Declaimer: Los personajes de Twilight pertenecen a S.M.

Capitulo 1 Despertar en una realidad paralela

-Bella sabes que si haces eso en la mañana no me voy a querer levantar –me dijo Edward, agarrándome por las muñecas, yo le estaba acariciando su pecho tallado en mármol, a pesar de tener 10 años de casados y dos hermosas gemelas, nos amábamos con la misma pasión y desenfreno que cuando teníamos meses de novios.

-Pero mi amor –replique.

-Pero nada sabes que mañana tengo que ir a New Jersey por lo del libro –me dijo con tono seguro y serio, ¡Ja! yo tengo el arma perfecta para quitarle esa seriedad y esa seguridad, pese vivir en Boston y de estar a comienzos del invierto yo dormía con poca ropa cuando dormía con ropa.

-Esta bien mi vida, te entiendo –le dije alzándome de puntitas para besarle los labios, un roce pequeño, me quite la bata de seda, abajo tenía una pequeñísima pijama de cachetero y franelilla de encaje azul, su color preferido, lo escuche tragar grueso –Buenas noches cielo –le dije sin verlo.

-Bella –me llamo con la voz ronca del deseo, nosotros con solo una mirada o una caricia nos encendíamos como si fuésemos gasolina y serillos –Isabella –me dijo mas duro.

-Edward tu mas que nadie sabe que no me gusta que me llamen así -yo estaba sentada en la orilla de la cama.

-Sabes no se vale jugar sucio amor –dijo parándose entre mis piernas, yo tuve que alzar la cabeza para poder verlo a la cara.

-¿Qué jugar sucio? –le dije con cara de póker –Edward amor acuéstate ya que mañana madrugas y… -me callo besándome de manera demandante.

-¿Sabes que tu tientas mi autocontrol? –dijo después que rompió el beso por falta de aire –Solo con respirar cerca de mí –concluyo.

-Yo no estoy tentando nada Edward –le explique.

-Ah no ¿y que significa esto? –dijo pasando una mano sobre mis senos, sin quererlo solté un gemido casi inaudible –Tu crees que yo soy de palo –me regaño con sus labios muy cerca de mi cuello.

-N…o –dije entrecortadamente, ya tenia sus manos en mis senos y los acariciaba de manera circular como me encanta que lo haga.

-¿Entonces? –pregunto.

-Ahhh –gemí suspirando.

-¿Te gusta? –pregunto con tono sobrado yo solo asentí –Habla mi amor no puedo leerte la mente.

-S…iiii –solté como pude.

-¿Y esto? –bajo una de sus manos para mi centro, el cual empezó a frotar por encima de la ropa interior -¿Te gusta? –pregunto observándome yo solo asentí –Nena no te escucho

-Saaahhh… bes queeehhh siiiii –ya no podía más estaba que explotaba y se lo hice saber –Ed…waaahhh…rd yaaahhh –gemía las palabras.

-¿Ya que mi amor? –pregunto, en este punto el tiro me había salido por la culata, se me volteo el juego y fui yo la que termine mal –Uy nena que mojada estas –me dijo al notar la laguna que se hizo en mi cachetero, metió la mano por dentro de mi ropa interior y me acaricio, yo estaba casi acostada, solo me sostenían mis codos, el tenia una rodilla entre mis piernas y su cuerpo casi recargado al mío, me lamia el lóbulo de la oreja y repartía mordisquitos por mi cuello, clavícula y hombro.

-Ed…waaahhh…rd voy… voy aaahhh –no pude terminar de hablar, si a eso se le puede decir hablar, mis paredes empezaron a contraerse y mi cuerpo a convulsionar debajo del de él, sentía una fuerte presión en el bajo vientre y luego la liberación de esta, mi cuerpo se estremeció y me deje caer en la cama.

-Así me gusta –me dijo en tono socarrón –Que veas luces de colores –agrego dándome un corto beso en los labios antes de quitarse de encima de mí, lo vi caminar al baño de la recamara y salir al poco tiempo secándose las manos.

-Buenas noches mi vida –me dijo acostándose a mi lado yo estaba ya sentada en la cama.

-¿Edward tu no pensaras dejarme así? –pregunte un poco enojada, el estaba dándome la espalda, como odio que me enseñe su musculosa espalda.

-¿Así como Bells? –pregunto de vuelta.

-¡Vestida y alborotada! –le reclame en tono casi histérico.

-Bells estás casi desnuda, como me vas a decir que vestida –replico.

-Edward… -le dije cerrando los puños a un lado de mi cuerpo y con los dientes apretados, no era de rabia, lo hice para que las lágrimas no se me salieran.

-¿Edward que? –dijo parándose frente a mí, a los pies de la cama –Habla Bella –dijo en tono mordaz, un poco fuerte.

-Olvídalo –le dije enojada, la verdad quería llorar como una bebe, era la primera vez que el me hacía algo así, por mucho que tuviésemos trabajo al día siguiente, siempre nos amábamos sin darnos tregua, cuando me iba a parar para desahogarme en el baño el me tumbo a la cama empujándome por los hombros y jalándome por las piernas hasta la orilla de la misma.

-¿Qué creías? –pregunto cuando quedamos cara a cara -¿Qué no te iba a hacer mía? –pregunto y yo asentí –Mi tonta y sexy Bella –agrego antes de besarme, de una manera que debería estar prohibida, de la emoción se me salieron las lágrimas que la principio eran de rabia, me quito el cachetero y entro en mí sin pedir permiso, no hacía falta yo estaba más que lista para recibirlo.

-Miiiii…eeeeerrrrr…da –solo pude decir el entraba y salía de mí muy rápido y duro a la vez, estaba que gritaba de placer y podía hacerlo ya que las gemelas dormían al otro lado del pasillo –Diiiioooosssss –agregue.

-Bellaaaahhhh mie…rda nun…ca me… –se quedo callado, al sentir que mis paredes apretaron su miembro –Ash nena –dijo dándome tres estocadas más antes de vaciarse dentro de mí, dejo caer su cuerpo encima de mí –Te amo tonta y nunca óyeme –me agarro la cara –Nunca mientras yo viva voy a dejar de hacerte mía -juró antes de besarme delicadamente en los labios.

Nos acomodamos en la cama, siempre dormíamos abrazados, o yo sobre su pecho o el detrás de mí abrazándome por el vientre, maña que le quedo cuando estaba embarazada de Renesmee y Carlie, nuestras hermosas gemelas.

El pip, pip, pip, pip de algún aparato me saco de mi tranquilo sueño, el fastidioso ruido era cada vez más alto e insoportable, así que poco a poco abrí los ojos, una luz blanca me cegó hasta que mis ojos se acostumbraron.

-¿Don…de es…estoy? –pregunte con la voz pastosa, tenía los labios y la garganta extremadamente seca.

-Oh Bella, oh por Dios, al fin despiertas –dijo Ángela quien estaba recostada a la altura de mis muslos.

-¿Ang? –pregunte y ella asintió –Agua por favor –pedí, ella corriendo se levanto y me sirvió un vaso con agua a temperatura ambiente cosa que odio, me lo bebí sin respirar en verdad estaba sedienta –Ang ¿Dónde estoy? –pregunte otra vez.

-Bells estas en el hospital… tuviste –se quedo callada –Tengo que llamar al doctor –dijo parándose, como pude la agarre.

-Ang ¿que tuve?, ¿Dónde están mis hijas?, ¿Edward, donde esta Edward? –pregunte y ella alzo una ceja.

-Bells ¿Qué hijas, de que Edward me hablas? –pregunto sentándose.

-Ang no te hagas la tonta, hablo de tus ahijadas y de tu cuñado –le dije con tono de que si fuese algo obvio.

-Bells la verdad no se de que hablas –me dijo seria.

-Ja ja –le dije con sorna -¿Qué me paso? –pregunte.

-Bella venias manejando… venias a la entrevista en la editorial cuando te chocaron –me dijo y yo me lleve las manos a la boca.

-¿Y las niñas? –pregunte alarmada –¿Ang las niñas estaban conmigo?, ¿Dónde están?, ¿Están bien?

-¿Qué niñas? –pregunto otra vez –Estabas sola Bella no te digo venias de la cita en Alfaguara cuando un camión se comió la luz y te embistió del lado del piloto, amigas casi no lo logras, has estado… Oh Bella que emoción… espera a que mis padres sepan que estas bien –dijo contenta, llorando.

-¿Ang que paso?, ¿Por qué lloras? –pregunte

-Son lagrimas de felicidad Bells no sabes a cuantos santos les pedí que te despertaran –agrego abrazándome como pudo ya que de mis brazos salían muchos cables, al igual que de mi pecho.

-¿Cuánto tiempo llevo…? –deje la pregunta abierta.

-Bells tres meses… en coma –me respondió.

-¿Y mi familia?, ¿Dónde están? –pregunte.

-Bells mis padres vienen y van y solo yo he estado aquí contigo… tu sabes que tus padres… -se quedo callada y yo asentí, mis padres murieron cuando yo tenía 7 años y desde ese momento me fui a vivir con mis padrinos, los padres de Ángela.

-Si yo se… pero y Edward, mi esposo y mis niñas –dije otra vez.

-Bella tu nunca te has casado y no tienes hijos –me dijo seria –Mujer si a penas nos graduamos de la universidad –agrego.

-¡NO ANG YO ME CASE CON EDWARD Y TENGO DOS HIJAS, TUS AHIJADAS! –le grite.

-Mejor llamo al doctor –me aviso.

-Si llama a mi suegro –le dije segura de mi misma.

-Como quieras –agrego con un tono extraño, salió de la habitación y a los pocos minutos llego acompañada de Carlisle, mi suegro.

-Carlisle menos mas que estas aquí –le dije y el alzo una ceja, la expresión de su rostro era entre serio y confundido -¿Dónde esta Edward y las niñas? –pregunte.

-Señorita Swan gracias a Dios que despierta –me dijo –Voy a revisar a ver… -se me acerco.

-¿Carlisle que te pasa? –pregunte y el me observo más serio aún.

-Doctor Cullen –lo llamo Ang –Ella se despertó preguntando por un esposo y dos hijas –agrego.

-Tu hijo Carlisle, Edward y Renesmee y Carlie, tus nietas unas gemelas iguales a Esme –le dije y el abrió la boca en una perfecta "o"

-Como usted sabe…. –se quedo callado –Hay que llevarla a Radiología –dijo antes de salir de la habitación, a los pocos minutos llego con dos enfermeros, jalaron mi cama fuera de la habitación y me llevaron me imagino yo a Radiología, me metieron a la maquina que hace las resonancias magnéticas y después de mucho tiempo me llevaron a mi habitación.

-Señorita Webber –llamo Carlisle a Ang –Los estudios que se le realizaron a la señorita Swan están normales, no presenta ninguna anomalía que de cómo resultado las alucinaciones –agrego.

-Yo no… ¡YO NO ALUCINE NADA! –grite –¡YO ESTOY CASADA CON TU HIJO! –agregue.

-Denle un calmante a ver si se queda tranquila –ordeno a una de las enfermeras, Carlisle se fue a hablar con Ángela afuera de la habitación, no se cuanto tiempo llevaban cuando entro la enfermera e inyecto un liquido blanco al tubo por donde bajaba el suero, al rato comencé a sentir pesadez en los ojos hasta que la oscuridad me gano.

Desperté otra vez por el bendito pitido de algún aparato, al abrir poco a poco los ojos vi a Ang hablando con Carlisle y otras personas, estas estaban en la puerta de la habitación.

-Ya despertó –anuncio Carlisle -¿Bella como te sientes hoy? –pregunto un poco indeciso.

-Bien Carlisle –le dije la verdad no quería dar un espectáculo como el de ayer para que no me volviesen a sedar.

-¿Seguro? –pregunto y yo asentí –Bella estaba hablando con Ángela sobre lo de ayer y la verdad no tenemos respuesta a lo que tu nos estas diciendo –agrego.

-No entiendo –dije confundida.

-Bells, mita, tu nunca te has casado y no tienes hijos y….

-Bella, a veces cuando las personas están en el estado que estuviste tú, su cerebro crea una especie de realidad paralela –dijo Carlisle interrumpiendo a Ángela.

-¿Pero como? –pregunte

-Es una clase de escudo –dijo –El cerebro lo hace para protegerse a si mismo –agrego –El psicólogo es quien te puede decir en verdad las razones para eso.

-Yo no estoy loca –dije.

-Nadie dice lo contrario Bella, es solo por precaución…

-Bella ya tu has ido al psicólogo –dijo Ang interrumpiendo a Carlisle –Con lo de tus padres ¿te acuerdas? –pregunto y yo asentí.

-Te preparare una cita –dijo Carlisle antes de salir –El se llama Jasper –anuncio –Jasper…

-Hale -dije muy bajito.

-Whitlock, Jasper Whitlock –dijo y se retiro.

-Bella en serio ¿Cómo te sientes? Mita ayer estabas… me pusiste…

-Ang, no se yo te juro que así lo sentí –le dije –Antes de despertarme aquí yo me acosté a dormir con mi esposo, en mi cama, en mi casa –le confesé.

-Oh Bells… -dijo abrazándome –Mita llevas mucho tiempo dormida y el doctor Cullen me dijo que le cerebro hace ese tipo de trucos…

-Ang amiga te lo juro, es verdad –le dije al borde de las lagrimas.