Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, EL DUEÑO, AUTOR Y SEÑOR DE ESTOS PERSONAJES ES C.S. LEWIS por lo tanto yo solo escribo por diversión más no con el ánimo de ofender…

Otro fiction más… descubra que pasara esta vez.

REGRESO A CASA

Eustase Scrubb se despedía de sus primos Lucy y Edmund Pevensie porque en este día partían hacia Finchley, su tío Arthur regreso de la guerra y era tiempo de regresar a casa, tenían tantas cosas que contar a sus hermanos, querían regresar pero cuando vieron a su primo como se entristecía sonrieron, regresando para darle un gran abraso por toda la aventura mientras estaban viviendo con él.

-Te voy a extrañar –dijo Eustase a Edmund dando un gran apretón de manos

-Yo también –respondió Edmund con una sonrisa, caminando hacia el auto que los esperaba, cuando comenzó a andar no iba a esperar a hacer la ultima broma a su primo, abrió la ventanilla y sacando una caja de dulces dejando a Eustase con cara de asombro –Gracias por todo –fue lo último que escucho del rey de Narnia.

-Papá es mejor que nos detengamos para que descanses –dijo preocupada Lucy a su padre cuando se detuvo a revisar por tercera vez el auto.

-No hija ya esta –respondió su padre cerrando el cofre –tu madre los espera con ansias –poniendo de nuevo el auto en la carretera.

-Ya quiero llegar… necesito la comida de mamá –decía Edmund chupándose los dedos después de comer el ultimo dulce que robo a Eustase

Lucy y su padre sonrieron ya que sabían que Edmund llegando a casa se convertiría en dueño de la cocina.

Paso una hora para llegar a casa, se hiso de noche, Edmund y Lucy bajaron del auto para entrar a su casa observando que estaba obscura pero justo cuando encendieron la luz vieron que era una sorpresa, sus hermanos mayores Peter y Susan junto con su madre prepararon una bienvenida.

-Por fin llegaron –dijo Peter abrasando a su pequeña hermana

-Los extrañamos mucho –decía su madre besando y abrasando a sus pequeños

-Nosotros también –respondía Lucy ante un abraso con su hermana

-Entonces ¿Qué cenaremos? –de pronto dijo Edmund lo cual todos sonrieron alegres ya que todo volvía a la normalidad.

Después como era costumbre los cuatro hermanos ayudaban a su madre a recoger y limpiar la mesa, era una pequeña casa donde se vivía cómodamente, a la estrada se veía la sala que estaba decorara con una sala rustica junto a una chimenea que tenía una serie de estatuillas de soldados y medallas de diferentes situaciones. Al caminar más hacia dentro llegaban al comedor junto con la cocina que tenía un ventanal que daba justo al patio trasero, al fondo tenían una habitación donde guardaban diferentes cosas entre ellas armas de guerra junto a esto estaba una puerta que daba hacia el patio pequeño.

Lucy estaba cansada por lo que rápidamente subió a su habitación que compartía con su hermana, al entrar observo que estaba hecho un desastre porque Susan también tenía poco de haber llegado, todas las maletas estaban en el piso, llego a la cama y se dejo caer para después caer en los brazos de Morfeo.

Susan llego después y vio a su hermana dormida sonrió al verla ya que sabía que había tenido un viaje largo y necesitaba descansar por lo que solamente la tapo con una manta para después hacer lo mismo.

Los señores Pevensie estaban felices ya que toda su familia estaba en casa y eso sería algo muy bueno, nada podría arruinar aquella felicidad.

A la mañana siguiente…

Típico fin de semana, Edmund y Peter ayudaban a su padre a terminar una pequeña bodega para guardar todo el material, mientras Susan ayudaba a su madre a limpiar la casa, Lucy se ponía a acomodar todo en su habitación.

Pasaron unas horas hasta que sus padres salieron a comprar los víveres para la semana por lo tanto los dejaron descansar un tiempo, por lo que Edmund aprovecho para tomar un vaso de lecho con galletas para sentarse al lado de Susan quien estaba leyendo un libro, después lo siguieron Peter y Lucy.

-Tú no cambias Ed –dijo Peter a su hermano al verlo comer galletas si se le podía llamar así.

-Nunca cambiara –comento Lucy

-Así que Aslan les permitió ir de nuevo a Narnia –dijo de pronto Peter

-Si –respondió nostálgica Lucy –pero como le conté a Susan fue nuestra última visita –observando a Edmund quien bajo la mirada al recordar lo que paso.

-Ninguna aventura será como las que pasamos en Narnia… nunca –dijo Susan dejando el libro a lado.

-Sobre todo tú Susan… -decía burlesco Peter

-¿Por qué lo dices? –pregunto Susan tratando de no sonrojarse.

-Todavía preguntas… -comenzaba a decir Peter cuando fue interrumpido por Edmund

-Caspian se caso –dijo de pronto Edmund causando un silencio absoluto por parte de todos, Lucy lanzo una mirada asesina a su hermano ya que habían quedado en no decir nada a menos que se necesitara.

Fue justo cuando escucharon la puerta de la entrada abrirse, sus padres llegaban cargados de bolsas, rápidamente sus hijos varones ayudaron mientras que Lucy observaba la reacción de su hermana quien sonreía pero en sus ojos algo sucedió, su brillo desapareció.

-Susan… -decía Lucy pero antes de que terminara su hermana se levanto, tomo su abrigo y salió.

-¿Qué paso? –pregunto divertido Edmund al ver cómo salía su hermana mayor.

-Yo me encargo, ya regreso –respondió secamente Lucy tomando también su abrigo para salir.

Lucy caminaba desesperada, necesitaba encontrar a su hermana, no era posible que desapareciera, la noche se acercaba tenían que regresar el toque de queda aun perduraba aun después de que la guerra estuviera llegando a su fin, ya cuando se estaba dando por vencida observo a su hermana que estaba en el parque frente un gran árbol.

Cuando llego hasta ella, Susan tenía la mirada fija en aquel árbol mientras las lágrimas recorrían su rostro, Lucy le toco el hombro asustando a su hermana quien rápidamente se limpio la cara.

-¿Te encuentras bien? –pregunto preocupada Lucy

-Porque no he de estarlo –respondió Susan fríamente –tenemos que irnos, se hace tarde –comenzando a caminar dejando a Lucy sorprendida por la reacción.

Lucy observo como su hermana trataba de aparentar lo que era notorio, por lo tanto debía hacer algo. Tomo a Susan del brazo haciendo girar para verla a los ojos.

-A mi no me vas a engañar Susan –dijo Lucy desesperada –puedes disimular frente a todos pero conmigo no.

-No se dé que hablas –respondió Susan evadiendo la mirada molesta de Lucy

-Susan por favor… te dolió escuchar que Caspian se había casado… Peter y Edmund pensaron que ya lo habías olvidado pero yo se que siempre lo extrañaste, siempre viviste con la esperanza de volver –decía Lucy mirándola fijamente.

-¡Suéltame! –exclamo de pronto Susan irritada y sin responder más que una simple mirada de desprecio partió hacia la casa.

Lucy se quedo sola por lo que siguió a su hermana quien llego primero, sus padres dieron una reprimenda a las dos por salirse sin permiso. Su castigo fue lavar los platos y limpiar la mesa. Las dos se quedaron un rato más para hacer sus deberes, todo en silencio como si fueran dos extrañas fue eso hasta que llegaron Peter y Edmund para comenzar a platicar de Narnia.

-Caspian se caso con una estrella llamada Liliandil –decía Edmund a Peter –por cierto muy bella, la conoció cuando fuimos en la búsqueda de la estrella azul resulto ser alguien que protegia la mesa de Aslan –Susan trataba de disimular que no escuchaba –lo que más me gusto de la boda fue la comida

-A ti siempre te gustara la comida –decía sonriente Peter –me hubiera gustado estar en la boda, Caspian es un gran tipo y espero que haga un buen trabajo como rey y esposo… me imagino que ya se convirtió en papá.

-Te aseguro que lo hará dejamos a Narnia en muy buenas manos –respondió suspirando Edmund –recuerdas la última noche en Beruna, la fiesta por ganarle a Miraz, fue mágico pero solo son recuerdos…

-Susan es la que recuerda esa noche perfectamente ¿verdad Su? –dijo Peter sonriente por lo que su hermana solo ignoro el comentario dejando a sorprendido su hermano

-Creo que ya no lo recuerda –comento Lucy quien permanecía en silencio observando a Susan

-Eso si no te lo creo posiblemente olvido a Caspian pero no esa noche… al siguiente día no lo demostró frente a todos –dijo Edmund en tono de burla fue cuando Susan ya no podía estar escuchando más, sin decir nada se seco las manos para después subir a su habitación dejando a sus dos hermanos varones intrigados con la reacción.

-¿Qué paso? ¿Qué dije? –pregunto preocupado Edmund

-Creo que no lo entenderías –comento Lucy seria por lo que Peter descubrió que sucedía.

-No me digas que Susan sigue enamorada de Caspian, porque ella sabía que nunca regresaríamos tiene que superarlo –dijo Peter irritado

-No sabes de lo que hablas… se siente traicionada –respondió Lucy tristemente.

-Por favor, ella tiene que entender que Caspian no la podía esperar toda la vida, sabía que esto podía suceder que no quiera aceptarlo es otra cosa –dijo Peter tomando una galleta

Lucy no podía escuchar más a su hermano por lo que los dejo solos, cuando llego a la habitación se encontró que Susan ya se había dormido o eso aparentaba, camino lentamente hacia donde se encontraba su hermana, sonrió y a la vez se puso triste porque su hermana tenía en la mano aquella medalla que Aslan permitió que conservaran aun en este mundo, era lo único que le recordaba a Narnia pero sobre todo era lo único que tenía de Caspian.

La noche fue larga para Susan que estaba destrozada, de repente todo era como si nunca hubiera existido, sentía tanto odio, ira, desesperación, Lucy la conocía demasiado bien pero no podía permitirse verse débil, espero que su hermana se quedara dormida para salir de la habitación. Se puso la bata y bajo a la cocina fue donde ya no pudo más, donde todo su mundo se derrumbo, sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, necesitaba de una abrazo pero su orgullo no la dejaba, llego a la mesa y se tumbo en la silla más cercana.

-¿Por qué? ¿Por qué? –repetía a si mima la pregunta que apuñalaba su corazón –deje de pensarte para poder olvidarte pero creo que no lo logre… no lo logre –dijo en susurro.

En su mano tenia aquel dije que Caspian le regalo la última noche den Beruna, cuando dijo que era la más hermosa, cuando él le dijo que nunca la olvidaría pero eso solo fue un momento, era por eso que nunca se permitía sentir, porque su corazón era demasiado frágil para soportar tanto dolor, tanto amor que no sabía cómo sacar.

Tomo aire, se limpio las lágrimas y se levanto de aquella silla jurando que nadie en el mundo la dañaría de nuevo, jurando que olvidaría todo lo le recordaba a él aun borrando a su querida Narnia, no importaba solo era olvidar cosas de niños que no valía la pena recordar.

-Juro que te olvidare Caspian X, tú vas a tener la culpa por lo que me voy a convertir, por ti nadie me volverá a dañar –dijo con rabia y sin más camino de nuevo hacia su habitación iniciando algo que cambiaria la vida no solo de ella si no de todos. Pero ni ella misma sabia hasta donde podría llegar.