A Muselina. Por haber estado conmigo desde el principio, apoyándome y compartiendo sus teorías e ideas conmigo.

A Mecha52. Por su apoyo constante y por no haber perdido la esperanza y haber sido paciente con cada actualización.

Disclaimer:los personajes pertenecen a Jane Austen.


El placer de lo cotidiano


Sra. Bennet

La señora Bennet sabe muy bien que la paz y el sosiego que, hace ya tantos años, se instalaron en el hogar familiar, tienen las horas contadas.

Y no es para menos.

A primera hora de la tarde, en Longbourn se espera la llegada de dos carruajes repletos de chiquillos nerviosos y desgarbados, acompañados de sus respectivos progenitores y, aunque la señora Bennet no puede tildar a Henry ―su nieto mayor e hijo de su primogénita― de escandaloso, no puede decir lo mismo de sus hermanos y primos.

Asimismo, como si la llegada de Jane y Elizabeth con sus hijos y esposos no fuera suficiente, a lo largo del día siguiente se preveía la llegada del resto de sus hijas ―todas acompañadas de sus ruidosas familias― para celebrar el cumpleaños de la matriarca del clan: ella.

A pesar de los temores que ha expresado su marido acerca de cómo aquella visita multitudinaria afectaría a sus nervios (y, por ende, a él mismo), la señora Bennet está dispuesta a hacer cuanto esté en su mano para que todo salga a las mil maravillas. A fin de cuentas, susnietos son la prueba viviente de que ella ha cumplido con el difícil objetivo que le había impuesto la vida: casar a cinco hijas.

La señora Bennet había luchado durante muchos años ―cual heroína de novela― y ahora le tocaba recoger los frutos de su duro y fatigoso trabajo. Y si esos frutos venían en forma de nietos, mejor que mejor.

¡Y a la porra con sus nervios!


Y hasta aquí hemos llegado. No sabéis lo que voy a echar de menos escribir este fic. Espero de todo corazón que hayáis disfrutado con las pequeñas pinceladas que os he dado sobre mi visión particular del mundo de Austen.

Os agradezco cada review, cada alerta de seguimiento y de favoritos que he recibido. Vuestros comentarios me han sacado más de una sonrisa y me han animado siempre a continuar.

Nos leemos en la próxima historia.

Con todo el cariño del mundo, Escristora.