A tí Lio. Mon petit Chaton, merci pour tout. Sabes que no es posible sin ti.

¡Gracias! a todos por acompañar al fic durante estos 31 días, mil gracias por los comentario los favoritos y los seguidores. Sin ellos no me hubiese animado a seguir. Un abrazo a todos y Feliz 2013!

30 días en nuestras vidas

XXXI Cuenta Regresiva

Sherlock estaba sentado frente a la chimenea, el detective se hundió un poco más entre los cojines, mientras veía a las llamas mecerse entre las brazas de un lado a otro.

Repentinamente, el sonido de la puerta del cuarto de Hamish lo saco de sus pensamientos. John bajo con pasos lentos y cuidadosos, alcanzándolo en la sala, el medico le dio una mirada cariñosa antes de dejarse caer al lado de su marido. Ambos habían tenido un día agitado y habían regresado hace muy poco de observar el espectáculo de los fuegos artificiales con su hijo.

-Hola- susurró John con voz suave, saludándole

-¿Por que me saludas John?- preguntó Sherlock frunciendo el ceño, habían ocasiones en que no entendía ciertas cosas de su medico.

El buen doctor se rió entre dientes, al oír la falta de tacto del detective, Sherlock no era ciertamente un hombre romántico, el lo sabía. Sin embargo, a veces eran sus acciones las que decían mucho.

-Es una lastima que haya terminado el año- suspiró John con decepción, echándole una mirada a su reloj de pulsera

Sherlock sabía lo mucho que le gustaba a su marido hacer ciertas "tradiciones" al dar la media noche del cambio de año en punto. Sin embargo, esta vez habían preferido llevar a su pequeño a observar el "espectáculo" antes de tener una apacible espera de año nuevo en casa.

El detective tosió un poco, estirandose en el sofa como si fuera un gran gato, Sherlock aclaró la garganta antes de decir:

-Si de algo sirve, aun faltan dos horas para que llegue el nuevo año en Brasil-

John se rió otra vez al escuchar la inusual manera de consuelo que había usado Sherlock con sigo, quizás no era la con más tacto, pero a él le parecía perfecto.

El medico le sonrió nuevamente y con una mirada que solo reservaba para el hombre alto, se deslizo un poco de su lugar diciéndole:

-Y ya que quedan dos horas para finalizar el año, ¿Que planeas hacer?- le coqueteo saltando a horcajadas sobre su regazo.

Sherlock de inmediato situó sus manos en las caderas de su pareja, el detective acomodo las piernas de su marido a sus costados antes de meter las manos bajo de las telas de ropa que John llevaba, buscando la piel caliente.

-¿Estaba pensando si te gustaría… quizás…?- ronroneo con voz melosa el ex militar, rozando sus labios con los de su pareja.-¿podríamos…?- continuo besando su barbilla-¿podríamos celebrar juntos?- gimió John cuando Sherlock se hizo hacie adelante comenzando a mordisquear su cuello y parte de su clavícula

-Shh Hamish- le advirtió el detective con voz ronca. El buen doctor pasó sus manos por los rizos dispersos de su amante y tiró de ellos un poco para besarle con furia…

-John…- gruño Sherlock empujando sus caderas contra las de su marido, haciéndole suspirar y gemir lánguidamente

-Sher...-gimió el medico deshaciéndose de la camisa de su marido, el hombre sentía que se volvería loco en cualquier momento.

-¿Si John?- le contestó el detective con tono juguetón deslizando una de sus manos por la columna del rubio, haciéndolo vibrar como si fuera un instrumento de cuerda.

-Cama, ahora- ordenó el ex militar quien se veía adorable con los labios hinchados y el cabello revuelto.

Y por una vez, Sherlock obedeció sin protestas.

Por que esa noche, esperarían juntos el inicio de un nuevo año.

Un año nuevo perfecto.

Notas:

Gracias como siempre por acompañar a historia, ojala hallan pasado un buen momento.

Un abrazo.

CoD