Forgive Me

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~ Feliz cumpleaños ~


-¡Feliz cumpleaños, Naruto!

Un animado Kiba se asomó por el umbral de la puerta, sonriendo deslumbrante al rubio dentro de la oficina. El cachorro de pelaje blanco se asomó por entre sus piernas, y con un animado ladrido pareció imitar a su dueño. El rubio soltó una risa, sobándose la nuca ligeramente apenado.

-¡Gracias Kiba, 'ttebayo!

La Hokage sonrió y, lanzándole una mirada cómplice a Sakura, golpeteó la mesa con las rojas uñas, llamando la atención de los presentes y el Inuzuka inclusive. La rubia atrapó la mirada del muchacho en la puerta, y la guió disimuladamente hacia la pila de hojas que se encontraban, aún sin ser supervisadas por ella misma, sobre el extremo izquierdo del escritorio. Eran todos informes sobre misiones. Automáticamente, Kiba se irguió y se llevó ambas manos a la espalda.

-Volveré más tarde, Godaime.

La rubia le observó fijamente, como si con los ojos cafés esperase poder desintegrarlo o siquiera quemarle. Kiba tragó en seco.

-Con el informe.-se atrevió a agregar tímidamente, y ella sonrió conforme.

Pasaron unos segundos de la partida de Kiba, y la Godaime seguía sonriendo autosuficiente por la reacción del muchacho. ¡Pero qué bien entrenados que los tenía a todos! Solo hacía falta que los observara para que, automáticamente, reaccionaran de la manera esperada. Aceptar el puesto no había sido una molestia después de todo, y es que tener a todos a su disposición era agradable. Adoraba profundamente el respeto que todos le tenían. Aún así, había algunos que… bueno, uno en particular que no terminaba de domesticar. Tsk.

-Entonces has comenzado tu jornada en mi oficina, Uzumaki.-comenzó con lentitud- ¿Por qué crees que estas aquí?

-Ah, etto, ¿me dará un pastel de cumpleaños?-inquirió él con una sonrisa inocente. Sakura rodó los ojos.

-De hecho, no.-la Hokage entrecerró los ojos e hizo una pausa. Luego agregó:- Sakura y yo hemos descubierto que no hay un informe sobre tu misión con Hyuga Hinata del mes pasado…

-Ah, ¿eso?-el rubio soltó una risa, estirándose en la incómoda silla- Hinata dijo que lo traería, apuesto a que se ha olvidado. Sabes que Hiashi es muy estricto, y probablemente la tengan encerrada por alguna razón, abuela. Esta tarde pasaré por su casa, y…

-Lo quiero aquí mañana.-le interrumpió la Godaime.-A primera hora.

-Um… de acuerdo.

-Espere, Tsunade-sama, hoy es el cumpleaños de Naruto. Y no creo que tenga tiempo para pasar por casa de Hinata… Además…

Sakura calló, y le lanzó una mirada suplicante a la Godaime. Algo de información pareció perderse en la conversación, pero Naruto no estaba muy seguro del tipo de data que estaban intercambiando a escondidas de él. Tan solo se limitó a intentar descifrar lo dicho con una mirada intimidante. O, tal vez, un intento de la misma.

-Entonces será el miércoles.

Naruto le lanzó una mirada agradecida a Sakura, sentada en la silla junto a la suya, y a pesar de que entonces ella no la percibió, recibió una réplica segundos después.

-De acuerdo.-Sakura ubicó su mano en la rodilla del rubio- Me aseguraré de recordárselo.

-Muchas gracias, Sakura.

Durante unos segundos, Naruto observó estático la frágil mano de la pelirrosada sobre su pierna. Se sintió profundamente enamorado. Fue como si el sentimiento le hubiera golpeado una vez más, recordándole que estaba junto a la mujer más perfecta que jamás había conocido. Intentó contener la emoción, la euforia que le atacó, y para soportarlo mordisqueó su labio inferior con fervor mientras ella movía su dedo pulgar suavemente sobre la tela naranja que cubría su pierna.

Cuando Sakura quitó su mano, exhaló lentamente, sintiéndose recién entonces capaz de hacerlo. Ella se puso de pie, y sin demasiada prisa él le imitó. Observó como si fuese espectador de una película muda la conversación de Sakura y la Hokage, y no pudo comprender ni la mitad de lo dicho. El roce de la Haruno había nublado sus sentidos. No escuchaba nada, no olía, no sentía. Todo parecía haberse detenido.

-Nos vemos más tarde.

Escuchó a Sakura despedirse, agitando suavemente su mano hacia la Hokage, y avanzando hacia la puerta con naturalidad. Ordenó a sus piernas seguirles, pero tomó unos segundos el que la orden fuera acatada. Sakura, en su característica impaciencia, le tomó del brazo y jaló delicadamente de él para que le acompañara.

-¿Te sientes bien?-le preguntó, soltando una risa.

Y tan solo cuando traspasaron la puerta, y ella se le acercó un poco más para oír su réplica, todo pareció volver a ser normal. El aroma de Sakura se impregnó en su nariz, y gustoso inhaló. Ella se aferraba suavemente a su brazo, así que aprovechando la cercanía se atrevió a replicar cerca de su oído y por lo bajo:

-Creí que la Hokage me asesinaría. Temí ir a morir, Sakura-chan.-le informó ligeramente dramático. Ella rió.

-No sucederá. Pero por favor, hazme recordar que te recuerde que debes traerle el informe el miércoles. De otra forma, va a asesinarnos a ambos.

-Lo recordaré, 'ttebayo. Aún valoro mi existencia.

Ante la réplica, Sakura volvió a reír, de la forma melodiosa que los oídos de él siempre alababan, y luego le observó perspicaz:

-¿Por qué es que no entregaste el informe?

-Hinata dijo que lo haría. Pero ya sabes que no tiene una memoria tan buena como la mía,-bromeó- más tarde hablaré con ella.

-Tú jamás olvidas redactar el informe.-le acusó- Siendo que es tan tedioso, es lo primero que haces luego de unos minutos de berrinche.

Él rió. ¿Acaso había alguien que le conociera tan bien?

-Esta vez lo olvidé, no estoy seguro, Sakura-chan.

-A mí me parece que Hinata Hyuga te ha dejado algo perturbado.-sugirió ella observándole sugerente- ¿Hay algo que quieras contarme, Naruto?

Él palideció. Y luego su rostro adquirió unas tonalidades rojizas, que terminaron por cubrirle en su totalidad. El cambió fue tan notorio, que Sakura no pudo evitar soltar una risa durante el proceso.

-¡No, por supuesto que no, Sakura-chan! ¿Qué dices?-inquirió exaltado- Hinata es una buena chica pero yo y ella no…

-¿Qué cosa?-ella le observó curiosa.

-¡No encajamos! Ella es callada, y yo… bueno, tú sabes.-Sakura rió- Además, no quiero someterme a la evaluación de todos los Hyuga. ¡Creo que moriría en manos de Neji antes de poner una mano sobre Hinata! Además, yo… ella no me gusta.

Sakura asintió en silencio. Y, ligeramente nostálgica, se atrevió a continuar:

-Sou ka. Se verían muy lindos juntos.

-Ah, por favor, Sakura-chan. ¡Para ti hasta Shino e Ino serían una linda pareja! Por favor, intenta emparejar a las personas con alguien que… les sea compatible.

-A Shino le gustan los animales.-se defendió rápidamente- E Ino es una bonita puerquita.

La manera inocente y suave en la que lo dijo, hizo que Naruto soltara una risa.

-A Shino le gustan los insectos.-le corrigió- Además, creo que los Aburame, principalmente Shino, son demasiado serios como para encajar con los Yamanaka. ¡Imagina a Shino con Ino!-Naruto estalló en risas- Creo que Shino prefiere morir, y no someterse a la mujer escandalosa que es Ino, 'ttebayo.

-Apuesto a que sí.-las risas se le contagiaron a Sakura- Pero serían tiernos.

-Sakura-chan, intenta ser realista por favor.

-De acuerdo.-ella suspiró- Entonces, ¿con quién crees encajar tú si no es con Hinata? ¿Tenten, tal vez? Es alegre, al igual que tú, y también es muy cariñosa. Además, es bonita, ¿verdad?

Él bajó la mirada, aún con las mejillas ardiendo. Observó sus propios pies, y las baldosas del piso quedar atrás durante unos segundos, mientras su mente intentaba encontrar una buena réplica, y no una que dijera descaradamente un "¡Tú, Sakura-chan, tú eres con quien yo encajo!".

-No le temas a Neji.-dijo rápidamente ella- Apuesto a que no siente nada por ella. Además, he oído que la ha rechazado. No he podido hablar con ella, pero apuesto a que debe estar muy triste.-hizo una pausa, y con el ceño fruncido agregó:- Neji es un desconsiderado.

Por la única salida existente del edificio donde la oficina de la Godaime se encontraba –tan solo a unos metros de ellos-, cierto castaño entraba. Con un oído agudo, y la característica autosuficiencia, se limitó a sonreír ante el insulto que disimuló no escuchar bajando la mirada.

Con carente disimulo, Naruto golpeó a Sakura con el codo levemente. Ella se sintió profundamente avergonzada cuando, al pasar por su lado, el de ojos perla dejó que sus labios se curvaran para ambos, en una sonrisa imperceptible que ella siempre valoraba de alguien como Neji.

-Feliz cumpleaños, Naruto.-le saludó de paso- ¿Qué tal ha comenzado tu día?

Siguiendo a Neji, quien no detenía la marcha, con los ojos, Naruto se atrevió a replicar sonriente.

-Bien, ¡muchas gracias, Neji!

El Hyuga volvió a observarle por sobre su hombro, y alzó el mentón como último gesto de despedida con aquella mueca tan similar a una sonrisa. Sakura le vio perderse al final del largo pasillo, y bufó.

-¿Crees que me haya escuchado?

Cuando atravesaron la salida él observó el sol, resplandeciente, acompañando aquel cielo celeste y despejado. Y soltó una risa antes de atreverse a replicar:

-Bueno, pues, yo creo que sí.-rió- Pero sabes que no le importa demasiado.

Sakura, lejos de sentirse aliviada, deseó dejar de hablar en lugares públicos. Es cierto que a Neji no le afectaba lo que sobre él se dijese, pero le habría gustado que él no la descubriera diciendo que era un desconsiderado. Quedar mal con Neji Hyuga no era algo que se le antojara.

-A veces pienso que tu compañía me trae mala suerte. ¡Jamás me he encontrado a Neji Hyuga mientras camino con Ino! Lo menciono muchas veces al día, pero jamás me lo topo… Joder, Naruto, si sigo juntándome contigo hasta Sasuke me odiará.

Sasuke.

Naruto intentó sonreír, disimulando lo incómodo que el nombre le ponía. No es que detestara a Sasuke; al contrario, él era su mejor amigo. Pero, por alguna razón, el nombre en los labios de Sakura le sabía mal. Cada vez que lo mencionaba, fingía que le daba igual, pero prestaba suma atención a los gestos y la manera en la que se refería a él. Deseaba, secretamente, que alguna vez ella se sonrojara al decir su nombre, tal como lo hacía con Sasuke. Era una pena que ella solo tuviera ojos para el sobreviviente del clan Uchiha. Había sido así desde niños, desde que la conoció, y fue desde entonces que su amor con desesperación deseó. Quería que le sonriera, que le acariciara el cabello, y que escribiera su nombre en las agendas de cada año. Pero eso jamás sucedería.

-No hay nadie que pueda odiarte, Sakura-chan.

Sonó dulce y conmovedor, pero Sakura ignoró la ternura con la que lo dijo y el suspiro que le siguió. Tal vez lo hizo por simple distracción, tal vez porque no quería enfrentarse a lo que era evidente. Le sonrió como réplica.

-Te sorprenderías.

-¿Pero qué dices, baka? ¡Nadie te odiaría, 'ttebayo!

-A veces me parece que tú solo ves lo bueno en mí.-le dijo observando distraída a los costados- Deberías ser más atento. Hay más de mi que deberías tener en cuenta.

-Por favor, Sakura-chan, eres demasiado buena como para ganarte el odio de alguien…

-¡Naruto!

Claramente, el muchacho que se había atrevido a gritar en ese instante, siempre buscaba el momento más inoportuno para interrumpir las conversaciones. El rubio, a pesar de que no despreciaba al mismo, sintió que lanzar un kunai que se hundiera en su frente con precisión habría sido útil para enseñarle una lección. Pero no lo hizo. Porque ni siquiera sabía donde se encontraba su frente, ¡el cabello la tenía completamente cubierta! Las cejas tocaban el inicio del cuero cabelludo, y allí se escondían…

Oh dios. ¡Cejotas no tenía frente!

-¡Cejotas!

Se volvió hacia el pupilo de Gai con una sonrisa que, en secreto, deslumbró a la Haruno que se encontraba a su lado. Era una pena que no fuera a enterarse jamás de que movilizaba el corazón de Sakura tan solo con una sonrisa, pero no había mucho que se pudiera hacer con respecto a eso.

-¡Feliz Cumpleaños, compañero!-exclamó, dando un salto que lo dejó justo frente a él- ¡Pero cuánto has crecido, Naruto! Recuerdo aún cuando te conocí, novato.

Naruto se echó a reír.

-Muchas gracias, cejotas. Tú también has crecido, ¿sabes?

-¡No estamos hablando de mi, Naruto! Es sobre ti, y tú cumpleaños. Hoy eres el centro de atención Konoha, ¿de acuerdo?

-um… ¿si?-Naruto entrecerró los ojos.

-Sí.-Sakura afirmó ambas manos sobre sus caderas.

Naruto se llevó una mano a la cabeza, sonriendo apenado. Pero qué bonito. Intentó ignorar el extraño sentimiento que le invadió al analizar lo dicho, pero se le hizo sumamente difícil. Sentía una extraña picazón en los ojos, y la garganta cerrada. Se sentía tan estúpidamente querido que tenía ganas de llorar. Entonces así era que las personas te felicitaran el día de tu cumpleaños, que alguien se alegrara por ti. Aún no se acostumbraba.

Mientras él re reflexionaba, Sakura y Lee compartieron una mirada cómplice que pasó completamente de un rubio profundamente tocado por las palabras pronunciadas.

Siempre quiso saber cómo se sentía que alguien festejara el hecho de que se cumplía un año del día en que llegó al mundo, pero nunca nadie lo hacía. Porque él era el niño que nadie apreciaba, y un monstruo. Nunca festejaba su cumpleaños, y llegó a creer que a todos les era irrelevante. Cada 22 de Octubre, se atrevía a comprar algo de ramen instantáneo, y una sorpresa para sí mismo que siempre era distinta. Fue un caramelo al principio, e incluso se atrevió a comprar una tableta de chocolate un año. Era una pena que ni el chocolate le animara. Sabía que otros niños festejaban con sus amigos, y sus padres siempre lo organizaban todo, pero él no podía hacerlo. No solo porque… no tuviera padres, sino porque nunca le permitirían a nadie asistir.

Se sentía tan agradecido ahora.

Desde que le introdujeron en el equipo siete, y todos comenzaron a tomarle enserio, tenía algo así como amigos que se atrevieran a felicitarle. Se sentía muy bien, concluyó la primera vez que le sucedió. Los años siguientes fueron cada vez mejores, y el 22 de Octubre pasó de ser uno de los días más deprimentes para el Uzumaki a ser el mejor del año. Como lo era para todo niño. Incluso ahora, después de haber pasado unos cuántos cumpleaños con sus amigos, no podía contener la emoción. Recuerdos de las tristes noches en su infancia siempre le asaltaban y, tan solo atreverse a recordar lo solo que se sentía, hacía que el corazón se le movilizara y los ojos le picaran.

-Yo… Gracias, Sakura-chan,-se pasó el reverso de la mano por el rostro, tal vez para disimular la lágrima solitaria que por la mejilla rodaba- a ti también, cejotas.

Sin poder contenerse, Lee le echó un brazo encima.

-¡No es para que estés triste, Naruto! ¡Es tu cumpleaños!-agitó el otro brazo- La llama de la juventud brilla intensamente cada vez que se cumple un año más, ¡hoy tu llama arde intensamente, Naruto!-con el puño cerrado, y los ojos ardiendo, Lee terminó su discurso.

-E-etto…

-¡Naruto!

La voz le sonó devastadoramente conocida, a pesar de que el olor a comida que despedía ya le dejaba entrever al Uzumaki quien era el que le llamaba. Aún con Lee encima, Naruto alzó la mirada y sonrió apenado.

-Oi, ¿qué tal, Chouji?

-¡Es tu cumpleaños, Naruto!-exclamó el Akimichi echándose un puñado de patatas en la boca- ¡Cuánto tiempo ha pasado, hombre!

-Creo que sí, 'ttebayo.

Lee aflojó el agarre, y Naruto se safó rápidamente, soltando una suave risa nerviosa antes de sobarse la nuca.

-Espero que más tarde no…

Sakura fulminó a Chouji que la mirada. Y el Akimichi calló asustado. Lee intentó disimular el terror que le daba ver a su flor de cerezo con aquella mirada intimidante. Y… Naruto solo los observó confuso.

-¿más tarde?-Naruto observó a Chouji y Sakura confuso.

-Decían que iba a llover.-interrumpió rápidamente Lee- ¿Verdad que sería un desperdicio, Naruto-kun?

El rubio le observó, ligeramente receloso.

-E-eso creo.

-Ya verás que será una tarde espléndida.-animó, guiñándole un ojo.

Pero qué perturbador.

-Chicos, Naruto y yo tenemos entrenamiento con Kakashi-sensei.-intervino Sakura, ubicando su mano derecha en el hombro del rubio- Ya estamos algo retrasados así que…

-Oh, no te preocupes.-Chouji se llevó un puñado de patatas a la boca- Pueden ir.

-Muchas gracias.-Sakura le sonrió.

-Etto… gracias, muchachos.-el rubio les sonrió, comenzando a caminar.

Su mano buscó la de Sakura inconscientemente, y ella dejó que la tomara sin decir palabra. Cuando sus dedos se entrelazaron, Naruto tomó consciencia de que realmente estaban tomados de la mano.

-¡Mucha suerte, jóvenes!-les deseó Lee- ¡Que el poder de la juventud explote!

Y, sintiendo que lo último podría haber sido suprimido, Naruto se limitó a soltar una risa; luego de eso, fijó sus ojos al frente, en el camino por recorrer, con la mano de Sakura aferrada a la suya. Satisfecho, sonrió.

-Es tan extraño.-le dijo Sakura por lo bajo.

-¿Verdad que sí?-Naruto se echó a reír.

-Tú no estas en condiciones de decir nada, Naruto.-le recriminó, cerrando los ojos resignada.

-Tal vez.-admitió- Pero no es como si tú fueras la normal aquí.

Ella le observó, con los ojos entrecerrados, tal vez conteniendo la ira. Él rió al notar la expresión molesta.

-¡No te molestes, 'ttebayo!

-Idiota.

Con las risas del rubio como fondo, siguieron avanzando. Durante unos segundos, Sakura se mostró ofendida, pero al cabo de unos minutos le regaló una risa que dejó en evidencia lo muy mal que se le daba estar molesta con él. Él la abrazó al instante y, a pesar de que en un principio a ella le incómodo, caminaron unos minutos en la extraña posición.

Cuando se encontraron cerca del campo de entrenamiento, la conversación acababa de tomar un camino extraño. Naruto intentaba darle un beso de esquimal a Sakura, y casualmente la pelirrosa no comprendía el significado. La palabra beso hizo que se negara completamente. Entonces Naruto, aún con el brazo rodeando los delicados hombros de ella, tomaba a Sakura de ambos brazos, intentando inmovilizarla a pesar de que ella se removía histérica; a su vez, reía divertido.

-Relájate, Sakura-chan,-le pidió entre risas- no voy a besarte, tonta.

-¡No, basta, Naruto!-insistió soltando una risa, girando su rostro para que él no se le acercara.

De un movimiento rápido, Naruto ubicó ambas manos en las pálidas mejillas, y le obligó a mirarle. Rozó su nariz con la de ella, de abajo hacia arriba una vez. Y ella se relajó. Aún rozando su nariz, él rubio rió.

-¿Ves?-inquirió victorioso- Y creías que iba a besarte, baka.

A pesar de la cercanía, Sakura no se inmutó; sonrió apenada.

-Dijiste que era un beso.

-¡Pero tú te negaste antes de que te explicara, Sakura-chan!

Ella rió ante un Naruto exasperado, y se preguntó por qué aún no se atrevía a alejarse del rostro del rubio. Se observaron durante unos segundos, y finalmente él alejó su rostro con una sonrisa.

Cuando el Uzumaki tuvo la voluntad suficiente para desviar la mirada, y es que le tomó unos segundos, encontró a un relajado jounin que se afirmaba a un árbol. Apenado, se sobó la nuca. Y Kakashi sonrió bajo la máscara.

-Oi, parece que te has retrasado.-le acusó, dejando el libro a un lado.

Sakura lo descubrió entonces, e incluso más avergonzada que el propio rubio desvió la mirada, ubicando un mechón de cabello rosado detrás de su oreja, mientras sus mejillas se teñían paulatinamente.

-Eso creo.-Naruto rió nervioso- Es que tuvimos que ir con la abuela, Kakashi-sensei. Ya sabe que es muy cargosa, y…

-No permitas que te oiga diciéndolo.-le recomendó, guardando el libro.

Naruto se echó a reír.

-Por supuesto que no, Kakashi-sensei. Aún valoro mi vida, 'ttebayo.

Kakashi soltó una risa, y avanzó a paso lento hacia el Uzumaki.

-Morir el día de tu cumpleaños sería algo tétrico, ¿verdad?

Observándole amable, el Hatake revolvió los cabellos rubios con confianza. Naruto intentó alejarse en un principio, pero cedió al terminar de comprender, y gustoso dejó que su sensei le tratara como lo hizo durante los primeros años en los que fue su pupilo.

-¿Dónde esta Sasuke-kun?

La pregunta de Sakura tomó desprevenido incluso al Hatake. Naruto intentó disimular su descontento, aún con los dedos del de cabellos plateados enredados en su cabello.

-Es extraño que se retrase.

-Siempre llega a horario.-indicó Sakura observando los alrededores.

-Probablemente llegue en unos minutos.-Naruto suspiró.

-Lo castigaremos por ser el último.-propuso Kakashi soltando, finalmente, el cabello del rubio.

-¿Castigarlo?-la Haruno se volvió hacia él, frunciendo el ceño.

-Bueno, intentaremos enseñarle una lección, por supuesto.-el Hatake cruzó ambos brazos sobre su pecho.

-¿Vamos a golpearlo o algo por el estilo?

La sola idea, hizo que Naruto se entusiasmara. Golpear al Teme siempre era un sueño. No con intenciones de matarlo, por supuesto, tan solo para descargarse.

-Algo así.-Kakashi buscó impaciente la silueta del Uchiha.

Durante unos minutos, estuvieron alertas a la aparición del susodicho, a pesar de que por momentos Kakashi le lanzaba miradas a Naruto que transmitían cierta burla, claramente cómplices de algo que pasaba completamente de Sakura. Un par de ocasiones, el rubio se atrevió a golpear al de cabellos plateados en el brazo, con clara diversión. Terminaron, finalmente, jugando de manos a unos metros de Sakura, quien aún esperaba a Sasuke y, de una u otra forma, no podía evitar reír con los gruñidos de ambos entre los golpes.

-¡Sasuke-kun!

Cuando el azabache apareció, levantando algo de polvo a su alrededor, Sakura se apresuró a sonreírle. La interrupción del Uchiha llamó la atención de Naruto. Le sonrió. Extrañamente, Sasuke hizo una mueca de asombro.

-¡Cuidado, Dobe!

Y, con eso, Kakashi finalmente le dio una patada en la nuca al rubio.

-Eso es lo que pasa cuando te distraes, Naruto.-decretó burlón, para luego continuar con una risa:- ¿Quieres probar una vez más?

Desde el suelo, con la cara casi enterrada en la tierra, Naruto soltó una risa. Observó a Sasuke.

-Gracias, Teme.

-Feliz cumpleaños, Dobe.-Naruto no pudo evitar sorprenderse ante las palabras, a pesar de la sonrisa socarrona que le lanzó.

¿Sasuke era aquel? ¿Realmente el Teme acababa de decirle que tuviera un feliz cumpleaños? Oh, por Kami-sama, ¡el mundo acababa de darse vuelta! No sin antes regalarle una sonrisa, se puso de pie.

-En fin,-Kakashi observó a su alumno cubierto de tierra- te has demorado un poco, ¿ne, Sasuke?

Siendo incapaz de contenerse, intentó quitar la tierra de la ropa anaranjada de su alumno con desaprobación.

-Es la primera vez que me sucede.-masculló con obstinación.

-Pero nos has tenido esperándote unos minutos.

-Nosotros siempre esperamos por usted.-replicó rápidamente.

-No es lo mismo…-dijo, y el azabache arqueó ambas cejas. Claro que lo era.-Gírate, Sasuke.

El Uchiha le observó confuso, pero lo hizo sin decir palabra, y Sakura esperó confusa a que el Hatake continuara.

-Sakura.-le llamó, y ella se giró inmediatamente hacia su sensei- Anuda la banda de Konoha de forma que le cubra los ojos.

-¿Para qué?-se atrevió a cuestionar, pero sin embargo se acercó a hacerlo.

Sasuke se mantuvo inmóvil mientras ella acomodaba la banda para cubrir sus ojos, percibió respiraba de manera demasiado relajada como para sentirse culpable por hacerlo, pero no fue capaz de reclamarle nada. A pesar de que no comprendía en qué consistía el juego de Kakashi, intentó mantenerse calmado.

-Apuesto a que un Uchiha sabe desviar ataques sin sus ojos.-soltó Kakashi en un tono que daba a entender lo muy divertido que estaba con la situación.

-Tsk. ¿Qué clase de inútil me crees, Kakashi? Tú mismo me has entrenado.

-Pruébanos lo bien amaestrado que estás, Sasuke.

El Uchiha percibió que Kakashi se alejaba lentamente, al igual que sus dos compañeros. Lo más probable era que lo atacaran de a uno, pero no podía contar con ello. Pero qué problemático. Chasqueó la lengua, y esperó que Kakashi continuara:

-No tendrán permitido utilizar ninjutsu.-le advirtió- Será solo taijutsu.

-De acuerdo.

-¿Te gustaría ir primero, Sakura?

-Hai.

Sasuke intentó concentrarse. Siguió, a pesar de no estar viéndola, a la perfección sus primeros movimientos, y lo dejó entrever girando el rostro hacia ella cada vez que daba un paso.

-¿Listo?-Sakura jugó con el kunai en su dedo derecho.

-Por favor, Sakura.-le replicó el Uchiha arrogante- Puedes atacar cuando gustes.

Ante eso, ella rió divertida. Y Naruto observó con atención sus movimientos.

-De acuerdo.

Dio un salto improvisado, que en lugar de ser directo hacia él fue a su derecha, con el kunai firmemente agarrado. Casi en el aire, hizo girar el kunai en su dedo índice, y cuando se encontró en el ángulo perfecto, y con Sasuke lo suficientemente desorientado, lanzó el kunai hacia su costado izquierdo. El Uchiha pareció captarlo unos segundos después, y es que esperaba ser atacado por arriba, entonces lo esquivó a duras penas, y su sudadera fue rasgada. Sakura aterrizó satisfecha.

-Estas a menos de diez metros.-se atrevió a indicar él, girándose cauteloso hacia ella… Era una pena que estuviera intentando encontrarla en el lugar equivocado, y es que ella estaba a unos veinte pasos del sitio al que el Uchiha observaba con confianza.

-Error.-le informó Naruto, una vez en el aire, en un grito eufórico, que finalmente le advirtió el lugar de donde el kunai sería lanzado.

A centímetros del pie derecho de Sasuke, el kunai se clavó.

-Cerca, Naruto.-gruñó Sasuke, a la espera del golpe de Sakura.

Entonces, sintió que algo le rasgaba la piel del brazo. Maldijo por lo bajo, y luego escuchó las risas de Naruto.

-¿Qué tanto alardeas sobre tu gran percepción, Teme?

-Jodido Dobe.

Sasuke se puso de cuclillas, y tomó el kunai que se encontraba junto a su pie. Aún a la espera del golpe de Sakura, esperó poder localizar a Naruto, para darle con mucha suerte en el tabique, y destruírselo por completo. Escuchó los pies de Naruto a unos metros, y automáticamente giró el rostro hacia él. Lanzó el kunai en el momento justo, y a su vez detuvo con su mano izquierda la patada de la Haruno. Naruto chilló, y Sakura le imitó. Él tiró del tobillo para, finalmente, inmovilizarla en el suelo.

-Nada mal.-admitió el Hatake, y él se quitó finalmente la banda de los ojos.

Sakura estaba inmóvil, su espalda por debajo de la rodilla de Uchiha. Naruto tenía un corte en la mejilla.

-Etto… Sasuke, me duele.-le dijo Sakura removiéndose, y él soltó una risa antes de dejarla en libertad.

-¿Quieres probar tú, Naruto?-le dijo ahora arrogante, y el rubio soltó una risa, quitándose la sangre que corría por su mejilla con el antebrazo.

Luego de eso, probaron otro par de cosas que el mismo Kakashi propuso y que, nuevamente, no incluían su trabajo, sino el de sus tres alumnos. Naruto se enfrentó a Sasuke y Sakura juntos, y la misma Haruno fue la que terminó venciendo al inmovilizarle contra el suelo. Probaron lo mismo unas cuántas veces, siempre con un resultado diferente. Fue un entrenamiento entretenido, al igual que siempre.

Al pasarse las cuatro horas que siempre habitaban, Kakashi alegó que debía marcharse porque alguien lo esperaba, pero nadie pareció creerle. Naruto incluso se atrevió a decir que el muy vago se retiraba tan solo para tener una placentera siesta. Claramente, no salió ileso luego del comentario, pero a decir verdad que Kakashi fue amable al solo doblarle el brazo y hacerlo suplicar unos tres minutos.

Al cabo de unos minutos, los tres shinobi caminaban relajados por las calles de Konoha, bajo la mirada atenta de algunos aldeanos, que bien conocían que, precisamente, aquel día cierto rubio cumplía años.

-Bien, ¿qué les parece si vamos a mi casa? Podríamos comprar algo para beber y… tener nuestro pequeño festejo.

-Oh, no, por favor, Sakura-chan.-intervino Naruto con picardía- No necesito una celebración. Me basta con todo lo que hicieron hoy por mi, 'ttebayo.

-Insisto, Naruto.-Sakura le sonrió con dulzura- Será divertido. Déjanos celebrarte, baka.

La mirada, dulce e inocente, que le lanzó le hizo titubear. Podían ir a su casa… Es decir, no es que no le apeteciera pasar más tiempo con ella, lo cierto es que el daba pena. ¿Por qué no podía ofrecerles él visitar su hogar…? Cierto, el suyo era un desastre. Suspiró.

-Vamos.-replicó repentinamente Sasuke.

Naruto frunció el ceño. ¿Realmente el Teme acababa de acceder a visitar casa de Sakura? Jamás lo hacía. Siempre que el entrenamiento acababa, se escabullía como una jodida cucaracha de la luz. Aquello tan solo corroboró sospechas. ¿Estaban Sakura y el Teme…?

-P-pero… ¡¿qué dices, teme?!-inquirió alarmado- ¿No tienes algo más que hacer?

-¿Tú qué crees, Dobe?

-Etto… creo que hoy no.

-Pero qué sabio eres.-masculló con una sonrisa prepotente.

-¿Realmente quieres ir con nosotros?

-A menos que mi presencia te moleste.

-Etto… no.-el rubio entrecerró los ojos- Es solo que…

Sasuke le mantuvo la mirada. A medida que el Uzumaki entrecerraba los ojos, haciéndolos lucir cada vez un poco más pequeños, Sasuke le imitaba. Estuvieron así durante unos segundos, hasta que Naruto se sintió demasiado intimidado.

-Nada, olvídalo.-bufó- Vamos, Teme.

Resignado, comenzó a caminar, justo entre el Teme y Sakura. Por alguna razón, la propuesta de Sakura le había sonado más tentadora cuando creyó que Sasuke se negaría… Joder, estaba tan paranoico. ¡Sakura y Sasuke no tenían nada! Estaba cansado de dejar que su mente jugara de aquella manera consigo mismo. No había nada entre ellos, y no lo habría. Era hora de que dejara de torturarse y se dedicara, principalmente, a conquistarla; ignorando completamente el hecho de que ella tuviera otros pretendientes. Él debía ser el principal.

-Hay bebidas en casa, y también comida. Si nos llegara a hacer falta podríamos ir a comprar, eso no es problema…-indicó la Haruno con suavidad.

-Está bien, Sakura-chan.-el rubio le sonrió- No creo que vayamos a devorar toda tu comida…

-Siempre en cuánto no se comporten como niños e intenten ver quién es capaz de ingerir más comida.-les regañó ella, lanzándoles una mirada acusadora respectivamente.

-Oh, por favor, jamás hicimos eso. Hemos competido muchas veces, pero no hemos…-fue interrumpido por Sasuke.

-La misión de la Ola.-le recordó, con la mandíbula apretada y profundamente apenado.

Naruto se sobó la nuca con picardía. Cierto. Aún recordaba que casi vomita después de haber comido tanto… ¡Qué horror! El Teme siempre le llevaba a comportarse como un incivilizado.

Mientras caminaban, otros cuántos recuerdos fueron mencionados, recuerdos de la adorable infancia que los shinobi del equipo 7 tuvieron. Un rubio atado a un tronco por haber violado las reglas del entrenamiento, y un Sasuke aparentemente decapitado fueron mencionados. Recordaron también los golpes que obtuvieron al intentar escalar aquellos enormes árboles que Kakashi había encontrado en la aldea de la Ola, y a su vez los gatos perseguidos durante sus primeras misiones. Recuerdos sumamente valorados por todos.

Al llegar a la casa de la Haruno, los tres se detuvieron, Sakura parecía ocupada, y es que intentaba, por alguna razón que Naruto desconocía, curar su herida mejilla. Parecía ir a terminar en unos segundos…

-¿Podrías abrir la puerta, Sasuke-kun?

Sakura le tendió las llaves con suavidad al Uchiha, quien las recibió con extraña amabilidad. Naruto sudó frío. Joder, no. Sasuke no las habría recibido en su sano juicio, ¿por qué ahora…? No quiso imaginar la respuesta.

Cuando el Uchiha abrió la puerta, girando la llave en la cerradura, Naruto observó su nuca con tanta dedicación que creyó que, si no conseguía apartar la mirada, le ojearía o algo por el estilo. Pero no podía evitar mantener el ceño fruncido. Tal vez estaban juntos. ¿Por qué nadie se lo había dicho?

La casa de la Haruno estaba completamente a oscuras. Se quedó, en un principio, al pie de la puerta junto al Teme, pero Sakura le jaló para que diera unos pasos dentro junto a ella.

-¿Q-qué…?

Por detrás de ambos, Sasuke encendió las luces.

-¡Feliz cumpleaños, Naruto!

Su corazón se detuvo. Fue una exclamación realizada por más de tres personas, ¡estaba seguro! Buscó, ansioso, a los presentes, e inevitablemente volvió a enseñar la dentadura inmaculada al sonreír.

El pequeño salón estaba completamente lleno.

Justo por delante, se encontraban Chouji, Lee, y Kiba, quienes animadamente habían extendido sus brazos. Una rubia que no se había podido safar del agarre del Inuzuka había dejado su brazo en alto, acompañando el de él, ya resignada; sonreía aún así. Junto a ella, Tenten le observaba ansiosa, con ambas manos aferradas al pecho y mordisqueándose los labios. Se asomaban por detrás de los sofás unos intimidados genin, que él mismo reconoció rápidamente como Moegi, y el mismo Konohamaru. Justo al final del salón, reconoció a Neji, quien observaba resignado su entrada, con unos labios socarrones ligeramente curvados; justo junto a Shino, que inexpresivo parecía observar su entrada por detrás de los anteojos negros. Shikamaru, al otro lado de Neji, se apoyaba en la pared con una sonrisa que no fue capaz de suprimir; alzó la copa que entre las manos tenía para felicitarle en silencio. Sentados en el sofá se encontraban los profesores de los presentes. Un silencioso Kakashi observaba con pereza al rubio, aún con la expresión cómplice que Naruto siempre reconocía; mientras que un irritado Gai intentaba llamar su atención. Junto a ellos, Asuma intentaba despegar sus ojos del propio cigarrillo que escondía en el bolsillo del chaleco. Incluso descubrió a la Hokage a uno de los costados, sonriéndole, por primera vez, de una manera no sádica, y absurdamente dulce; junto a ella, se encontraba una sonriente Shizune que compartió una corta mirada con Kurenai. ¡El mismo Genma se encontraba a un lado de la puerta! Respetando, claramente, su oficio. Un fiel portero, tuvo que reconocer Naruto. Todos estaban ahí…

-E-etto…

Sakura le dio un suave apretón a su mano, intentando darle algo de ánimo para continuar. Los dedos de él se entrelazaron con los de ella con algo más de énfasis.

-Gracias, da-dattebayo…-indicó con la voz quebrándosele- Yo… valoro mucho a cada uno de ustedes. No sabría cómo…

-Tú te lo mereces.-le replicó una delicada Tenten.

-Felicitaciones, Naruto.-musitó Ino con una sonrisa apenada.

-Joder, yo…-se pasó el reverso de la mano por el rostro- Gracias, 'ttebayo.

Y con eso, Sasuke palmeó su espalda, y él decidió relajarse.

-Todos ustedes son mi familia…-les dijo con voz ahogada- No tengo padres, ni hermanos, ni tíos, ni primos. Pero ustedes… Con ustedes no los necesito, 'ttebayo.

Una conmovida Shizune comenzó a aplaudir instantáneamente, y luego fue acompañada por el resto. Incluso los pequeños genin se atrevieron a formar parte del gran aplauso. Con clara vagancia, Kakashi chasqueó sus dedos al observarle, tal vez dándole a saber que aplaudir se le hacía demasiado trabajoso.

En medio del aplauso, Sakura se acercó a su oído para murmurar un suave "felicitaciones, Naruto-kun", que al rubio le erizó la piel. A su vez, Sasuke volvía a palmear su espalda.

Cercana al reproductor de música, Ino se atrevió a encenderlo con el volumen lo suficientemente alto como para dificultar la conversación de los presentes. Entonces Naruto comprendió que realmente le habían planeado una fiesta. Observó a Sakura, quien saludaba a Shikamaru con la mano, y luego al Teme, que observaba arrogante a Ino.

-¡Feliz cumpleaños, Naruto!

Una efusiva Tenten se lanzó a sus brazos, estrechándolo con familiaridad. Él respondió el abrazo fraternal, mientras una risa abandonaba sus labios. Tenten se le parecía tanto cuando a esas cosas refería.

-Espero que tengas un día adorable.-le deseó aún abrazándolo.

-Estamos a unas horas de que se acabe.-le recordó con los labios curvados.

-Espero que las horas que restan sean perfectas.-se corrigió, y luego se alejó con una sonrisa- ¿Mejor?

-¡Por supuesto, 'ttebayo!

-Acompáñame.

Tenten comenzó a caminar al ritmo de la música, perdiéndose entre los presentes. Y Naruto le siguió inocentemente. Una parte de las personas ahí presente, resultaba no ser shinobi, y por lo tanto Sakura juraba no reconocer a algunos. Se habían atrevido a invitar a sus compañeros de la academia, a aquellos aprobados y los que no, los que no llegaron a recibir su banda incluso. La cantidad de personas en su casa superaba la esperada, pero no había a nadie que pudiera culpar. Después de todo, habían dicho que invitaran a todos. Y, a pesar de que probablemente aquellos que eran shinobi eran los únicos importantes para Naruto, los otros alguna vez le habían conocido.

-Realmente no escuchaste cuando te dije que una fiesta con todos no era conveniente, ¿verdad?-musitó Sasuke al oído de una aturdida Haruno.

No hizo falta que Sakura le mirara para que descubriera que sonreía arrogante; después de todo, nuevamente, tenía la razón.

-Cállate, Uchiha.-le espetó, divertida, antes de darle un suave golpe en el pecho con la mano derecha.

Sasuke observó con el ceño fruncido el lugar donde le había golpeado, para cuando se dignó a alzar la mirada, ella ya había desaparecido entre la gente.

Alguien tocó la puerta y, a pesar de que se encontraba cerca, Sasuke se negó a acercarse. Él no sería quien abriera la puerta. Ino pareció comprenderlo y por eso se acercó entusiasta.

Un pelirrojo se hizo presente frente a la puerta, acompañado de sus dos hermanos. Sasuke arqueó ambas cejas. Pero qué sorpresa. Sabaku No Gaara. Notó que, cortésmente, saludaba a Ino con un beso en la mejilla, y se preguntó desde cuándo era el muy desgraciado tan amable al ver que incluso le regalaba una sonrisa de lado a Kiba, quien se había asomado por mera curiosidad. Por detrás de él, Temari entró con timidez… La cual desapareció, abruptamente, cuando comenzó a chillar y se hundió en un abrazo a Ino. Mujeres escandalosas. Kankuro hizo la misma mueca que, supuso, acababa de hacer él. Y entonces descubrió que Sabaku No Kankuro y él podrían llevarse bien.

En el medio del salón, cierto muchacho de frondosas cejas sudaba frío.

-G-ai…Gai-sensei.-Lee intentó evitar que su maestro se tambaleara, sin el debido éxito.-¡¿Pero qué ha bebido, Gai-sensei?!

-Intenté alejarlo de los licores, Lee.-le informó el Hatake despreocupado- Pero parece que tiene una debilidad por ellos.

-C-cállate… Kakashi.-espetó el ebrio, a pesar de que el Hatake apenas alcanzó a comprender las palabras.

-Oh, Gai-sensei, si usted ha de estar en este deplorable estado…-dramatizó tomando el mismo vaso que la bestia verde de Konoha en su mano derecha- ¡Yo también lo haré! ¡Para defender su honor, Gai-sensei!

Y con eso, Lee se llevó el vaso a los labios, terminando por vaciarlo al instante. Le tomó unos minutos al alcohol hacer efecto en Lee, pero eso no quiere decir que aquellos fueron demasiado. Dos idiotas se tambaleaban entonces por el salón, aferrándose el uno al otro para mantenerse de pie sin verdadero éxito. Kakashi observó la situación divertido por unos minutos.

-Qué cruel eres, Kakashi.-le indicó Asuma, con el cigarrillo entre los labios.

-Yo no les dije que bebieran.-replicó el Hatake con una risa.

Mientras tanto, un interesado Neji conversaba con Shikamaru sobre las estrategias que tenía en mente para una misión futura, ignorando completamente a Tenten quien se aferraba a su brazo de forma infantil.

-¿Cuál es el caso de acercarnos por el Norte?

-Nos esperan por el sur. Creen que avanzaremos desde aquí hacia allá.-justificó Shikamaru- ¿Por qué no atacarlos por la espalda?

-Probablemente las trampas estén orientadas en esta dirección…

-Así es.-Shikamaru bebió de su copa- Entonces sería una ventaja partir de aquí hacia el este, y luego hacia el norte a gran velocidad; tan solo la suficiente para luego volver al centro e ir hacia el sur nuevamente.

-Parece interesante.-concedió Neji- ¿Lo has propuesto ya?

-Aún tengo que conversarlo con…

-¿Realmente no saben hablar de otra cosa?-le interrumpió Tenten con ironía- Olviden el trabajo por un día.

-¿No tienes algo más que hacer?-Shikamaru la observó aburrido.

-De hecho, no.-replicó con sencillez- Por favor, Shikamaru… ¿Por qué no vas con Temari?-sugirió.

-¿Temari?-repitió-Por favor, no voy a acercármele, es tan… problemática.

Tenten no pudo suprimir una risa.

-De acuerdo, entonces, ¿por qué no bailas conmigo?

-¿Disculpa?

-Bailemos.-insistió, tomando la mano del Nara de forma convencedora- Solo unos minutos, ¿si?

-¿Por qué eres tan molesta, Tenten?-Shikamaru soltó un suspiro.

-Por favor…-con la súplica, le robó una sonrisa.

-De acuerdo. Vuelvo en un minuto, Neji.

Y, a pesar de que en un principio le molestó, Neji Hyuga hizo entonces uso de su bien entrenada paciencia. Supo automáticamente que Tenten intentaba hacerle sentir celoso, y entonces decidió que no le daría el gusto. Mientras Shikamaru soportaba a Tenten, él intentó relajarse, haciendo todo lo posible para no observarles. Fue incluso más difícil de lo que esperaba, pero afortunadamente tuvo algo de ayuda.

-Neji-kun.

Su voz sonó como la de un ángel a pesar de la música, pero recordó rápidamente que aquel ángel había dicho que era un desgraciado aquel día por la mañana. Por eso mismo, suprimió la idea de que aquella mereciera el apodo de ángel. Era algo distinto más bien…

-Sakura.-replicó como saludo.

-¿Acaso tan mal te la estás pasando?

La expresión divertida de ella, le obligó a arquear ambas cejas. De hecho, estaba bastante cómodo en un salón con gente desquiciada que dejaba brotar la euforia a través del baile.

-Vi que hablabas con Shikamaru, pero lo he perdido de vista. Me pregunto…

-Está con Tenten.-replicó rápidamente.

Sakura le observó pícaramente, y él volvió a arquear ambas cejas. ¿Qué significaba esa mirada sugerente?

-¿Celoso?-inquirió divertida.

-Por supuesto que no.-masculló.

-Como quieras, Neji…-Sakura soltó una risa.

-No seas estúpida.

-Ya, solo era una broma.-la pelirrosa le observó- ¿Bailas conmigo?

No, jamás. Nunca en la vida.

-Por favor…-dijo ella observándole con los grandes ojos verdes.

Luego de eso, él simplemente no pudo resistirse.

-¿Gaara?

En uno de los extremos del salón, cierto pelirrojo buscaba al rubio con fervor. En cuánto lo vio, le tocó el hombro, y esperó arrogante a que él se volteara. Ante la pregunta absurda, soltó una risa.

¿En serio?

-¿Tú crees, Naruto?

El rubio soltó una risa y estrechó su mano con una sonrisa deslumbrante.

-Es… bueno verte, Gaara. He estado esperando que me asignaran una misión a Suna por meses, ¿qué pasa con tu aldea? ¿Acaso ya no nos necesitan 'ttebayo?

-Lo lamento mucho, Naruto.-dijo con calma- Pero hemos estado bastante relajados el último tiempo. Deberías venir de visita.

-Ya sabes que la abuela no me deja abandonar la aldea a menos que sea por una misión…vieja estúpida.-indicó, con los ojos entrecerrados, y profundo odio a la rubia que, en ese instante, estaba fuera de su campo visual.

-Puedes irte cuando quieras.-escuchó que gruñían a su derecha, y percibió sin voltearse el aura asesina que rodeaba a la Godaime.

Gaara saludó a la Hokage con una reverencia; y ella le imitó, para luego volver sus ojos hacia Naruto con la misma expresión homicida. El rubio rió nervioso.

Justo donde la gente se concentraba, y todos bailaban, Kankuro intentaba encontrar a cierta muchacha que aún no había tenido la oportunidad de saludar.

-¿Han visto a Sakura? ¿Qué hay de Tenten? Uhm…

Kankuro parecía no poder captar la atención de ninguno de los extraños que bailaban, casualmente, de manera extraña y perturbadora. Se sintió iluminado cuando distinguió una sudadera rosada que se le hizo conocida…

-¿Tenten?

La castaña de volteó hacia el hermano del Sabaku y sonrió eufórica antes de lanzarse a sus brazos. Bailaba con ella el Nara, quien entonces descubrió que Temari realmente se encontraba ahí. Sudó frío.

-¡Kankuro!

Presenció el abrazo con los labios curvados. Extrañamente, sintió que cierto muchacho de la arena iba a dejar a Neji sin novia alguna. Cuando finalmente se separaron, Kankuro se acercó a saludarle, y por lo bajo el Nara le hizo una pregunta que, afortunadamente, Tenten ignoró porque, de haber sido diferente, habría muerto de pena:

-¿Dónde está tu hermana?

Kankuro le replicó con un gesto de barbilla, que claramente le indicaba que Temari se encontraba en el otro extremo del lugar. Le agradeció con una sonrisa, y dejó a su pareja en buenas manos.

Encontró a Temari luego de unos cuántos minutos, e inevitablemente sonrió al ver que, muy relajada, la muchacha de Suna conversaba con un muchacho que, probablemente, acababa de conocer. Se le acercó decidido y, tan pronto como lo vio acercarse con aquella mirada intimidante, el muchacho se marchó. Él observó a Temari con ambas cejas arqueadas.

-Pero qué admirable.-se burló- Puedes espantar a un muchacho con una sola mirada.

-Sé hacer más.-se atrevió a replicar observándola arrogante.

-Lo imagino.

-¿Llevas mucho tiempo aquí?-inquirió con fingido desinterés.

-De hecho, no.

-Pareces cansada…-evaluó él con una sonrisa de lado.

-El viaje fue largo.-Temari suspiró.

-¿Han venido tan solo por el cumpleaños de Naruto?

-Estamos en deuda con tu amigo.-replicó con una sonrisa- Así que decidimos que teníamos que venir.

-Adorable.-se burló él.

-Lo sé.-Temari soltó una risa.-¿Vas a bailar conmigo, Nara?

-¿Bailas?

-¿Vas a hacerme obligarte?

Él extendió su mano derecha, y Temari la tomó con suavidad, perdiéndose finalmente con el ninja de las sombras entre la gente.

-¿Acaso ese no es Gaara-sama?-Sakura entrecerró los ojos, esperando poder divisar a aquel pelirrojo con mayor claridad.

-Sabaku no Gaara.-terminó por afirmar Neji- Está con Naruto. Ve a saludarle.

-¿Estas intentando deshacerte de mi?-la pelirrosa observó fijamente a Neji, ligeramente divertida.

-¿Quieres que vayamos juntos?

Con eso, Sakura tomó su muñeca y le jaló para que la acompañara. Era una pregunta que no había hecho con la esperanza de que ella replicara de esa manera. Aún así, se dejó hacer.

-¡Gaara-sama!

Sakura se acercó sonriente al pelirrojo, y Naruto no pudo evitar reír al ver lo muy firmemente agarrado que tenía a Neji Hyuga. A su vez, Gaara le devolvió a la Haruno una sonrisa de lado que terminó por acelerar el corazón de la kunoichi.

-¿Qué tal, Haruno?

-Estaba esperando encontrarte.-admitió ella, acercándose un poco más con una suave sonrisa- Hace mucho que no te veo por Konoha, y me preguntaba ya qué tanto había sucedido contigo.

-Hemos estado algo ocupados organizando la aldea, pequeños detalles que debían atenderse.-indicó él con la usual voz grave.

-Comprendo.

Neji carraspeó.

-Es un gusto verlo, Kazekage-sama.

-Gaara.-le corrigió rápidamente el pelirrojo, para luego sonreír de lado.-Me sentiría ofendido si un Hyuga se atreviera a mostrar tal respeto hacia mi.

-¿Hm?

-Tu dojutsu.-dijo rápidamente- Puedes destrozar al Kage de la arena sin necesidad de hacerlo siquiera sangrar.

-De hecho, yo no creo que…

-Podremos probar alguna vez.-propuso el pelirrojo.

Y, conforme con su amabilidad, Neji asintió una única vez. Una pelea amistosa con el Kazekage no se le hacía del todo espantosa. De hecho, admiraba mucho a Gaara desde la primera vez que lo vio pelear con Lee. Hablando de Lee, le vio pasar tambaleándose lado a lado… Intentó ignorarlo.

-¡Gaara!

Un animado Chouji se acercó al Kazekage, estirando su mano para estrecharla con una sonrisa. El pelirrojo le saludó con un gesto de barbilla.

-Necesito hablar contigo.-Sakura tomó la mano de Naruto.-¿Les molesta si lo rapto unos minutos?

Los tres sonrieron, cada uno a su manera. Claramente, las sonrisas más disimuladas eran las de Neji y Gaara, que rara vez lo hacían.

-Para nada.-replicó el Kazekage.

-Muchas gracias.

Sakura le regaló una sonrisa a los tres muchachos, y luego jaló de manera delicada de la mano del rubio. Naruto se sentía extasiado. Mientras Sakura le guiaba, los ojos azules observaban los dedos entrelazados. Pasaron entre las personas, y él saludó alegre a unas cuántas personas que en el trayecto le felicitaron. Salieron de la casa por la puerta, y Naruto frunció el ceño automáticamente, ¿a dónde le llevaba? Sakura dio un salto que le tomó desprevenido y que, torpemente, él imitó. En el tejado, la pelirrosa se acomodó entusiasta. Y él se sentó a su lado.

-S-sakura-chan…

-Hay algo que debo darte.-musitó ella, observando fijamente su mano derecha, que se cerraba en un puño.

-¿Si?

-Este es mi regalo, Naruto.

Era una larga cinta de cuero, de la que colgaba un pequeño dije. Cuando ella la acomodó entre los dedos del Uzumaki, sin desviar la mirada, él tanteó el dije embobado, aún observándola. Ella bajó sus ojos hacia las manos del rubio, incitándole a observar el obsequio, y él tragó saliva antes de atreverse a descubrir el regalo. Era de plata, brillante, y parecía estar hecho por un gran artesano. Entre sus dedos índice y pulgar sostuvo el objeto, alzándolo para mirarlo a la luz de la luna. Era un zorro. Tenía un par de colas que parecían haber sido trabajadas con maestría y, a pesar de que realmente no tenía volumen, pudo distinguir la cantidad. 9 colas. Es cierto que el dije… decía mucho sobre él, pero no estaba seguro de querer recordar día a día que tenía dentro de al jodido Kyuubi. Aún así, recordaría que el dije se lo había obsequiado Sakura, y probablemente por eso lo valoraría.

-Gracias, Sakura-chan, 'ttebayo.-sonrió, volviendo a encontrar los ojos jade.

-Me pareció que… se te vería bien.

-¿Tú crees?

El rubio sonrió, entusiasta, y se pasó por el cuello el fino cuero. El dije quedaba casi al comienzo de su abdomen, y casualmente brillaba con claridad. Ella acarició el dije sobre su pecho.

-Sí.

-Te lo agradezco mucho, Sakura-chan.

Ella sonrió y negó con la cabeza.

-No lo agradezcas…

Naruto tomó entre sus manos las de la pelirrosa, y le sonrió dulcemente. De una u otra forma, consiguió arrebatarle un sonrojo que ella fue incapaz de disimular.

Por alguna razón, cada vez que la veía, no podía evitar pensar que era hermosa. Día a día, parecía encontrarse un poco más enamorado de la muchacha más irritable de Konoha. Le agradaban sus ojos jade, grandes y siempre expresivos, porque la hacían uno de los seres más transparentes. Su sonrisa siempre le hipnotizaba, y es que la combinación entre la blanca dentadura y aquellos labios rosados siempre se le hacía atractiva. Le gustaba su cabello porque a pesar de que todos decían que era extraño era sumamente exótico, y eso volvía a hacerla única. Incluso le agradaba que le gritara, porque luego lo remediaba todo con un abrazo o simplemente tomando su mano.

-¿Te la estás pasando bien?

Con suavidad, Sakura acomodó su cabeza en el firme hombro del rubio. Él la observó durante unos segundos, con una sonrisa inocente.

-Por supuesto, 'ttebayo.-admitió, para luego soltar una risa que a ella se le contagió.

Le gustaba todo de ella.

Y era una pena pensar que ella no pensaba igual de él.

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¡Hola! Bueno, espero que les haya gustado :3 A decir verdad, una semana atrás recordé que el 22 de Octubre era el cumpleaños de Naruto, y me ordené automáticamente que debía escribir algo para conmemorarlo(?. En un principio dudé mucho, porque no estaba segura de si debía escribir un NaruHina o un NaruSaku, y es que ambas parejas me encantan. Me decidí por el NaruSaku, principalmente porque tenía un fragmento escrito y guardado en la parte oscura de mi computadora... Este fic promete tener unos cinco capítulos, y este primero esta dedicado al cumpleaños de este adorable rubio :3 Juro que nunca me canso de trabajar con la ternura de Naruto, es algo que día a día me enamora un poco más. Estoy segura de que a unos cuántos les habría agradado un shot de NaruHina así que, en el caso de que por lo menos unas cinco personas lo reclamen, prometo escribir uno. Por otro lado, espero que este primer capítulo les haya gustado :)

¡Gracias por leer hasta el final!

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