Disclaimer: Los personajes son propiedad de y la historia pertenece a She Isn't Here, quien muy amablemente me dio su permiso para traducir. Yo solo me adjudico la traducción.

Aviso: La siguiente historia es rated M, tiene contenido sexual, violencia y mal lenguaje.


Ménage

Capítulo 1 – Cullen 101

Los Cullen eran un extraño trío de hermanos. Vivían juntos, incluso en la universidad donde habían alquilado una casa juntos. Comían juntos, viajaban juntos, iban a casi todas partes juntos. Nunca hubo un momento en que no estuvieran cerca. Y, a pesar de sus diferentes personalidades, sus costumbres eran las mismas. Su madre decía que ellos eran perfectos. Casi demasiado perfectos. Las chicas que tuvieron la desgracia de enamorarse de ellos pronto aprendieron lo que era ser rechazado por un hermano Cullen. Pasaba mucho, muy a su disgusto. Ellos nunca estuvieron de acuerdo con su madre en su llamada "perfección", pero, como dirían algunos, las madres saben más.

En cuanto a su aspecto, no se podría adivinar que eran hermanos. Salvo por el hecho de que estaban por encima de la media en el departamento de miradas. En la mayoría de los aspectos, sin embargo; no tenían similitud.

Jasper era el mayor con veintiséis años. Enseñaba historia en la secundaria local. Sus ojos eran azules como los de su padre, era rubio como él, y también había heredado su fuerte mandíbula y su cuerpo delgado levemente trabajado. Era un gran cocinero, al igual que su madre, odiaba el fútbol pero le encantaba el béisbol y prefería a los gatos que a los perros. Tenía una extraña obsesión con la Guerra Civil y la lectura no ficticia.

Edward era el hijo del medio. A los veinticinco años, era un prodigio en el piano y enseñaba, aunque a regañadientes, en la secundaria. Odiaba a la mayoría de los niños a quienes enseñaba. Lo que realmente quería era ser un músico de tiempo completo, tal vez unirse a una orquesta o componer.

Sus hermanos a veces se burlaban de él por su amor por el piano, llamándolo un instrumento "femenino" y preguntándole si tenía algo que decirles sobre de su sexualidad. Ellos nunca admitirían realmente lo mucho que disfrutaban de su música.

A diferencia de Jasper, Edward heredó los ojos verdes de su madre y el cabello color bronce. Él odiaba cocinar y hacía berrinches cada vez que su madre le pedía ayuda en la cocina. Los deportes eran de poco interés para él, pero disfrutaba jugar algún que otro juego de béisbol con sus hermanos. Se había graduado temprano de la escuela y comenzó la universidad el mismo año que Jasper. Nadie podría decir que los Cullen no eran una familia inteligente.

Emmett era el hermano menor a sus casi veinticuatro años. También era el más grande tanto en altura como en volumen. Nadie sabía de dónde había sacado su cuerpo musculoso, ya que su madre era baja y delgada y su padre alto y delgado también. Tenía el cabello rizado y los ojos marrones al igual que su abuelo Platt. Era un cocinero terrible, para disgusto de Esme. El hombre casi había quemado la cocina tratando de hacer huevos. Esme nunca dejó que se acercara a una sartén nuevamente.

Emmett era definitivamente el que amaba los deportes. En la escuela había estado en el equipo de fútbol y en el equipo de atletismo. De los tres hermanos él no era el más inteligente en lo académico, pero aun así obtenía buenas notas. Por extraño que parezca, se destacaba en ciencias, lo que le llevó a enseñar química…en la secundaria local.

La gente no podía entender como tres hermanos podían enseñar en la misma escuela, al mismo tiempo y siendo tan jóvenes. ¿No era pura tortura y deleite tenerlos como profesores? Era verdad: las notas habían bajado al igual que la capacidad de atención y se acumulaban charcos de baba. Bueno, al menos de las chicas.

Todos se sentían aliviados de volver a casa del trabajo al final del día, incluso más que los viernes. Por lo general los viernes por la noche se celebraba el final de la semana yendo al cine o al ostentoso restaurante que Jasper elegía porque era el gran gourmet y el experto en todo lo referente a la cocina.

Esta vez decidieron ir al Temple. Jasper dijo que ahí servían los mejores platos vegetarianos del lugar y se moría de ganas de probarlos. El cocinero en él no podía resistir. A Emmett no podría importarle menos. Él sólo quería comida.

-Hermano, ¡vamos! Mi estómago ha sido descuidado durante casi tres horas. ¡Golpea el jodido acelerador!-

Jasper y Edward gimieron. El hombre no podía estar una hora sin insistir en que tenía hambre.

-Cállate Emmett- Edward gruñó. Tenía dolor de cabeza. Hoy había sido horrible.

-¿Estás bien Eddie?- Emmett preguntó, deslizándose en la parte trasera de la camioneta de Jasper. Edward se dio la vuelta desde el asiento del pasajero para fulminarlo con la mirada.

-¡No!-

-Whoa. ¿Qué tiene tus bragas torcidas?*- Emmett se rió entre dientes. Jasper se metió en el asiento de conductor y encendió el motor.

-Esas chicas de mi clase de música me estaban acosando- Edward masculló avergonzado.

Jasper y Emmett levantaron sus cejas. -¿Acosar, como sexualmente?- Jasper preguntó, tratando de mantener su voz carente de diversión.

Edward asintió con la cabeza. Emmett se reía detrás de él.

-Déjame adivinar- sonrió Jasper – Tanya…Blanche…Jessica…Lauren…hmm y Kate-

-Sí- dijo Edward entre dientes. Jasper sonrió, sabía que tenía razón.

-¡Oh, hombre, tengo a esas zorras también!- Emmett gritó –Pero les doy mi fruncida de ceño y se alejan-

-Yo también- dijo Jasper –Quiero decir que también me buscan, no la parte del ceño de Emmett.

Edward suspiró – Dios, ¿cómo lidian con ello? Tengo problemas para no bofetearlas, y ustedes saben que yo nunca golpearía a una chica. Simplemente no pueden entender que no me interesan. No importa lo que haga, siguen con su coqueteo y usando esa…ropa si así se le puede llamar. Se ven como prostitutas. Puedo sentir mi polla encogerse cada vez que entran al salón. Y una de ellas me tomó una foto con su celular, la vi hacerlo.- Edward se estremeció.

Emmett le dio una palmada en el hombro –Hombre, ¿has visto nuestro sitio de fans? Es jodidamente inquietante, creo que está lleno de enfermedades de transmisión sexual.-

-¿Qué sitio de fans?- exigió Edward.

-Sí, tampoco he oído hablar sobre eso, ¿enserio hay un sitio de fans sobre nosotros? – dijo Jasper.

Emmett sonrió. – Así es, lo busqué en google. Las personas pueden votar por quien creen que es el más caliente de nosotros. Estoy a la cabeza.- Emmett chasqueó, orgulloso de su logro.

-Sí claro- Jasper bufó.

-¿Podemos dejar de hablar de esto e ir a comer?- preguntó Edward, molesto.

-¡Si, comida! ¿Ya llegamos?- Emmett les estaba dando un gran dolor de cabeza, ¿cómo es que nada le molestaba?

-Ya casi estamos allí, ogro. Te toca pagar - le informó Jasper, Emmett resopló.

Ya era tarde cuando salieron del restaurante. Jasper miraba atento el camino, manteniendo un ojo hacia afuera para los ciervos que podrían cruzarse. El suyo era el único vehículo en la carretera.

-Esa camarera estaba coqueteando contigo, Jas- se burló Emmett. Le gustaba discutir sobre las mujeres que los adoraban, a pesar de ignorarlas completamente. Lo encontraba divertido, mucho más que sus hermanos.

-Lo sé, me deslizó su número en una servilleta. Lo tiré.-

-Frío, hombre, frío-.

De repente, una figura delante llamó la atención de Jasper. Estaba a un lado de la carretera y permanecía quieto. ¿Era un animal? Disminuyó la velocidad.

-¿Ustedes ven eso?-

Los tres vieron observaron el bulto ya que Jasper se estacionó a pocos metros de él. Vieron una mata de cabello largo y oscuro y un cuerpo acurrucado. ¡Era una mujer!

-¡Mierda!- Jasper corrió hacia ella en primer lugar, seguido rápidamente por Edward y Emmett.

Volteó a la pobre criatura sobre su espalda. Sus ojos estaban cerrados y su piel mortalmente pálida. –Mierda, ¿está muerta?-

Había sangre en su pecho.

-Mierda, ponla en el auto. Tenemos que llevarla al hospital-. Dijo Edward.

Jasper le quitó el pelo de la cara. Se quedó sin aliento. Era hermosa, y también joven. Tal vez fuera a su escuela. La alzó cuidadosamente. Ella yacía inerte, colgando en sus brazos.

Edward cogió las llaves. – ¿Está viva?

-Sí, pero está herida. Tenemos que darnos prisa.-

Emmett abrió la puerta para ellos, inclinándose para echar un vistazo a la chica. – Maldita sea...- murmuró. –Ella es encantadora…- Emmett ciertamente nunca había utilizado esa palabra para describir a una mujer antes.

Edward manejaba a toda velocidad, calculando en su cabeza el tiempo que les tardarían en llegar al hospital. Debería llamar a su padre, pensó. Podría reunirse con ellos y asegurarse de que atendieran a la chica.

Los pensamientos corrían a través de cada una de sus cabezas. Era difícil no entrar en pánico. El tiempo era esencial. ¿Qué le pasó a esta chica?

Un gemido los sobresaltó. La chica se había despertado. Sus párpados se abrieron, revelando oscuros ojos marrones. Intentó hablar, pero Jasper la hizo callar.

-Está bien querida. Vamos a llevarte al hospital. Todo va a estar bien.-

Sus ojos se abrieron y ella trató débilmente apoyándose – No… no h-hospital. P-por f-favor.-

Los hermanos Cullen se miraron, confundidos.

Luego se desmayó.


Hola a todos, bueno hace poco me encontré con esta historia, la verdad me encantó y me decidí a pedirle el permiso a la autora para traducirla y compartirla con ustedes. Espero que les guste tanto como a mí, la historia cuenta con 39 capítulos, 4 outtakes y una secuela que hasta el momento lleva 16 capítulos. Se aceptan quejas y sugerencias, estaré subiendo d capítulos por semana. Saludos y que tengan un excelente viernes.

Kelxi