se arrepintió de inmediato al notar como el rubio después de limpiar sus lágrimas lo usaba para sonar su nariz antes de devolvérselo — ¡¿Por qué?! ¡No lo entiendo! ¡¿Qué hice mal?! — Hinata miraba en todas direcciones con desesperación buscando alguna bolsa o bote de basura donde echar aquella tela que escurría secreciones viscosas, no tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió a Naruto abrazarse de ella y comenzar a empapar su hombro, esperaba que solo con lágrimas —. ¡Grany sabía! ¡Me estuvo entrenando para el puesto! Entonces… ¡¿Por qué?! — Hinata perdió las esperanzan al escuchar como Naruto trataba de sorber el moco y se restregaba contra ella — ¡Dime por qué, Hinata! —Hinata finalmente se rindió algo conmovida y comenzó a acariciar aquella cabellera rubia con resignación.

— Bien, está bien. Calma, Naruto-kun ¿Qué quieres saber? —preguntó la joven.

— ¿Por qué Grany nombro a Kakashi el Sexto Hokage? — Hinata quedó helada y sin movimiento.

— ¡¿Eh?! — imágenes de un pervertido Kakashi que no quería recordar volvieron a su mente.

— ¡Kakashi-sensei es el Sexto Hokage! —Naruto sollozó un momento antes de continuar—. Lo anunciaran hoy en la tarde y yo tuve que enterarme de una Grany medio ebria que estaba curando su resaca —La mente de Hinata no salía de su asombro, Kakashi era un buen maestro y un excelente shinobi, si tan solo pudiera alejar aquellas imágenes podría verlo en el puesto, aunque… probablemente, hubiera alguien mejor. La imagen de Itachi vino a su mente haciéndola sonrojar, no tuvo tiempo de meditar en ello pues sintió como el aire le faltaba, Naruto estaba apretándola demasiado, necesitaba calmarlo.

- Mhhh, Naruto — El joven levanto la mirada hacia ella y soltó un poco su agarre cuando noto aquel tono azulino en el rostro de la joven, Hinata suspiro hondo antes de mirar aquellos azules ojos —, quizá sea… porque eres un héroe — Ahora lo sintió incorporarse, sus ojos llorosos la observaban esperando que continuara —. Es decir, estamos construyendo relaciones con otras aldeas y muchos solo confiarían en ti, pero… si estas en el puesto de Hokage, bueno… tu prioridad seria la aldea, eso harían que otros dudaran de tus intenciones, pero… si solo eres tú, ellos podrán estar seguros que trabajaras por el bienestar de todos y no solo de Konoha, eres… un embajador de paz, Naruto, no puedes ser Hokage, no aún al menos — Naruto asintió mientras digería aquello, luego simplemente se abrazó nuevamente de Hinata mientras mojaba su espalda.

— Gracias, Hinata-chan — Hinata asintió.

— ¿Te sientes mejor? — Naruto negó.

— Quizá con algo de ramen — Hinata sonrió. En verdad su amigo Naruto… era especial. No tuvo tiempo de invitarlo cuando un ANBU apareció delante de ambos, Hinata no necesitaba ver su rostro para reconocerlo, su poderoso y gentil chakra inundaban el lugar mientras su cabello se mecía suavemente contra el viento, la hizo sonreír.

— Naruto Uzumaki, el Hokage lo requiere de inmediato — aquel ANBU dijo aquello sin separar su mirada de la joven delante de él, realmente sin prestar atención al rubio a su lado, sus ojos estaban pegados a la femenina silueta, era como si el tiempo se hubiese detenido, ahora no solo su cabello estaba atado sino que era adornado por un par de blancas flores.

- Neh, Itachi-nii-san — Itachi sintió como aquel rubio golpeaba su costado, haciéndolo perder su concentración —. Vas a ir conmigo, ¿cierto? — Itachi volvió su mirada al joven.

— Estoy de guardia, no uses mi nombre — Naruto coloco sus manos sobre la nuca.

— Sht, como si no se dieran cuenta de quién eres (!) — Naruto comenzó a caminar rumbo a la Torre del Hokage mientras Hinata e Itachi se observaban nuevamente —. ¡Vamos! necesito hablar con Kakashi-sensei —La mención de aquel nombre hicieron que Itachi reaccionara, dudó un momento antes de comenzar a seguir al rubio, no sin antes dirigir una última mirada hacia Hinata, necesitaba terminar con lo que había empezado primero.

Hinata los observo alejarse, sintiendo la necesidad de seguirlos… quería acompañarlos, detuvo su paso al darse cuenta de su indumentaria, sus manos estaban sucias sin mencionar el pañuelo viscoso en su mano izquierda, su ropa estaba empapada con lágrimas y… más viscosidad, sus mejillas se encendieron al darse cuenta de que Itachi la había estado observando «¡Qué vergüenza!» pensó. «Lo mejor es que vuelva a casa para asearme».

XXX

Cerro sus ojos permitiendo que el suave aroma a lavanda impregnara sus sentidos, amaba aquella esencia, la relajaba. Salió del baño un tanto a desgana, hubiera seguido ahí si no fuera porque el agua comenzaba a enfriarse, paso al lado de su cómoda donde permanecía un calendario abierto, sus blanquecinos ojos lo observaron, suspiro «Humm, Día Blanco». Sonrió melancólica ante aquello y bajo aquel calendario fuera de su vista, sus románticos sueños nunca habían llegado tan lejos de cualquier modo. Abrió su closet buscando algo adecuado para usar, varios trajes de entrenamiento, chamarras, trajes de pantalón, se detuvo en un vestido blanco que sus amigas habían presionado para que comprara y el cual nunca había estrenado, sonrió «bueno» pensó, con detenimiento mientras veía el sol anunciando el comienzo de la tarde. «Aún es Día Blanco, supongo… que estará bien». Se miró al espejo pensando que algo se veía fuera de lugar, miro la cinta que Neji le había obsequiado y ató su cabello en una coleta alta colocando nuevamente las flores en su lugar, se veía bien, aunque… se sentía diferente, como si esperara algo, sacudió su cabeza, tal vez un paseo por la aldea aclararía su mente.

XXX

Itachi se sentía atrapado.

— ¡Eh! ¡Kakashi-sensei! ¡¿Lo dices en serio?! — Kakashi asintió mientras discretamente miraba el reloj en la pared.

- Embajador de Paz – repitió el peli-plata —, pero para ello debes estudiar todos los problemas existentes — dijo, para luego señalar una pila de documentos —, necesitamos que estés bien enterado, además me ayudarás a ver que todo en la aldea este bien —Itachi rodo los ojos, con razón Shizune había renunciado, ella era prácticamente la Hokage, alzo los hombros y se dio la vuelta para retirarse, esos dos podían arreglarse solos.

— ¡Bien, comenzaré a estudiar! — dijo Naruto tomando el primer folder con decisión —. ¡Eh! Kakashi-sensei ¿Qué significa confidencialidad? —Aquello hizo que Itachi parara, una gota de sudor cayó sobre las frentes de aquellos hombres— ¿Qué significa A limne y abigeato y comodato y…? – Kakshi bajo el folder.

— Seguro Itachi puede ayudarte yo tengo una junta muy importante antes de que se anuncie mi nuevo cargo — Aquello hizo que Itachi se estremeciera y mirara con molestia al ninja copia—, como nuevo Hokage tengo prioridades — dijo, lanzando una mirada de disculpa al moreno y desapareciendo en una cortina de humo, Itachi suspiro mientras cerraba los ojos hasta que sintió la intensa mirada de Naruto sobre él.

— Naruto —dijo Itachi con algo de duda —, ¿sabes qué es un diccionario? — El rubio pareció indignarse con la pregunta.

— ¡Claro que lo sé! ¡No soy ningún tonto! — dijo, sentándose con enfado, luego miro de soslayo a Itachi—, ¿me enseñas a usarlo? —Itachi cerró sus ojos apretando su puño para evitar golpear su cara con frustración aquello iba a ser un largo, largo día. Miró de reojo el sol, tenía que hacer algo.

XXX

Hinata caminaba por las calles de Konoha, ignorante de las miradas que provocaba, no tenía rumbo, simplemente observaba a las nuevas parejas que se tomaban de las manos compartiendo momentos íntimos y especiales. Se sentó en el banco del mirador, era extraño pero de algún modo no se sentía celosa de carecer de alguien como le sucedía antes, simplemente se sentía expectante… aunque, no entendía la razón. El atardecer comenzaba a descender cuando se percató de dos pequeñas mariposas blancas revoloteando a su alrededor, sonrió mientras extendía su mano hacia ellas, quienes no dudaron en posarse sobre uno de sus dedos, luego alzaron nuevamente el vuelo y comenzaron a danzar sobre ella posándose a veces en aquellas flores y luego volviendo frente a sus ojos.

Alguien cayó a su lado asustándola levemente hasta que aquel chakra se manifestó, sus ojos se volvieron con tranquilidad a la figura que ahora se sentaba junto a ella.

Itachi-kun —Hinata sonrió hacia el hombre que observaba con asombro a aquellos insectos.

—Interesante compañía —Hinata pareció confundida ante aquel comentario—. Aún no es época de mariposas —Hinata sonrió.

—Siempre nacen algunas pocas antes de primavera — dijo ella convencida de sus palabras—. No es la primera vez que veo mariposas antes de tiempo — aseguró ella, una de las cejas de Itachi se alzó e instintivamente comenzó a escanear el área hasta notar a un joven del Clan Aburame a pocos metros de ahí. Se recargo en el banco no muy seguro de lo que debía decir, miro nuevamente aquellas mariposas y comenzó a observar sus patrones de vuelo, por alguna razón tuvo el deseo de aplastarlas cuando noto que formaban medios corazones que se unían, una y otra vez. Miro a Hinata y no pudo evitar notar lo hermosa que se veía no era extraño que aquel chico… su mente se congelo al notar que la cinta y las flores en su cabello eran blancas, ¡rayos! Odiaba ser el último.

— Supongo… — dijo, llamando la atención de la joven —… que habrá pasado un buen día en compañía de sus amigos, Hinata-san — Hinata sonrió hacia el de manera cálida mientras asentía.

— Entrené un poco con nii-san. Kiba-kun me llevo a un campo de flores antes de dejarme meditar en él y supongo que Shino está ocupado pues aún no lo he visto —Itachi asintió mientras su atención volvía al joven Aburame. «Bastante ocupado por lo que veo». Itachi meditó en ello y decidió que el mejor curso de acción era no mencionar nada, suspiró profundamente mientras sacaba aquella caja, no sabía si hacia lo correcto, su corazón se aceleró mientras sus manos sudaban, su seño se juntó con confusión ¿por qué se sentía nervioso?.

—Yo… — Itachi estuvo indeciso por un momento, pero aquella perlada mirada estaba en él, así que tomó aire y mostró aquel paquete.

- Feliz Día Blanco, Hinata-chan — Un intenso carmín tiño las mejillas de la joven quien observo aquel paquete por largo tiempo. Quien conociera a Uchiha Itachi jamás adivinaría el suplicio que aquél silencio estaba causando en él. Estuvo a punto de disculparse por su atrevimiento cuando las manos de la joven tomaron el obsequio ofrecido.

Hinata observo aquel paquete mientras sus ojos se cristalizaban sin ninguna razón aparente, tachi comenzó a preguntarse si habría hecho algo indebido.

— Muchas gracias, Itachi-kun, es… — Hinata levanto la mirada para verlo a los ojos —… es la primera vez que alguien me da algo en este día — No hubo reacción por parte del moreno, era obvio que alguno de los dos estaba confundido, de pronto aquellas pequeñas mariposas blancas comenzaron a revoloteaban entre ellos bloqueando sus miradas.

— ¿No entregó chocolates a sus amigos? Supuse que ellos… — iba a completar la oración «le dieron esos obsequios» pero de pronto se calló al caer en cuenta que ella no las había interpretado como contestaciones, algo le decía que era mejor no decir nada.

— B-bueno… — Itachi cerró sus ojos tratando de calmarse, aún no entendía bien aquella extraña reacción de él hacia los obsequios de los otros chicos —… En realidad… ellos son solo mis amigos. No creo que se sientan obligados a contestar — Una ceja de Itachi se alzó ante aquello, con un rápido movimiento de mano atrapo aquellos insectos mientras sus labios expresaban su pensamiento.

—Yo contesté — Hinata guardo silencio mientras lo observaba, su sonrojado rostro asintió ante aquel comentario —. Supongo entonces… que eso nos hace ¿algo más que solo amigos? — No hubo una contestación a su pregunta, sus ojos se engancharon mientras sus corazones palpitaban, quizá solo necesitaban eso para saber su respuesta. Aquellas mariposas revolotearon libres al sentir que eran soltadas, alejándose de ellos, que sin mediar palabra alguna se permitieron expresar sus sentimientos mientras la noche los envolvía, fue el primer beso de Hinata y la primera razón para Itachi, una razón… para seguir viviendo.

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A limne: Se emplea para expresar el rechazo de una demanda o recurso cuando ni siquiera se admite discusión por no ajustarse a Derecho.

Abigeato: Robo de ganado o de bestias de cualquier clase.

Comodato: préstamo de uso, es un contrato en que una de las partes entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz para que haga uso de ella y con cargo de restituir la misma especie después de terminar el uso.