TRES NOTAS

CAPITULO 21

"Por fin somos uno…"

"Odio cuando estas en mi cabeza llamándome y yo no puedo responderte por miedo a que me rechaces"

El sol era bastante fuerte pero las hojas del cálido árbol tapaban algunos rayos que intentaban filtrarse en medio de los espacios que dejaban las ramas, el peli negro usaba como siempre ropa de carácter fuerte, camiseta de tirantes dejando ver sus hombros y unos jeans rotos con unas convers sucias y rayadas con símbolos anarquistas y antinazis, en sus oídos tenía un par de beats negros con unos graffitis que a primera vista no se sabía el significado pero eso solo era superficial, lo importante era la expresión del pelinegro… totalmente triste y agotada, habían pasado varios días desde aquel incidente y el grupo estaba fracturado, siendo Darkus el que más sufrió esta ruptura, como si el mundo hubiera confabulado para que toda la culpa recayera sobre el pobre chico.

Los pensamientos turbios y tormentosos de aquel chico se perdían entre la música y las letras de desesperanza, desolación, desilusión y desarmonía… por otra parte nuestra querida y pequeña amiga sufría de igual manera si no es que era peor, Pinkie había sido destrozada mental y emocionalmente por lo que volvía a recurrir a su mejor escapatoria… cocaína… pero el destino actúa de maneras raras por lo que esta vez decidió obrar para el bien de este par de amantes con corazones rotos y todo se pasó ese día, o al menos eso mi querido amigo, me gustaría creer…

-Así que aún no enmiendas tu error ¿eh?- una voz particularmente tímida y suave alcanzo los oídos que aunque bombardeados por gritos de desesperación, guitarras estridentes y baterías alocada tuvieron la agudeza de poder poner atención a algo tan delicado, el pelinegro inclino su cabeza hacia tras mientras su cuerpo se estiraba un poco más en el pasto, era Fluttershy…

-Lárgate Flutter… no tengo ganas de hablar con nadie…- las palabras del pelinegro sonaron tan secas y ásperas que la misma Fluttershy tuvo la sensación de no poder apelar a su corazón con bondad pero este no era momento de pequeños intervalos si no que era momento de ayudar a su amigo…

-Darkus… ¿Por qué te engañas?- la chica de ojos verdes se sentó al lado del emo mientras miraba hacia el frente con una sonrisa, la dulzura y calidez de aquella sonrisa hacia que incluso al corazón más frio le diera un cosquilleo para poder recordar que era el órgano con más actividad y por ende con más calidez del cuerpo, pero eso no le importaba al pelinegro… lo único que le importaba era su dolor y su propio sufrimiento, "No vale de nada llorar sobre la leche derramada" dicen muchos pero aquella princesa la cual le hacía compañía a la bestia tenía la certeza de que no siempre era así y que valía la pena…

-Fluttershy… lárgate…- en un intento de evadirla, Darkus cambio su posición acostándose horizontalmente mientras le daba la espalda a aquella chica que solo quería brindar su ayuda, pero aun así no podía evitar preguntarse el porqué de la pregunta "¿Por qué me engaño?" ¿Acaso Fluttershy se le había salido un tornillo o simplemente quería venir a restregarme en la cara que no era un buen chico como quise creer?

-Darkus… veras… Pinkie siempre estuvo enamorada de ti pero tú por temor a que la hirieran te alejaste, de todas pero ahora ¿Por qué te engañas?- aquellas palabras rebosaron la paciencia del chico de cabellos oscuros y por ende un pequeño gatillo se apretó en su pecho.

Con calma de no perder los estribos apretó los puños y arranco un poco de pasto, castañeo los dientes y respiro agitadamente, lentamente volvió a su posición original, se quitó los audífonos, suspiro, aflojo los puños y dijo…

-Sé que Pinkie está enamorada de mi…siempre lo supe… pero no fue el hecho de que tenía que protegerla lo que me hizo rechazarla en repetidas ocasiones… fue el hecho de que no valgo ni un puto céntimo… solo soy basura y tu… ¿Crees que ella merece un hombre que le hizo eso? no se tu Flutter… pero… yo creo que lo mejor sea cortar toda comunicación con ella…- los ojos de color negro se habían ocultado tras los parpados y ahora solo eran un par de cuencas en la oscuridad pero lo que los volvió a dejar ver la luz fue un agarrón de proporciones colosales, el cuello de la camisa jalado con una brutalidad impresionante y el rostro de Fluttershy cerca del suyo pero a diferencia del de antes que era sereno y tranquilizador este era violento y lleno de impotencia y tristeza.

-¡NI SE TE OCURRA HACER ESO DARKUS STROMNIGHT! ¡ACEPTA LAS CONSECUENCIAS DE TUS ACTOS Y SINCERATE! Ya llevas demasiado tiempo ocultándote ¿¡ACASO TE PARECE JUSTO QUE ELLA SUFRE POR EL HECHO DE QUE NO PUEDA ESTAR CON LA PERSONA QUE AMA!?- la cara de Fluttershy se había pegado al pecho de Darkus mientras sus manos aun sostenían el cuello de su camisa, la tela humedecida por las lágrimas dejaba ver cuán preciada era Pinkie pie para Fluttershy lo cual dejo atónito a Darkus… ¿Acaso él iba a poder lidiar con eso toda su vida?

-Tiene razón Darkus… Sé un hombre y enfrenta tus responsabilidades…- una voz ajena a la de ellos dos se hizo presente, los dos dirigieron su mirada hacia el tronco del árbol, de entre ese tronco se podían ver unos rayos azul eléctrico… era Vinyl.

El pelinegro tenía que afrontar las consecuencias, sincerarse y volver a ser lo mismo de siempre, aquel chico con aspecto emo pero que tenía un enorme corazón, las lágrimas de Fluttershy cesaron mientras que sus manos dejaban en libertad el cuello de su camisa… era hora.

Sin perder tiempo se levantó, mientras ofrecía su mano a la chica de pelo rosado pálido, una sonrisa se escapó de los labios de los tres, ya los dos de pie el chico se dirigió hacia Vinyl y como por instinto le dio un abrazo el cual ella recibió con gusto, era casi impensable que aquel chico deprimido había sido el mismo chico de ahora…

-Gracias Vinyl…-

-De nada Darky… ve por ella…- los dos se despidieron y como salido de la recamara de una pistola, salió disparado en todas direcciones a buscar a su prometida…

Las dos chicas que quedaron en el árbol solo sonreían al ver a su amigo de tan buen humor de nuevo, era como si el rayo de la vida lo hubiera impactado de frente al pecho y lo hubiera resucitado, como si él hubiera vuelto a ser el mismo de antes…

-¿Crees que estén bien?- dijo algo preocupada la chica de cabellos claros…

-No lo creo… estoy segura de ello…- respondió la chica de gafas purpuras, unos segundos de silencio hasta que una pequeña risa femenina se escapó de los labios se escapó de los labios de Fluttershy, Vinyl la miro un poco extrañada pero luego… empezó a reír con ella.

El pelinegro corría de lado a lado en busca de aquella princesa la cual le había partido el corazón, era como si fuera un prisionero encadenado a una promesa rota o quizás era un chico que anhelaba arreglar los errores del pasado, el caso era que no podría descansar hasta que encontrara a su chica y arreglaran las cosas… de frente y sin tapujos…

-Carajo… Pinkie ¿Dónde estás?- se murmuro a sí mismo el chico de cabellos negros en un intento de no caer en la locura y las desesperación, como si el hecho de estar lejos de su amada fuera un hecho peligroso para él, cada respiro dependía de ella, como si cada latido fuera su deseo… vivir gracias a ella… suena irónico después de todo el daño que le había hecho.

El comedor, el parqueadero, la parada de autobuses, el salón de fiestas… nada, simplemente nada ¿Dónde se podría encontrar ella? ¿Acaso había partido? aquel pensamiento le helo la sangre a Darkus, el tan solo pensar que había desperdiciado aquella oportunidad para volver a estar con ella lo hacía estremecer… ¡NO! Eso no podría terminar así, si no esto no podría tener un "Final feliz" y como ya estamos acostumbrados el héroe de nuestra historia volvió a tomar rumbo en búsqueda de Pinkie, al entrar por los pasillos del comedor por segunda vez choco contra una persona a la cual no le pudo ver el rostro por la velocidad que llevaba, aunque su mente abarcaba cosas más importantes.

-¡FIJATE EN POR DONDE VAS TARADO!- una voz un tanto familiar le retumbo en los oídos, alzo la vista del suelo ya que el impacto los había tirado a ambos… era Applejack, un nudo se hizo en su garganta… todo este tiempo las había estado evitando especialmente a ellas tres, Applejack, Rainbow Dash y Pinkie Pie… que cruel es el destino con aquellos que han cometido errores…

-Lo… lo… lo… siento…- dijo Darkus en un tartamudeo algo divertido, el pelinegro tenía el rostro al rojo vivo por la vergüenza que sentía por haber sido encontrado infraganti con Rainbow… el solo pensarlo le daba escalofríos, demonios… el corazón le latía a mil, sus pensamientos volaban y se quedaban estáticos, no sabía el cómo responder a sus actos, no sabía cómo pagar sus acciones pero… ahí estaba ella, parada enfrente de él, sosteniéndolo para que no se despegara de la realidad.

-No hay problema… solo fue un accidente Darkus…- la rubia se levantó rápidamente y con las palmas de las manos se quitó el polvo que se le había pegado a los jeans después de haber caído.

-Bueno… ¿adónde te dirigías con tanta prisa vaquero?- con un gesto suave y gentil se inclinó un poco hacia el pelinegro que seguía en el suelo para luego ofrecerle una mano para que pudiera ponerse de pie, Darkus no supo cómo responder… era un descarado, un imbécil, un bastardo, un…. Esta clase de pensamientos llenaba la cabeza de nuestro amigo y con un toque de vergüenza bajo la cabeza en un intento de no mirarla a los ojos… la granjera se dio cuenta de esto.

-Darkus… no es tu culpa… yo… ya lo sabía, sabía que Rainbow tenía dudas sobre mí y nuestra relación hace mucho, además como desapareciste tan repentinamente nos dejaste con esa duda de si fue por nuestra relación… la verdad es que me sentía apenada, triste, nerviosa, enojada y más… todo era por tu culpa… tu FUE tu culpa- Applejack apretó los puños en un intento de no estallar en ira y lágrimas, su respiración estaba agitada y su sombrero tapaba parte de su rostro ocultando esas pequeñas lagrimas que retenía en sus pupilas… aquellas palabras fueron como puñaladas en el abdomen para Darkus, eran como pequeñas verdades en forma de balas… pero antes de poder decir algo la granjera siguió.

-¡PERO NO ME RENDI! ¡PELEE! Siempre me esforcé en demostrarle en que la amaba y nunca me arrepentí de haberme enamorado de ella ¡NUNCA!- los ojos del pelinegro se abrieron como platos mientras pensaba en el por qué había dicho eso, de repente sintió como unos brazos lo levantaban de los hombros y lo azotaban contra la pared, era Applejack al borde de las lágrimas.

-¡ASÍ QUE NO TE RINDAS NI CAIGAS! ¡HAZLO POR PINKIE! ¡ASÍ QUE DESPIERTA!- una sonora cachetada retumbo en el pasillo mientras que la coloración del rostro de Darkus cambiaba lentamente de blanco a rojo, el pelinegro no tenía palabras… era como si Applejack le hubiera dicho que lo odiaba pero que la disculpase.

Pasaron los segundos y los dos permanecieron en silencio, quizás lo mejor era quedarse así… callado pero el silencio solo ocultaba el miedo y Darkus estaba harto del miedo…

-Applejack… gracias…- los ojos de ambos se encontraron en un punto muerto el espacio mientras que una sonrisa se dibujaba en el rostro de ambos, de repente Applejack sin poder contener sus emociones abrazo al joven de cabellos negros…

-Hazlo por ella Darkus…- el objetivo de Darkus se había aclarado y ahora su mente era serena… por fin había acabado con todos sus miedos y ahora era momento de estar concentrado en Pinkie…

Darkus volvió a emprender su carrera ahora con la información de que Pinkie no había salido de su cuarto en todo este tiempo, era momento de aclarar las cosas y sentar sus bases, por fin… se le iba a declarar…

El cuarto de Pinkie estaba totalmente vacío salvo por su presencia, el hedor a alcohol y cigarrillos un día el ambiente en una depresión total mientras que Pinkie estaba en un estado de depresión supremo, su pelo alguna vez de rosa liso y hermoso estaba opaco, sus ojos que alguna vez fueron de un hermoso color azul cielo ahora estaban rojos de las lágrimas que habían sido drenadas por ellos, el mirar el techo era la única actividad que hacía, pero no hacía que aquellos recuerdos dolorosos salieran al viento…

-Pinkie…- dijo susurrando el pelinegro mientras veía como la persona que más amaba, su aspecto era terrible sus ojos rojos, su peinado opaco y lizo dejaban ver como la pequeña e indefensa chica que era, en aquel rincón mientras sus sollozos se hacían audibles en toda la habitación, creía que ella no era la misma pero después de todo el daño que le ocasiono era de esperarse… los pasos se hicieron presentes en el ambiente, miro a la peli rosada en aquel rincón sufriendo pequeños espasmos por su dificultosa respiración, quería matarse en ese mismo instante pero aquello recuerdos y promesas de valentía se hicieron presentes en su memoria…

-¡LARGATE!- grito Pinkie mientras castañeaba sus dientes unos contra otros, al dirigir su mirada hacia el pelinegro este noto como estaba de demacrada la pobre, sintió una puñalada en el corazón mientras sus palabras se trababan en mitad de la noche, quería decirle muchas cosas pero su lengua pesaba más que el plomo y la actitud de ella no era la mejor que digamos, poco a poco Darkus fue cortando la distancia entre ambos mientras intentaba no parecer agresivo pero de poco sirvió ya que la peli rosa soltó un alarido bestial mientras que se abalanzaba contra Darkus tumbándolo contra el suelo con un sonoro golpe, el azabache intento liberarse pero no pudo ya que las fuerzas se le habían escapado por los poros al ver como las pequeñas lagrimas cristalinas caían sobre el… las lágrimas de Pinkie…

-Ella te rechazo, ella lo hizo y yo siempre te amé ¿Por qué? ¿Por qué eres así? ¿Acaso hice algo malo? ¿Me odias Darkus? Porque yo no sé si seguir amándote…- Aquellas palabras rompieron al azabache en mil pedazos, olvido todos los problemas, a Ryan, a Rainbow, la presentación, todo… todo lo olvido en segundos, se perdió por unos segundos en ese rosa apagado y ese azul cielo… se había enamorado de la chica que se enamoró de el…

-Pinkie…- Sin pensarlo puso sus labios contra los de ella mientras en un tierno beso, aquel contacto tomo por sorpresa a Pinkie dejándola en shock haciendo que un pequeño escalofrió recorriera su espalda mientras que separaba sus labios del azabache en un intento de descubrir lo que el tramaba…

-¿QUÉ HACES?-

-Mira Pinkie… sé que comporte como un perfecto imbécil en la fiesta pero escucha lo que tengo que decir…- la voz de Darkus imploraba a Pinkie que lo escuchara, no era en vano ya que los sentimientos interpuestos de por medio eran enormes y la verdad no quería cavar su tumba más profundo de lo que ya era...

-Mira… sé que soy un idiota y que no te merezco pero por favor… perdóname, me di cuenta tarde pero Pinkie… tú me gustas…-

El silencio reino en la habitación durante algunos segundos mientras que ambos se miraban de lleno a los ojos, los esponjosos cabellos de la peli rosa volvieron a tomar su textura y color mientras que de repente los labios de ambos se fundían en un apasionado beso empezado por la peli rosa, nunca había estado tan feliz como en aquella ocasión ni si quiera cuando ingería grandes cantidades de azúcar… por otra parte el azabache estaba confundido y algo sobre excitado ¿Qué pasaba? No tenía ni mínima idea…

-Espera Pinkie… ¿Qué carajos te pasa?- dijo el azabache mientras se separaba de Pinkie...intento con ganas pero no se le zafaba de encima, creía que esto era una especie de broma pesada pero ella no se soltaba, la miro a los ojos mientras que esta esbozaba una sonrisa de oreja a oreja, este solo pudo responderle de la misma manera…

-Darky te amo…-

-Y yo a ti Pinkie…-

Ambos sellaron su amor con un beso con la noche de testigo, los próximos días serian movidos y algo duros pero con su amor… todo será y es posible.

-¿Te quedaras junto a mí?-

-Por siempre Pinkie… por siempre…-

Hola muchachos, volvió el gato más loco de la ciudad y de primera generación de fanfics M en español, para los que no me conocen me llamo the last cat y pues como sabrán mis antiguos seguidores tuve un problema de salud bastante delicado, solo espero que todo aquí siga de la misma manera… de resto pásenla bien y disfruten este capítulo que hice en parte en el hospital y cuando Salí, gracias a todos y feliz noche