Libre
Las palabras de Kakashi, aunque sonaran duras eran probablemente la realidad. Le sorprendió el hecho de que le contara aquello, ¿Itachi y él habían pasado por lo mismo? No exactamente la situación que él vivía, pero ellos habían dado su corazón a una persona, y se trataba de una cliente, justo como Sakura lo era. Lo único que pudo hacer fue tragar su saliva, no tenía idea de qué contestarle, el pelinegro temía decirle simplemente que se olvidaría de ella, pues era algo que no quería hacer, no después de haber aceptado lo que sentía y haberle prometido que la protegería, que siempre estarían juntos. No podía terminar tan rápido.
El aire le pareció más pesado, se sentía acorralado. Movió sus labios para pronunciar unas palabras, pero fue interrumpido antes de que pudiera pensar en qué decir. Naruto tenía la mano en su hombro y miraba a Kakashi de una manera bastante tranquila, como intentando convencer al adulto de que todo estaría bien.
—No te preocupes por Sasuke, él sabe actuar según las circunstancias, lo hace bastante bien de hecho —el rubio sonrió—. Ha cuidado muy bien de Sakura-chan hasta ahora, sabe controlarse frente a ella y es increíble como Miko, es como miel para las abejas… o en este caso para los… ―el chico dejó al aire el final de su frase y volteó a ver la entrepierna de su jefe, que en ese momento tenía un tic nervioso.
—Ya entiendo —murmuró Kakashi mirándolos algo desconfiado, o más bien trastornado por las últimas palabras del rubio, por un momento imaginó a la linda Miko en un bikini de dos piezas, sacudió la cabeza para borrar esos raros pensamientos.
—Que bueno que lo hagas dattebayo —tomó de nuevo la bolsa de papas y le indicó con la mirada al azabache que lo siguiera.
—Buenas noches. Y Sasuke, buen trabajo —dijo Kakashi animándolo, tenía otro asunto que tratar, Obito había llamado para preguntar cómo estaba todo, pero podría esperar para decirle. El Uchiha asintió con una pequeña sonrisa, después ambos chicos entraron a su habitación compartida.
—Esas palabras de Kakashi me dejaron algo curioso —mencionó el ojiazul una vez dentro de su cuarto.
—¿Qué fue lo que quiso decir? ¿Itachi tenía a su cuidado a una chica?, ¿se enamoró de ella?
—Recuerdo a una chica, bonita, Itachi una vez la trajo aquí. Llevaba uniforme escolar, era estudiante aún, supongo que uno o dos años menor que tu hermano, pero a juzgar por el uniforme parecía una alumna de clase media normal —ambos se sentaron en sus respectivas camas, Sasuke cada vez se sentía más interesado en conocer la vida de Itachi.
—¿Te acuerdas de su nombre?
—Era… no lo sé, tenía el cabello blanco y sus ojos de un azul intenso y brillante como el mar. Hermosa si quieres mi opinión. No hablé mucho con ella pero parecía agradable y simpática —concluyó Naruto.
—¿Dónde está ahora?
—Se esfumó, lo último que sé es que Itachi recibió una llamada diciéndole que su novia estaba muerta, esa fue la noche que desapareció. Kakashi no habla al respecto pero apuesto que sabe quién es esa chica, si la encontramos puede que sepa dónde está Itachi.
—Acabas de decir que murió, no podemos buscar un fantasma —respondió el Uchiha irritado.
—Tu hermano desapareció, pon a trabajar tu cerebro y piensa un poco, fue una trampa para atraparlo, el enemigo conocía su punto débil, ella. Si encontramos a la chica definitivamente daremos con Itachi dattebayo— Naruto le sorprendía, nunca lo había escuchado hablar así.
—Creo que juntarte con Hinata estiró tu cerebro un poco —el rubio sonrió, pero después de un minuto lo miró interrogante.
—¿Qué quisiste decir con eso?
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Pasado unos días la escuela se encontraba en exámenes, por lo tanto luego de permanecer sentados hasta concluir al menos dos, todas las estudiantes abarrotaban la cafetería con olor a hot cakes calientes y miel de esa mañana. Definitivamente tenía hambre, podía oler la mantequilla desde el gran pasillo. Sintió que lo tomaban del brazo, Sakura le sonrió justo cuando sus ojos negros la miraron.
—Necesito contarte algo —el azabache miró la puerta del comedor con melancolía, el desayuno debía de esperar. Fue arrastrado por Sakura hasta el interior de la sala de música.
—"¿De qué se trata?"
—Antes que nada lo siento, sé que me dijiste que me alejara de él, que era un peligro y… la verdad Miko no entiendo por qué. Estos días he estado pensando si contártelo o no, no quiero que te molestes conmigo, al final sé que tarde o temprano lo descubrirás así que… Estuve con él en la fiesta de Ino, con tu hermano —confesó, y justo después dio un enorme suspiro, parecía haber contenido el aire todo ese tiempo.
—"¿Qué fue lo que pasó?" —era obvio que ya lo sabía, pero quería escucharlo de los propios labios de Sakura, quería que se sonrojara.
—Miko-chan —la pelirrosa la abrazó de improviso y la miró directo al rostro— …nos besamos, bueno, él me besó primero… ¡pero fue increíble! No es un besador nato pero ese no es el punto.
¿Qué no era un besador nato? Hizo un gran esfuerzo por no mostrar su cara de enfado, ¿le había gustado o no? Sabía que era tan inexperto como Naruto en matemáticas, pero le dolía escucharlo justo de ella. —
—La próxima vez que la vea como Sasuke cambiaré esa idea que tiene —pensó mirándola con decisión.
—Tu hermano me dijo que le gustaba, que jamás me haría daño. Me platicó que tú le dijiste lo de Sasori, en ese momento no pude evitar molestarme contigo, te pido disculpas por eso, ahora que pienso mejor las cosas sé que lo hiciste de buena fe. Te da miedo que Sasuke-kun pueda hacerme sufrir y por eso le mencionaste lo que pasó con Sasori, tenerlo ahí conmigo me ayudó a soportar el pánico. Sasori se presentó en la fiesta de Ino, pero yo estaba con Sasuke-kun en ese momento —hizo una pausa y tomó sus manos, por un momento Sakura sintió el tacto de las cálidas manos del pelinegro justo como aquella noche—. Espero que estés de acuerdo con que Sasuke-kun y yo nos veamos, no hablamos de eso pero confío en que me pida salir de nuevo. La primera cita no fue precisamente buena.
—"Tengo la corazonada que te hablará esta semana"
—Confiaba en que lo hiciera hoy temprano pero tu hermano es un poco lento ―la pelirrosa suspiró.
—"Debo recoger unas cosas, te veo en el comedor" —salió casi corriendo del aula de música. No se esperó a doblar el pasillo, sacó su celular y marcó a Sakura, ésta tardó sólo dos segundos en responder.
—¿Hola?
—Sakura —el Uchiha se metió a los baños de mujeres que muy pocas alumnas frecuentaban.
—Sasuke-kun, parece que te acordaste de mí al fin —Sakura sonrió intentando sonar enojada pero no le salió muy bien, estaba feliz de escucharlo.
—No quiero ser un acosador molesto, además sé de buena fuente que ha servido para que me extrañes más —el azabache disfrutaba de esos juegos con Sakura, ella lo hacía cambiar tanto que ya no sabía cuándo era él mismo.
—¿Miko-chan te dijo? Pero le acabo de contar.
—Te extraño, —dijo de pronto con esa voz gruesa que a la ojijade tanto le gustaba— extraño hablar contigo.
—Estamos hablando ahora —dijo la pelirrosa con una sonrisa.
—No es lo mismo, no puedo hablar contigo siempre —respondió refiriéndose a Miko, claro que Sakura no comprendía absolutamente nada—. Es complicado.
—Si me extrañas ven a verme, una vez Naruto vino a ver a Miko-chan fuera del horario permitido, ¿serías capaz de evadir la seguridad y venir? —le preguntó bromeando, pero el azabache se lo tomó muy en serio.
—Hmp, eso no es ningún problema señorita Haruno —sonrió arrogantemente— te veo esta noche a las 10 en aquel lugar, ven sola.
—¿Sabes?, sólo bromea… —le había colgado—. No es posible, me colgó —pero no podía estar enojada con Sasuke, en el fondo esa idea le encantaba, era como un encuentro prohibido, algo que definitivamente nunca había hecho.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Miko se dirigía a la última clase cuando fue interceptada por Tayuya, la pelirroja se colocó frente a ella con los brazos cruzados reviviendo películas de abusadores escolares. Le sonrió y escaneó con la mirada, estaba claro que quería molestar, eso había hecho desde que pisó la escuela. Tayuya le dio una vuelta completa mientras la miraba con interés, ¿qué pretendía?
—Por más que te miro no entiendo, no logro saber qué es lo que ve Neji en ti, eres flacucha, pálida y sin curvas, también alta para una chica de promedio normal, está comprobado que los hombres prefieren a chicas más bajitas que ellos, no una que le haga competencia —dejó escapar una risita y dio un paso más cerca—. Te voy a advertir una cosa Snoopy, aléjate de Neji o accidentalmente caerás a la piscina inundada de cloro, puede que a tu querida amiga Sakura también le pase un desafortunado accidente.
—Me gustaría saber qué tipo de accidente, Tayuya —Sasuke tampoco la había visto venir, frente a ellas se encontraba Kurenai sensei con las manos en las caderas esperando una respuesta aclaratoria de la pelirroja, la cual tenía el miedo muy bien pintado en su cara.
—Kurenai sensei, Miko y yo estamos bromeando, en realidad las dos somos muy buenas amigas, ¿verdad Miko? —Tayuya la abrazó muy a su pesar colocando uno de sus brazos alrededor de sus hombros. Miko que en ese momento traía su pizarra electrónica escribió rápidamente un texto con dos simples palabras. "Es una loca".
Kurenai sensei suspiró mirando a los dos con infinita paciencia. Hizo un gesto con la mano para indicarle a Tayuya que se fuera, la pelirroja entendió el mensaje y se fue a paso rápido, por hoy se había salvado.
—Vamos Miko —Kurenai sensei sabía la verdad detrás de Miko pero era peligroso llamarlo por su nombre en medio de la escuela. Ambos caminaron por los pasillos hasta llegar a la oficina que ocupaba ella en Konoha.
Sasuke se sentó en la silla frente al escritorio que la mujer le mostró justo al entrar, la pelinegra por el contrario ocupó el asiento más grande color rojo vino. Dentro del pequeño espacio había un estante con un gran número de libros de volumen gruesos, archiveros en una esquina y macetas con plantas muy bien cuidadas. No tenía ni una sola foto.
—Sasuke, he estado observándote estos últimos días, sé que no te llevas bien con Tayuya, sé que sueles estar con Ino, Hinata y Sakura, comprendo que te molestes si alguien se mete con ellas. Pero no te preocupes, no te pedí que vinieras para darte un sermón de cómo debes mantenerte al margen con Tayuya, sino para preguntarte qué es lo que está pasando —el Uchiha no comprendió qué era lo que quería decir con eso—. Te gusta Sakura, ¿me equivoco?
¿Qué es lo que estaba pasando? Tanto se le notaba sus recién descubiertos sentimientos por la pelirrosa, debía ser más discreto o todos se enterarían de la verdad. No respondió a la pregunta pero esa fue suficiente respuesta para Kurenai, la mujer sonrió al saber que se encontraba en lo cierto, eso incomodó más al azabache.
—Vaya, vaya… debería estar molesta pero sinceramente no lo estoy. Sabía que eso pasaría tarde o temprano, no estaba segura si sería de Sakura pero no me equivoqué del todo. No pienso regañarte ni pedirte que te mantengas al margen —la mujer entrelazó sus dedos sobre el escritorio—, pero sí que intentes comprender un poco la situación en la que te encuentras, no puedes ir mirando a Sakura tal como lo haces, es bastante obvio si quieres mi opinión, inconscientemente sonríes cuando la ves durante las clases y no hay un momento en que los dos permanezcan separados. Tal vez Sakura no lo note porque eres su amiga pero hay personas aquí que son diferentes de ella, como Tayuya e Ino por ejemplo.
Tenía razón, ¿pero qué podría hacer? Era un hecho que necesitaba medir sus atenciones para con ella y evitar mirarla como bobo. Muchas veces se quedaba viendo a la pelirrosa mientras dormía, pensando en cómo podría tomarse la mentira que estaba tejiendo. Había reflexionado muchas veces y decirle todo, pero finalmente terminaba arrepintiéndose por el miedo de perder su amistad, después de todo seguía siendo un cobarde.
—Lo sé —respondió secamente—. Pero no hay manera de que yo pueda alejarme completamente, soy quien cuida de ella aunque no lo sepa, soy una falsa amiga.
—No creo que lo seas, físicamente lo eres, pero por dentro sigues siendo tú mismo, Sasuke Uchiha toma las decisiones que Miko realiza, Sasuke tiene control del corazón de Miko y sus emociones. Miko es una persona increíble porque tú lo eres —posó su mano en la del pelinegro que descansaba en el escritorio y le dio leves palmadas—. Así que no digas que eres falso.
—Sensei, gracias.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
No podía creer lo que estaba a punto de hacer, pero ya no había marcha atrás, no era momento para acobardarse, además, si no lo hacía ahora nunca lograría salir de ese lugar tan enfermizo. Si todo salía bien podría desaparecer de las garras de su padre y cambiar su destino.
Tenía tanto tiempo encerrada en ese lugar, recibiendo golpes, maltratos y casi abuso sexual de parte del empleado de su padre, aquel que le había impuesto como novio, que el solo hecho de imaginar que pronto estaría fuera la hacían sentirse realmente feliz. No estaba asustada, sino emocionada, con una mueca de triunfo dio inicio a su gran escape.
—Estoy lista—afortunadamente Haku le había mandado un espejo, de esa manera podía ver el resultado de su trabajo— Itachi, Sasuke-kun, falta muy poco, saldré de aquí y los encontraré.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
—¡Miko-chan!, ¿tardarás mucho en el baño? Iré a ver a Sasuke-kun, ¡no tardaré! —le gritó del otro lado de la puerta del baño. Sasuke había permanecido dentro dándose una falsa ducha, pero con la intención de permanecer más de la cuenta para poder salir con libertad a su encuentro con ella.
Sakura le contó acerca de su "visita", lo había dicho con tanta alegría que recordarlo le arrancaba una sonrisa brillante, aunque las cosas no habían salido del todo bien.
Flashback
—¡Miko! —gritó fuertemente mientras se abalanzaba contra la pobre pelinegra, la cual terminó por perder el equilibrio y caer en la cama llevándose a Sakura consigo— Sasuke me pidió ir esta noche al patio, se encontrará conmigo, ¿no crees que es romántico y emocionante? Terminaron las clases ya pero todavía no es la cena, quiero que anochezca.
Miko tragó saliva bastante nerviosa, y como no, si Sakura aún permanecía encima de ella con el uniforme escolar, y llevar el conjunto confirmaba la falda tableada, que en cuestión se había levantado un poco dejando ver gran parte de su pierna, esto estaba mal, muy mal…
Intentó levantarse pero la chica parecía estar bastante cómoda.
—Miko-chan, me muero de la vergüenza, aún no me acostumbro —hundió su cabeza en el cuello de la pobre Miko, que ya parecía cactus congelado con las manos a cada lado de su cráneo—, ni siquiera sé qué decirle, ¿es correcto que hable él o yo primero? Me voy a morir.
Maldición, el cuerpo de Sakura estaba demasiado pegado al suyo, su pecho subía y bajaba tocando suavemente su torso cubierto por el pecho de silicona que tanto odiaba y que la pelirrosa no imaginaba que era falso. Rápidamente comenzó a acalorarse, ¿es qué no podía siquiera controlarse? La ojijade tampoco tenía demasiado tiempo encima de él y ya se ponía así, era patético, si no hacía algo iba a terminar por descubrirlo, y de la manera más humillante posible.
Pero es que se trataba de Sakura, su pelirrosa, e indiscutiblemente su primer amor y su primer beso… El beso, se le hizo agua la boca, tuvo que cerrar los ojos para que no se percatara de cuánto estaba deseando devorarle esos labios. Respiró hondo tratando de calmarse hasta que Sakura dijo algo que lo palideció por completo.
—Miko-chan, ¿estás escondiendo algo bajo tu ropa? —¡diablos! Su entrepierna estaba queriendo bailar "La macarena", ¿y ahora como ocultaba eso?— ¡eres una tramposa!, has estado escondiendo barras de chocolate mientras haces ejercicio.
Sasuke se levantó de un salto tirando a Sakura en el proceso, se encerró en el baño y hasta el momento no había salido, tampoco se presentó a la cena, más importante era calmar esa barra de chocolate…
Final flashback
Una vez que el Uchiha escuchó la puerta cerrarse salió del baño. Su pequeño incidente ya estaba de nueva cuenta dormido, con lo que le había costado calmarlo. Se vistió rápidamente con ropa normal que ocultaba en una de sus maletas y corrió a su encuentro con la Haruno. Se cercioró de que nadie lo viera y una vez fuera interceptó a Naruto.
—¿Adónde vas todo galán? —dijo echándole un ojo, lo decía claramente en tono de burla.
—Lárgate de aquí, tengo asuntos que atender en este lugar —habló cortante, sin responder a su pregunta.
—Ah… se trata de Sakura-chan, tu cara parece de idiota cuando estás con ella —comenzó a reír.
—Debería decir lo mismo cuando estás con Hinata —dijo en venganza, el rubio calló de inmediato, quiso decir algo pero finalmente no salieron las palabras— hmp, estaba en lo cierto; siguió su camino—. Desaparece un rato de aquí.
—Sí, sí, como digas gruñón.
Sakura estaba esperando cuando escuchó ruidos tras de ella. Sonrió al ver a Sasuke después de aquella noche, estaba tan bien vestido que incluso le pareció más guapo. Los dos permanecieron unos segundos sin saber cómo actuar hasta que sonrieron incontrolablemente. La pelirrosa corrió y lo abrazó, el azabache correspondió de inmediato, a pesar de que acababa de verla, era muy diferente el trato que debía tener con ella siendo Miko que como Sasuke.
—Pensé que no ibas a venir —dijo en su oído.
—Me retrasé un poco, es todo. ¿Tenías mucho tiempo esperando? —la chica negó.
—Llegué hace poco, ¿cuándo brincaste la barda? No te sentí.
—Hace un momento, debiste estar distraída pensando en mí —bromeó.
—¡No estaba pensando en ti! —las mejillas de Sakura parecían brazas de carbón caliente.
—¿Ah, no?, ¿y en qué pensabas?
Sasuke sí que le hacía la vida difícil, era obvio que pensaba en él, en los dos besos de aquella noche y en cómo pedirle que volviera a repetirlos. Sería suicidio decirle directamente, así que esperaba que él solo tomara la iniciativa, aunque por dentro se moría porque ocurriera de una vez por todas.
—En… en… gatos —dijo lo primero que se le vino a la mente, y no era muy original.
—¿Gatos? —preguntó desconcertado el Uchiha.
—Sí, lindos y mimosos gatos —el pelinegro hizo una mueca llegando a la conclusión de que no le sacaría nada más. A pesar de que ya habían hablado de sus sentimientos les resultaba un poco difícil seguir la conversación, estaban muy nerviosos y encontrarse dentro de una escuela no ayudaba mucho a su pequeña cita.
—¿En qué piensas? —dijo esta vez Sakura, curiosa por la repentina seriedad del pelinegro.
—Gatos —la ojijade alzó una ceja—, una gatita de ojos verdes muy molesta —Ella frunció el ceño ligeramente enojada—. Pero es linda.
—Incluso me copias —respondió simplemente con los cachetes sonrosados por las palabras del pelinegro.
—Sakura… —La pelirrosa sintió como el azabache la tomaba de la muñeca y la acorralaba entre él y la valla— ¿puedo? —preguntó muy cerca de sus labios, la chica no hizo más que asentir sin despegar su vista de su boca ahora sonriente, Sasuke la besaría… de nuevo.
El Uchiha fue acortando distancias hasta que sus labios se tocaron. Parecía un beso casi robado por cómo se encontraban, Sasuke la tenía prácticamente sin salida, con las manos apoyadas en la valla a la altura de su cabeza rosada; y Sakura mantenía sus manos en la valla, tomando fuertemente un puñado de enredaderas que se habían formado con el paso del tiempo. El beso de Sasuke era muy diferente a aquel primero y segundo beso, este le provocaba una sensación bastante placentera, en pocas palabras era un beso bastante apasionado y nada tímido.
—Sasuke…kun —se escapó su nombre de sus labios, el pelinegro paró para observarla, la ojijade tenía los ojos cerrados esperando que continuara. Sasuke sonrió tiernamente y depositó un beso en su frente.
—Te quiero —la chica acarició su mejilla.
—También te quiero. —La pelirrosa lo observó con detenimiento— Sasuke-kun, ¿qué sucede? —Sakura conocía en tan poco tiempo los cambios de humor del Uchiha.
—Estaba pensando que tal vez si te lo digo todos los días… puedas perdonarme —Sasuke se refería simplemente a recordarle cuanto la quería, que ella lo supiera y que si en algún momento llegara a enterarse de la verdad o le fallara, pudiera perdonarlo.
—¿Qué debería perdonarte? —le preguntó riendo, tomando todo como una broma.
—Nada… cosas que todavía no pasan —respondió simplemente.
—En ese caso ten mucho cuidado —le dio un beso fugaz en la mejilla—, algo me dice que serías incapaz de lastimarme. Te pareces mucho a Miko-chan, no sólo físicamente. Y ella es buena, tú también lo eres.
Aunque le agradeció a Sakura la confianza que le tenía, por dentro le dolía tener que escucharlo, se decepcionaría mucho si llegaba a descubrirlo.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
Tocaron la puerta fuertemente. La familia en ese momento estaba dormida ya, y sólo uno de ellos paseaba por la cocina con un gran vaso de agua. ¿Quién podría ser a esas horas? Cuando Haku abrió la puerta se encontró con la cara de su amiga, aquella que él había ayudado a escapar.
—Yuki —la joven se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar. Haku dejó el vaso con agua en una mesita y también la abrazó.
Estaba raspada en los brazos y la ropa que le había mandado con Zabuza rasgada y llena de polvo, al parecer había caído en su escape. A pesar de eso, le daba gusto que las cosas hubieran salido bien, o eso quería creer. El chico deshizo el abrazo e hizo que lo mirara. Era raro ver a Yuki llorar, ella no solía mostrar sus emociones frente a las personas, más bien siempre aparentaba ser una chica dura, el estrés acumulado en ese sitio había terminado por explotar justo ahí.
—¿Estás bien?, ¿nadie se dio cuenta?, ¿cómo es que...? —apenas la había reconocido, ella había cortado su cabello, y lo había pintado de negro, estaba claro que lo hizo por su cuenta, degrafilado y bastante corto para su gusto.
—Nadie me vio, me escapé por la tarde, estuve un rato ocultándome y después llegué aquí. Al fin estoy fuera Haku, después de tanto tiempo —lo volvió a abrazar.
—Yuki, entremos —por el silencio que había dentro Haku agradeció que sus padres no se despertaran. Subió a su habitación seguido de Yuki y una vez dentro aseguró la puerta para que no pudieran verla—. Date un baño, te prestaré algo de ropa, luego curaré tus heridas.
—Gracias Haku —Yuki se encerró en el baño dejando a un pensativo Haku en la habitación.
—Necesito agradecerle a Zabuza, en gran parte es gracias a él que Yuki salió de ahí sin ser vista— Tomó su celular y buscó el número, pero se detuvo pensativo—. No, si le llamo ahora pareceré demasiado ansioso, además es muy tarde. Mejor espero hasta mañana.
Pasaron alrededor de 15 minutos más cuando Yuki salió.
—Me siento renovada —dijo secando su poco cabello a comparación de hacía unas horas.
—¿Cómo te hiciste esos raspones? , ¿Saltaste la barda? —la joven de ojos azules negó con la cabeza.
—Tropecé mientras corría, —dijo simplemente— del hospital salí sin ningún contratiempo. Nadie me reconoció con el cabello así, pensaron realmente que era un muchacho.
—Un muchacho bastante bajito y flaco —agregó Haku observándola. Era delgada, con el rostro fino y facciones femeninas que llamaban bastante la atención, sólo un idiota podría confundirla con un chico.
—Soy buena para actuar —se sentó en la cama junto a él—. Se molestará mucho cuando sepa que me escapé, pero no importa, la manera en que ha actuado me dice que no le importo en lo más mínimo. Mi única familia ahora son ustedes, Itachi, tú, Sakura-chan, Tenten y Sasuke-kun. No voy a rendirme ahora, buscaré a Itachi, me he puesto a pensar en cómo lo deben estar tratando, si conmigo fue tan cruel… a él… —no le fue posible terminar la frase— Haku, mañana mismo comenzaré a buscarlo, a Itachi y a Sasuke-kun.
Haku analizó la situación, él conocía a un Sasuke, el amigo de Sakura. Y ahora que pensaba detenidamente las cosas, el pelinegro se parecía un poco al novio de Yuki, lo había visto una sola vez pero lo recordaba lo suficiente como para asociarlo con Sasuke. No estaba de más preguntar.
—Sasuke… Yuki ¿cuál es el apellido de tu novio?
—Uchiha, Itachi Uchiha —Bingo.
—Uchiha. Yuki, creo que conozco a Sasuke Uchiha.
Estaré colgando capítulos cada semana, esa es la idea. Terminaré los fanfics que tengo pendientes.
Si son nuevos leyendo el fic, gracias por su interés, es una historia rara, ¿pero que más da?... si han llegado hasta aquí espero sea por algo bueno n_n
Si hay lectores antiguos aquí, me disculpo con todos. En mi profile explico un poco lo que me pasó, estando en esa situación fue difícil seguir.
Gracias por entrar a leer :)