-Como sigas así no voy a controlarme.-le murmuro al oído mientras cerraba los ojos con fuerza, no podía creer que la morena le estuviera haciendo aquello, la excitación recorría cada rincón de su cuerpo y comenzaba a sentir como su gran secreto se despertaba.
Rachel se dio vuelta y miro a Quinn con una sonrisa de lado, relamiéndose los labios. Desde que había comenzado a tener algo con la rubia todo iba mucho mejor en su vida, además de que en ella encontraba todo lo que siempre busco, tal vez porque Quinn confinaba lo mejor de dos mundos desde su punto de vista.- No estoy haciendo nada, así que cálmate.-se alejo un poco de ella, casi podía sentir el miembro de Quinn pegado a su trasero y no era la idea de que se excitara en aquel lugar, rodeadas de gente.
-Llevas ese intento de vestido que no hace más que tapar tu trasero, y dale gracias a dios que logra hacerlo.- frunció levemente el ceño mirando a su alrededor y fulminando con la mirada a Evans, que miraba a Rachel como si fuera el ultimo trozo de carne en el desierto.- Nunca he visto a Evans dedicarle esa mirada tan lasciva a absolutamente nadie, ¿era necesario vestirte así? Es solo una jodida reunión del glee club en casa de Puckerman como todos los viernes, no era necesario.-estaba molesta, estaba molesta porque sentía que no aguantaría mucho sin poder tocar a Rachel, necesitaba hacerla suya y al parecer nadie había ingerido suficiente alcohol como para que no se dieran cuenta si la llevaba a algún sitio.
-Tú me has obligado a tomar estas medidas drásticas, llevas dos días sin llamarme, dos días Quinn.-le mostro su dedo índice y pulgar mientras entrecerraba los ojos con evidente molestia.- desde que tuviste ese pequeño accidente te has desaparecido, no entiendo porque lo has hecho. Realmente comenzaba a considerar que estábamos bien y que podías confiar en mi si tenias algún problema.
La rubia bajo la mirada mientras fruncía los labios, sabía que había tomado la decisión equivocada desapareciendo del mapa aquellos dos días, pero le daba demasiada vergüenza lo ocurrido como para hacer que no había sucedido nada.
-Quinn no es para tanto, solo fue…algo que le puede pasar a todo el mundo, no tienes porque alejarte de mi por eso.-suspiro un poco, se quería acercar a ella, pero notaba como comenzaban a mirarlas y se sentía un poco cohibida, aun mas porque sabía que a su acompañante no le gustaba para nada cuando comenzaban a mirarlas de aquella manera.
-Se que no es mi culpa pero igualmente no quiero hablar del tema.-miro de nuevo a Sam y esta vez apretó los puños con fuerza, la ira comenzaba a recorrerla entera y no sabía cuánto sería capaz de aguantar sin matarlo, literalmente, a golpes por estar mirando así a Rachel.- Juro que si ese idiota no deja de mirarte de esa manera lo golpeare tanto que quedara ciego y no podrá ver nada mas en su jodida vida.
Suspiro mientras se pasaba una mano por el cabello, aprovechando para echárselo para atrás mientras pensaba alguna solución para aquello.- Solo no le hagas caso, concéntrate en poner borracho a todo el mundo para que en unos minutos podamos estar un rato juntas, además..¿quien te ha dicho que no me había gustado?.-con disimulo dejo una leve caricia en la mano de Quinn, sonriendo al ver como esta se ruborizaba por el contacto.- Además tu también lo ha hecho apropósito, sabes que me encanta como te quedan los jeans apretados con tu chaqueta de cuero.-le guiño el ojo y se lamio los labios provocativamente antes de perderse por el pasillo de la casa de Noah, dirigiéndose hacia la cocina.
Quinn trago saliva en seco y respiro hondo, agradeciendo estar sola llevo una mano a sus jeans y acaricio su miembro por encima del pantalón, consolándolo.- Si tenemos suerte esta noche terminamos con la abstinencia, solo pon de tu parte también que yo sola no puedo hacer todo.-Quinn Fabray había perdido la cabeza, y la única culpable era Rachel Berry.
Una hora, había tenido que aguantar una jodida hora viendo como Sam intentaba meterse en las bragas de Rachel, casi literalmente hablando porque estaba segura que más de una vez al rubio se le había ido la mano aprovechando que la morena estaba sentado a su lado y realmente no sabia como se había aguantado las ganas de ir a golpearlo hasta no poder mas.
Miro a su mejor amiga que estaba a su lado en el sillón con Brittany sobre sus piernas, ambas se besaban apasionadamente y Quinn no podía evitar sentir como volvía a endurecerse, si bien ambas eran sus amigas aquella imagen era muy excitante y tampoco era de piedra. Bajo la mirada y luego cerro lo ojos respirando hondo por unos momentos, dedicándose a calmar sus hormonas.
Al abrir los ojos se dio cuenta que la mirada de Rachel estaba fija en ella, por lo que la quedo mirando y luego, al notar que ella se levantaba y se iba escaleras arriba la siguió inmediatamente. Sonriendo ya más feliz porque al parecer ya estaba de suerte y nadie más se interpondría entre la morena y ella.
Cuando llego a la habitación donde había entrado Rachel ingreso y cerró la puerta con seguro, asegurándose de que nadie fuese a interrumpirlas ya que no quería frustrarse una vez más. La vio sentada en la cama, con una pierna cruzada arriba de la otra logrando que su vestido se subiera aun mas dejando ver las bragas negras que poseía en ese momento.- debo confesar que esta vez has logrado desesperarme, no quiero enterarme que sales a algún sitio donde yo no esté con él, es demasiado corto y no quiero que a nadie le provoque lo que me ha provocado a mi.-murmuro acercándose a ella mientras la miraba fijamente de manera lasciva, como un león asechando a su presa.
-Procurare no hacerlo, aunque es divertido hacerlo cuanto tu estas cerca porque las probabilidades de que reacciones como en este momento son muchas y es lo que quería lograr.-tomo de la cintura a Quinn acercándola más a ella, sonriendo al tener la entrepierna de la rubia delante de su rostro. Se relamió los labios y comenzó a rozar tan solo un poco su miembro con su mano derecha por encima de su pantalón.- ¿LionnQuinn quiere jugar?-pregunto con voz de niña pequeña, jugando con la paciencia de la rubia.
Quinn tuvo que contener las ganas de tirar a Rachel en la cama de una vez y tener sexo con ella hasta que no pudiera mover ni un solo musculo de su cuerpo, aunque aquella voz con la que le hablaba ella no hacia más que excitarla y la otra lo sabía, por eso lo hacía.- Quiere jugar contigo, sabes que le encanta hacerlo.-murmuro pasando una de sus manos por el cabello de Rachel, enredando sus dedos en él y tirando de este levemente para que ella se acercara mas a su miembro.- Ya no me hagas esperar más.-arqueo una de sus cejas esperando a que la morena por fin accediera a satisfacerla, necesitaba que lo haga.
Rachel la quedo mirando unos momentos y luego sonrío de lado, llevo sus manos al pantalón de la rubia y lo desabrocho para luego tirar de él junto con su ropa interior de una sola vez, extrañamente en aquel momento no tenía ganas de jugar con la paciencia de su amante.- Espero que luego de esto decidas no desaparecer nunca mas, ni por un día.-la vio nos momentos a los ojos y luego tomo el miembro de la rubia en su mano, acariciándolo lentamente, buscando que este terminara de ponerse erecto aunque parecía que ya lo estaba.
-Ocupa tu boca en otra cosa mejor.-movió un poco su cadera para acercar su miembro al rostro de Rachel, soltando un largo suspiro cuando sintió la lengua de esta acariciando su glande.- Joder como n-necesitaba esto.-gimió la rubia mientras acariciaba su cabello.
Rachel lamia con lentitud la punta del miembro de Quinn sin dejar de masturbarlo con un poco mas de velocidad, le encantaba tener a Quinn en la palma de su mano casi literalmente hablando, escuchar sus gemidos era algo demasiado bueno como para dejar pasar la oportunidad de hacerlo una vez más. Los gemidos de Quinn al sentir como Rachel besaba el contorno de su miembro para luego metérselo a la boca completamente eran sonoros, no podía controlarse generalmente cuando de ella se trataba.
Chupaba lentamente el miembro de Quinn, cuando su boca llegaba a la punta de este su mano la masturbaba uno momentos para luego volverá a repetir la operación hasta que la rubia movio las caderas para marcar ella el ritmo, saliendo y entrando de la boca de la morena a su gusto. Tomo del cabello a Rachel con ambas mano para asegurarse que no se moviera mientras incrementaba el rimo de sus caderas, saliendo de ella solo para dejarla respirar y que esta lamiera su el liquido pre-seminal que salía de su glande.- Sigue así bebé, Uh…si…con la lengua, acaríciame con tu lengua.-gimió mirándola fijamente, le encantaba ver como Rachel lamia su miembro, ver el deseo reflejado en su mirar prácticamente la hacía querer llegar al orgasmo.
Rachel sintiendo como el glande de la rubia comenzaba a calentarse debido a la próxima eyaculación decidió hacer lo que le pedía y comenzar a chupar el pene de Quinn con más intensidad. Suspirando cuando ella comenzó a temblar y apretó mas su cabello para penetrar su boca con mas fiereza.- Toma Rachel, tómalo todo…es tu premio por portarte bien bebé, todo tuyo, trágatelo todo.-decía una Quinn completamente entregada a lo que sentía, temblando por el placer de eyacular finalmente. Cerro los ojo con fuerza al sentir como la rubia comenzaba a eyacular en su boca, chupando con más lentitud y presionando sus labios alrededor de su glande para sacar hasta la última gota de su esencia.
-Deliciosa Quinnie, simplemente deliciosa.-murmuro alejándose de su miembro mientras la miraba a los ojos, relamiendo sus labios para probar una vez más la esencia de Quinn de ellos.
-Wow…-dijo una voz detrás de Quinn, ambas se dieron vueltas y vieron que Noah las miraba alucinado, para momentos después caer desmayado en la puerta del baño de ese cuarto.
-¡JODER, ES QUE NO PUEDO FOLLAR EN PAZ!-grito Quinn exasperada a lo que Rachel río y le subió el bóxer y el pantalón, abrochándoselo y luego incorporándose para besar cortamente sus labios.
-Nosotras hacemos el amor, no follamos, y vamos a revivirlo…ya tendremos tiempo para seguir con lo nuestro.-murmuro besándola una vez más.- Además lo hiciste una vez más, te alejaste de mi el otro día por haber eyaculado en mi boca y hoy lo volviste a hacer además…me encanta que lo hagas.-Rachel le guiño el ojo y fue inmediatamente a socorrer a Puck, sonriendo por haber dejado a Quinn perpleja mirándola, aquella noche a pesar de ser interrumpidas iba a ser muy larga y llena de pasión, ambas lo sabían y estaban felices por ello.
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