Bien aquí está el final espero que les haya gustado. Mil gracias a Izumi Masen vB y Lady Angela von Spitzberg
II. ¿Prometida?
Los campos y sembradíos iban muy bien no había problemas de plagas, los siervos del poblado parecían contentos, se podía decir que no había nada que preocupara al rubio y aún no estaba tranquilo y es que por más que entrenara y saliera a dar rondas por sus tierras no dejaba de pensar en unos ojos negros que lo miraban con tristeza; a pesar de los celos que todavía sentía no quería presentarse en las fiestas que se organizaban en el castillo, bastante era pensar en todas las y los arribistas que iban para ganarse el favor de Yuuri como para verlo con sus propios ojos, eso no lo consideraba posible. Montado sobre su caballo miraba hacia el horizonte imaginando cual sería su reacción cuando le informaran que Yuuri se casaría y el dolor en su pecho fue sinónimo de decepción y derrota. Dos figuras aparecieron a lo lejos, al irse acercando notó que eran esos dos: Konrad y Yozak, los esperó para llevarlos hasta el castillo, esos dos creían que eran discretos, pero todo mundo sabia de su relación ya que si el espía no estaba en misión no se despegaban ni para… dormir.
─ ¿Pero que viento ha traído al capitán y a su soldado por estas tierras?
─ Wólfram. Gwendal requiere tu presencia y la de Woltarana en Pacto de sangre, este sábado se dará la oficialmente noticia del próximo matrimonio del Maou.
Y lo que más temía el rubio estaba sucediendo, un abismo se abrió en su pecho y el dolor se apoderó de todo su ser, eso lo hizo reaccionar con enojo.
─ ¡¿Y?! ¡No creo que el poderoso Maou le importe nuestra opinión!
─Cuida lo que dices, que por menos que eso te acusarían de traición.
─…
El rubio alzó el mentón altivo y giró su caballo ignorando a Konrad, pero guiándolos a la casa con su tío. En un silencio tenso los tres cabalgaron hasta el castillo Bielefeld. Ya en la entrada Woltarana los esperaba con algo de curiosidad.
─Sir Weller ¿que lo trae por aquí?
─Esto ─Konrad le mostró un pergamino con el sello real. Al abrirlo Woltarana no pudo evitar el gesto de molestia en su bello rostro.
─Bien esto fue rápido, estaremos presentes por supuesto.
─Gwendal manda otro mensaje… personal. La futura reina es… Humana.
─ ¡¿Qué?! ─se escucharon las voces alteradas de los dos rubios.
─Eso es lo que Gwendal quiere discutir, esto es solo una treta de Gran Simaron no una oferta verdadera de compromiso.
─ ¡Malditos humanos!
Ni Konrad y Yozak se ofendieron por ese exabrupto de Woltarana, en cambio optaron por dejar que los dos Mazoku de fuego terminaran su rabieta para poder partir de inmediato. Wólfram se giró y encaró a su hermano antes de subir.
─Él aceptó ya la propuesta ¿no?
─… Casi.
─ ¡¿Casi?!
─Lo hará oficial este sábado.
El rubio titubeo antes de preguntar.
─ ¿La… quiere?
─Ni siquiera la conoce, pero si es para evitar una guerra él hará lo que sea. En todo caso lo libraremos de esto para que pueda enamorarse de nuevo.
─ ¡¿Enamorarse de nuevo?!
Woltarana bajó aún hecho una furia y ordenó a su sobrino alistarse en vez de estar perdiendo el tiempo.
El camino a Pacto de sangre estuvo lleno de preguntas, planeando estrategias que evitaran un enfrentamiento. Wólfram iba detrás de Konrad y su tío, y a un lado de Yozak.
─Joven señor no ha estado en las fiestas.
─No creo que hayan echado de menos mi presencia, sobretodo Yuuri debió estar muy ocupado atendiendo a los pretendientes.
─Pues yo no se mucho del protocolo de los compromisos, pero el Joven amo no luce igual que la ultima vez que lo vi comprometido.
─ ¡No digas tonterías!
El espía se encogió de hombros sin refutar al rubio menor, pues su sonrojo decía mucho más que una simple palabra.
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Los miembros del consejo discutían la mejor opción de como eludir ese compromiso, mientras Yuuri se limitaba a observar sin emitir palabra, y es que él no veía el problema solo debía casarse y ser como siempre un buen gobernante que velara por su pueblo, a eso se había reducido su vida y no esperaba que algo pasara para cambiarlo. La puerta se abrió intempestivamente y Woltarana von Bielefeld entró cual tromba.
─ ¡¿Que ese esa estupidez de que se casará con una humana?! ¡Nosotros somos demonios ninguna humana nos gobernara!
─Eso es lo que tratamos de evitar Woltarana, toma asiento y escucha –dijo Del Kierson von Wincott que ya había sucedido a su padre en el consejo. ─ Y el Maou aún no ha decidido nada.
─Por lo menos ha esperado.
Yuuri cambio su apatía por una actitud mas concentrada y es que si Woltarana estaba ahí podía estar Wólfram también y siempre era una satisfacción muy grande poder verlo de nuevo.
Y con todo eso la discusión seguía y el consejo no llegaba a una solución, por lo que se decidió dejarlo para el otro día pues ya atardecía y las opciones eran más que descabelladas.
La cena fue como un oasis para todos los presentes y afortunadamente se dejó de lado la cuestión y la conversación giró en temas más ligeros. Yuuri por su parte conversó amistosamente y de las novedades con Wólfram quien se comportó a la altura y no mencionó lo del compromiso, algo que ambos agradecieron.
Cuando todos se retiraban del comedor Murata llegó y se acercó a Yuuri y Wólfram.
─Shibuya y ¿ya te has decidido? debo decir que yo ya he visto el retrato de la señorita y es muy bonita ─El rictus de Wólfram cambió de inmediato a uno molesto y a pesar de que fue muy breve Murata no perdió detalle de eso─, eres muy afortunado yo no me negaría a tener una hermosa compañera como esa ─Codeo al Monarca cómplice─ ¿Y bien? ¿Qué has pensado?
─Bueno… al parecer no es del agrado de todos.
─Al final tú eres el Maou, tú decides.
─Supongo… yo… ─Yuuri no se atrevía decir nada aún se sentía mal hablando de eso con Wólfram presente, -era absurdo en su opinión- siendo que al rubio no le importaba en lo mas mínimo, pero seguía pensando de ese modo.
─ ¿No cree que deba pensarlo más su excelencia? Un compromiso no se debe tomar a la ligera y solo por que ella sea bonita ─concluyo frio Wólfram.
─Tal vez ella sea lo que Shibuya necesite…
─Nos disculpa su excelencia, Yuuri… el Maou me acompañaba a mi habitación.
─Usted vivió mucho tiempo aquí no creo que se pierda ¿o si von Bielefeld?
Ese era un claro reto y el rubio lo sabía, pero no en vano era un Mazoku de armas tomar y ni el Gran Sabio le impediría disipar la duda que Yozak le había plantado.
─Es por cortesía que me acompaña.
─En ese caso. Ya hablaremos más tarde Shibuya.
-Si Murata.
El rubio avanzó digno y sin mirar al sabio por lo que no notó la mueca de satisfacción de este.
Yuuri caminó en silencio al lado de Wólfram y cuando llegaban a la habitación del rubio este se plantó frente a él y lo jaló para meterlo a esta, el moreno no supo ni que hacer y solo se dejó hacer.
─ ¡¿Una humana Yuuri?! ¡Una humana! ¡¿Cómo se te ocurre…
─A mi no, son ellos los que lo iniciaron y a decir verdad, pues yo soy mitad humano a si que no hay mucha diferencia.
─La sangre y el poder de Maou equivale a ser una mazoku puro.
─Si tú lo dices. En todo caso ella o cualquiera que sea beneficioso es lo mejor.
─ ¡¿De que hablas?!
─No me hagas hablar Wólfram.
─ ¡No! ¡Ahora exijo que lo hagas!
─ ¡Si no puedo tener a mi soporte, a mi compañero, a la única persona que me ve como un debilucho y no como el gran Maou!… a quien amo y me… ¡Me importa un rábano quien sea mi esposa!
─Tu fuerza, tu brazo derecho, tu compañero para bien y para mal… está aquí pidiéndote perdón…
─No. Esto no puedes ser… te lastime y…
─Yuuri mi inseguridad también me lastimo… a ambos.
El rubio se acercó al moreno y lo tomó de las mejillas besándolo con ternura. Yuuri estaba por corresponder, pero las imágenes de Wólfram herido regresaron acusadoras.
─ ¡No!... por favor Wólfram no hagas esto.
El de ojos verdes lo miró y arremetió furioso contra él azotándolo contra la puerta.
─ ¡Estas muy equivocado si crees que te entregare a ella! ¡Ni a ella ni a nadie!
─Pero…
Los botones volaron cayendo al piso y la chaqueta de pelinegro fue prácticamente arrancada de su cuerpo
─Espera… Wolf…
─ ¡Silencio Henachoko! ¡Seguro planeabas engañarme con esa mujer!
─Yo no…
Su boca fue sellada por la del mazoku de fuego. Las ropas de poderoso Maou caían cual soldados antes ese imperioso soldado. Yuuri reaccionó ante su… dueño, el único que conocería esa parte de él; la pasión se desbordó como raudal pues la llave para ello estaba en sus brazos, la piel del rubio lo llamaba al deseo y su mente solo tenia el pensamiento de saciar esa hambre acumulada. Las piernas del demonio de enredaron en la cintura del moreno y este lo empotró en la puerta, los dos anhelaban consumar esa unión, tanto que no hubo preludio o preparativos y el Maou entró en su amante con la fuerza de un huracán arrasando la cordura de ambos, las embestidas iban a la par con las mordidas y besos entre ambos cuerpos. El orgasmo los alcanzó y lo acallaron con un beso; se fueron resbalando hasta quedar sentados, pero sin despegarse.
─Eres mio ─afirmó Wólfram.
─Tuyo por siempre.
Yuuri levantó a su rubio y caminó con el hasta el lecho ahí se entregaron de nuevo con mas tranquilidad… después de todo tenían toda la noche.
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Era la hora del desayuno y ya todos terminaban, pues el asunto del compromiso debía resolverse ya era viernes y tenían menos de un día para encontrar una solución. El Maou había pedido el desayuno en su habitación por lo que no podrían hablar con él hasta más tarde.
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Fue por la bandeja hasta la puerta no quería que los rumores iniciaran… bueno era tarde pues él en la habitación de Wólfram tan temprano era algo raro. Dejó de pensar en eso y colocó el desayuno en la mesa, se acercó al la cama y besó los bucles dorados.
─Despierta ¿No quieres desayunar?
─ ¿Tengo que?
─Si quieres que lo hagamos juntos por que tengo reunión con el consejo en media hora.
─… Bien, pero tráelo aquí no creo que me pueda parar.
Los dos se pusieron como tomates, pero sonrieron cómplices. El moreno llevó la bandeja y la colocó a modo que Wólfram no se tuviese que mover mucho, ambos comieron con bastantes ganas y al terminar Yuuri se bañó y vistió despidiéndose de su rubio con un beso, pero dudando en preguntar.
─ ¿Qué pasa?
─ ¿Qué les diré?
─Nada déjalos que piensen un poco.
─Pero…
─Está bien Yuuri ya lo veremos.
Diciendo esto el rubio se recostó de nuevo y se acomodó para dormir otro rato, Yuuri suspiró derrotado y salió a su reunión. Wólfram abrió un ojo para espiar y viendo que el moreno ya se había marchado se levantó -con algo de trabajo- y caminó hasta el baño para tomar uno relajante y que le quitara un poco las molestias. Buscó sus mejores ropas y ya listo se miró al espejo checando cada detalle.
─Aquí vamos a salvarles el trasero a esos del consejo… y a poner en claro quien será el rey consorte.
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Konrad estaba afuera de la sala del consejo conversando con el gran sabio que se había escapado de la reunión pues estaba seguro que era inútil y lo confirmó cuando vio la figura de Wólfram von Bielefeld apareciendo con una sonrisa triunfante y que sin detenerse entró a la sala.
Todos los rostros giraron al ver a Wólfram entrar, pues aún no tenía permiso de estar en ese lugar, los murmullos inciaron y se hicieron mas claros. Woltaran se removio inquieto y por fin hablo con autoridad..
─Wolfram tú no puedes estar aquí y lo sabes, sal de aquí.
La mano del rubio menor se posó sobre el hombro del Maou y este la besó castamente. Y así quedo confirmado que Wólfram tenia todo el derecho de esta ahí.
Las bocas de todos siguieron a los ojos en lo abierto de par en par, Woltarana se levantó a punto de rostizar a Yuuri, pero Gunter fue más rápido.
─ ¡Woltarana es usted un genio!, ¡es maravilloso eso es perfecto!
El rubio mayor no supo como reaccionar y ahora ¿como lo contradecía? si todos lo veían maravillados y a punto de hacer reverencia por su gran idea.
─Si… eso fue lo que planeamos ¿verdad Wólfram?
El rubio menor sonrió condescendiente y contestó muy modosito.
─Si tío.
Yuuri abrazó a su rubio y no lo soltó, si era planeado o no, no era importante lo que importaba es que todo estaba resuelto y ellos estaban juntos.
La noticia fue enviada antes de que los barcos de Gran Simaron llegaran y por supuesto hubo reclamos, pero está vez Yuuri se impuso cual Rey demonio y quedó claro a que enorme fuerza se enfrentarían si insistían en iniciar una guerra.
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Meses después sentado y acariciando los cabellos negros, Wólfram recordó esa misma escena tiempo antes y con algo de amargura reconoció su equivocación, pero bien valía la pena si tenía a ese Maou besando y hablándole a su vientre hinchado, esos momentos íntimos que solo le pertenecían a él y que planeaba compartir solo con su hijo… pues esa parte de Yuuri era solo para los que amaba con todo su ser. Wólfram quería ser egoísta con esos instantes tiernos, al fin y al cabo Yuuri era un Rey para todos, pero solo para él era su Henachoko amoroso.
Fin
Terminó espero que haya sido de su agrado.