Hola queridos lectores...
Creo que paso mucho tiempo desde la ultima vez que actualice este Fanfic, no recuerdo cual fue la ultima pareja pedida, ni mucho menos recordaba que no lo había cerrado. Recordé que tenia este pequeño relato de una primera vez guardado como lo ultimo que escribí en el 2015 y pensé... ¿Porque no adaptarlo en otro One Shopp? el protagonista es Sesshōmaru... pero la afortunada no esta identificada con la intención de que ustedes elijan con quien desean emparejar a nuestro amado Sesshō, aun no culminare este proyecto, lo dejare abierto a la (o al) que desee pedirme otra parejita. Sin mas que decirles y dejando de antemano una disculpa si prometí para este capitulo alguna pareja en especifica y no lo recuerdo.
Universo alterno
Posible presencia de Ooc
SesshōmaruX¿?
Los personajes utilizados en este Fanfic son propiedad de Rumiko Takahashi.
Un encuentro programado.
Suspire al colgar la llamada, me hallaba sentada en el sofá beige de mi habitación… fue de ayuda para no caer ante el fallo de mis piernas al escucharle, siempre tan débil a su voz, indefensa a su presencia, vulnerable a sus palabras, esclava de todos esos sentimientos que emergían en mi interior cuando el de alguna manera estaba presente en mí.
Recogí mi cabello negro como aquella noche testigo de todas nuestras ficciones, camine hacia el armario y rebusque entre la ropa fingiendo que seleccionaba cuidadosamente lo que me pretendía poner… mi mente revoloteaba como palomas en primavera, paseándose con gracia por la plaza llena de flores, árboles frondosos, niños corriendo de un lado a otro y ansíanos lustrados en resguardar la belleza de aquel lugar, tal vez Sesshōmaru no podría entender todo lo que rondaba por mi cabeza y la manera en que yo miraba todo aquello que nos desfilaba, quizás se le hacía difícil concebir el porqué de muchas cosas que nos acorralaban, cosas que en momentos específicos expuse y él no percibió; yo creía entenderlo todo y eso bastaba como motivación para continuar cerca de él, haciéndole sentir exactamente como mi corazón lo sentía… especial, único e inigualable.
Me coloque un vestido corto de lana gris con las mangas largas para resguardarme de la fría y tensa noche, mis botas de terciopelo negras y como toque final pinte un poco mis labios de carmesí, finalmente me adentre a la noche oscura y solitaria, lista para nuestro encuentro…
Monte un taxi negro, le di un papel con mi destino al conductor y mi viaje a él comenzó, las luces de la ciudad encandilaban mi visión e indicaban cada vez más que me acercaba a ese lugar, recreaba aquella manera tan recia con la que me revelo el sitio donde me haría suya, trazaba sucesos que encontraría en ese territorio, recapacitaba sobre el hombre que me recibiría o al que tendría que esperar por horas como cualquiera de esas amantes que preferían las sobras de cualquiera a tolerar la profunda soledad en las que el mundo las obligaba estar, no era mi caso, la soledad era mi fiel protectora, no tenía sentido ese pensamiento gris, yo no era como ellas, me negaba a eso.
Aspire a fondo aire frio de la noche y sacudí mi cabeza en señal de negación, no era momento de pensar en eso, yo estaba exactamente donde tenía que estar, donde me tocaba y como siempre… debía recibir el destino con convicción y estoicismo.
Al llegar me mordí el labio inferior y mi vientre se contrajo bruscamente, mi estómago mariposeo y sentí ganas de vomitar, volví a respirar profundo y baje del taxi con cuidado, la trayectoria me llevo a una vieja casa blanca, ventanas largas de madera pintadas de verde, pared rustica y una linda vista acorde a todo aquello que ahora sentía en mi interior, me acerque a la puerta y para entonces mis piernas empezaban a tambalearse, mi sonrisa nerviosa le quedaba grande a mi cara y con timidez toque la puerta de madera, efectivamente, el aún no había llegado…
Me recosté de la puerta y me deslice hasta sentarme al borde de un escalón que cubría el final de la entrada, mire a ambos lados de la calle, una que otra pareja caminaba, un perrito dormía al pie del farol más cercano y a lo lejos se escuchaba alguna triste melodía que los autos no me dejaban distinguir, espere, espere y espere… recogí mis piernas y apoye mis brazos cruzados sobre mis rodillas, recosté mi frente a ellos y cerré los ojos, no sé si me estaba quedando dormida o simplemente mi mente por lapsos quedaba totalmente en blanco, no pensaba, incluso no sentía, estaba allí y en algún momento no lo sabía. Su voz retumbo como tambores en mi mente, me descoloque y en segundos volvieron a temblar mis piernas, las manos, el corazón quería llamar al taxi que nos dejó e irse huyendo, mi estómago brincaba en su cama imaginaria y las mariposas se burlaban de todo aquello como si ellas no formaran parte de mí. Me levante bruscamente y busque sus ojos, su sonrisa de niño divertido me hizo dibujar una propia.
– ¿Qué haces allí sentada? Vamos adentro.
Yo sonreía como tonta y pensé, ¿Qué haría allí sentada?, tal vez esperarte… y lo haría siempre si al final podría verte, tomo mi mano con fuerza mientras abría la puerta y me jalo al interior sin cuidado, rápidamente se giró y me cubrió con sus brazos, la gran diferencia de estatura le proporcionaba el total de mi control, como si fuera poco tenerlo en su integridad, como si no fuera el dueño de cada mínima emoción que estaba naciendo en ese momento. Rodeé su cintura con mis brazos tan fuerte que soltó un sonido chistoso, su voz ronca que tanto me encantaba volvió a sonar sutilmente en mis oídos, levante la mirada y busque nuevamente sus ojos claros.
– ¿Cómo estás?
Aun las mariposas hacían su trabajo, creo que comenzaba a sudar porque lo tenía muy cerca y era la primera vez que estábamos así, juntos, solos, sabiendo que en cualquier momento podríamos tocarnos, mirarnos, sentirnos como solo las personas que se quieren lo hacen… solté un suspiro profundo, no se me ocurría nada para darle sentido al momento.
– Muy bien, señor Sesshōmaru.
Iba a preguntar cómo estaba, inventaría algún tema de conversación para entretenerlo y no aburrirlo pero el leyó mis pensamientos y me apretó fuerte contra él, me levanto un poco y con facilidad pude rozar su boca, sentí su respiración y luego su lengua húmeda recorrer mis labios, yo fui astuta y me apresure a tomar su labio inferior, lo jale y lo hice mío, lo mordí sutilmente y aunque mis ojos estaban cerrados, sabía que el sonreía, disfrutaba que yo hiciera eso y cuando pudo… alejo su boca de la mía, yo me tarde en reaccionar, estaba en una especie de encantamiento, mi corazón estaba muy acelerado al punto de sentir cada latido hasta en la punta de mis dedos.
Sesshōmaru se apartó para despojar su chaqueta negra dejándola caer sobre el espaldar de un mueble de cuero marrón que posaba justo al centro de la sala, la pared central era de piedra y justo en medio tenía una grandiosa chimenea encendida que acogía acaloradamente el lugar, la decoración era muy arcaica y me gustaba la combinación en general, las esquinas se encontraban repletas de materos con frondosas flores silvestres que proporcionaban cierta frescura a la casita. Mientras yo daba un vistazo general a todo… él ya se había dejado caer en el sofá e inmediatamente que fije mis ojos en los suyos, me indico con su mano derecha que me acercara.
Tuve que agarrar un gran bocado de aire antes de acercarme, en ocasiones detestaba la manera intimidante en la que me hacía sentir tan solo con su presencia, mi inercia me ofendía… así que intente controlarme y me mordí el labio para apaciguar los nervios que sentía, intentaba modestamente marcar mi territorio y dejar en claro que también podía tener intervención en este momento, levante seductoramente un poco mi vestido y apoye una rodilla a un costado de su pierna izquierda. El me miró fijamente, disfrutaba la manera en que me movía sobre su cuerpo, lo sentía en su mirada y en la forma en que me segregaba su deseo, paso su mano izquierda por mi muslo haciendo que se subiera aún más el vestido. Continuo subiendo lentamente hasta tocar mi glúteo, lo apretó e instintivamente me empujo con cierta destreza hacia él, haciéndome caer de frente.
Me acomode y ubique bien mis piernas a cada costado, me incline hacia el e intente besarlo, Sesshōmaru me esquivo y fue directamente a besarme el cuello, no pude evitar un pequeño jadeo ante el inesperado beso, seguía advirtiendo su sonrisa victoriosa ante el poder que tenía sus acciones sobre mí, la respiración se me acelero para lentamente perder el nerviosismo de mis manos, acaricie su pecho mientras bajaba lentamente hacia su cintura, el continuaba apretando mis glúteos y lamiendo, mordisqueando y besando mi cuello, pasaba lánguidamente la punta de su lengua por mi oído y para cuando yo quería expresarme con un gemido… busco mi boca con desesperación para finalmente acallarme con su beso.
Deslizo sus manos hacia mi cadera, las hizo mover de un lado a otro forjando nuestras intimidades a que se rozaran repetitivamente, introdujo su lengua en mi boca a la vez que yo la saboreaba, comencé a morder sus carnosos labios, me faltaba el aire y a él también… se detuvo y me hizo subir los brazos para sacarme el vestido, miro mi lencería de encaje blanco y acaricio mi espalda a la vez que acercaba mis pechos a su boca, besando mis pezones a través del brasier, haciéndome erizar… yo entrelace mis dedos a su cabello y apretaba con fuerza hasta que logre que se detuviera para volverlo a besar con desesperación.
Pose mis manos por debajo de su camisa blanca y comencé a levantarla hasta sustraerla, sentía su entrepierna dura chocar contra la mía y fue cuando no pude soportar las ganas de tocarlo, mi mano vacilo su cinturón, el botón del pantalón y llego hasta su objetivo, lo apreté con suavidad, moví lentamente mientras aceleraba con cada segundo, él se aceleraba tras cada aumento en mis acciones y tal cual me lo hizo a mí, acalle su gemido con otro beso; sentí mi mano mojada por su enorme excitación y al cabo de un tiempo donde nos besamos exasperadamente, comiéndonos las ganas en un profundo y entregado beso, nos separamos para encontrar el aire que nos mantendría enérgicos para continuar cediéndonos los espacios de nuestro cuerpo con total pasión. Saboreé mis labios mientras miraba los suyos, el me tomo por el mentón con firmeza y me jalo hacia sus labios dándome un mordisco que me hizo nuevamente jadea, sonrió y volvió a acomodarme sobre él, dejando mi trasero expuesto en una posición inclinada donde mis senos se sentía aprisionados contra su pecho… Azoto una de mis nalgas y yo solté instintivamente un pequeño grito que nos hizo reír a ambos.
Quería decir algo pero la aceleración no me lo permitía, me levante un poco haciendo que mi cintura quedara al nivel de su boca, el beso mi vientre y bajo lentamente hacia mi intimidad, volvió a besarme a través de la braga a la vez que sus manos comenzaban a bajarla, miro mi tatuaje adornando mi vagina y lo beso mientras pasaba su lengua por el camino a lo profundo de mi.
Todo mi cuerpo se erizo, quería que continuara pero la sensibilidad me aparto de él, me levante del sofá pero me jalo hacia el nuevamente, esta vez caí sentada de espaldas. Me detuve y nos calmamos, me quito el brasier y acaricio mis senos, volví a levantarme y recorrió con su mirada apasionada todo mi cuerpo desnudo…
Aun llevaba sus pantalones, así que me arrodille y comencé a desabrochar el cinturón, el botón, el cierre y los baje seguido de su ropa interior; finalmente estábamos ambos desnudos, mirándonos, ya la vergüenza no existía entre nosotros y nos aprendíamos a conocer sin limitaciones, me sentía expuesta pero también protegida. Suspire profundamente y le sonreí, mire su pene erecto y moje mis labios, quería proporcionarle todo el placer que pudiera.
Con ambas manos tome su tronco y comencé a bajar y subir, Sesshōmaru se relajó en el espaldar del sillón y echo su cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos con fuerza, me acerque a él y pase la punta de mi lengua por el hoyito de su pene, la moví dentro de él y sus piernas comenzaban a moverse voluntariamente al compás del movimiento de mi lengua moviéndose en él. A lo lejos sonaba de fondo Fly me to the moon en la voz de Eva Cassidy… y mientras escuchaba la letra muy acorde al momento, detuve lo que hacía y mojando mis labios le dije…
– Te llevare a la Luna Sesshōmaru…
Se debilitó la tensión causadas por mis acciones y nuevamente mientras yo pronunciaba esas palabras, recobro la respiración.
– Llévame.
Su voz estaba más ronco por la excitación y aquello me excito muchísimo, tal vez él no sabía que mis palabras provenían de aquella canción pero precisamente eso deseaba, llevarlo más allá de sus horizontes, hacerlo sentir como nadie nunca lo había hecho sentir, ser única y exclusiva para el…
Con una mano tome sus genitales y los acariciaba a la vez que mi otra mano agitaba de arriba abajo su tronco… mi boca comenzaba a succionar la punta de su pene y cada cierto tiempo lo introducía completo en mi boca, llevándolo hasta lo profundo, el movimiento brusco de meterlo hasta mi garganta hacia que me dieran nauseas así que la contracción de mi garganta apretaba la punta de su pene haciéndolo gemir con fuerza, la tensión la sentía en sus músculos y un acto de acelerar el momento, tomo mi cabello con sus dos manos y comenzó a mover mi cabeza en círculo sin yo parar de introducirlo y sacarlo de la profundidad de mi boca.
Pasamos un rato de esa manera y antes de que el pudiera llegar al límite me hizo detener, me tomo por el cuello y me hizo levantar con agilidad para besarme, me sentó en sus piernas y llevo una de sus manos para mi vagina, estaba mojada e hice que el mojara toda su mano mientras la deslizaba de arriba abajo, toco mi clítoris y estaba firme y duro, yo jadeaba sin parar, arqueé la espalda y me aferre a su cuello con ambas manos.
– ¿Te gusta?
Sesshō pregunto con su voz aun ronca, me encanta escucharlo pero yo no podía responder, el seguía moviendo sus dedos a través de mí y yo no podía controlar eso, al notar que yo no respondía comenzó a aumentar los movimientos y a cada cierto tiempo introducía uno de sus dedos haciéndome saltar hacia la dirección contraria a su penetración.
– Dime… ¿te gusta?
Esta vez susurro en mi oído, haciéndome erizar de pies a cabeza, intente responder esta vez y casi en un hilo de voz lo logre… eso lo motivo y continuo haciendo eso hasta que me tiro en el mueble dejándome expuesta y abierta hacia él. Otra vez beso mi tatuaje, y bajo sin dejar de besarme hasta mis labios vaginales, los abrió con sus dedos y paso su lengua de arriba hacia abajo, yo prácticamente grite y entrelace mis dedos de su cabello jalando de él, no paro de hacerlo y yo me estremecía debajo de él, quería que se detuviera, lo empujaba con mis caderas haciendo que la unión entre su lengua y mi vagina se unificaran más.
Por mi inexperiencia no aguante demasiado y el orgasmo me llego, solté un extenuante gemido, se detuvo automáticamente al yo pedirle que lo hiciera, entre jadeos intentaba recuperar la respiración. Se acercó un poco más a mí y sentí su pene duro rozar mi vagina, temblé por la sensibilidad que el orgasmo aun manifestaba en mi cuerpo, beso mi cuello y bajo hasta mis pechos, los lamio, los chupo, jalaba mis pezones con sus labios, yo aún intentaba recomponerme así que me mantenía inmóvil.
Tomo su pene y comenzó a rozarlo de arriba abajo por mi vagina, llenándolo de mi orgasmo, lubricándose para finalmente dejarse caer, al primer intento no logro entrar y yo prácticamente grite de incomodidad al sentir el ardor de la primera embestida. El me susurraba cosas que yo no lograba entender en medio del momento, besaba mis labios, jugaba con mi boca y me entretenía mientras seguía intentando entrar en mí.
Yo cerré los ojos y me relaje, relaje mi pelvis, abrí un poco más mis piernas y en algún momento de aquella mágica situación, Sesshōmaru logro entrar en mí, su gemido al sentir que lo había logrado me lo confirmo y para cuando quise recomponerme… él ya estaba moviendo sus caderas de manera bestial sobre las mías.
Tras pasar un rato en el que yo solo aguantaba una inmensa presión en mi vientre, empecé a sentir el placer propio de amor, lo apreté hacia mí con mis piernas y pase mis brazos por su cuello, no detuvo su movimiento mientras ambos extasiados del placer que nos proporcionaba el contacto de nuestras pieles ardiendo, nos acariciábamos, nos apretábamos uno con el otro… me tomo por la cintura y llevándome con él, sin interrumpir nuestra unión, se sentó en el sillón y a mi sobre él, me deje caer y percibí como su pene se introdujo aún más profundo en mí, mi gemido fue un susurro en su cuello, me tomo por la espalda y me abrazo sin dejar de empujarme con fuerza contra él, yo me agarre de su espalda, casi arañándolo en medio de cada movimiento, aumentando en rapidez y en pasión.
Me apretó más hacia él, me empezó a penetrar aún más fuerte, mis gemidos y jadeos se hacían más constante junto a los de él, sus azotes aceleraban el momento y en una explosión de sensaciones ambos llegamos al final de aquel momento, recostó su rostro en mis pechos y yo el abrace como a un niño pequeño, resguardándolo dentro de mí, cuidándolo entre mis brazos, bese su frente, su nariz, sus labios y lo abrace tan fuerte como jamás pude, sin ánimos de soltarlo, de alejarme de él y sobre todo con la certeza de no querer irme nunca más de su lado
"Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor."
Amado Nervo
Gracias por leer este relato, gracias por llegar hasta aquí y me encantaría mucho saber con quien emparejaron a Sessho por medio de un Review. De igual manera sus opiniones sera grato leerla.
Sin mas que decir... bye. :)