¡POR FAVOR, LEER! (Si no recuerdan nada de la historia nadie los obliga a leer nada): Verán, como autora tengo la alegría de decir que maduré bastante, así como he mejorado y sigo haciéndolo día a día. Al leer esta historia me dan ganas de reescribirla en muchas partes, que sería para mejorarla. Creo que varios habrán leído esto de mí si alguna vez nos cruzamos con las respuestas a sus reviews.

Les dejo el capítulo diez de este fan fiction, y bueeeno, espero que les guste. Sí, es corto pero porque no me atreví a alterar tanto el orden original de lo que yo antes escribía porque respeto mi propia inocencia e ingenuidad al hacerlo; es más, sí quiero continuar la historia, ahora mismo en esta temporada de mi vida sería lo ideal hacerlo, de hecho, creo que sin que me importe la enorme cantidad de errores que tiene, la voy a remontar porque lo veo como un reto, agregando que puedo demostrarles cuánto he progresado.

Digo... ¿No sería muy divertido ver cómo me las arreglo?

Algo más para los que están interesados en esta historia o, aquellos que esperan que la buena y vieja (?) Alchemya les deje un review en sus historias.

¡Estoy estudiando en la Universidad! (: Y también trabajo, cuido de mi abuela que está en condiciones no muy buenas. De paso le agregamos mi gatito inválido. Tengo el tiempo totalmente ocupado, casi, y por eso no voy a estar mucho tiempo en el mundo virtual. No se enojen conmigo si me ausento, que vuelvo, ¡Lo hago!

¡Yerba Alchemya jamás deja de lado a sus colegas! XD

¡Saludos a todos, muchas gracias por tomarse la molestia de leer este fanfiction! ¡Suerte! :D


— Genial. — Se quejó Cul, la vista fija en el asfalto. — Ahora acaban de envolver a Luka mucho más de lo que estaba antes con nosotros. — Yukari no sabía bien cómo reaccionar, así que sólo decidió no perturbar con su presencia a nadie, se sacó la capa de ella y la enganchó en la ventana del lado de Neru. IA vio esto e hizo lo mismo, ella ya había dicho su parte, ahora sólo quedaba que Luka reaccionara.

— Señorita, no sé qué le haya dicho White Flame… — Comentó Neru, incómoda ante ese fino silencio que se había formado. — Pero por favor, sepa que IA ha estado protegiéndola todo este tiempo. — Como si intentara que Luka no explotara en otra serie de furia, bueno, era tarde.

— IA… tú… ayudaste a White Flame… en el robo de año nuevo. — Murmuró Luka, analizando sus recuerdos. — Tú… tú… estuviste todo este tiempo… tú sabías desde el principio. — Terminó en voz alta, el celular quedó en sus manos, Luka cortó la llamada.

La pequeña Aria se encogió de hombros y sintió ganas de gimotear como cachorro regañado, la que se le venía encima.


Miku parpadeó al entrar en una especie de vacío emocional, no sentía nada, no sabía si estar preocupada, desilusionada, enojada.

Gumi, Teto y Miki compartieron un par de miradas y se acomodaron mejor en su rincón, el ambiente se puso pesado con sólo la presencia y aura extraña que poseía su líder en aquél instante.

— Flame…— Se levantó Teto, — ¿Te encuentras bien?

— Cambien la ruta. — Reaccionó de golpe, yendo directo hasta la ventanilla que la comunicaba con Lui, — ¡Lui, ve a la ruta de escape, por la fábrica! ¡Haz que la otra van te siga!

— No puedo hacer eso, Miku, las chicas están allí y las seguían demasiados policías. No sé cómo estén ahora.

— Yo sé qué hacer. — Comentó Teto, hizo un ademán a que sus compañeros se levantaran de los asientos y a continuación levantó el respaldo de estos. — Vamos a ser civiles. — sacó varios juegos de ropas que a simple vista eran grandes para todos ellos — Yuma dile a nuestros compañeros del otro vehículo que hagan lo mismo y que vayan a un estacionamiento diferente al nuestro; Lui, sácanos de aquí.

— Entendido. — Respondió él de inmediato. Miku recibió una remera medio gastada y una gorra, unos jeans negros.

— Todos nos conocemos aquí, cámbiense y dejen la adolescencia de lado. — Ordenó una vez más al ya quitarse su capa, desprendiendo los botones del chaleco y demás.

Yuma que estaba desatándose los cordones de sus botas, miró a Teto. — Preguntan dónde nos encontraremos.

— Que roben los autos necesarios y se acerquen hasta la ruta, que los abandonen y caminen lo que sea necesario hasta llegar al hotel de Aria. Nosotros haremos lo mismo.

Miku ya estaba con el jean puesto, semi desnuda en lo que era el resto de su cuerpo. Sólo miraba a Teto dar órdenes y acomodar todo como pudiera.

'¿Qué clase de líder soy?' Se cuestionó al ver cómo a ella jamás se le hubiese ocurrido tener todo eso preparado.

— Quiero que ustedes usen este en especial. — Teto les lanzó un par de remeras a Kaito y Meiko, ellos dos no prestaron atención y sólo se cambiaron, en cuanto miraron, la remera de él decía "Yo soy el Rey" escrito en rojo y la de Meiko "Y yo, la Reina" en azul.

En el momento transcurrido, la van se detuvo. Teto abrió las puertas y salió fuera, todo estaba vacío. — Bien, muévanse; Yuma, Gumi y Kaito, revisen los autos y vean cuáles tienen combustible demás, incendiaremos estas porquerías para no dejar rastro.

— Lui y Lily, vendrán conmigo, vamos a buscar autos para movernos. — Ordenó ahora la chica común, Mikaela, acomodándose la gorra que le dieron.

— ¡Quiero que se apresuren, no hay tiempo para perder, en cualquier momento la policía puede llegar aquí y será lo más lejos que lleguemos! — Exclamó una vez más esa excelente líder que era Tessa. Miku se encontró cada vez más decaída en su papel tan mal desarrollado, admirando en competencia a la pelirroja.

— Tessa ¿Qué haremos con las armas? — Preguntó Miki, viendo que las estaban abandonando en aquél lugar.

— Ya no podremos cargarlas si iremos caminando hasta la otra ciudad, tendremos que dejarlas aquí.

— Entiendo.

— Sólo carguen las pequeñas, sí, ¿Pelirroja? No te quiero ver deprimida.

Miki se rió en voz baja y feliz, asintiendo de inmediato al tomar las colt, 9mm, 45, y demás.

— Millones perdidos en esas dos van… — Se quejó en voz baja Yuma mientras corría al lado da la líder de su grupo, Teto. — No tienes vergüenza, Tessa.

— ¡Oh, vamos, Yuma! — Se rió ella sin observar hacia atrás, manteniendo una sonrisa demasiado despreocupada que ponía de nervios al chico de pelo rosa. — ¡Si es culpa de Mikaela por ser una colgada! ¿No es cierto?

— Algún día te lo devolveré, Yuma, Tessa.

— No, mi querida Flame… — Tessa tenía esa expresión psicópata de nuevo, y Miku se mordió los dientes en lo que la abrazaba por el hombro esa pelirroja… se habían quedado atrás, mientras veían a sus compañeros salir del estacionamiento. — Me lo pagarás en cuanto hagas bien tu trabajo, de lo contrario… — La soltó algo brusca, ofreciéndole una futura pelea si arruinaba los planes. — Lograrás que nos maten a todos.

Teto se adelantó, no sin antes dejarle esa vista fija de 'No sabes en lo que te estás metiendo…'. Miku sintió sus ojos arder en lágrimas, sin embargo, al apretar los puños y morderse con pura ira… sabía que lo que le dijo la pelirroja no era más que la cruda verdad. Aria había sido un ejemplo, ellos acorralados y a punto de ser arrestados también…

El estrés que se le estaba acumulando no era nada comparado con antes, ahora cargaba con la vida de sus compañeros, el bienestar de cada uno, de los padres de ellos, de la vergüenza que era ser un líder que no estaba a la altura… pero ¡¿Qué decía?! ¡Siempre tuvo la vida de sus amigos a cargo, así como ellos la suya!

Y ¿Podía ser Luka una causa de eso?

Los gestos que la juzgaban por parte de sus amigos revivían y tomaban color en los pensamientos amargos de White Flame, oscureciéndole el camino por instantes. Estaba tan cansada… de verdad hacer y poner el mundo patas para arriba era lo correcto? ¿Llegarían alguna vez a lograrlo? ¿Valía la pena…?

Se supone que ellos estaban muertos para el resto de la sociedad, borrados de la existencia hace tiempo.

¿Regresar de entre los muertos…?

Miku se rió… todos habían desaparecido de la vista de ella, regresando por distintas rutas hacia el punto de encuentro. Miku se sintió perdida… el incendio en su antiguo hogar rodeó la visión… todo ardía en llamas, el espeso humo le impedía incluso moverse. Se dejó consumir por la desesperación que le recordaba a aquél día en que vio su casa incendiarse.

Les estaba fallando a todos… debía dejar el continente por culpa de ella.

— ¡Mikaela!

Miku respiró profundo, el contaminado aire se filtraba en los pulmones…

'Madre, padre… ¿Qué debería hacer?'

Ya iban varios colegas suyos heridos… abandonó a IA… ¡Había abandonado a IA!

Se tocó el pecho donde la bala tendría que haber dado y las lágrimas habían comenzado a rodar con fuerza y los labios se le enrojecieron, mostrando su arrepentimiento ¡Tendrían que estar todos muertos si fuera por ella, y si los padres de Lily e IA no los hubieran ayudado… definitivamente habrían muerto en ese ataque imprudente!

— ¡Mikaela! — Frente a ella apareció de repente Gumi, apretándola fuerte por los hombros, Miki la observaba preocupada. — ¡Tenemos que irnos, lo que sea que te esté pasando ahora…!

Se quedaron en silencio las tres, Gumi escudriñaba las emociones de su líder y amiga, absorbiendo sin querer parte de la desesperación que ésta sentía. La pelirroja miró alrededor, viendo que no habían incendiado la van…

Ella analizó el instante… y si no se deshacían de ello, lo más seguro era que los encontraran de inmediato, la locura que causaría que fueran los muertos contra quienes luchaban la mayoría de los uniformados a cargo de la protección de los políticos.

— Miku… — Susurró la chica de cabello verde en lo que la pelirroja apuntaba en modo negocios hacia el tanque de gasolina de la van. — Nosotros estamos contigo, y si nosotros, que somos tu grupo, no te hemos dicho nada... lo que hizo IA, lo que nos pasó a todos… son cosas que sabíamos, que vimos venir, nos has estado guiando muy bien, me lo creas o no.

Había algo en la mirada de Gumi que Miku entendía como que le estaba mintiendo.

— Bueno sí, hubo un par de errores, pero ¿Quién no los comete? — Siguió ella, mirando cómo Miki retrocedía poco a poco, las estaba apurando y sin dejar de apuntar hacia el vehículo. — ¡Sólo procura no volver a hacerlo! ¿De acuerdo?! ¡Ahora vámonos y tú psicópata deja de apuntar con esa cosa!

Gumi la agarró del brazo y la llevó con fuerza al lado de Miki e incluso pasándola. Pronto empezaron a correr y Miku vio el momento en el que su amiga la sacaba del incendio, se dio cuenta que se iban sin la pelirroja y ya iban más o menos por la esquina de la cuadra…

Sus recuerdos dejaron de mezclarse con la actualidad.

— Sabes, a veces cuando el líder está herido… si su jauría, miembros de la manada vuelven a por él a ayudarlo, es porque un buen trabajo hizo. — Comentó Gumi cuando cruzaron, y un disparo para nada discreto se oyó y llamó la atención de todo el mundo. — ¡Ahora sólo corre y no mires hacia atrás, amiga mía! — La soltó al empujarla para adelante. Miku volteó a verla, pero Gumi se estaba acercando al lugar del disparo, mientras más gente se amontonaba allí dentro.

'Miki…' Se le ocurrió pensar… ¿Cómo iban a salir ellas dos de ahí?

De hecho… la cámara de seguridad los debía tener a todos grabados, ¿No?!

¡Para eso era la gorra de visera que le dieron a ella! ¿¡Y todos sus amigos?! ¿Dónde estaban ellos?

Cuando Miku empezó a caminar sola hacia la escena del crimen, Gumi y Miki salieron corriendo y empujando gente, estaban usando las capas y los cascos.

— ¡¿Pero qué diablos?! — Esbozaba Mikaela, la desesperación y desesperanza al borde de sus palabras, al igual que el miedo agarrándole el pecho.

El calor le subió a todo el cuerpo, pero jamás había sentido tanto bombear a su corazón. ¿Qué habían hecho las chicas?!

No sólo eso, que ni siquiera sabía dónde estaban ya los demás.


Gracias~

A/N: ¿Vieeeron que medio que arreglé este fic? Jaja, si lograron pasar los primeros nueve capítulos, los declaro campeones de campeones xD Ahora Forbidden Paradise es más leíble que antes (?).

Jaja, esperemos que a partir de acá ya lo mejore bien, y veamos cómo avanzan las cosas para el grupo, Luka, el viejo, y demás personajes~ :3

¡Gracias por leer y acompañarme en esta historia! ¡Recuerden que acepto sugerencias si alguno la tiene!