DISCLAIMER: Los personajes son de Stephanie, la historia es solo mía (:
Capitulo 1
– Isabella! –
Escuche a mi madre gritar por quinta vez en lo que iba de la mañana.
La razón? Mi boda era en una semana más y al parecer estaba más histérica que yo.
Tenía veintiún años, toda una vida por delante, pero mi madre encontró muy razonable aceptar a Jacob, mi prometido.
Lo conocí en el internado que Renée me había obligado a ir, era hijo de una buena y acaudalada familia, justo lo que Renée necesitaba para completar su círculo social, lo que ella necesitaba, lo que yo necesitaba distaba mucho de eso, solo de recordarlo una punzada en mi corazón apareció tan rápido que lo creí mentira.
– Isabella! – Irrumpió en mi cuarto con unas cajas – Por Dios niña, contesta cuando te llamo – Asentí sabiendo que tenía algo más que decir – Tu padre mando esta caja, dice que son cosas que quizás necesites en tu nueva casa con Jacob – Sonrió con la ilusión y felicidad llenando sus ojos – Me alegre tanto cuando pude sacarte de Forks, en realidad aun no puedo entender como no querías salir de ese lugar, pero olvidémonos de eso, solo queda pensar que ahora estas a punto de casarte y con Jacob…
Forks
Me desconecte por un momento del monologo de Renée y recordé Forks.
Allí pase el mejor año del instituto, mis padres estaban divorciados desde que era pequeña y como típica adolescente me rebele y decidí ir a vivir con Charlie, mi padre. Era el Jefe de policía de ese pequeño pueblo y gracias a él, controle mis ganas locas de adolescente y comencé a concentrarme en el instituto.
Charlie tenía un amigo, Carlisle Cullen, con el que salía todos los sábados en la mañana a pescar, fue por Carlisle que lo conocí. A él. A Edward Cullen. Iba en el último año y por supuesto todas las adolescentes suspiraban por él y otras más osadas se le tiraban encima y por supuesto yo no fui la excepción, aunque mantenía mi adoración por él en secreto y tras una cortina de fría cortesía. Era la pequeña hija del amigo de su padre.
Nuestra comunicación no pasaba de saludos y gracias a Alice, la hermana menor de este y mi mejor amiga, podía verlo después de clases, pensé que sería indiferente conmigo, siempre lo había sido, hasta que una noche, todo cambio.
Flash Back
Estaba en casa de Alice como todas las tardes después de clases, había venido en el auto de Alice, por lo que no tenía como regresar a casa.
– Edwaaaaaaard! – Mire a mi amiga con terror y trate de hacerla callar
– Que estás haciendo, Al? – Dije ya medio histérica, Alice sabia de mi enamoramiento hacia su hermano y las veces como esta, me arrepentía de habérselo contado –
– Te estoy haciendo un favor, así que aguántate – Suspire resignada al ver que Edward había llegado al salón.
– Si sigues gritando así, dudo que Jasper te haga caso – Se tiro al sofá que estaba cerca de nosotras y le saco la lengua –
– No metas a Jasper en esto, yo solo quería pedirte un favor – Edward y yo miramos algo extrañados a Alice, últimamente ni a sus padres les gustaba el tono que Alice ocupaba cuando quería conseguir algo – Ya es tarde y Bella necesita llegar a su casa, Mike la pasara a buscar en un rato más para su cita –
Contuve mi aliento y mire al futuro cadáver de mi amiga. Mike? Cita? Qué tipo de drogas habría estado probando Alice? Mire por el rabillo del ojo como Edward se tensaba, su mirada iba de la mía a la de su hermana.
– No sabía que al final habías aceptado salir con Mike – Su tono de voz no me pasó desapercibido y sonreí sin explicación en mi mente.
Esta tarde estaba sacada de película, desde cuando Edward estaba enterado de mí y Mike? Sabía cuántas veces lo había rechazado? Desde cuando usaba ese tono posesivo hacia mí?
– Pues… – No pude evitar mi sonrojo y como siempre Alice interrumpió.
– Pues claro, Bella es hermosa, se merece alguien que esté preocupado por ella, ya sabes – Tomo un poco de aire y siguió hablando –Mike lo hace, siempre está pendiente de Bella, y lo importante es que lo dice, no es bueno quedarse callado – Ambos hermanos se quedaron mirando unos momentos, dejándome desconcertada… De que rayos hablaba Alice ahora?
– Tienes razón – Se levantó y estiro su mano – Vamos Bella, tienes una cita y no puedes llegar tarde – Su tono brusco y enojado me hizo fruncir más el ceño. ¿Qué jodida mierda estaba pasando aquí?
Tome mis cosas y me despedí de Alice, quien tenía una sonrisa satisfecha en su rostro.
– No te esperare a cenar Edward – Dijo esto último y prácticamente nos hecho de la casa.
Edward me llevo hasta su volvo y me ayudo a subir, en todo el trayecto de su casa hasta la mía, no hubo palabras, solo pequeños suspiros que venían de mí y gruñidos de parte de él. Desgraciadamente llegamos a mi casa en cuestión de minutos y me baje del auto sin antes darle las gracias a Edward, quien no me contesto, solo gruño y siguió sin mirarme. Tome mi bolso y comencé a buscar las llaves de mi casa cuando sentí una mano cerrarse sobre mi brazo y darme la vuelta, quedando frente a la hermosa cara de Edward.
– Esta todo bien? – Pregunte un poco temerosa al ver la cara poco alegre de Edward –
– No, no está todo bien – Soltó mi brazo y comenzó a amasar su cabello cobrizo, gesto que sabía que solo hacia cuando estaba nervioso – Como va a estar bien si vas a salir con el idiota de Mike?
– Yo… – Intente decir algo coherente, pero no me salía. Edward estaba celoso porque supuestamente saldría con Mike, salte en mi interior –
– No puedo permitir que salgas con el, no ahora, menos ahora.
– Puedo preguntar porque? – Me miro como si no supiera que estaba en frente de él y de pronto me encontré atrapada entre la puerta y su cuerpo.
– Dios, no lo ves? No lo sospechas siquiera? – En un momento delicioso, rozo sus labios con los míos – Me mata saber que el insulso de Mike quiera besarte después de su cita, me mata saber que le dijiste que sí, cuando yo ni siquiera tuve oportunidad de pedírtelo.
– Estas celoso – No fue pregunta y él lo entendió igual, sonreí como tonta y sin poderlo evitar, reí como una loca, lo atraje hacia mí, abrazándolo por el cuello – Debes saber que Alice se le da muy bien inventar historias, como esta. Jamás le diría que si a Mike, no lo puedo ni siquiera imaginar – Estuvo unos segundos analizando mis acciones y mis palabras, para luego reír y pegarme más hacia el –
– Debería matar a Alice por hacerme creer eso, pero si no fuera por ella, jamás te tendría así – y sin alargarlo más me beso –
Fin Flash Back
Los meses siguientes de eso fueron sacados de un cuento de hadas, tenía a mi príncipe azul. Recuerdo que pasábamos tarde enteras sentados en nuestro prado que encontramos una vez, cuando salimos de excursión.
Mi padre no pudo haber encontrado un yerno mejor, conocía a Edward desde pequeño y junto con Carlisle no podían estar más felices, ahora además de amigos, serian consuegros.
Aun puedo recordar su rostro cerca del mío, mientras me contaba como quería llegar a ser un músico, sus sueños de salir del instituto, tomar su guitarra y comerse el mundo, después la historia fue cambiando y yo fui sumada a la ecuación. Era feliz. Era más que eso, vivía mis días de adolescente junto al hombre más hermoso del mundo, lo amaba y me amaba.
Pero la vida no es color rosa y no termina con un "felices para siempre".
Recuerdo ese verano como si lo hubiera vivido hacia unas horas…
Flash Back
– ¿Cuando dices que volverá Charlie? – Suspire de placer al sentir las manos de Edward recorrer mi espalda desnuda. Habíamos estado haciendo el amor durante toda la tarde desde que Charlie se había ido a trabajar.
– Después de medianoche, tenía que reemplazar a un compañero – Di la vuelta y quede frente a su rostro, enredando mis piernas con las suyas.
– Supongo que tendré que irme por la ventana – Reí y asentí dándole un beso – Charlie tiene un arma, es mejor no hacerlo enojar.
– Sabes que no te haría daño – Suspire cuando lo sentí besar mi mandíbula y bajar hacia mi cuello – He hablado hoy con Renée – Se alejó un poco de mí y miro mis ojos –
– Que te preocupa? – Suspire y lo abrace –
– No lo sé, quiere que siga con la idea de que debería estudiar medicina, aun no comprende de que quiero hacer otra cosa, vivir y comerme el mundo junto a ti –
– Es tu madre quiere lo mejor para ti, sabes que al final siempre te apoyará – Se subió sobre mi y comenzó a besarme – También sabes que estaré aquí, siempre para ti – Sonreí como estúpida enamorada y lo atraje hacia mí, besándolo en serio, apasionadamente, lo bese sabiendo que ese beso nos llevaría al éxtasis otra vez.
Edward se instaló entre mis piernas y sin entrar en mi aun, comenzó a moverse, haciendo que su miembro se frotara contra mi.
– Te amo tanto mi Bella –
– Y yo a te amo a ti Edward –
Tan entregada estaba en ese momento que no sentí el ruido de los pasos en mi casa hasta que abrieron la puerta de mi habitación.
– Es el! – Vi como Renée gritaba apuntando hacia Edward, no sabía que hacia aquí, pero seguro no era algo bueno, menos con dos policías tras ella – El violo a mi pequeña.
– Mamá que rayos estas diciendo? – Edward había sido separado de mí, ya con el pantalón puesto los policías le colocaban las esposas y lo conducían fuera de mi habitación – Edward – Tome su brazo tratando de empujarlo hacia mí, mientras que mi madre me tomaba de la cintura
– Ya está todo bien Bells, ese hombre no te volverá a hacer daño –
No escuchaba con claridad las palabras de Renée, solo quería a mi Edward a mi lado.
– Te amo Edward – Solté un sollozo, mientras veía lagrimas caer por sus mejillas
– Te amo mi Bells – Renée cerró la puerta y fue la última vez que vi a Edward.
Fin Flash Back
Después de eso, Renée me mando a un internado en Chicago, la única vía de comunicación que tenía era a través de ella, pero jamás me contesto algo sobre Edward.
Al salir de ahí, lo primero que hice fue volar hacia Forks, me entere de que Edward había salido a la semana de la cárcel, había tomado sus cosas y se había ido lejos. Ni siquiera Alice sabía dónde estaba, se había esfumado, sin mí.
Renée seguía hablando, pero ya no la escuchaba, camine a través de mi habitación y tome la caja. Dentro habían libros que leía en mi adolescencia, una edición desgastada del "El Principito" que Edward me había regalado y leído una y otra vez. Fotos con mis amigos del instituto, con Alice, con Charlie, algunas donde aparecía sola y una con Edward. Me quede viendo su rostro tan hermoso, mis memorias no le había hecho justicia, ahí estaba con su pelo cobrizo desordenado, sus brillantes y hermosos ojos verdes, una polera desgastada de spiderman que le había regalado para uno de sus cumpleaños un abrazo enredado en mi cintura. No veía hacia la cámara, me veía a mí, con esa sonrisa que me derretía y con esa mirada que me desarmaba por completo y de pronto como una avalancha todos los sentimientos guardados que tenía por Edward salían a la luz de nuevo. Volví a odiar a Renée por separarme de él, jamás me explico por qué actuó así, y yo como estúpida lo deje pasar.
– Isabella deja esa caja sucia y ven para que Amalia termine de arreglar el vestido– Mire a mi madre, quise llorar, quise volver a tener 16 años y volver a estar con mi Edward. Quise tantas cosas, pero el tiempo había paso y ya no podía volver atrás. Edward no me había buscado, sabía que podía preguntarle a Charlie donde estaba y él se lo habría dicho, pero nunca apareció, quizás, solo quizás para él, el tiempo que estuvimos juntos fue suficiente, mientras que yo, me quede con ganas de más.
Cuatro días para la boda y contando…
– Bella – Escuche la voz de mi amiga Rose, quien al parecer llevaba mucho tiempo llamándome
– Lo siento Rose, estoy medio distraída – Suspire y volví c con mi taza de café
– No andas medio distraídas, andas entera – sonrió y se sentó a mi lado – Problemas con el perro de Jacob? – Mire a mi amiga con mala cara y ella solo sonrió inocente – Sabes que no me molestaría ayudarte a cancelar la boda y a Emmett menos.
– Con Jacob todo normal, soy yo – Suspire y lleve mis manos a mi cabello –
– Contigo? Estas segura? – Se acercó más a mí y me estudio – Es Edward?
A Rose la conocí mi primer año de enfermería, no sabía cuál de las dos estaba más nerviosa, si ella o yo por el primer día de clases, así que nos hicimos amigas al instante. Ella junto a su novio Emmett se habían convertido en mi pañuelo de lágrimas cuando lo recordaba.
– Charlie me mando una caja con cosas que tenía en Forks, había una foto de él y yo ahí – Suspire – No pude evitar recordar todo.
– Bella, no has pensado en buscarlo? – Vacío un poco su café y siguió mirándome – Quizá eso necesites, Emmett y yo sabemos que no amas a Jacob.
– Él me pudo haber buscado, sabía dónde podía encontrarme y no lo hizo, yo ni siquiera tenía por dónde empezar – Me levante y bote el vaso de café – Mejor nos vamos a clases.
– Ok, esta vez te dejare escapar Isabella Swan, pero recuerda que hoy es tarde de chicas en el centro comercial – Lance un suspiro de lástima que ni yo me creí y Rose rio – Sabes que te encanta.
Tome su brazo y la lleve a clases.
– Crees que le encantara? – Rose me estaba mostrando un conjunto sexy de ropa interior –
– Rose, puede que te pongas un saco de papas encima y a Emmett le encantara igual –
– Lo sé, pero para mí aniversario quiero algo especial, algo sexy, algo que lo deje anonadado – Reí con las palabras de mi amiga –
– Entonces llévate el conjunto rojo que está justo detrás de ti –
Seguimos pasando por tiendas y hablando sobre la universidad, no quería llegar al tema de Edward, pero sé que era inevitable.
– Edwaaaaaaaaaaaaard! Botaste mis bolsas –
Esa voz…
Sin esperar a Rose, camine hacia la voz, iba chocando entre la gente hasta que pude ver la figura menuda de la que fue mi mejor amiga de adolescente y frente a ella, esta él.
– Isabella Swan! Por Dios que apurada estas – Sentí a Rose llegar a mi lado y de pronto sentí la mirada de Alice y él…
– Bella – Escuche esa voz y sentí que mis piernas fallaban, mi presión arterial subía y mi visión se nublaba.
Él había vuelto. Mi Edward había vuelto.
Espero que les guste, será un two-shot, a si que espero que les guste y me dejen reviews, para saber si la sigo (:
Cote ~