Hola, este es mi primer fic así que espero poder hacerlo bien, es mi pequeña contribución a este gran manga que es Skip Beat! y que, por desgracia, cuenta con tan pocos fanfictions (por lo menos en español), espero que os guste.

Disclaimer: La autoría de Skip Beat! Pertenece a Nakamura Yoshiki

Pequeña aclaración antes de empezar: Esta historia es de Cain/Setsu y Ren/Kyoko van a estar ambos personajes y parejas hasta el punto de que ellos mismos se confundan (al menos esa es la idea inicial).

Resumen: Este fanfic empieza donde acaba el capítulo 193 de Skip Beat, así que es mi versión de lo que, de aquí en adelante pasará y eso es un Ren fuera de control, cada vez más Kuon, con lo cual más violento, celoso, pasional y salvaje en general y decidido a conquistar a Kyoko. Por su parte Setsuka Heel va hacer acto de presencia decidida a aprovechar el inusual acercamiento de su amado nii-san. ¿Cómo lidiará Kyoko con ellos?

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Capítulo I: Eres mía

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Se quedó estática, con un grito mudo saliendo de entre sus labios, viendo como su teléfono ya apagado volaba a través de la habitación hasta estrellarse contra el suelo, roto.

Pasaron los segundos y no sabía qué hacer, sentía su corazón palpitando a través de su pecho hasta sus puños anclados allí, podía oír perfectamente la respiración fuerte y profunda, contenida de Tsuruga-san a su lado. Estaba enfadado y ella lo sabía, él había visto la marca de "número desconocido" y supuesto quien era, esa mirada furiosa lo demostraba, esa mirada que le congelaba la sangre, le drenaba el alma y le ponía los pelos de pun...

Espera ¿qué estaba pensando? ¿Quién era ella? ¿Quién era él? ese era su adorado nii-san al cual acababa de ver tras una larga separación (de tres días) ella era Setsuka Heel, una chica punk-gótica con un grave complejo de hermana, cuyo único motivo de existencia era el ser que ahora mismo tenía a su lado. Ella no debería de estar temblando de miedo, no debería tener esa pose rígida, no debería estar pálida ni sorprendida ¡los hermanos Heel nunca se sorprenden!

Kyoko volvió a tomar control de su cuerpo, relajó sus hombros y destensó su espalda, entrecerró los ojos al más puro estilo Setsuka y separó levemente las piernas, rápidamente fue adoptando la postura que había perdido cuando el estúpido de Sho "calma Kyoko" la había llamado, se llevó una mano a la cintura y mientras resoplaba con aburrimiento levantó la mirada hacía su hermano.

— Nii-san y ahora ¿qué voy a hacer sin móvil? — dijo con el ceño levemente fruncido, como queriendo fingir enfado.

— No me importa— susurró Cain en un tono aún más brusco de lo normal.

— Pues debería— contestó ella bufando— ya que es contigo con quien básicamente hablo.

— No lo parece— dijo él, pero Kyoko no sabía muy bien decir quién era él, ya que esa mirada no era del todo de Cain, pero tampoco de su senpai

— ¿Qué?...

Ren notaba como su sangre corría densa, espesa y rápida por sus venas, era consciente de sus latidos, de su respiración, de sus músculos tensados hasta hacerse daño, pero no le importaba, hacía rato que había perdido el control.

— ¿Por qué te llama a estas horas de la noche? ¿Tan amigos os habéis vuelto últimamente? — Ese era Ren, pudo a bien suponer, quien con una mirada horriblemente mortífera le exigía a ella, Kyoko, explicaciones en este mismo instante de qué demonios hacía esa tarde con Fuwa Sho en su coche tan alegremente, y más valía que fuesen satisfactorias.

"¡Noooooooooooooooooooo!, ¿Por queeeeeeeeeeé? Todo iba tan bien hasta ahora"— chillaba el interior de Kyoko— "había conseguido concentrarme en mi actuación, ¡Shotaro, yo te maldigo hasta el fin de los tiempos!"…

Ren observaba incrédulo, con una vena palpitándole en la sien, como esa pequeña y grosera kouhai se atrevía a ignorarle, mientras él estaba intentando tratar de darle un sentido a todo ese caos que ella sola armaba (y de paso calmar sus emociones) sin afectar a la actuación y ella va y osa…

"Que se te pudran las uñas de los pies y…"— A Kyoko se le fue cayendo a pedazos la máscara de demonio Deva en cuanto sintió la oscuridad emanando de Ren y envolviéndola, exigiéndole que volviese a la realidad y su atención hacia él y su explicación. Tensa como una tabla se centró en él otra vez.

— ¿Qué estás diciendo Nii-san? — dijo Setsu con voz levemente indignada, mientras Kyoko aún tenía los pelos del brazo como escarpias frente a su mirada— sabes que no es cierto.

Él simplemente la siguió mirando fijamente

— Ya sabes cómo es él, le gusta molestar, me lo encontré (más bien me vino a buscar) y me hizo perder el tiempo hasta hacerme llegar tarde al trabajo, así que simplemente le obligué a que me llevará en su coche ya que, por desgracia, íbamos al mismo lugar— Kyoko omitió el dato de que también le obligó hacerle llevarla a comer, no quería que Tsuruga-san se hiciese malas ideas.

— ¿Hablasteis de algo? — dijo Ren todavía no conforme.

— N-nada importante— "maldición" pensó Kyoko al haber podido controlar ese temblor de voz— nada de provecho, en realidad sólo consiguió enfadarme— confesó como Kyoko, ya que Setsu, nunca se enfadaría (a no ser que se metieran con su nii-san).

— No dejes que te enfurezca a ti también, nii-san— susurró Setsu acercándose hacia su hermano con su mirada de imouto (*hermana pequeña) cuidadora dirigida directamente hacia sus oscurecidos ojos— no merece la pena.

Cain, después de unos segundos, estiró su mano y acarició la mejilla de Setsu, primero con la yema de sus largos y fríos dedos luego con la palma de su mano, lentamente la fue deslizando por todas sus facciones desde la punta de la nariz hasta las de sus pestañas, reconociéndola. Poco a poco dejando escurrir los segundos igual que la negrura de su mirada, hasta ir retomando un tono más habitual pero aún nublado y unas facciones todavía un poco rígidas, mientras seguía palpándola.

Estaba enfadado, todavía estaba muy enfadado, y triste. La perdía, la estaba perdiendo, ella se estaba yendo de su lado y lo peor es que él mismo también se estaba perdiendo. Notaba como cada día Kuon tomaba más parte de sí mismo, él había creído ingenuamente que lo podía controlar, que estaba bien, que aún podía, pero hace menos de cinco minutos se acababa de dar cuenta de que no, que ni siquiera con Kyoko a su lado podía controlarlo más, mucho menos con ella cerca. Había perdido el control y ella se había asustado y para empeorarlo no estaba seguro de poder retomarse a sí mismo por completo porque sabía que Kyoko le estaba contando una verdad a medias y se estaba escudando tras el disfraz de Setsuka Heel y eso era la principal fuente de su malestar.

Celos. Angustia. Desazón. Dolor. Definitivamente le estaba matando, no lo podía soportar más, ella no entendía o no quería entender lo que él sentía por ella y él era demasiado cobarde o ella demasiado valiosa para él como para arriesgarse si quiera a perderla.

Está bien, seguiría con su plan. Los hermanos Heel era un trabajo para acercarles, si Kyoko se podía aprovechar de la actuación de Setsu para huir de sus propias emociones, él se aprovecharía de su actuación. Como Cain conseguiría acercarla hasta límites insospechados, después de todo su hermana pequeña estaba enamorada de él y eso no es algo que un hermano excesivamente dependiente pudiese ignorar, de todas formas ¿hasta qué punto podía Cain Heel estar seguro de sus sentimientos por su hermana?

"Parece que es un buen momento para desarrollar una nueva faceta de Cain" Sonrió.

Sus manos, que estaban acariciando las mejillas de su pequeña hermana, bajaron hasta sus hombros y la derecha descendió hasta su cintura acercando el estrecho cuerpo de su hermana hasta quedar perfectamente abrazados.

— Eres mía— dijo Cain con posesividad mientras apretaba contra sí, a una sorprendida Kyoko.

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