Los juegos del hambre y sus personajes no me pertenecen pero me permito imaginarlos en situaciones distintas a las que les toco vivir, es por eso que escribo esta historia.
Hoy es domingo y estoy con Gale ambos sentados en los columpios del parque donde disfrute los últimos momentos con mi padre, él sabe esto, y como cada domingo me da mi espacio para pensar y recordar cuanto admiraba y apreciaba a mi padre, miro el cielo es hermoso, el sol brilla en un color anaranajado y mezcla de morados y azules, nunca he sido buena para describir cosas pero si para recordar, el se levanta silenciosamente y con su mirada me llama, me levanto y comenzamos a caminar hacia el bosque – Desearía olvidar que tengo tanta responsabilidad de mis hombros – guardo silencio y pateo unas cuantas hoja en el piso.
-Dejar de ser el adulto – dice Gale tomando una piedra y aventándola – podríamos solo seguir caminando y no regresar – lo miro y sonrió, se que esa posibilidad es muy lejana, aunque no puedo evitar disfrutar contemplarla como una opción, Gale me golpea el el brazo – Hoy seamos solo tú y yo.
- Esta bien. Que tienes pensado? – me parece buena idea que por un día nos olvidemos la forma en cómo pasaron las cosas cuando éramos pequeños , y disfrutemos este momento solo para nosotros.
- Sígueme – Continuamos caminando y salimos del bosque noto que Gale esta nervioso – Katnip, te veo dentro de dos horas tengo algo pendiente que hacer.
Lo miro confundida no habíamos dicho que disfrutaríamos de la tarde – Estas bien? – le pregunto, el nota mi posición confundida y me abraza.
- Claro solo necesito hacer algo, te veo en un rato trae ropa cómoda – lo veo como comienza a alejarse es extraño ver a Gale comportarse de esta forma tan evasiva, pero últimamente lo ha hecho, he notado una expresión en su rostro a veces de molestia y preocupación y no se a que se deba, pero me preocupa, el me ha ayudado bastante y quisiera saber si hay algo que pueda hacer para aliviar su molestia, me dirijo a casa, llego por la parte trasera y entro a mi habitación dispuesta a cambiar mi ropa. Me pongo unos zapatos cómodos y un pantalón, nada espectacular. Salgo de mi habitación, voy a la cocina y al entrar veo a mi mama cocinando, Prim está en la mesa al parecer haciendo tarea – Hola – saludo y Prim corre a abrazarme.
-No te escuche llegar – Prim hace esa cara de molestia que tanta gracia me causa, la miro y me volteo buscando agua ya que tengo mucha sed -Mama está preparando la cena – me dice en un tono emocionado, los recuerdos nublan mi mente yo he visto esto antes y no me agrada, recuerdo varios intentos de mi mama por mejorar tratando de cuidarnos y días después caer nuevamente en la depresión, me siento nuevamente de 5 años, con la impotencia, camino hacia la puerta y sin decir ninguna palabra salgo lo más pronto posible, lagrimas recorren mi rostro, no entiendo como mi mama aun tiene el control sobre mí, jure nunca más sentirme así pero no puedo, tengo coraje y una profunda tristeza la cual taladra de forma continua mi corazón, siento como el aire me falta y me detengo en una esquina.
Siento como personas pasan cerca de mi pero no puedo controlarme, quisiera que todo esto dejara de existir, que el dolor desapareciera, alguien se para a mi lado – Estas bien – me pregunta, apresuradamente me limpio las lagrimas y volteo, y lo veo.
- Peeta – me limpio nuevamente los ojos.
-Katniss, hay algo en lo que te pueda ayudar? – miro su rostro, no logro descifrar si su oferta es sincera, por lo cual me quedo callada, y niego con la cabeza.
- No yo solo, me voy – su mirada serena me permite relajarme un poco y miro hacia los lados buscando la dirección que debo tomar para ver a Gale. Siento una corriente de aire frio , e inconscientemente froto mis brazos con la palma de mis manos, Peeta se quita su chamarra, sin decir ninguna palabra, se coloca muy cerca y me la coloca encima de mis hombros, siento su aroma que invade cada célula de mi cuerpo, es un aroma dulce y único, esta sensación es muy similar a el aroma de las flores que desprenden en la primavera al ser sorprendidas por una ráfaga de aire, sin pensarlo mis brazos lo rodean y siento lagrimas recorrer mi rostro, Peeta me abraza y comienza a acariciar mi cabeza. Después de un rato abrazados me separo de él, siendo honesta no entiendo que me motivo a tomar esta decisión, y tengo miedo de ver a Peeta por que no se que pensara de mi, pero también sé que en algún momento lo tendré que enfrentar, doy un pequeño paso hacia atrás y lo único que se me ocurre es salir de ahí corriendo – Tengo que irme, me quede de ver con Gale.
-Vamos te acompaño – indecisa doy el primer paso hacia el punto de reunión con Gale, y Peeta me acompaña caminando al par conmigo – Quiero que sepas, que estoy aquí para ti – sus palabras me causan desconcierto – No me mal interpretes – se detiene, lo cual me obliga a voltear hacia el – Se que no somos muy cercanos, pero si hay algo, lo mas mínimo que pueda hacer para ayudarte, no dudes en pedirlo – él se queda viendo un punto y al seguir su mirada noto como Gale me esta esperando.
-Gracias Peeta, no tengo palabras para agradecerte – mirando a los ojos a Peeta comienzo a caminar hacia atrás en dirección a Gale, Peeta me mira y se depide de mi agitando su mano en aire. Al voltear completamente observo como Gale sigue con la mirada a Peeta.
-Pasa algo?- se que a Gale no le agrada la familia de Peeta, pero nunca creí que sintiera lo mismo hacia nuestro compañero de clase.
-No – baja su mirada, y su cara se torna cuestionante – que paso, desde cuando salimos con Peeta Mellark – muevo mi cabeza negando. No tengo ánimo para explicarle a Gale que paso, así que decido cambiar de tema ya que se que si continuo por este camino llegaremos a una discusión en la cual no estoy dispuesta a participar, acerca de las ventajas que tienen los hijos de las familias dueñas de negocios y como es que no merecen gozar de esa posición. En como la riqueza debe ser repartida de igual forma, ya que por eso se lucho en la guerra contra los juegos de hambre.
-Vamos Gale, cuales son los planes – me cruzo de brazos esperando una respuesta.
-Sígueme – caminamos en silencio e identifico el lugar, nos internarnos en el bosque, mis pasos comienzan a ser más lentos y pesados – Vamos solo un poco mas Katnip – caminamos durante un rato mas en un terreno inclinado, siento como el cansancio de la semana se apodera de mis músculos Gale se detiene – Llegamos.
Miro hacia Gale y no veo nada extraordinario en este lugar, y me exaspero no entiendo porque no pudimos solo quedarnos en la entrada del bosque evitar toda esta caminata, Gale comienza a buscar en su mochila y saca una manta que coloca en el piso. Se sienta y me invita a sentarme a un lado de el.
- Recuerdo cuando nos conocimos – me siento al lado de el, mirando el piso sin saber que contestar – Recuerdo que estabas molesta y pisabas tan fuerte que te pude escuchar desde lejos – recuerdo ese dia muy bien – al acercarme, vi como hacías pedazos ese hermoso arco, pude ver que con cada golpe tu dolor aumentaba- las lagrimas corren por mis ojos, que razón tiene Gale para llamar a este fantasma de dolor que sigue ahí – pero también pude ver el fuego que existe en ti.
- Gale para eso me trajiste, se supone que este es un día donde dejaríamos a un lado todo eso, no entiendo por .. – Gale se para de golpe.
- He tenido la oportunidad de conocerte Katniss, de entenderte – comienzo a sollozar, y me tapo los oídos, no quiero escuchar mas, el se acerca sigilosamente a mí y libera mis oídos de la presión de mis manos – Sabes que no tienes que enfrentar todo esto sola – no entiendo a que quiere llegar Gale, me siento enojada y desesperada – Te amo – estas últimas palabras se quedan flotando en mi mente, amar claro que yo quiero a Gale, lo amo como mi hermano, como mi familia, acaso a eso es a lo que él se refiere, no sé qué decir, hay algo que quiera decir? , Gale me toma de la mano y lo permito, me levanta del piso y me lleva unos pasos más lejos, y es cuando lo veo.
Un hermoso paisaje, todo el distrito 12 se puede ver a lo lejos, pero lo extraordianrio es la mezcla de las estrellas con el verde del bosque, con la luz de la ciudad – Nos conocimos atrás de este lugar, poco después regrese y encontré esta hermosa vista, su belleza me tomo por sorpresa, no crei que algo tan hermoso existiera me cautivo completamente – Gale guarda silencio y siento como su cuerpo muy cerca, siento el calor de su respiración en mi cabeza – Al igual que tú me has cautivado, te amo – me toma de la barbilla y gentilmente la levanta, su rostro se acerca y siento el intenso calor de sus labios contra los míos, no puedo responder este beso, es mi primer beso y no siento que es lo correcto, Gale me presiona con más fuerza y lagrimas salen de mis ojos descontroladamente.
Agradezco de todo corazon los mensajes que me dejaron, actualizare mas seguido.
Mil gracias por su apoyo