Epilogo:
Gracias a un Maldito Juego de Botella.
Unos cuantos años después.
—¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
Gred Weasley sacó sus ojos azules de su cómic de "Iron Man" al escuchar el grito de su padre. No se sorprendió al verlo soltar la caña de pescar como si esta le estuviera quemando las manos, mientras daba saltos cómicos en la orilla del río.
Tomó aire, a veces se preguntaba si era adoptado, pero luego miraba a su madre y lo comprendía todo, sin duda lo que le decía siempre su tío Harry era verdad, él solo había sacado el físico de su torpe y alocado padre. En momentos como aquellos daba gracias a Dios por eso.
—Mamá, papá se clavó el anzuelo…—puso los ojos en blanco el niño— Otra vez.
Hermione soltó una risotada antes de levantarse de la roca junto al rió donde había pasado la última hora observando a su marido intentando pescar.
Se acerco a Fred sin dejar de reír mientras él trataba de sacarse el anzuelo del brazo sin provocar más dolor. ¡Era tan divertido verlo actuar como tonto!
—Quédate quieto tonto. — trató de quitárselo pero los movimientos frenéticos de Fred se lo impidieron. Lo miró con seriedad— ¡Que te quedes quieto!
A regañadientes el pelirrojo dejo de moverse.
—Que no me duela—pidió poniendo su carita de cachorrito patentada.
—Amor… no prometo nada…— le sacó el anzuelo de un tirón dejando un pequeño punto rojo en su brazo.
— ¡Ay!— Chilló— Eso no fue un cariñito.
—Es un quejón señor Weasley—. Le dio un pequeño beso en los labios.
—Pero dolió…—hizo un puchero tan dulce como el que hacia su hijo.
—Ay papá, tío George tiene razón, actuar en cine te esta aflojando ¡Mira que ni un pez puedes atrapar!—dijo Gred con gran seriedad antes de volver la mirada a su historieta.
—¡Cállate enano!—. Lo miró sumamente ofendido por un momento antes de dirigirse a su esposa— ¿Lo escuchaste, Copito? ¡Que falta de respeto!
—Lo regañaría, pero creo que tiene toda la razón— susurró la castaña al tiempo que sonreía de una forma maliciosa.
Fred los miró aún más ofendido, aunque en el fondo le causaba gracia.
—Iré por mas carnada, y cuando regrese espero que ambos se disculpen por mostrar tan poco respeto hacia mi, especialmente tu Gred— dijo en un tono serio sobre actuado antes de dar media vuelta. Mientras se alejaba de su familia se dedicó a murmurar algunas cosas que gracias a Dios su "inocente" hijo de nueve años no llegó a escuchar.
— ¿Mamá?— Gred dejó su revista a un lado y se acercó a su madre— ¿No crees que papá esta un poco sensible estos días?
Hermione se mordió el labio para no soltar una risita.
—Solo un poquito, Gred—. Abrazó a su hijo al tiempo que comenzaban a caminar hacia la carpa que habían montado él y ella –Fred había demostrado ser un desastre para las cosas de campamento- a unos cuantos metros de la orilla del río.
— ¿Mami?
— ¿Si, corazón?
— ¿Trajiste comida por si papá no pescaba nada, verdad?—le preguntó sumamente preocupado.
—No te preocupes mi cielo, jamás he confiado en la capacidad de tu padre de cazar su propia cena—. Le revolvió el cabello antes de irse a sacar la comida que había empaquetado.
(* — * —*)
—Fred ¿puedes dejar eso de una buena vez?—Hermione se cruzó de brazos al tiempo que veía con cara agria a su marido, el cual seguía a la orilla del río tratando de pescar algo cuando el sol ya había caído llevándose consigo unos cuantos grados de la esplendida tarde de verano que habían disfrutado en aquel bosquecito.
—Estos peses tienen que picar…— masculló el hombre mirando con determinado el agua.
—Weasley ven aquí o te parto la caña de pescar en esa cabeza hueca que tienes. —le amenazó.
— ¡Si!—saltó Gred sonriendo entusiasmado—. Quiero ver eso.
Frustrado, pero al mismo tiempo asustado por la amenaza de su amada esposa- era completamente consiente que ella iba a cumplir su palabra si no le hacia caso- dejó a un lado la caña de pescar y fue a reunirse con Hermione y su hijo frente la fogata que habían ascendido.
Se sentó junto a Gred, el cual estaba claramente decepcionado por no poder ver como su madre lo golpeaba con la caña de pescar.
— ¿Un emparedado? —le ofreció Hermione con una sonrisa juguetona.
Fred miró con malos ojos el alimento.
—Que gran confianza le tienes a tu marido, Copito. —refunfuñó, tomando el emparedado—Apuesto que mi hermana jamás le hizo esto a Harry en ninguno de sus campamentos.
—Freddie, sabes que te amo con toda el alma, pero…
—Pero a diferencia de tío Harry, tío Ron o tío George, tú no sabes pescar. —Terminó Gred poniendo la sonrisa más inocente en su pecoso rostro—. Acéptalo papá, no tienes madera para estas cosas. Debiste haber invitado a los tíos, así al menos hubiéramos comido pescado asado y yo hubiera jugado con Roxanne y James.
—A dormir enano, ya es tarde. —ladró su padre.
—En serio, está bipolar, hasta parece la tía Luna cuando estaba embarazada. —murmuró el niño lo suficientemente bajo como para que solo su madre lo escuchara mientras caminaba hacia su carpa. Hermione soltó una risita, su pequeño era muy observador.
—Estás muy susceptible hoy amor—sonrió sentándose al lado del pelirrojo y recostándose contra su pecho.
—No estoy "susceptible"— negó Fred rodeándola con un brazo sin sacar los ojos del suave movimiento del fuego.
—Claro que si, te ofendes y te enojas por todo—afirmó acomodándose un poco más a su lado. —Casi parece que el que tiene las hormonas alborotadas por el embarazo eres tú. ¿Sabias que se supone que tengo que ser yo la que actúe como bipolar alocada?
Y ya lo había dicho, dos semanas guardándose el secreto para decírselo en el momento que él menos se lo esperaba. Sonrió al ver como el pelirrojo se enderezaba de golpe, sorprendido pero feliz.
— ¿Estas…?
— ¡Estamos!-le corrigió con una sonrisa radiante— ¡Estamos embarazados!
Fred quedó con la boca abierta por un momento. ¡Iba a ser padre por segunda vez! Su corazón se aceleró cuando la noticia fue completamente asimilada. ¡Otro niño, o tal vez una niña! Una sonrisa enorme ilumino su rostro tan pecoso como el de su hijo.
— ¿Es broma?
—Nop, hice las pruebas y dieron positivas— le explicó arrodillándose frente a él —. Y no se porque tengo el presentimiento que será una niña.
Fred soltó una carcajada al tiempo que también se arrodillaba y la rodeaba con un fuerte y a la vez cuidadoso abrazo.
—Esta, señora Weasley, es sin duda una de las mejores noticias que me has dado—. Rodeó su rostro con las manos y la besó con ansias.
—La otra vez te desmayaste, con cada bebé vas mejorando Weasley—Bromeó.
—Te amo con todo mi corazón, Hermione. Eres lo mejor que me a pasado en la vida.
— ¿Sabes? Doy gracias por haberte dado aquella galleta mordisqueada esa tarde que nos conocimos. —lo beso con suavidad.
—Y yo agradezco que aceptaras jugar al juego de la botella. —le obsequió su mas coqueta sonrisa torcida, la cual a pesar de los años seguía siendo irresistible.
-Te amo idiota…
Fred Weasley, el irritante bromista que siempre la había molestado en su niñez, había sido sin duda la mejor elección para formar esa maravillosa familia que tenía.
Sonrió al tiempo que dejaba que su emocionado esposo la abrazaba. Era increíble pensar que todo se lo debía a un maldito juego de botella.
Fin.
(* — * —*)
Bueno, aquí les dejo el ultimo capítulo :D espero que les haya gustado! Muchas gracias a todas las que siguieron esta historia con sus comentarios! Muchas gracias por el apoyo!
Espero que nos volvamos a leer! Besos grandes.
Elly