Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de CAPCOM y sus respectivos creadores, únicamente la trama es mía y he decidido usarla para agregarle más Leon/Ada al fandom. Espero les guste y me acompañen en esta loca historia.


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20 Momentos Leon& Ada

Capítulo I

[No importaba]


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No podía creer la situación en la que se encontraba, mirando el techo de su habitación después de la masacre provocada por un virus tan atroz como el virus C: intentó despejar esos malos pensamientos cambiando la posición en su cama y miró a la persona que se encontraba acostada junto a él. Se encontraba dormida plácidamente sin temor a nada mientras él la contemplaba pues pocas veces lograba visualizar el semblante tranquilo de Ada Wong en quince años.

¿Es algo más que una amiga, verdad? Sientes algo por ella.

Las palabras de Helena resonaron dentro de su cabeza, generando más dudas que siempre terminaban dándole un dolor de cabeza intenso, el cual solo le generaba mal humor, en especial si se trataba de ella. En un principio la había dejado ir como era usual tras encontrarse durante una misión, conteniendo los impulsos de seguirla. No, primero estaba el deber profesional y luego sentimental, además de que Simmons debía parar el haber asesinado al presidente.

Durante todo el camino, más dudas aparecían, rodando a Ada en ese misterio característico de quince años atrás. E incluso ver el maquillaje lo dejó tan confundido y con la sensación de ardor en su estómago producto de la rabia pues Ada siempre terminaba ayudando a él, esta vez con pruebas que delataban su inocencia y la de Helena.

Pero tenerla en ese mismo lugar lo obligaba a cerrar los ojos e intentar converse de quien era el malo. Le hacía cerrar los ojos para tragar la incomodidad, esperando pasara la sensación de tentar a su suerte. Ella siempre regresaba a él y nunca estuvo seguro del porqué lo hacía si escaba cada vez que estaba un poco más cerca de comprenderla. Aunque no importaba en esos momentos, mientras sintiera el calor corporal de Ada entre sus brazos, solo por esa ocasión.

Era muy estúpido a fin de cuentas. Leon Kennedy no era exactamente una persona amable que perdonara los engaños y en algún momento había optado en olvidarse de ella porque toda Ada exudaba traición. Y antes, durante sus tiempos de policía novato había hecho una promesa de tener el sentido del deber sobre lo sentimental. Luego llegó Raccoon city, la pesadilla de cualquier ser humano común y dentro del paquete Ada Wong, además de otras dos personas con las cuales daría su vida al diablo si con eso las mantenía a salvo.

Ada, admitía, tenía la capacidad de hacerlo dudar desde Raccoon. Volvía débil su juicio y su racionalidad pasaba a segundo término si estaba implicada. Pese a eso continuaba mirándola, a pesar de estar a punto de amanecer. Seguía ahí, grabando lo poco que ésta podía darle en la memoria del cerebro. Aunque debía admitir que se estaba cansando de todo tras quince años de lucha. Ya lo le importaba si traicionaba algo importante. No, se había cansado del ayer. Quería cambiarlo mientras tuviera la oportunidad y le idea no sonaba mal en lo más mínimo.

La castaña al sentirse observada abrió un ojo, encontrándose el semblante contrariado del hombre.

– Hola guapo ¿ves algo que te guste? – Leon sonrió. Hasta media dormida la voz de Ada era dominante y endemoniadamente agradable.

–Sí, en más de una ocasión. –contratacó. – lamento informarte que aunque cambies el tema esta vez no te dejaré irte. ¿Comprendes eso?

– ¿Eres alguien para darme órdenes?

–Ada…

Ella le miró entretenida, haciendo un gesto que jamás había visto. Se divertía de sus reacciones sin apartarse, disfrutando la intimidad como pocas veces permitía. Ella parecía disfrutar aquello, a pesar de no responderle, estaba seguro que no se iría por el momento pero la conocía, no era la primera vez que Ada Wong se despedía de él a media madrugada o lo traicionaba.

Si era otro juego no importaba demasiado. Si debía ser un juguete como en Europa intentaría digerirlo hasta donde fuera posible pues estaba dispuesto a quemarse en ese infierno solo para tenerla unos minutos así.

Ella era su vicio y perdición. Una droga inyectada en su sangre desde aquel beso dado en Raccon City, del cual después llegaron las ansias de volver a saber de ella. Siempre coincidiendo a lo largo de los años, hasta el punto de no retorno.

Estaba perdido en los ojos verdes y sus detalles. Patéticamente perdido.

–Siento decirle señor Kennedy, que para su desgracia no planeo irme más.

– ¿Enserio?

–Enserio. Voy a hacerte hartar de mí hasta que decidas ser tú quien acabe esto.

Aquellas palabras lo tomaron por sorpresa y sonrió. Dejó caer la cabeza hacia adelante fundiéndose en un beso agitado, olvidándose sus respectivos bandos, la dureza y el desgaste emocional de quince años.

Quizá a partir de ahora fuera diferente. Y aunque seguro la lucha contra el bioterrorismo todavía no había acabado, los problemas vendrían consigo y gente indeseable se pusiera en el camino, lo dejaría todo a su suerte. Era un riesgo que ambos tomarían y del cual no se arrepentían

Porque estando juntos, lo demás No importaba.

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Y eso es todo. ¿Qué les parece? ¿Raro? Bien, este es el primero y agradecería si me lo comentan, con su opinión puedo mejorar aunque no sea nueva en fanfiction. Los invito a leer mis otras historias. Y agradecería si me dejan ideas para los siguientes drabbles (faltan 19)

Un saludo grande. Se me cuidan.

Fatty Rose malfoy.

PD: Editado 29/Junio/2017 para hacer clara la historia.