I: EL INTRUSO.

Le pareció escuchar algo… ¿pasos? No, imposible, seguramente fue su imaginación. Miró el reloj colgado en la pared de su habitación, eran las tres de la mañana, ninguno de los ocupantes del Sunny estaría paseándose por el barco a semejante hora tan cruel.

Bueno, podía ser Luffy quien se hubiese despertado con hambre y ahora asaltaba la cocina, pero el lugar se encontraba demasiado lejos… y su capitán solía ser mucho más ruidoso. Si Sanji estuviera cocinando tampoco podría oírlo desde esa distancia.
Un ruido metálico… ¿sería Franki en al taller? No, estaba segura que el cyborg no se levantaría ni en broma para trabajar a las tres de la mañana.

¿Ussop? No, era un cobarde.
¿Nami? No, en la habitación de al lado podía oír su respiración lenta y calmada…, estaba dormida.

¿Chopper? Ah, no…, el doctor estaba a los pies de su cama.

Y ni pensar en Roronoa, él debía estar en el octavo sueño.

Así que definitivamente debía tratarse de un intruso.

Nico Robin desvió su mirada hacía el pequeño espacio que separaba la puerta del piso, sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando pudo divisar la sombra de unos pies tras la puerta. El intruso estaba demasiado cerca.

No supo cuánto pasó antes de verla desaparece, pudieron ser segundos o horas, pero ahora sólo podía oír pasos que se alejaban más y más… ¿quién era aquél extraño y que pretendía al rondar el pasillo y acechar su habitación a tan inoportunas horas?, se recriminó el ruborizarse y dejar albergar pensamientos insanos en su cabeza al pensar en un hombre que la acechaba. Claro, nunca faltaban personas que la acecharan, pero casi siempre lo que pretendían era matarla y entregarla al gobierno mundial por ser la "niña demonio de Ohara". Jamás un hombre se había acercado en esas condiciones a su habitación… Bueno, aunque no podía dar por hecho que fuese un hombre ya que lo único que había visto era la sombra de unos pies.

Pero, ¿en qué demonios estaba pensando?; definitivamente esa manía suya de darle vueltas a las cosas la tenía harta. Lo primordial ahora era aprehender al intruso para preguntarle sus intenciones de manera "cordial", y lo haría sin ayuda de Luffy ni de ningún otro mugiwara…

Aquél "sujeto" aprendería que no está bien meterse en los barcos de otros sin permiso… Y lo aprendería de ella.

Sonrió.

"Esto será divertido"…