WE ARE BACK
-Capítulo 01-
Henry dormía plácidamente por primera vez desde que despertó de la maldición del sueño, sujetando con fuerza la mano de Emma. Por fin su madre y su abuela habían regresado a Storybrook, después de lo que parecían haber sido siglos.
Horas antes, Snow y Emma fueron recibidas por una multitud, con Henry a la cabeza. Hubo vítores y abrazos, pero Snow se abrió paso rápidamente entre la gente. No había tiempo para saludos, tenía algo mucho más importante que hacer.
Irrumpió con tanta violencia donde descansaba el cuerpo de David que Regina y Rumpelstitskin saltaron como gatos ante un ataque. Belle, que había ido a hacer compañía a Rumpel (y a ofrecer garantías al resto del pueblo de que a David no le ocurriría nada) fue la que los apartó a un rincón, para dejar espacio a la inminente reunión familiar.
Emma y Henry atravesaron la puerta en el momento en el que Snow se abalanzó sobre su amado, buscando sus labios. Como ocurrió hacía ya mucho tiempo, el príncipe (esta vez le tocaba a él) volvió a la vida con un respingo.
- Sabía que lo conseguiríais.
- No vuelvas a hacer esto nunca, Charming. Nunca, ¿me oyes? Jam... - no pudo terminar la frase. Con un sollozo, Snow se echó en sus brazos. Emma y Henry se unieron pasados unos segundos. Considerando que la familia necesitaba (y merecía) unos momentos de intimidad, Belle hizo un gesto a Regina y Rumpel para que la siguieran, cerrando la puerta tras ellos.
En el pasillo esperaba Ruby. Había sido ella quien, con ayuda de Archie, Leroy y la Abuelita (y su ballesta) había impedido que el pueblo entero entrara en tromba tras las recién llegadas.
- Prácticamente todo Storybrook está fuera - informó la joven - Quieren ver a Snow y a Emma, quieren saber quienes son las que han llegado con ellas, lo que ha pasado... Tienen muchas preguntas. Algo hay que decir.
Regina respiró hondo para ordenar sus ideas. Trucos de alcaldesa.
- Diles... di que ambas están bien, que toda la familia está bien, pero que necesitan unos momentos a solas. Que se convocará una asamblea, que se queden tranquilos. Que todo está bien.
- Vale. ¿Para cuando, la asamblea?
- Para cuando sepamos que decir - Regina dejó escapar un suspiro. De repente, se sentía agotada.
- Bien. ¿Y con esas dos qué hacemos?
Aurora y Mulan habían seguido a Emma y a Snow, dado que no sabían qué más podían hacer o a donde ir. Se sentían extrañas y confusas en aquel mundo. Ruby, sin saber muy bien qué hacer, les había asegurado que estaban a salvo y que confiaran en ella, que se encargaría de ellas hasta que Snow y Emma pudieran hacerlo. Ambas recién llegadas fueron examinadas de arriba a abajo. Lo cierto era que nadie sabía muy bien qué hacer con ellas.
- De momento, señoritas, deberían cambiarse de ropa - dijo Rumpelstitskin, rompiendo al fin el silencio - Lamento decir que los vestidos de princesa y las armaduras pasaron de moda hace un par de siglos.
Ante la mirada asesina de ambas jóvenes, Belle decidió intervenir.
- Seguro que entre Ruby y podemos encontraros algo - se apresuró a tomarlas del brazo y llevarlas hacia fuera. Aurora miró a Ruby de arriba a abajo e hizo un gesto como de "yo esa ropa no me la pongo ni muerta" - O a lo mejor podemos apañarnos con mi vestuario.
- ¿Qué tiene de malo el mio? - protestó Ruby, saliendo detrás de ellas.
Ya solos, Regina y Rumpel intercambiaron una mirada.
- ¿Qué opinas?
- Hay algo extraño en esa princesita - Rumpel se encogió de hombros - Voy a esperar a Belle en casa. Aquí ya no hay nada que me interese.
- Yo... creo que voy a esperar un poco. Me gustaría despedirme de Henry.
Ruby entró en la tienda del señor Gold (sintiendo un ligero escalofrío, dicho sea de paso) y encontró a Aurora, que ya había cambiado sus ropas de princesa por un vestido de color lavanda, curioseando las vitrinas.
- Hay muchos objetos extraños aquí - comentó la princesa.
- Sí... Gold es conocido por tener acceso a todo tipo de cosas... literalmente. No me extrañaría que tenga a Walt Disney congelado en la nevera.
- A... ¿quién?
- No, nada. Oye, ¿dónde está... como se llame? Tu amiga, o compañera, o lo que sea.
- ¿Mulán? Está dentro, con esa chica
- Belle.
- Sí. Es una persona muy amable.
- Sí, si que lo es. Demasiado, creo yo...
- Creo que tenían un pequeño problema de vestuario. Me parece que a Mulan no le gustan mucho las ropas de mujer.
- Ya. Por cierto, ¿tú eres...?
- Aurora. La princesa Aurora.
- Ruby. O Red, como prefieras. Pero aquí suelen llamarme Ruby.
Por fin reaparecieron Mulán y Belle. Habían tenido una auténtica crisis de vestuario, que finalmente se había solucionado con unos pantalones vaqueros y una camisa negra.
- Vaaaya, menudo cambio - comentó Ruby, ligeramente impresionada. Vestida con ropa femenina, Mulan resultaba una chica de lo más atractiva.
- ¿Una taza de te? - ofreció Belle, sirviendo el que habia puesto a calentar nada más entrar.
- No quiero te, ¡quiero saber dónde estamos! - replicó Mulan, enfadada.
Belle suspiró. Había intentado encontrar la forma de explicarles todo lo ocurrido, pero no se le ocurría cómo.
- Estais en Storybrook - la tetera casi se fue al suelo ante la brusquedad de Ruby. Aunque en cierto modo, puede que lo mejor fuese ser directas.
- ¿Qué reino es este?
- No es ningún reino. Es una ciudad. Estamos en Maine, Estados Unidos.
Por las caras que ponían, Mulan y Aurora estaban completamente perdidas.
- Será mejor que os senteis...
Costó un buen rato, pero al final, entre Ruby y Belle pudieron explicar lo mejor posible la situación en la que se encontraban. A pesar de los esfuerzos de ambas, había muchas cosas que eran difíciles de comprender.
- A ver si lo he entendido todo. Estamos en un mundo en el que supuestamente no hay magia, al que todos llegasteis por medio de una maldición de la que no se sabe cómo nosotras escapamos. Pasasteis veintiocho años aqui sin saber quienes erais, hasta que llegó Emma y rompió la maldición. Luego ella y Snow, o Mary Margaret, fueron arrastradas a nuestro mundo, donde las encontramos. Ahora hemos vuelto a este otro mundo donde estais todos, incluidos los dos culpables de la maldición - resumió Mulan finalmente.
- Sí, más o menos es eso.
- ¿Y pretendeis que nos quedemos aquí sentadas? ¡Aurora, nos vamos! ¿Dónde está mi espada?
Las palmas de Belle y Ruby se encontraron con sus respectivas frentes.
- En realidad, Mulan, creo que deberiamos quedarnos aqui - respondió Aurora, mordisqueando una galleta de canela y chocolate.
Mulan la miró como si fuese un troll haciendo guirnaldas de flores.
- ¿Qué? Aurora, ¿tú has estado escuchando? ¡Estamos en un mundo desconocido, en un pueblo controlado por la persona que destruyó nuestro hogar, en la tienda de quien se la dio!
- Ya. Pero no sabemos cómo volver. Y aunque lo supieramos, no podríamos enfrentarnos a Cora solas, ¿no? Creo que lo mejor es quedarnos aquí, y ver qué podemos hacer.
- ¿Y qué pasa con Phillip?
- Él está bien donde lo dejamos. Tampoco tenemos forma de salvarle, por el momento, así que...
Mulan parecia estar en algun punto entre sufrir un colapso nervioso y cometer un homicidio. Si algo salvo a Aurora, fue la entrada de Rumpelstitskin. Había dado un rodeo deliberado para conceder algo de tiempo a las chicas, pero ya era hora de regresar a la que, después de todo, era su tienda. Además, algo raro pasaba y no quería dejar a Belle sola.
- Parece que los ánimos ya están más calmados - anunció - La Abuelita y su ballesta han enviado a todo el mundo a casa, nuestra familia real está reunida al fin... Un largo dia que ha terminado bien.
- Erm... deberíamos irnos a descansar - captando la indirecta, Ruby hizo un gesto a Mulan y Aurora para que la siguieran - Vamos, mi abuela regenta un hostal, allí podréis quedaros.
- ¿Qué relación hay entre esos dos? - preguntó Aurora en cuando pusieron los pies en la calle.
- Una que no debería existir - suspiró Ruby. Sabía que Belle estaba segura si Rumpel andaba cerca, pero eso no evitaba que prefiriera que su amiga saliera con otro. Cualquier otro.
Tras cerrar la puerta con llave, Rumpel rodeó la cintura de Belle. De repente la joven parecía especialmente agotada. Ambos se dirigieron hacia su casa, deseando meterse en la cama.
- ¿Te encuentras bien?
- ¿Qué está pasando?
Belle lo conocía lo suficiente como para saber que algo le preocupaba. Y Rumpel la conocía lo suficiente como para saber que ella no pararía hasta averiguarlo.
- Algo no termina de encajar - respondió, buscando palabras para explicarlo sin alarmarla demasiado - Es… me ha parecido demasiado fácil. Y hay algo extraño en esa princesita.
- Sí… parecía demasiado tranquila. Tal vez esté en shock o algo así. A lo mejor deberíamos avisar a Archie…
- Tal vez… aunque no creo que sea eso.
- ¿Entonces?
- Es pronto para elaborar teorías, dearie. Dame algo de tiempo…
No se molestó en añadir que no se preocupara. A él no le gustaba mentirle y ella sabía perfectamente que algo no andaba bien.
N/A:
Uf, espero que este primer capitulo (que me lo he currado aunque no lo parezca) os haya gustado :) El título del fic no es muy bueno, pero nunca se me ha dado bien poner nombre a las cosas, así que...
Quisiera aprovechar para agradecer la ayuda de dos amigas mias, especialmente de Bonny, sin la cual este fic sería mucho peor.
Sugerencias, comentarios y sartenazos son bien recibidos!
