Pocket Monsters and associated themes are property of Satoshi Tajiri, Gamefreaks and Nintendo Co. I claim nothing.

Pocket Monsters (Pokémon) y temas asociados son propiedad de Satoshi Tajiri, Gamefreaks y la compañía Nintendo. No clamo nada en lo absoluto.

— ¡De acuerdo! ¿Qué alguien me explique el por qué seguimos metiéndonos en esta clase de situaciones? — Exclamó Misty en voz baja mientras intentaba calmar sus nervios en alza ante la reaparición del equipo Rocket.

Ash suspiró, antes de comentar.

— Misty...

— Sé por qué estamos haciendo esto, Ash. No necesitas recordármelo de nuevo. Sin embargo, que lo necesitemos no implica que me guste.

— ¿Pika?

— ¿Toge?

La pelirroja suspiró, abrazando incluso más fuerte al bebé Pokémon con tal de conseguir un poco más de alivio a sus nervios en alza. Ash la observó por algunos segundos, antes de mirar en dirección de los miembros del equipo Rocket que justo ahora estaban esparciéndose por toda la ciudad, causando caos y destrucción por doquier.

El moreno se apartó de la ventana, sus manos temblando profusamente mientras sostenía a Pikachu.

—No lo sé, Misty. Realmente no lo sé, no dijeron nada de luchar contra conglomerados del crimen en el curso de capacitación. Mucho menos tener que formar parte del equipo de resistencia.

Cerró la cortina de la ventana por la que hasta hace poco espiaba, cuidadoso de no moverla demasiado y no soltar a Pikachu en el proceso, una vez cumplido eso. El moreno se alejó rápidamente hasta donde Misty y el padre de Sabrina le esperaban; Una vez llegó a ellos el hombre asintió, antes de tocar sus hombros y tele-transportarlos hacia los cuarteles secretos de la resistencia.

Al reaparecer, Ash frunció el ceño al notar de inmediato que dos monstruos tipo psíquico habían volteado en su dirección, completamente alertas.

— Deberían estar acostumbrados a nosotros a estas alturas.

— Es mejor que sea así, la posibilidad de que el equipo Rocket tenga adeptos en sus filas no me sorprendería. Sabrina es demasiado importante para la ciudad. — Tetsuo caminó en dirección del cuarto donde su hija se encontraba, ignorando las miradas penetrantes que los guardias le entregaban a su paso.

Ash suspiró, antes de mirar a Misty y sonreír un poco. Pero ella a pesar de intentarlo, no pudo regresarle el gesto.

— Vamos Misty, esta es nuestra última misión por hoy. Vamos a descansar un poco en la cafetería de la base. —Era extraño que estos últimos dos días desde que se involucraron en esta batalla campal, él aún continuase con los ánimos en alto a pesar de lo difícil que se habían tornado las cosas para ellos. Notó que la pelirroja no ofreció respuesta alguna, pero tampoco parecía oponer resistencia a ser arrastrada hasta el improvisado comedor.

Caminaron en silencio por algunos segundos, ninguno con verdaderos ánimos de una charla en el momento al estar agotados del pesado día que habían tenido. Cruzaron la puerta del pasillo que transitaban hasta el comedor, encontrándolo casi vacío a excepción de Brock que aún continuaba detrás de la barra, repartiendo comida a las pocas personas y Pokémon que aún se encontraban allí.

Ambos sonrieron al verlo, y él al notarlos sonrió de vuelta, el lazo que los unía se había incrementado exponencialmente desde que se unieron a la resistencia en Azafrán.

— ¡Chicos! ¡Qué bueno es ver que estén de vuelta! ¿Algún problema?

Misty asintió, mientras tomaba su bolso con una mano con tal de colocar a Togepi dentro. Una vez a salvo el monstruo bebé, tomó dos bandejas y colocó dos platos encima. Otorgándole una a Ash cuando alcanzó al hiperactivo moreno.

—Tuvimos un encuentro con dos brigadas del equipo Rocket. Pan comido gracias a que el Gastly parlante que Ash atrapó en el pico de la viuda decidió evolucionar en Gengar. Butterfree fue de mucha ayuda también, ambos. Si no fuera por sus esporas paralizantes y el somnífero, no hubiésemos llegado al punto de encuentro con Tetsuo. Gracias por prestármela, Brock.

Quince minutos luego, tanto Ash como Misty descansaban tranquilamente sobre la mesa. Confortables con el silencio que aún reinaba entre ellos luego de lo que fue un largo día.

La pelirroja miró en dirección del moreno, viendo que éste seguía leyendo con atención la información que el Pokedex le ofrecía sobres sus capturas más recientes. Era raro verlo tan concentrado y sumido en sus estudios, -Misty- realmente había crecido mucho en estos últimos meses. En especial desde que se unieron a la resistencia. -¡Misty!-

Misty se alzó de su cama con un grito de sorpresa, su puño estaba alzado y sus nudillos ardiendo. Parpadeó por algunos segundos, realmente no comprendiendo qué había pasado.

—¡Ash, te dije que tuvieras cuidado! Sabes cómo es Misty cuando está teniendo una pesadilla.

La voz de Brock llamó la atención de la pelirroja, quien miró a su alrededor, no comprendiendo qué había pasado hasta que finalmente hizo clic en su cabeza. Había estado soñando, un sueño realmente vívido debía admitir. Sacudió su puño dos veces, intentando aliviar el ardor en el mismo mientras miraba en dirección de Ash y comentaba:

—¡Lo siento, Ash!

Ignoró los improperios que el moreno le profirió en voz baja, era lo menos que podía hacer después de haberlo golpeado de esa forma. Miró a su alrededor, intentando buscar a su bebé, cuando la voz de Brock de nuevo se hizo notar.

—Está con la enfermera Joy. No despertabas, así que me tomé la libertad de llevarlo con ella para que chequeara su salud junto con el resto antes de irnos a buscar a Lucario en una hora. Yo iré en Aerodactyl rumbo a los laboratorios de resurrección para que examinen nuestros fósiles, y claro. Intercambiar algunos de los Pokémon que capturamos en la expedición en el cañón Abuelo. Los veré en el centro Pokémon de Cinnabar. Aprovechen el tiempo libre que tienen a solas, tortolitos.

—¡BROCK!

XxX

Las últimas horas habían sido realmente tensas en el dúo, en especial gracias al comentario de Brock. Pero en realidad, ambos entrenadores estaban preocupados por la tardanza del joven adulto. En este mes habían vivido muchas cosas, muchas de ellas maravillosas, pero ninguno podía negar que también había riesgo y peor aún, nuevos peligros en sus vidas al haber frustrado al menos tres grandes operaciones del equipo Rocket en las últimas semanas.

El moreno miró en dirección de la ciudad al escuchar un rugido que se había hecho particularmente familiar en los últimos días.

—¡Dactyl!

Ambos entrenadores y los dos monstruos presentes, observaron a Brock acercarse a ellos rápidamente sobre la espalda de una de sus capturas más recientes. En su rostro portaba una gran sonrisa, implicando que su misión había sido exitosa. Aerodactyl aterrizó tras aletear varias veces sobre ellos, antes de rugir su poderío al mundo una última vez, su similitud con Charizard era más que obvia, al ambos compartir temperamentos similares al igual que una férrea rivalidad hacía el otro.

Brock no tardó en regresarlo a su Pokébola, con tal de calmar a la fauna y habitantes locales.

—Por tu sonrisa, ¿asumo que la venta de los fósiles fue fructuosa? —Preguntó Ash, mientras miraba atentamente al moreno acercarse.

—En más de una forma. Ambos son ahora los orgullosos dueños de un Ninetales y un Cloyster. —El joven adulto entregó a cada uno una pokébola que curiosamente contaban con pegatinas con un tema de fuego o agua para identificar cual monstruo portaba en su interior. Ash miró a su nuevo Ninetales desaparecer de sus manos una vez la transferencia había concluido al tener ya a seis monstruos consigo. Misty por otro lado, de inmediato dejo salir a la criatura con tal de examinarle.

Ambos observaron a la chica por algunos segundos, satisfechos de que el monstruo parecía aceptarla de inmediato. Por lo que Ash decidió preguntar:

—¿Es todo lo que has podido conseguir?

—Oh, jo, jo. ¡Mi joven amigo, no es ni la mitad! Ahora soy el orgulloso entrenador de un Ponyta, le he enviado al rancho Laramie para que entrene junto con tu Rapidash. Lara envía sus saludos. —El joven adulto miró a la pelirroja regresar a su nuevo monstruo a su pokébola, para luego caminar hasta donde ellos se encontraban.

—¡Muchas gracias Brock! Siempre quise un Cloyster.

—No hay problema Misty. Ahora, debido a que el tiempo para la resurrección de un Pokémon tarda unas horas. No podrás obtener a tu Aerodactyl sino hasta las cinco de la tarde, Ash. Los demás fósiles los he vendido gracias a nuestra aventura en el cañón Abuelo era innecesario el haber resucitado esos monstruos fosilizados, por lo que pensé que el dinero nos sería de más ayuda.

Misty asintió, pero sin embargo no evitó el preguntar:

—¿Hablando de esa aventura, alguna noticia de la Oficial Jenny? He intentado buscar información del evento en la televisión. Pero hasta ahora nadie ha informado de la reserva natural de Pokémon prehistóricos en el cañón Abuelo. Oh, y lo olvidaba, Sabrina les envió saludos.

Ash miró en dirección de la pelirroja, sorprendido:

—Ese sueño debió haber sido intenso para que hayas llamado a Sabrina, Misty.

—No tienes idea, Ash. Aunque debí haberme dado cuenta antes, digo. Togepi nunca estuvo conmigo en la ciudad. Y tu Gastly evolucionó a Gengar en vez de Haunter. También estábamos en una base secreta, cuando en realidad peleamos en la calle junto con el resto de la ciudad hasta que logramos derrotar a esos matones. Me pareció gracioso y no dude en llamarla para contárselo y saber qué había podido averiguar, por desgracia su respuesta sigue siendo la misma que antes. "Todo a su debido tiempo".

Ambos chicos asintieron al escucharla, pero antes de que Brock pudiera abrir la boca para seguir revelando cuanto había ganado, Ash agregó:

—Oh sí, casi lo olvidaba. Misty, la razón por la que no hay información de la reserva en el cañón Abuelo es porque por ahora se encuentra bajo la protección de varios científicos Pokémon de renombre, entre ellos el Profesor Oak. Quieren evitar que cazadores, al igual que entrenadores desesperados destruyan el lugar. —Ash acarició la mejilla de Pikachu, quien se encontraba sobre su hombro, sus orejas gachas en satisfacción.

Brock asintió, antes de comentar:

—Tiene sentido. Aunque debiste habernos contado antes, Ash. ¿Habrá algún problema con los monstruos que capturamos? ¿En especial el número? —El joven adulto posó su mano sobre su mentón, pensando en las posibilidades, buenas y malas que tal noticia involucraba. Para su alivio, el moreno negó con su rostro antes de responder:

—No, nuestra situación nos ampara de persecución legal alguna. En especial porque la oficial junto con otros paleontólogos en el área testificaron en nuestro favor.

Misty bufó, antes de agregar:

—Más les vale, de no ser por Brock y sus Pokémon, jamás habrían descubierto tantos fósiles, mucho menos habrían encontrado esa caverna, nadie puede negar que esos dos días de exploración en el cañón fueron exitosos, solo gracias a la experiencia de Brock.

El mayor del trío sonrió, antes de aclarar la garganta.

—¡Cómo les decía, chicos! Nuestros problemas financieros han sido solventados. Las ganancias de los fósiles han sido lo suficiente como para poder comprar comida y recursos suficientes como para tres meses de aquí en adelante. Y aun así han quedado dos millones de sobra, que podemos usar para emergencias. Lo que significa que el dinero que hemos ganado en batallas podemos gastarlo en frivolidades.

Ambos chicos se apartaron inmediatamente de Misty, quien dejó salir un agudo grito ante la noticia. Sus ojos parecían brillar con emoción reprimida.

—Eso significa que podré comprar las figuras de porcelana que vi hace poco. Irán perfectas junto con las figuras que gané en el concurso. Oh, y también podré comprar ese precioso peluche que... ¿¡Hey, a donde creen que van!? ¡Regresen cobardes, tienen que ayudarme con mis compras! ¡No huyan!

XxX

Meowth, ¿sucede algo malo, Jessie? ¿Alguna razón por la que hayas roto ese costoso binocular? —El felino observaba con cuidado a su compañera de equipo. A sabiendas de que el trío se encontraba tenso al haber regresado a Cinnabar luego de lo que ocurrió en esta isla.

—No sucede nada, Meowth. Nada en absoluto.

—¿No estarás molesta porque no pudiste participar en ese concurso, verdad? -El monstruo obtuvo su respuesta al verla gruñir en un vano intento por reprimir la ira. Suspiró, antes de agregar- Puedes haberlas comprado, Jessie. No es que el dinero nos haga falta luego de los últimos asaltos al equipo Rocket y la compañía Silph.

La mujer le miró, sus ojos estaban particularmente intensos:

—Sólo olvídalo, Meowth. ¿Qué hay con los mocosos? ¿Algún rastro del equipo Rocket?

El felino suspiró, antes de mirar de nuevo por sus binoculares en dirección del trío al que ahora perseguían.

—Por ahora los espías del equipo Rocket han mantenido su distancia, Cinnabar es hogar de Blaine, y ya sabemos su opinión con respecto a los Rocket. Aunque me parece curioso que la mansión aún está en pie. Pensé que luego de que eso ocurrió, se habría dado cuenta que el lugar no es más que una fachada.

"Es probable que sospeche de la mansión, pero no ha podido encontrar una entrada a la antigua base. También recuerden que el lugar ahora es el hogar de varias especies nativas de la isla." La voz de James se escuchó clara en sus intercomunicadores, al él encontrarse a varios edificios de distancia cubriendo al trío desde otra perspectiva junto a su Arcanine.

El trío de renegados guardó silencio, al rememorar más sobre lo que había ocurrido en la mansión abandonada. Jessie, la más afectada entre ellos, posó su mano en medio de sus pechos, recordando el dolor al que habían sido sometidos tras la traición de Giovanny.

—¿Creen que esa cosa aún se encuentre por aquí? Lo último que hemos podido encontrar al respecto es que finalmente Giovanny perdió el control y escapó.

"Lo más probable... ¡Movimiento a las once, se están retirando! Retrocedan y cambien de posición... creo que nos han descubierto... prepárense para la batalla. Golpeen y huyan, nos encontraremos en el punto en dos horas."

—James... ten cuidado.

"Seguro, tú también..."

—¿Qué, acaso yo estoy pintado o algo? ¡Meowth!

XxX

—¿Fue eso necesario, Ash? ¿En serio? ¡Dos horas perdidas por que tenías que batallar con todos los entrenadores en el gimnasio de Blaine! ¡Te juro que... Ugh!

Ash ignoró los comentarios de la pelirroja mientras examinaba atentamente el traje Nerv que Blaine le había obsequiado al conseguir su novena medalla.

Brock suspiró, antes de agregar:

—Misty, ya es suficiente. No es nuestra culpa que la batalla se haya extendido por tanto tiempo, mucho menos que la tienda solo abra después de las nueve de la mañana.

La chica bufó, mientras caminaba al paso de los chicos, todos ellos dirigiéndose rumbo al centro Pokémon con tal de encontrarse con Gary y Lucario, quienes de seguro a esta altura deben estar frustrados con su retraso.

¡Pidgeot-to!

—Oigan chicos... no es esa... ¿Giselle? Wow, parece que está apurada, ¡mírenla volar sobre ese Pidgeot!

Ash asintió al escuchar a la pelirroja, aunque tras unos segundos, no pudo evitar inclinar su cabeza a un lado y preguntar:

—¿Cuándo atrapó a un Pidgeot?

—¿Quién sabe? Tal vez lo haya tenido siempre y nunca te lo mostró. Una chica tiene derecho a conservar un secreto o dos, sabes.

—¿Eso quiere decir que hay cosas que no nos has dicho, Misty?

—Y que probablemente no les diré, Ash.

—Tórtolos, ya es suficiente... vamos, debemos apresurarnos. Estoy seguro de que Lucario está tan ansioso de vernos como nosotros a él. —Agregó Brock, antes de correr con tal de evitar la furia de sus amigos.

—¡Vuelve aquí cobarde!

XxX

Después de casi dos años de inactividad en ésta área por motivos personales, al igual que las dificultades de la vida, finalmente he podido desempolvar la musa y ponerla a trabajar enviejos proyectos con la intención de concluirlos.

No esperen actualizaciones tan seguidas como antes, mi trabajo y pagar las cuentas siempre tendrán prioridad. Pero al menos trataré de publicar como mínimo una o tres veces por mes, dependiendo de cómo trabaje mi musa y el tiempo libre del que disponga.

Felices fiestas!