Solo basta con el silencio

"…If I could just hold you now,

If I could just feel you now…"

Steve sacó una cerveza fría de la nevera, la abrió con el abrelatas del primer cajón y lo dejó sobre la encimera, sabía que volvería a usarlo. Se dirigió hacia el salón y sin encender las luces se tiró sobre el sofá, escuchaba de fondo las olas del mar que rompían en la orilla de la playa, en las afueras de su casa.

Estaba cansado, cansado psicológicamente por la tensión vivida momentos antes con Danny. Si aquella bomba si hubiera explotado….

En su mente se repetía una y otra vez aquellos últimos instántes, sobretodo aquel momento en concreto, cuando todo indicaba que iría mal…

"-De acuerdo, Steve, vete de aquí

-Olvidate de ello

-Te dije que te fueras

-Él tiene razón vayáse

-He dicho que me quedo ¿de acuerdo?

-Hazme un favor y márchate, por favor. Si algo me ocurre, necesito que cuides de Grace. Ahora, ¡Vete!

-Ese es tu trabajo, compañero. ¿vale? Eres su padre."

No podía abandonarle, no podía dejar que se fuera, estaban los dos juntos en ello… eran un equipo… por mucho que Danny se lo pidiera, Steve no iba a dejarle ir, no podría, no se lo perdonaría nunca, prefería morir con él que vivir la vida sin volver a ver aquel gruñon rubio que siempre le sacaba de sus casillas. Sonrío para si ante aquel pensamiento.

Volvió a beber y volvieron a aparecer las lágrimas….

Su compañero confiaba en él para confiarle lo que más quería en este mundo que era su hija Grace, eso tampoco le había pasado desapercibido, no quería pensar, no quería hacerlo.

Fue a la cocina a por otra cerveza y siguió bebiendo….

Habían sido los peores segundos, tal vez minutos de su vida, no fue muy consciente del tiempo hasta que consiguieron desconectar la bomba y todo estaba bien.

¿Qué es lo que hubiera perdido en todo aquello si el final hubiera sido distinto?

Negó con la cabeza, no, no, no debía pensar en ello.

Pero las pesadillas se amontonaban en su cabeza, a pesar de estar despierto los malos sueños tenían forma y no le gustaba. Había estado en guerras, había perdido a su padre, había vivido cosas que cualquier mortal era ajeno a ello, pero ese preciso intánte se le había ido la vida, un trocito que nunca recuperaría, porque podía perder a su compañero.

Recordó el abrazo, las risas y el alivio que sentían, recordó como este se marchó y como le hubiera gustado ir tras él…. Pero no podía, no podía…

Bebió su tercera cerveza, roto por dentro, había sido un día duro.

Tal vez lo mejor sería subir y acostarse en la cama aunque sabía que en el momento que cerrara los ojos todo explotaría. Se quedó en silencio observando su silencioso y oscuro alrededor, hasta que el sonido del timbre le sobresaltó…

-¿Danny que haces aquí? – preguntó Steve soprendido a la vez que el corazón le daba un vuelco cuando abrió la boca y le vió allí vestido con traje….

-No sabía a donde ir-asintió su compañero-¿Puedo pasar?

-Claro, pasa-el comandante abrió la puerta de par en par para dejar pasar a su compañero…

Los dos se quedaron en silencio, sin saber que más decir.

-¿Quieres una cerveza? – se atrevió a preguntar McGarrett

Danny asintió con la cabeza

-Estaría bien

Steve fue hacia la cocina y salió con dos botellines de cerveza, le dio uno a Danny que se había sentado en uno de los bordes del sofá alicaido, él hizo lo propio en el otro lado.

Brindaron como siempre hacían cuando se tomaban aquella bebida de cebada y se quedaron en silencio, con el sonido de las olas de fondo, a oscuras, sin decirse nada, no hacía falta más solamente su compañía les era suficiente, solo eso, nada más.

FIN