Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Este fic ha sido corregido por Adhy Rosier Moon. Esta inspirado por Violetta D. Zabini, y espero que le guste.
Violetta se dirigía hacia las mazmorras, inmersa en sus pensamientos cuando tiraron de ella de forma violenta hacia una clase y la besaron de forma salvaje.
- Hugo Weasley, tenemos que dejar de vernos asi.
El Gryffindor sonrió y siguió besándola, mientras la desnudaba por completo. La Slytherin le respondía de la misma forma, de forma que rápidamente quedaron los dos desnudos.
- ¿Dónde toca hoy?- la voz de Hugo sonaba jadeante y divertida.
Decidieron por ellos. En ese momento el picaporte de la puerta se movió, asi que con una carcajada, Hugo la cogió en brazos para apoyarla contra la puerta y penetrarla de un solo golpe. Las personas que intentaron entrar en la clase golpearon varias veces la puerta, pero los golpes rítmicos que se oían, junto los gemidos y jadeos, les persuadieron de querer entrar.
Dentro, Hugo embestía con fiereza a Violetta, haciéndole el amor como siempre lo hacían, dándolo todo. Nunca lo habían hecho en una cama, siempre era en rincones robados, y en sitios donde los podían pillar. Una vez fue en las duchas del vestuario de Gryffindor después de un partido. Sus encuentros eran una lucha a ver quién podía más, quien conseguía que el otro alcanzara antes el orgasmo.
Siempre ganaba Violetta.
En ese momento, ella notaba que estaba a punto de llegar, mientras la sonrisa de Hugo se hacía más amplia. Creía que esta vez ganaría él. Ingenuo.
Con una sonrisa ladina, Violetta puso en marcha sus trucos. Esos a los que Hugo no sabía resistirse.
Susurró el nombre del chico en su oído, mientras contraía los músculos alrededor de su miembro, atrapándolo en su interior y haciendo que jadeara de placer y sorpresa.
- Mierda, Violetta.
Sabía que estaba perdido. Siguió embistiéndola, hasta que con un grito, se corrió en su interior. Ella se dejo llevar y alcanzo el orgasmo inmediatamente después, con un grito triunfal.
La mantuvo contra la puerta, aun dentro de ella, mientras buscaba aire.
- La próxima vez…
- Tu sigue intentándolo, Weasley.
- Algún día lo conseguiré, Zabini.
Se vistieron rápidamente, y se separaron, sin quedar. Siempre habría una próxima vez.