Los personajes de Ranma ½ no me pertenecen, son propiedad de la exquisita mente de Rumiko Takahashi. Esta historia solo tiene fines de entretenimiento NO de lucro


Akane y medio


Capítulo 01: Comprometidos.

En la sala se encontraba el señor Genma Saotome que releía una postal, la señora Nodoka se acercó a él curiosa por los ríos de lágrimas que le salían de los ojos a su esposo.

«Querido amigo, Genma, le aviso que estoy en China pero llegaremos en una semana a su dojo, con las intenciones que hemos pactado hace años, espero encontrarlo en un buen estado de salud a usted, a su esposa e hijos. Saludos de su entrañable amigo, Soun Tendo»

—¡Hoy llega! ¡Mi amigo Soun llega hoy! —habló finalmente Genma emocionado.

—Vaya, que gran noticia, pues bueno, le diré a las niñas y a nuestro hijo que estén al pendiente —Nodoka juntó sus manos y esbozó una linda sonrisa.

—Kasumi —llamó la señora a su hija quien estaba en la cocina.

—¿Sí, mamá? —la joven de cabello castaño, largo y recogido en una coleta baja de lado vio a su madre, la señora tan sólo sonrió.

—¡Nabiki! —llamó el señor Genma que subió a la habitación de su hija quien estaba escuchando música.

—¿Qué pasa, papá? —preguntó una chica de cabello corto que le llegaba a medio cuello mientras veía a su padre muy emocionado.

—¡Ranma! —gritaron los dos señores Saotome, buscando a su hijo.

—¿Nabiki, me harías favor de ir a buscar a tu hermano? —le pidió Nodoka.

—Sí, pero ¿podrían explicarme qué sucede para que todos nos reunamos en la sala y que tiene que ver ese señor Tendo? —pidió la jovencita.

—Se lo explicaremos cuando todos estemos reunidos —habló Genma, estaba muy contento.

Nabiki se dirigió al dojo, donde sabía perfectamente que su hermano se encontraba ahí. Un joven alto de cabello negro atado en una trenza estaba dando puñetazos y patadas en el aire, tenía puesto el traje de karate color blanco, se veía muy concentrado en su entrenamiento. Cuando paró se dio cuenta de la presencia de su hermana.

—¿Qué quieres, Nabiki? —preguntó el chico que le miró con unos ojos color azul violáceo.

—Papá y mamá quiere reunirnos a todos porque tiene algo importante que decirnos.

—¿Sobre qué? —enarcó una ceja.

—No lo sé, me pidieron que viniera a buscarte, así que date prisa, tengo curiosidad de saber qué es —Nabiki se dio media vuelta.

—¡¿P-prometida?! —Exclamó Ranma al escuchar a su padre.

—Así es hijo, Soun y yo somos amigos desde la juventud, y quedamos que sí teníamos hijos los comprometeríamos para que fueran herederos de nuestro dojo, el único que maneja el combate estilo libre, como tú eres el único varón de la familia Saotome, y él tiene una hija que también práctica artes marciales estilo libre, pues…

—¡No digas estupideces, viejo! —Ranma le soltó un golpe en la cabeza a su padre—. ¿Cómo rayos puedes comprometerme con una completa desconocida?

—Sí, papá, ¿qué tal si la chica es muy fea? Pobre Ranma —apoyó Nabiki—. ¿Al menos sabes cómo es la chica? ¿Cómo se llama?

Genma y Nodoka empezaron a reírse, tenían tiempo de no ver a su amigo Soun, así que ignoraban como era su hija.

—Ni idea —confesó Genma que dejó de reírse.


Por las calles de Nerima en plena lluvia había un panda y un chico que se encontraban peleando, el joven tenía ojos grises claros y cabello rubio que lo llevaba amarrado en una coleta baja, el pelo le llegaba cerca de la cintura. El panda le dejó ir un zarpazo, el cual el joven ágilmente esquivó en un salto. El joven poseía ropas chinas, una camisa roja sin mangas con broches dorados, pantalones azules, zapatillas de tela china y unas muñequeras negras.

—¡¿Comprometerme con un desconocido?! Y sin consultármelo, me niego a ir a esa casa, ¡NO LO HARÉ! —Gritaba el chico que le dio un golpe al panda—. Regresaré a China, cueste lo que me cueste.

El panda lo empujó llevándolo a una calle más concurrida donde la gente se admiró de ver aquel chico y al enorme panda peleándose, se hicieron a un lado.

—Pero que salvaje —habló una señora al ver como el panda atacaba al joven de cabello rubio.

—¡Ya te dije que no! ¡Entiende de una maldita vez, panda estúpido! —gritó el chico que saltó con el puño en alto.

El panda agarró una señal de tránsito y con eso, literalmente bateó al muchacho que cayó al suelo inconsciente. Las personas que vieron ese suceso no dejaba de cuchichear y alarmarse, el panda tomó el cuerpo del joven y lo cargó tal costal, miró a las personas y les gruñó para luego seguir avanzando.


—Pues yo si tengo curiosidad de conocer a tu prometida, Ranma —dijo Nabiki para molestar a su hermano.

Escucharon la puerta correrse, entendieron que se trataba de ellos, Nabiki, Genma y Nodoka fueron los primeros en salir pero al instante regresaron, pues no esperaban ver a un panda y a una persona acuestas.

—¡Suéltame estúpido animal! —pataleaba el joven.

—¿L-los conoces, Genma? —preguntó su esposa que se refugió tras de su esposo al igual que su hija Nabiki, el señor negó con la cabeza.

—Oh, cielos, un panda y… —Kasumi estaba sorprendida al igual que Ranma.

—Soy Soun Tendo —mostró un letrero el panda.

—¡¿Qué?! —exclamaron todos en la familia.

—¿Tu amigo es un panda, papá? —interrogó Nabiki, sorprendida.

Genma negó con la cabeza enérgicamente.

—Entonces ella debe ser… Ah que chica tan linda, deja darte un abrazo, hija —habló Nodoka que abrazó al chico de cabello rubio.

Nodoka sintió que faltaba algo en esa joven, la aplastó hacia su cuerpo, definitivamente le hacía falta algo, la separó y vio su pecho. Nabiki se acercó a inspeccionar al joven, tocó su pecho notando lo fuerte que era.

—O la hija del señor Tendo es demasiado plana o es que se trata de un chico —dictaminó Nabiki, admirando al joven, los dos se sonrojaron, la chica porque el muchacho le resultó sumamente atractivo.

—Oh que bien, un chico, eso quiere decir que ya no tengo que comprometerme —suspiró Ranma, aliviado.

El ojiazul observó al rubio, notando que era de su misma estatura y tenía la misma complexión.

—Pero que groseros somos, por favor, pasen, ¿les apetece un poco de té? —invitó Nodoka.

El joven de ojos grises se sentó apenado, junto a él estaba el panda que mostraba un letrero agradeciendo, miraban con extrañeza al animal, pero Genma rompió el silencio al preguntar.

—Dime, ¿cuántos años tienes?

—16 —se limitó a responder el joven que poseía una voz varonil y encantadora.

—Bueno, hijo, viendo las circunstancias, creo que te tendrás que comprometer con una de mis hijas, te las presento, ella es Kasumi, tiene 19 años, ella es Nabiki que tiene 17 y él es Ranma, tiene 16, claro, Ranma queda descalificado al ser un chico también, por lo tanto, creo que la más adecuada para ti es mi hija Nabiki.

—Por mí no hay problema, es un chico muy guapo, aunque no me gustan tan pequeños —la mediana esbozó una sonrisa pícara mientras veía fijamente al ojigris.

—Ya, Nabiki, oye, ven vamos a practicar, quiero saber que tan bueno eres —invitó Ranma al joven.

El rubio agradeció que el menor de los Saotome lo haya invitado, pues se puso nervioso por la mirada de Nabiki parecía que de un momento a otro la muchacha se le lanzaría encima.

Llegaron al dojo, Ranma se apretó su cinturón.

—Mi padre me dijo que estaban practicando en China, así que supongo que algo has aprendido —retó Ranma quien sonrió con confianza—. Peleemos.

—De acuerdo —aceptó el joven de ojos grises.

Ranma dejó ir el primer golpe, el chico de cabello largo lo esquivó con mucha facilidad, una patada, se agachó, una barrida, saltó. Ranma notó la agilidad del chico por lo que optó hacer más fuerza. Un gancho, el chico se echó para atrás sin mucho esfuerzo, un codazo, tan sólo se agachó ligeramente, una patada que terminó incrustada en la pared del dojo, el chico saltó dando una maroma en el aire y caer atrás del joven, donde el ojigris sólo le puso el dedo índice en la nuca. Ranma extrañado giró y vio al chico sonriendo, entonces él empezó a reírse también.

—Eres muy bueno —admitió Ranma.

—Gracias —el chico seguía sonriendo.

—Pero al próximo encuentro, te aseguro que peleare de verdad, porque francamente no me gusta perder —esto lo dijo más serio y clavándole una mirada retadora al chico.

El muchacho de ojos grises se quedó parado mientras veía al otro marchar.

En la sala se encontraba un señor de tez morena, bigote y cabello negro que le llegaba a media espalda, tomaba el té junto a su amigo y la esposa.

—Pero no entiendo porque me dijiste que tuviste una hija, no puedes ser tan despistado como para no diferenciar a una niña de un niño —habló Genma mientras que su amigo tomaba un poco de su té.

—No mentí, lo que sucedió fue… —Soun alzó la mirada.

Después de platicar, los dos hombres desbordaban lágrimas como si fueran arroyos, mientras que la señora Nodoka solamente se limpiaba con el pañuelo elegantemente.

—Entiendo, debió ser horrible.

—Aquí será su habitación, y el baño ya está listo —señaló Kasumi al invitado.

—Gracias, eres muy amable —dijo el muchacho que dejó su maleta.

Kasumi se retiró de la habitación mientras que el joven sacaba de su maleta una toalla y ropa limpia. Soltó un gran suspiro.

—Bueno, en cualquier momento tendrán que enterarse… —susurró para así.

—Ranma, si quieres puedes bañarte, el chico que vino con el señor Panda ya está ahí, no creo que se moleste por compartir el baño —le avisó Kasumi a su hermano menor.

—Gracias, hermana —Ranma necesitaba ese baño, estaba cansado por todo lo que había sucedido ese día.

Ranma fue a su habitación por ropa limpia, sonrió, ese chico le agradaba, sería un digno oponente y tal vez su futuro cuñado podría ser uno de sus mejores amigos.

El chico de ojos grises se echó un poco de agua fría, agitó la cabeza a la vez que un escalofrío le entró. Se metió a la bañera donde el agua estaba deliciosamente caliente.

—Vaya, al fin yo —dijo, su voz ya no era nada varonil, sino más femenina—. Creo que debo presentarme como realmente soy antes de que quieran casarme mañana mismo con esa chica que me da miedo.

Al entrar al baño, encontró la ropa del chico en una cesta, así que se dispuso a quitarse la suya, tenía curiosidad de ver si el cuerpo del invitado estaba mejor trabajado que el suyo.

Se levantó de la bañera al tiempo que alguien corría la puerta. El joven de la familia estaba ahí parado, admirando un perfecto cuerpo femenino, estaba hipnotizado al ver aquellas curvas de infarto, la chica se tapó rápida con una toalla y arrojó un jabón de pasta que llegó directo a la cara del chico.

—¡PERVERTIDO! —gritó la jovencita de cabello azul que le llegaba a la cintura, iba a darle una paliza al pobre chico que apenas se estaba recuperando del golpe.

—Perdón, perdón, yo no sabía que estabas aquí —el joven a duras penas se libró de una golpiza que seguro lo mandaría al hospital.

Al salir del baño, rápido se puso la bata y corrió hacia la sala donde estaban los mayores, ignoró por completo a ése desconocido de cabello largo y bigote negro.

—¡Ha-a-a-hay una chica en el baño! —señalaba Ranma alarmado y nervioso.

—¿Y por eso te asustas, hermanito? Vaya hombrecito que resultaste —se burló Nabiki.

—¿Una chica? Qué raro, si era el joven que venía con el panda el que deje ahí —Kasumi miró hacia el techo.

—Creo que… —dijo Genma mirando a Soun, éste asintió.


Después de unos minutos, ya que Ranma se había recuperado del impacto, la joven que había visto bajo hasta ellos, él se quedó de piedra cuando ella le dirigió una mirada asesina, esa noche no dormiría tranquilamente, eso era seguro.

La joven que se presentaba, era una chica de cabello largo color azul oscuro, lo tenía suelto y ligeramente húmedo, sus grandes ojos color castaños, de largas pestañas y una piel blanca que incitaba a ser tocada, parecía de porcelana, era una chica realmente hermosa.

—Yo soy Akane Tendo, hija de Soun —se presentó la peliazul.

—¡Pero que preciosa! —exclamó Nodoka que se levantó y abrazó, ahora sí sintiendo los pechos de la chica.

—Yo no entiendo nada —dijo Nabiki que parpadeaba incrédula.

—Es hermosa —observó Kasumi que sonrió.

La chica se ruborizó ante el comentario.

—Pues es una larga historia —dijo Soun, en tono dramático.

—¡Todo fue tu culpa, viejo estúpido! —exclamó Akane que empezaba a palpitarle una ceja.

—¿Pero cómo? —interrogó Nabiki.

Ranma todavía miraba a Akane con cierto miedo, recordaba cuando la había visto sin ropa y sintió haber estado en el cielo por unos segundos pero al verla tan enojada sintió estar en el infierno de golpe.

—Sucedió en China, hace cinco semanas cuando entrenábamos allá… —empezó a relatar el señor Soun.

Inicio del recuerdo

Habían ido a las pozas de Jusenkyo, ignorando que éstas estaban malditas, fue un arduo entrenamiento para los dos, llegaron a China nadando, porque no tenían dinero para viajar adecuadamente. El guía de Jusenkyo iba a empezar a relatar algo cuando Akane y Soun saltaron hacia los bambús alzados, dispuestos a pelear, haciendo caso omiso al guía que trataba de detenerlos, pero estos ya se encontraban listos para pelear.

¿Estás lista, hija? —preguntó Soun, sonriendo victorioso.

Por supuesto, papá —contestó la chica de cabello azul.

¡Deténganse, esto ser muy peligroso! —gritó el desesperado guía.

Vio a las dos figuras pelearse en el aire y como ágilmente saltaban de un palo de bambú a otro, la chica le dio una patada en el estómago a su padre a quien lo envió directamente a una poza.

Oh, no, él cayó en la poza del panda, cuenta le leyenda que hace 2 mil años un panda murió ahogado y ahora todo el que cae en ese estanque se convierte en panda.

¡¿Qué?! —exclamó Akane incrédula.

Un enorme panda salió del estanque, la chica se quedó sorprendida de ver al animal que no reaccionó al golpe que éste le dio. La chica cayó a un estanque lejano.

¡No puede ser! Ella ha caído en el estanque del hombre ahogado, cuenta la leyenda que hace mil quinientos años, un joven y apuesto príncipe cayó ahí —relató el guía.

Akane iba saliendo del estanque, se sintió extraña, se llevó la mano a su cara notando que sus facciones eran un poco más duras, de inmediato se tocó el pecho, estaba plano, uniforme, se abrió para corroborar, parpadeó incrédula y entonces fue a lo más obvio. Gritó horrorizada, pero se calló al notar que su voz era masculina. Estaba a punto de desmayarse y ahogarse en el estanque.

¡Oiga, por qué demonios no nos dijo eso antes! —reclamó Akane con voz masculina, agarró de la solapa al guía y quería golpearlo.

Trate de advertirles pero ustedes ya estaban entrenando y no me hicieron caso —contestó el guía.

Akane convertida en chico como su papá convertido en panda se pusieron a llorar ante la maldición.

Fin del recuerdo.

Tanto Akane como el señor Soun estaban cabizbajos, mirando el suelo como si ahí hubiera lo más interesante del mundo.

—Entonces se convierten en panda y chico, respectivamente —habló Ranma, señalando a los invitados.

—Pues a mí me cuesta mucho creerlo —comentó Nabiki que veía extrañada a la chica y al señor de bigote.

—Pues ver para creer —Soun tomó a su hija sin consideración y la arrojó al estanque que tenían en el patio.

—¡Maldito viejo, me las vas a pagar! —gritó el chico de ojos grises que salió disparado del estanque, tomó al señor Soun como si fuera un trapo y lo arrojó al estanque, saliendo de ahí un panda.

—Sí, y regresan a su estado natural con agua caliente —dijo Genma que vació una tetera de agua sobre su amigo.

—Por favor, Genma, el agua no tiene que estar hirviendo, sólo tiene que estar tibia —pidió Soun que se rascó la cabeza.

Genma intentó echarle agua caliente al chico pero éste esquivo el agua

—¿Qué diablos le pasa, acaso quiere despellejarme viva o qué? —le reclamó el rubio al señor Genma.

—Lo siento, Akane —se disculpó el señor al ver que el joven estaba dispuesto a golpearlo.

Pero Soun no fue tan considerado que le vació el agua a su hija quien dio de saltos por lo caliente que se encontraba el líquido, una vez que se recuperó, aventó a su padre al estanque, volviéndose panda al tacto con el agua fría.

—Viejo idiota —susurró Akane que todavía estaba en la posición que arrojó a su papá.

—Oh vaya, entonces eso quiere decir que mi compromiso con Akane duró sólo un ratito, bueno, no importa, para eso está Ranma, él puede comprometerse con Akane —inquirió Nabiki.

—¡¿Qué?! —gritaron los dos jovencitos a la vez.

—Sí, los dos son de la misma edad, practican artes marciales, así que el dojo Saotome queda en sus manos, definitivamente ustedes están comprometidos —sentenció el señor Genma, Nodoka dejó caer confeti y el panda empezó a tocar un tambor.

—Ni loca me comprometería con un pervertido como él —señaló Akane.

—Y yo con una salvaje que tiene cuerpo de tabla —respondió Ranma.

Los dos se veían retadores.

—Baboso —insultó Akane.

—Fenómeno —contestó Ranma

—¿Cómo me dijiste, pedazo de animal? —Akane empuñó su mano.

—Travesti, no creo que necesites de agua fría para volverte hombre, porque aunque seas una chica, luces como uno —se burló Ranma.

—Vuelve a repetir eso y te juro que no verás el amanecer nunca más —Akane empezaba a tensársele una vena en su frente.

—Marimacho —continuó Ranma.

La mesa fue azotada contra el cuerpo de Ranma.

—Creo que serán una linda pareja —habló Nodoka que sonrió.

—Sí, definitivamente… creo que Ranma se está convulsionando —observó Nabiki señalando a su hermano.


Después de un rato, Ranma se encontraba recuperándose del duro golpe, llegó para cenar, ahí vio a los invitados y a esa chica que tan solo verlo parecía querer matarlo, vio a su padre sentado admirando el estanque.

—Vaya Ranma, tienes suerte, la hija de Soun es muy hermosa y sobretodo muy tierna —comentó Genma.

—"Tierna" no es la palabra, papá —respondió Ranma que se sobó el chichón de la cabeza.

—Akane, ¿no te parece que mi hijo es muy guapo y amable? —preguntó Nodoka a su futura nuera.

—"Amable" no es la palabra, señora Saotome —contestó Akane que tomaba un poco de té.

Los dos chicos giraron para verse, esa mirada no era para nada de un sentimiento agradable, todo lo contrario, parecía que se detestaban.


Hola, bueno, este es el primer fic y me gustaría saber que les ha parecido, sé que hay muchas historias con el mismo tema y son mejores que ésta, y al ser el primer capítulo tiene muchas similitudes con las otras pero no me gustaría que pensaran que las copie vilmente, porque no es así, tengo planeado en que haya ciertas diferencias con el anime.

Bueno, subiré los capitulos más tardar cada 15 días n.n sólo si les llega a agradar la historia.

Saludos y besos