Bien, aquí vengo con una serie de viñetas que tal y como dice el summary no-tiene orden cronológico. Espero que disfruten la primera viñeta. (No sé cuántas serán, espero que sean muchas) Sin más, disfruten de la lectura!, más abajito nos leemos.
Disclaimer: Todo lo que puedan reconocer, personajes y/o lugares, pertenecen al maestro Akira Toriyama y todo aquel que haya comprado sus derechos, que como es obvio, yo aun no lo he hecho. Aun.
Como una primera vez.
Perfecto; Como lo es hacer amor.
Se mordió el labio inferior con cierto nerviosismo, jugó con sus dedos como una pequeña niña que se cree perdida. Soltó un suspiro por lo bajo y se regañó mentalmente al darse cuenta que alguna parte de su cerebro aun no perdía las esperanzas.
Pero era estúpido creer que algo sí iba a suceder cuando era obvio que no pasaría.
Quizá no le molestaba, quizá sí. Ella tampoco lo sabía, y tampoco era que lo encontrara algo tan esencial para su vida marital, sin embargo, no dejaba de preguntarse internamente que sí era así y no ocurriría nada con Goku entonces... Ella jamás podría ser madre.
Soltó nuevamente un suspiro por lo bajo. Esta vez, ese suspiro sí llamó la atención de su reciente esposo.
— ¿Ocurre algo, Milk? —Preguntó el pelinegro mientras se bajaba del auto
La joven mujer se sonrojó violentamente. ¿Qué decirle? Sí, Goku, ocurre algo, ¿sabes qué? Es que quiero saber si nosotros... Bueno, si nosotros tendremos relaciones, haremos el amor o algo así está noche, después de todo, eso es lo que se hace en una noche de bodas, ¿verdad?
No. Eso no podría decirle, tal vez Goku siquiera entendía a lo que se refería el termino "hacer el amor". Se limitó tan sólo a sonreírle con dulzura mientras se bajaba del auto a duras penas, ya que el vestido no era muy cómodo estando en un lugar tan reducido.
— ¡Wow!, ¡vaya, mira Milk!, ¿esa será nuestra casa para siempre? —Preguntó el pelinegro mirando con una sonrisa en su rostro la humilde casita que estaba frente de ellos en la montaña Paoz.
— Sí, esa será nuestra casita... —Susurró la morena emocionada al ver el lugar que de seguro formaría una familia... Tal vez, si es que ocurría algo.
Sin embargo ella no quería forzar nada, después de todo ella estaba nerviosa por eso y además, no sabía nada, NADA de lo que uno debía hacer en una situación como... esa. Y bien, si ella no lo sabía, menos lo sabría el siempre inocente e ingenuo de Goku.
— ¡Vamos, Milk! Hay que entrar —Goku también parecía emocionado ante la perspectiva de tener un hogar como ese para vivir para siempre.
La muchacha sonrió y asintió mientras corría tras de el moreno para entrar a su nuevo hogar.
Si por fuera se veía bello y acogedor, por dentro era lo mismo pero cien veces más bello. Sonrió con emoción mientras sus ojos negros brillaban.
— ¿Te gusta? —Le preguntó Goku mirándola fijamente, sonriendo también.
Asintió mirando el lugar maravillada.
Ambos caminaron por la casa observando cómo era el lugar, intentando guardar en sus memorias cada esquina de aquel espacio tan acogedor. Milk quedó maravillada observando la cocina, amplia y acogedora, con una pequeña mesita en medio para poder comer. Por la mente de la morena se pasó como un rayo la imagen de Goku, un pequeño niño y ella misma comiendo en aquella mesa, riendo y hablando de la vida. Goku vestido formalmente para luego ir a su trabajo y su pequeño vestido para ir a la escuela, ella...
Oyó un quejido y luego algo siendo rasgado.
Palideció antes siquiera de voltearse para saber qué había pasado...
Goku tenía una expresión de fastidio adornando su juvenil rostro mientras arrancaba parte por parte el vestón blanco de matrimonio.
— ¡Goku!, ¿pero qué haces? —Preguntó horrorizada.
El pelinegro seguía destrozando parte por parte su bello traje de gala.
— Es que esto es muy molesto, Milk. Y no sabía cómo sacármelo —Susurró él mientras seguía rompiéndolo pedazo por pedazo.
La pelinegra se apresuró a acercarse al chico para ayudarle, no podía dejar que él siguiera destruyendo aquel traje, se suponía que debía guardarlo de recuerdo para siempre. Goku bajó sus brazos dejando que su —ahora esposa —le quitase esa ropa tan molesta.
Milk al notar que ella inocentemente le estaba abriendo la camisa blanca al chico se puso excesivamente roja y nerviosa. Las manos le tiritaron y sentía como comenzaba a sudar frío. Goku notó el cambio tan abrupto que había tenido su esposa, mirándola con escudriño se acercó un tanto más hacía ella, con seriedad...
— ¿Milk? —Preguntó, llamándola. La pelinegra se volvió aun más nerviosa al ver a su marido acercarse a ella, tragó saliva en seco y miró fijo los ojos negros del muchacho.
— ¿Sí?
— ¿Por qué te haz vuelto roja?, ¿te sientes mal?, ¿estás enferma? —Preguntó extrañado, Milk suspiró intentando tranquilizar los latidos frenéticos de su corazón. Negó suavemente con la cabeza, no quería que él notase el temblor en su voz, porque eso era seguro, su voz saldría temblorosa. Goku suspiró aliviado, y luego la miró sonriente—¡que bueno!, porque quería preguntarte algo importante...
Milk jamás creyó que su corazón pudieran latir aun con más frenesí. Tragó nuevamente saliva, sentía su boca reseca y sus piernas doblarse. ¡Tal vez Goku no era tan inocente como aparentaba! Algún amigo de él le debió haber dicho que era lo que se hacía en una noche de bodas... Sí, eso debió ser.
— ¿Qué? —Preguntó con suavidad, dejó la tarea de desabrocharle la camisa para mirarlo fijamente a los ojos. Él la miro con seriedad, una seriedad que jamás creyó ver en aquel rostro tan infantil...
— Es que... Me da algo de pena decirlo —Siguió él no muy seguro. Milk asintió mientras sentía que las piernas se le doblaban poco a poco. ¡Sí!, ¡sí, sí, sí, sí! Goku sí sabía todo eso acerca de la noche de bodas... —¿Podrías hacerme algo de comer?, ¡es que muero de hambre!
Estuvo apunto de caer si no fuera porque reaccionó antes de terminar de espalda en el suelo. Goku pestañeó extrañado.
— P-pero si acabamos de comer en la boda —Contestó ella bastante sorprendida, Goku había, literalmente hablando, arrasado con el banquete.
Él soltó una sonrisa bastante nerviosa y puso una de sus manos tras de la nuca.
— Sí sé, pero tengo hambre... —Contestó él. Milk suspiró bajando su cabeza resignada.
No había remedio para Goku. Sin más sonrió, daba igual, ella lo quería así y debía aprender a lidiar con eso...
— Está bien —Sonrió con dulzura, —te prepararé mi mejor platillo pero... —Miró su hermoso vestido blanco —Debo quitarme esto.
Goku sonrió con emoción y se acercó para abrazar con fuerzas a su esposa. Milk se sonrojó y no pudo evitar soltar una risa tonta. El chico se separó de ella y dio unos pasos hacía atrás. Se le veía contento.
— Si quieres te ayudo a quitártelo, se ve algo difícil de sacar —Soltó él con inocencia. Milk siquiera se preocupó en pensar en alguna segunda intención con aquella "ayuda". Después de todo, era más que seguro que Goku lo decía porque en realidad era difícil de sacar y porque quería comer luego.
Ella negó.
— Me iré a cambiar arriba, Goku —Murmuró la pelinegra. El chico asintió y ella comenzó a subir los escalones de su casa.
Entró a la habitación y admiró la belleza del lugar. Dio un gritito ahogado, contenta por aquel pequeño espacio tan maravilloso en el cual... Dormiría con su esposo. Porque él sabía que dormirían juntos, ¿verdad?
Se oyeron pasos subir las escaleras rápidamente. Milk se volteó extrañada.
— ¡Milk!, ¿qué pasa? —Preguntó Goku llegando a su lado. La pelinegra frunció el ceño.
— Nada... ¿Por qué preguntas? —Lo miró extrañada.
Él observó la habitación. Aun estaba sin su camisa, ya que, tenían aun toda la ropa y maletas en las capsulas que habían en el auto. Ladeó un tanto su cabeza y preguntó, extrañado.
— Pero Milk... Aquí hay sólo una cama, ¿dónde dormirás tú? —Preguntó el chico de cabellos revueltos. Milk aguantó las ganas de rodar los ojos. A veces Goku podía ser desesperante.
— Pues aquí —Se limitó a decir.
Él la miró, pestañeó un par de veces y luego hizo un puchero.
— Y entonces... ¿Yo dónde? —Preguntó, luego observó la puerta y estuvo a punto de salir a revisar la segunda planta en busca de otra habitación para poder dormir.
Ella bufó.
— Pues aquí conmigo, Goku —Respondió a lo lógico.
Él la miró extrañado y se encogió de hombros.
— ¿No dormiremos muy apretados, Milk? —Cuestionó acercándose a la cama, dio dos suaves toques con su palma al colchón y se lanzó de espaldas a la cama. Sonrió contento al dar un suave revote y quedar acostado mirando el techo del cuarto. —Es muy cómodo, Milk.
La pelinegra sonrió y se volteó para entrar al baño.
— Me quitaré el vestido y luego te haré algo de comer, ¿bien? —Goku sonrió y asintió.
La pelinegra entró al baño y cerró la puerta. Pensó seriamente en poner el pestillo a la puerta pero luego sonrió sintiéndose ridícula ante eso, Goku no entraría al baño y si lo hiciera, ¿qué más daba? Total, estaban casados y... Bueno, era normal.
Fueron diez los intentos fallidos al querer bajarse el diminuto cierre que tenía en la espalda, suspiró frustrada. Decidió soltarse el cabello de aquel moño que se había echo para el matrimonio y salió del cuarto de baño bastante sonrojada. Al parecer Goku sí debía ayudarla con eso.
Miró sorprendida al chico quien aun seguía sin camisa tirado encima de la cama, con los brazos estirados y con una sonrisa en su rostro. Se había dormido y parecía bastante... Contento.
Se acercó con cuidado y lo removió con suavidad.
— Goku —Susurró ella mientras lo movía. —¡Goku! —Gritó al no ver reacción en el pelinegro. Él comenzó a abrir sus ojos poco a poco y la miró fijo. Sonrió.
— ¿Ya está mi comida? —Preguntó. Milk frunció el ceño y negó, intentando controlar su ánimo.
— ¿Puedes ayudarme con esto? —Le preguntó antes de que él le preguntase algo más haciendo que ella se sintiera aun más peor.
Él asintió y se incorporó en la cama. Milk tomó su cabello y lo alzó para que Goku pudiera ver el cierre. Se estremeció ligeramente al sentir las manos frías del muchacho sobre la piel desnuda de su espalda. Goku tomó el cierre entre sus manos, de pronto se sintió algo nervioso sin saber siquiera por qué. Recordó cuando Milk con sus labios tocó su mejilla en frente de todos en el torneo de las artes marciales, y luego, en su boda cuando él le dijo un simple "acepto" y ella rodeó su cuello con sus frágiles manos y unió sus labios con los de ella... El beso. Así era como lo llamaron los invitados entre risas tontas y aplausos.
Tragó saliva sintiendo algo extraño dentro de su estómago. Un sentimiento bastante molesto pero que por algún lado, ilógicamente le recordaba a aquella sensación cuando sabía que lucharía contra alguien muy fuerte.
Bufó exasperado al darse cuenta que no podía bajar el cierre. Frunció el cejo e incrementó un tanto la presión.
— ¿Goku? —Preguntó la chica mirando por sobre su hombro al muchacho. Su esposo tenía una expresión de bastante concentrada mientras intentaba bajar el zipper. —Goku, ¿qué...
No pudo terminar la frase. ¡Crack! Algo se rompió, se oyó algo siendo rasgado y luego palideció.
— G-Goku...
— ¡Al fin! —Susurró el moreno y ella se volteó afirmando rápidamente la parte de arriba del vestido para que este no cayera al suelo gracias a la gravedad. Goku tenía el cierre en la mano y sonreía contento ante aquello.
Enrojeció sin poder evitarlo.
Lo que me faltaba...
Explotó.
— ¡Arruinaste mi vestido de novia! —Chilló, enrojecida, enfurecida, con él, con ella y con todos. —¡Ese es el vestido de mi madre, Goku! —Su nariz le causo comezón y sus ojos se humedecieron, escociéndole.
— Y-Yo, Milk... Lo siento es que... No podía... bajarlo y... —Estaba nervioso y no sabía qué decir para no hacerla llorar.
— ¡Cállate!, ¡lo haz arruinado todo! ¡Y recién hemos empezado! ¡En un día, Goku, un día! —Sollozó y se llevó una de sus manos a su boca. Se volteó. —¡Vete!, ¡no te quiero cerca de aquí!, ¡vete!
Goku bajó su mirada y salió cabizbajo de la pieza. Milk se echó a la cama y en posición fetal se acostó para ponerse a llorar a lágrima viva. ¡Maldición! El matrimonio no era como ella lo imaginaba. O quizá, no alado de Goku. Porque de seguro que con otro ella estaría... Sollozó. Era horrible, ¡siquiera se podía imaginar junto a otro hombre que no fuese su Goku!
Sollozó nuevamente.
Lo peor era que ella misma lo había echado, corrido de su lado y quizá y lo más probable era que él se haya ido de la casa. Sin volver a verlo nunca jamás.
Estuvo a punto de levantarse para ir a buscarlo cuando la puerta se abrió con suavidad. Se encogió en la cama sin siquiera saber por qué.
— ¿Milk?, ¿estás despierta? —Ella no contestó, sin embargo asintió con lentitud mientras otro sollozo escapaba de sus labios. Goku se acercó con vacilación, se rascó la sien mientras pensaba seriamente en alguna palabra para que a la chica se le pasase el enojo. —Yo... Lo siento, de verás, mi intención nunca fue hacerte llorar, yo sólo quería ayudarte...
La chica se giró en la cama y miró fijamente a su marido, Goku —como si con la mirada ella lo hubiese llamado —comenzó a acercarse a la cama hasta quedar frente de ella. Milk se incorporó.
— ¿Sabes? —Soltó de pronto la muchacha, —siempre soñé con esto.
Él la miró extrañado.
— ¿Con qué, Milk? —Preguntó, ella sonrió con tristeza.
— Con el día de hoy. Con el día en que yo me casara por fin contigo y que pasase a ser la señora Son. Soñé siempre con que esta noche sería especial, mágica... Pero no es así, ¡es un desastre!, ¡soy un desastre! —Hipó y se volvió a echar en la cama.
— No... —Susurró Goku bastante confundido por la actitud de su esposa, —no eres un desastre, yo fui el que rompió el vestido. En verdad lo siento, Milk. No fue mi...
— ¡Lo sé!, ¡lo sé! Pero... No me refiero a eso, Goku. Mira... ¿Sabes lo que se hace en las noches de boda? —Preguntó no muy segura de lo que decía, pero... Había que arriesgarse, si no lo hacía, quizá, seguirían así para siempre...
El muchacho ladeó sus labios...
— ¿Noche de boda? —Preguntó y miró fijo los orbes negros de la chica, —supongo que dormir, ¿no?
Ella hizo un leve puchero y volvió a recostarse en la cama.
— ¡No!, se supone que tú y yo... que tú y yo... Eh... ¡No lo sé! —Se sonrojó violentamente, se estaba comportando como toda una infante siendo que ahora ya era una mujer casada y debía comportarse como tal. Sollozó otra vez y Goku comenzó a alterarse ante aquello.
¿Qué había que hacer para que Milk dejase de llorar de una vez por todas?
— ¡Ya sé! —soltó de pronto sintiéndose iluminado por algo, —podemos ir donde Uranai Baba y preguntarle. —Se sintió orgulloso de si mismo al encontrar esa solución ante lo que era una "noche de boda"
Milk rió suavemente, extrañamente, le parecía divertido aquello. ¡Qué extraño era ser mujer!
— No sería buena idea eso, Goku —Susurró ella mientras volvía a incorporarse. Goku se puso de cuclillas para quedar casi a la altura de su esposa.
— Entonces... —Preguntó él mirándola con seriedad. Él planeaba mover cielo, mar y tierra buscando a alguien que pudiera decir que se hacía exactamente en una "noche de bodas" y así hacer que Milk dejara de llorar.
Milk se sonrojó de pronto violentamente y frunció el ceño sospesando algo. ¿Qué pasaba si ella...?
— Goku... —Le llamó, —¿qué sientes cuando me ves?
El moreno la miró contrariado.
Observó a Milk fijamente y tragó saliva nervioso. ¿Qué contestarle? Ni siquiera él sabía a lo que se refería.
— ¿Qué siento? —Preguntó pestañeando extrañado, Milk asintió.
— Sí. Mira por ejemplo cuando yo te veo siento que el corazón me brinca muy rápido en el pecho, mis manos me sudan y lo único que quiero es estar junto a ti... ¿Entiendes? —Goku asintió y miró fijamente a la muchacha.
¿Qué sentía? Pues... En ese instante sabía que sentía hambre pero... Dejándolo de lado, ¿qué era lo que sentía? Recordó cuando ella lo abrazaba y él no podía evitar sonreír, a veces era molesto porque sentía algo extraño en el estómago. Definitivamente su corazón no brincaba muy rápido, pero sí le sudaban las manos...
— Siento que siempre que me tocas me haces sonrojar y sonreír, es... algo extraño y molesto a la vez —Milk bajó su mirada con decepción marcando cada una de sus facciones, sin embargo, Goku ni lo notó, —me haces sentir como la comida, es extraño, porque tú no eres comida —Acotó rápidamente, Milk enrojeció nuevamente —Sí me sudan las manos pero no me late el corazón tan rápido. Es como que... Sintiera la necesidad de hacerte feliz.
Milk sonrió ante lo último y sin siquiera poder evitarlo lo abrazó con fuerzas por el cuello. Goku sonrió, quizá ya sabían lo que era "noche de boda" y Milk se sentía feliz por eso.
Ella se separó luego y se sonrojó violentamente al notar que su vestido había resbalado y había descubierto sus pechos junto con sus sujetadores. Se separó de Goku e intentó afirmar con torpeza su vestido para taparse. Goku la miró extrañado y pestañeó variadas veces. Luego al ver que ella se cubría supo que en realidad no debía mirar aquel lugar. Elevó su vista hacía los ojos negros de su esposa y sonrió.
— Entonces, ¿ya te sientes mejor? —Cuestionó, Milk sonrió. En realidad no del todo, faltaba algo.
— Goku... —Le llamó, él la miró con aun más intensidad, —¿qué harías si yo te besara? —Preguntó con lentitud.
Él la miró extrañado y ladeó su rostro un tanto, como si con aquel angulo pudiera entender mejor lo que le había preguntado Milk.
— ¿Besara? —Preguntó. Milk suspiro, llenándose de paciencia nuevamente. Era como si estuviese hablando con un niño en cuerpo de adulto. Extraño, pero... Lindo.
Asintió.
— Sí, como en la boda pero... Diferente, más... Intimo.
— ¡Ah! es eso... Besaba, como "el beso" —Sonrió orgulloso por su descubrimiento y luego se puso un tanto más serio. —Si eso te hará sentir mejor, entonces dejaría que me besaras como en la boda.
Ella cerró sus ojos y soltó un suspiro. Al menos, tenía su consentimiento. No era como si ella abusase de él.
La chica abrió sus ojos y miró fijo a su esposo, aun afirmando el vestido se acercó a él quedando a centímetros de su rostro, soltó un suspiro nuevamente y Goku sintió algo extraño dentro de él, nuevamente aquella sensación parecida a la satisfacción que sentía luego de llenarse el estómago, sin embargo, él aun no comía nada. El aliento de Milk impregnó en sus fosas nasales y él se deleitó con aquel aroma silvestre que le parecía tan dulce.
— Cierra los ojos —Susurró Milk mirándolo directamente, él asintió y así lo hizo. Cerró sus ojos.
De pronto sintió nuevamente los labios de la pelinegra sobre los suyos, como en la boda, pero diferente... Quiso abrir los ojos, sin embargo, una parte de él le dijo que lo mejor era mantenerlos cerrados. Se sentía... Extraño, extraño de una manera que daba para el "bien". Ella se despegó de él y Goku frunció el cejo sin poder evitarlo. El contacto terminó sin embargo ambos estaban aun con los ojos cerrados, él con el cejo fruncido y ella agitada por los latidos acelerados de su corazón.
Goku sintió como la sangre rápidamente viajaba por sus venas y una buena cantidad de esta se implantaban en sus mejillas, enrojeciéndolo tal y como le pasaba a Milk algunas veces.
Nadie dijo nada en ningún instante. Se podía oír algunos grillos cantar fuera de su casa y si se agudizaba aun más el oído se podía escuchar las palpitaciones desenfrenadas del corazón de Milk. Goku al fin abrió sus ojos y la miró fijo.
Krillin tenía razón. Era muy bonita.
Especial.
Aquella palabra no supo siquiera de dónde fue que la sacó, pero así era como lo sentía. Sentía que aquella palabra calzaba perfectamente en Milk. Especial.
— Oye —Le llamó el chico, Milk al fin abrió los ojos mirándolo fijamente, así se veía aun más bonita, pensó. —¿Podríamos hacerlo de nuevo? —Preguntó sintiéndose nervioso. ¿Y si ella le decía que no?
Sin embargo ella sonrió enormemente y por un impulso se lanzó a los brazos de Goku, rodeándolo con sus finos brazos por el cuello y uniendo nuevamente sus labios con los de él.
Goku ahora sí que lo sintió aun más diferente. Ella había ladeado un tanto su rostro y abierto la boca. Tuvo un escalofrío y el impulso de alejarla de él cuando ella pasó con suavidad su lengua por su labio inferior, pero otra necesidad aun más grande le hizo acercarla más a su cuerpo utilizando sus brazos y para luego abrir su propia boca para profundizar el beso.
Él no sabía qué era lo que estaba haciendo, no tenía ni la menor idea del por qué lo hacía. Quizá eran impulsos, una cadena de impulsos que le hacían hacer cosas que eran desconocidas para él. Tal vez eran instintos, como cuando él luchaba. Parecido, pero muy diferente a la vez.
La respiración se le aceleró y tuvo un extraño arrebato que ni él mismo supo de dónde salió. Fue empujando a la chica poco a poco hacía atrás, hasta dejarla completamente acostada en la cama. Sin separar sus labios, sin acortar siquiera un centímetro de distancia entre sus cuerpos. Ella acarició su cabello y pasó uno de sus dedos por la parte de su cuello, quizá lo hizo con querer o quizá no, sólo supo que aquello le agradó bastante. Se separaron, él encima de ella, ella bajo de él, ambos mirándose fijamente.
— ¿E-esto es "noche de boda", Milk? —Preguntó Goku aun con la respiración agitada, sin salirse de encima de ella.
Ella tenía los labios levemente hinchados y sonrojados al igual que sus mejillas. Sonrió con suavidad y acarició la mejilla del guerrero.
— Aun falta —Dio como toda respuesta para volver a besarle.
Esta vez con más experiencias, como si ya conocieran la boca del otro desde siglos. Desde siempre. Sus labios se movían con un poco más de coordinación, sus lenguas se acariciaban con menos torpeza y sus manos sabían exactamente dónde debían ir a parar para hacer el beso aun mejor.
Goku sintió como la pelinegra bajaba poco a poco una de sus manos por su espalda desnuda. Sintió un escalofrío pero no quiso despegarse de los dulces labios de su esposa. El pelinegro sin saber siquiera el por qué lo hacía, comenzó a subir sus manos por el costado del cuerpo de Milk. Cuando los senos —tan solo tapados por el brazier —hicieron contacto con su pecho desnudo sintió un escalofrío recorrerlo toda la espina dorsal hasta la punta de sus pies. Algo allá "abajo" comenzó a sentirse apretado, comenzó a hacerle un cosquilleo bastante extraño. Se separó de ella nuevamente, pero Milk no se alejó de él, con suavidad pegó sus labios en el cuello fuerte del muchacho, besándolo con infinita ternura y amor.
— M-Milk —Goku tragó saliva —Me siento extraño... —Y era cierto, se sentía bastante acalorado y de pronto tenía ganas de romper más del vestido de la chica para dejarla desnuda. Extraño. Bastante extraño.
— Goku —Susurró la chica aun en su cuello, el aliento de Milk chocó contra su cuello y eso le causo aun más escalofríos —Sólo... Déjate llevar.
Él asintió sin entenderlo. Perdido mientras ella repartía variados besos en su cuello, mejilla y barbilla.
— P-Pero Milk... Quiero... —Susurró soltando un suspiro aun en contra de su voluntad cuando la chica volvió a acariciar su espalda mientras le besaba justo debajo de su oreja.
— Dime... ¿Qué es lo que quieres realmente? —Preguntó ella alejándose de él de pronto. Estaba decidido, ella haría lo que Goku dijera, si él quería parar... Pues, se detenían, ella no lo iba a forzar. No. Las cosas siempre debían fluir por si solas y ella estaba bastante agotada como para darle lucha al destino.
— Yo... —Murmuró mirándola fijamente, ella paró sus caricias y lo miró fijamente, —quiero quitarme el pantalón y que tú te quites el vestido... —Ya. Estaba. Lo soltó. Sólo esperaba que ella no lo golpease o lo tratara de pervertido como le decía siempre Bulma al viejo Roshi.
Cerró sus ojos esperando un golpe, un chillido, que lo eche nuevamente de la habitación. Sin embargo, ella le había dicho que tan sólo se dejase llevar y... Bueno eso era exactamente lo que estaba haciendo.
Oyó una risa bastante extraña. Diferente a la que le había oído soltar antes. Abrió sus ojos extrañado, ella estaba sonrojada y lo miraba con un brillo extraño en sus ojos. Ladeó sus labios, ¿y ahora por qué reía?
— Está bien —Soltó unos segundos después, cuando dejó de reír. Goku abrió sus ojos extrañado.
— ¿Lo dices enserio? —Preguntó con cautela. Ella asintió. Él la miró algo vacilante y ella rodó los ojos.
Era Goku, ella era la que debía actuar. Así lo hizo.
Con toda la determinación que sentía en aquel momento bajó su mano que antes había estado acariciándole la espalda hacía el estómago, él pareció tensarse y aun más cuando ella bajó su mano con lentitud hasta el broche del pantalón blanco para quitárselo. Goku soltó nuevamente un suspiro por lo bajo. Milk sonrió ante eso. ¡Le estaba gustando!
Cuando pudo al fin desabrochar el pantalón con las manos temblorosas y con las mejillas más encendidas que nunca, él la volvió a besar. Él...
Era extraño, diferente, distinto, especial... Como ella.
No era una mala sensación. Era una sensación diferente pero no mala. Lo malo era sentirse algo... Hinchado "allá abajo". Cuando Milk sin querer rosó con su mano el miembro del pelinegro este se tensó aun más y sin siquiera preverlo tomó de la cintura de la muchacha y la acercó aun más a su cuerpo, como si no quisiese dejar de estrujarla contra él, como si el simple hecho de que si la sentía un tanto más lejos terminaría por volverse loco.
Más experiencia. Con cada beso que se daban se reconocían aun más. Goku al fin se pudo deshacer de aquella prenda tan estorbosa —en aquel momento —como lo era el pantalón.
La erección de Goku era notable, no pasó desapercibida por ella quien se sonrojó aun más cuando él acarició nuevamente su cintura. Suspiró entre el beso y su esposo la estrujó nuevamente contra él. No supo en qué momento fue cuando ella tomó la mano de él y lo guío hasta el inicio del vestido para que él mismo siguiera bajándolo. Él se separó de ella nervioso, sentándose a horcadas encima de su mujer, y siguió el caminó hasta quitárselo con suavidad. Controlándose con fuerzas. No quería romper el vestido más de lo que ya lo había estropeado. Aunque eso fuera lo que quería, sentía las ganas de romper el vestido y... ¿Qué más hacer? Se volvió nervioso nuevamente y la miró casi desnuda. Con aquel sujetador blanco con encajes. Ella también se volvió nerviosa pero no quiso taparse. Él la miró, su rostro, su cuello, sus pechos, su plano vientre... Volvió a subir sus ojos, sonrojado. Ella rió y se incorporó un poco para pasar ambas manos por su espalda y quitárselo con toda la valentía que logró reunir. Dejó al descubierto aquella zona tan sensible para una mujer. Goku, infantilmente miró asombrado aquello. Sabía que las mujeres tenían aquella zona diferente a los de los hombres, pero no se sorprendía por eso, se sorprendía porque sentía ganas de tocarlo, incluso de apretarlo con su mano. Pero no quería hacerle daño. Su erección palpitó aun atrapada dentro de sus bóxer.
Tragó saliva con dificultad. Si quiera quiso preguntar, era demasiada la curiosidad como para hacerlo y recibir una negativa por parte de ella. Con lentitud, como si así le pidiese permiso, acercó sus dedos estirados hacía uno de los pechos de ella. Milk tuvo el impulso de taparse con las manos, pero ya había llegado muy lejos como para echarse hacía atrás ahora, después de todo, ella lo quería.
Con la yema de su dedo indice tocó con suavidad un pecho. Sonrió algo fascinado para luego colocar su mano por completo encima de aquella extremidad. Milk soltó un suspiro y echó su cabeza hacía un lado. Cerró sus ojos y dejó que aquella sensación tan placentera la invadiera. Se sorprendió cuando la otra mano de Goku fue a parar en su cintura y la acercó hacía él, haciendo que el miembro de él se rozara con su estómago. Soltó un gemido ahogado. Mayor fue su sorpresa cuando sintió nuevamente los labios de Goku sobre los suyos propios.
Ella le revolvió el pelo mientras él acariciaba su pecho. Sintió una extraña sensación de querer rasgar la pequeña prenda que le quedaba a ella y colocarse encima, aplastarla, estrujarla, sentir su aroma, su aliento, no separar sus labios... Soltó un gemido ronco, aquello también fue extraño pero le gustó. Mucho. Demasiado. Más de lo que creyó que le gustaría. Milk bajó sus manos hacía los bóxer y los bajó de apoco. Su corazón sí palpitó está vez con fuerzas contra su pecho.
Se sorprendió él mismo ante ese hecho, ¿qué es lo qué pasaría ahora? Ella quitó sus manos del cuerpo de él y se las llevó hacía su propio cuerpo y comenzó a bajarse las bragas... Él bajó su vista curioso, observó aquella parte de su anatomía bastante hinchada y grande, luego vio la anatomía de ella, no tenía lo mismo, pero él ya lo sabía... Subió su vista nuevamente hacía ella, Milk sonrió.
— Déjate llevar... —Susurró nuevamente, él asintió y volvió a unir sus labios con los de ella. Cuando las piernas de su esposa se enroscaron en sus caderas supo lo que debía hacer. En realidad, no lo supo, tan sólo, como lo dijo ella. Se dejó llevar.
Bajó sus manos de los senos de ella y los llevó hasta las cadera de la chica y de ese lugar la acercó a él. Soltó un suspiro bastante extraño cuando su intimidad tocó la de ella. Ella acarició su pecho y él la besó nuevamente, se recargaron en la cama y nuevamente rosó su sexo con el de ella. Pero esta vez fue diferente. Algo envolvió su miembro haciéndole abrir los ojos. Ella dio un gritito ahogado. Él suspiró y se separó un poco de ella.
— ¿T-Te... Duele? —Esperaba que dijera que no, porque él no quería detenerse, siquiera sabía si podría detenerse. Ella cerró sus ojos con fuerzas y negó con suavidad con una sonrisa en su rostro.
— Sólo quédate así, Goku... N-No te muevas —Pidió, él asintió, aunque sentía muchas ganas de moverse, de pegarla aun más a su cuerpo, de adentrarse en aquel lugar aun más.
Se agachó nuevamente y besó sus labios, quizá así ya no le dolería. Ella sonrió entre medio del beso, él volvió a besarle con suavidad. Sentía que temblaba, que no podía soportar algo y que comenzaría a moverse con frenesí.
— Lento... —Susurró su esposa y él asintió.
Lento, fueron movimientos bastante lentos. La miraba fijamente mientras sentía las ganas de agarrarse de algo y romperlo, sintió unas ganas tremenda de morderle el cuello... Se agazapó hacía el hombro de su esposa y la mordió con fuerzas, sacándole sangre. Milk gimió mientras ella misma comenzaba a moverse.
Uno, dos, tres. Era un vaivén perfecto, como si sus cuerpos siempre hubieran pertenecido al otro. Goku pensó en algún rompecabezas. Él una pieza y Milk la otra, ambas que calzaban perfectamente. Llevó su mano hacía el pequeño mueble que había a un lado y apretó, con un "crack" este se rompió, pero a ninguno de los dos les importó. Milk abrió su boca y Goku lo vio como alguna clase de petición, unió sus labios nuevamente.
Ocho, nueve y diez. Cada vez más rápido. El silencio se rompió y la habitación se lleno de una dulce música. Milk bajó sus manos por la espalda bien formada del muchacho. Goku tuvo un estremecimiento y luego ocurrió algo extraño. Sintió como su miembro era apretado con suavidad. Como si alguna clase de pared se hubiera contraído.
Trece, catorce y quince. Ella se abrazó a él y apretó sus labios en el cuello de su esposo para no gritar demasiado fuerte. Él nuevamente se movió y entonces algo pasó.
Habían acabado.
Se había terminado.
Aquello tan extraño y... Bueno. Había finalizado. Se dejó caer encima de ella, con la respiración agitada, con su corazón palpitando fuertemente contra su pecho, sintiendo aun aquella parte de su anatomía siendo aprisionado en algo, en ella. Soltó un suspiro y giró su cuerpo para quedar recostado a un lado de Milk. Ella miraba el techo sin mirar, perdida en sus cavilaciones. Sonrojada y con la respiración entre cortada.
— Eso... ¿Q-Qué fue eso? —Preguntó él confundido, mirándole el perfil. Ella giró su rostro también.
— Se llama hacer el amor —Respondió.
— ¿Hacer... amor? —Preguntó extrañado, ella asintió, él sonrió y asintió también, llevó sus ojos hacía el techo de la habitación —Me gustó. Fue... Genial.
Milk sonrió facinada ante aquella palabra. Sí, había sido genial. Único. Se acercó hacía el cuerpo desnudo de su esposo y pasó sus delgados brazos por la cintura de este, él con una mano rodeó su hombro, contento.
— ¿Y sólo se hace en la noche de boda? —Preguntó luego de unos segundos de silencio. No sabía si era así, pero esperaba que no lo fuese, le había agradado realmente. Fascinado. Milk rió divertida, extasiada con su propia felicidad.
— Se hace cuando hay amor —Respondió, —por eso se dice "hacer el amor".
Goku asintió conforme con la respuesta, pues sabía que si se hacía cuando hay amor, él tendría de lo mismo siempre. Aquella idea sí que le agradaba. Bastante.
Tenía planeada esta idea hace un tiempo atrás, tenía ganas de escribir algo de esta pareja luego de ver un hermoso video con la canción "Mi corazón encantado". Gracias a ese video se me ocurrió esto y es así como realmente me imaginé como habrá sido su primera vez.
Bien, otra cosa, Lemon, lemon es, pero no es un lemon fuerte y muy explicito, la verdad es que soy algo "vergonzosa" a la hora de escribir escenas más subidas de tonos y siempre que las hago me salen demasiado tierna y carente de calentura.
Debo admitir también que me ha costado horrores escribirlo, por el simple hecho de que la personalidad de Goku es muy difícil de escribir, si que me lo tomé como un reto hacía mí misma, y bueno, creo que lo he cumplido, aunque no sé si haya alcanzado sus expectativas ante la idea.
Agregando, como ya lo he dicho anteriormente, este no será un long-fic, si no diversas viñetas sin orden cronológico sobre esta pareja, es por el simple hecho de que mi cabeza aun no me da una idea que me haga decir "sí, debo escribir una historia así con la pareja"
Principalmente escribiré sobre aquellos años en los cuales poco se sabe de lo que vivieron Goku y Milk como matrimonio, me llama la atención aquellos años en los cuales ellos debieron ser felices comiendo perdices.
Espero sus comentarios con críticas (constructivas C;), también recibo algunos consejos o peticiones para alguna viñeta, es decir, si ustedes quieren (sólo si quieren) podrían darme algún tema en general sobre algun tema que quieran leer sobre esta pareja (como por ejemplo la primera vez que se sintieron los celos). Estoy preparada para recibir cualquier tipo de comentarios :D.
¡Muchas gracias de antemano por leer!
Espero que haya sido de su agrado leerlo tanto como lo fue para mí escribirlo.
Saludos!
Jell. :A