Capitulo 1: volviendo a las raíces.

Rachel Berry era una famosa jugadora de fútbol, reconocida en toda Europa. Tanto por sus habilidades con el balón, como por sus locuras y su forma de ser tan badass. Ella era una de las mujeres más deseadas, tanto por hombres como por mujeres. Aun así, ella no era una persona de atarse, sus relaciones duraban como mucho una semana, son contar con la interminable lista de conquistas que poseía. Modelos, bailarinas, actrices, deportistas, camareras, de todo tipo y clase.

Desde que llegó a Inglaterra a la edad de 15 años, se volvió imparable. Sus padres, Leroy e Hiram, la acompañaron durante toda su vida, cuidándola y aconsejándola en cada paso. Ellos conocían la fama de su hija en cuanto a las mujeres pero no podían hacer nada, sabían que Rachel era rompe corazones desde que era una niña en su ciudad natal, Los Ángeles. Hacia 7 años que habían dejado la ciudad para seguir el sueño de su pequeña de jugar en las grandes ligas, nada más y nada menos que en uno de los mejores clubes del mundo, Manchester United. Leroy consiguió trabajo fácilmente dentro de la institución como kinesiólogo (trabajo que realizaba en LA en una clínica privada especializada en deportistas) mientras que Hiram ejercía de abogado para una firma muy importante.

Ellos no se sorprendieron cuando en uno de los partidos de su hija en LA un representante de jugadores se les acercó para ofrecerles un futuro muy prometedor en el país europeo. No claro que no, ellos sabían que su hija era un crack y estaban orgullosos de eso. No solo había roto todas las estadísticas de la temporada con una cantidad voluptuosa de goles y partidos ganados, sino también había sorprendido a todos con asistencias, y defensas, dignas de un jugador de toda la cancha. En ese mismo partido todo el mundo se sorprendió cuando en el último minuto cobraron un penal contra el equipo y echaron al arquero sin la posibilidad de más cambios y la morocha se calzo los guantes con una sonrisa engreída y atajó el penal, saliendo rápidamente con un pase a una de sus compañeras y corriendo por la cancha a toda velocidad llegó al área para cabecear el centro y meter su segundo gol en el partido. Todo el mundo habló de esa chica la cual en menos de dos minutos atajó un penal y se las arregló para meter un gol en el arco contrario. Esa chica era una leyenda, y estaba orgullosa de serlo.

Ahora, 7 años después, con muchos premios en su haber y records cada vez más grande, la morocha entraba a la cancha vitoreada por una multitud. Era la final de la UEFA champions lige femenina, entre Manchester United y Barcelona. Ambos equipos campeones en sus ligas y finalistas de este torneo que juntaba a los mejores.

-Ambos capitanes al centro por favor- pidió el árbitro.

Rachel, con la 10 en la espalda y la cinta de capitán en el brazo derecho se reunió junto a los árbitros y la otra capitana, a la cual conocía de partidos anteriores.

-hey Holmes, lista para el segundo puesto?- preguntó arrogante la morocha.

-jaja Berry, hoy patearemos sus traseros- respondió la otra jugadora.

-Si quieres, al final del partido te dejo sacarte una foto con la copa, para que la conozcas- finalizó la jugadora.

-Vete a la mierda- respondió la otra con un notable enfado.

-Bien señoritas, quiero un juego limpio- interrumpió el árbitro.- ya conocen las reglas, ahora a jugar!-

Las chicas saludaron al árbitro y sus asistentes, para luego cada una tomar su lugar en el campo. El partido arrancó con el saque del equipo español, quien rápidamente toco la pelota y atacó al arco del equipo inglés. El primer tiempo concluyó rápido, con mucho dinamismo y varias jugadas que casi fueron gol, la mayoría por parte de la morocha quien estaba imparable. En los vestuarios varias jugadoras estaban abatidas.

-Bien chicas, el partido es parejo pero una vez que rompamos el marcador nada nos detendrá para golearlas- comentó Eric Mont el entrenador.-Rach quiero que te unas con Maggie en la delantera y hagan lo suyo- comentó mirando a la morena que se encontraba sentada junto a una de sus mejores amigas, Maggie Stuart.

-Si entrenador- respondieron ambas.

El hombre dio unas cuantas indicaciones más mientras los suplentes calentaban. Una vez en el pasillo hacia la cancha, Rachel decidió hacer algunos cambios.

-Hey Mag, ven- comentó pidiéndole a su amiga que se acerque.

-Que sucede Rae?-

-Mira, tengo una idea algo descabellada, pero necesito tu ayuda- comentó sonriente.

-Dime, que tramas?-

-Ahora nos toca sacar del medio campo a nosotras, por lo que estaba pensando, en que una vez que te toque la pelota a ti, yo correré lo más rápido que pueda hacia el arco, tu solo tienes que lanzarme el balón lo más fuerte que puedas, entiendes?- preguntó emocionada.

-Pero amiga, son 11 jugadoras a las que tienes que esquivar- le dijo sin poder creer lo que le pedia.

-Pero ellas no se lo esperan, jugamos con el factor sorpresa y de última me quedara la arquera más alguna que otra jugadora por pasar, y si todo sale bien, es penal o gol. Tu solo patea lo más fuerte que puedas entendido?- preguntó.

-Bien, si tu plan sale bien te juro que te entrego mis bragas a la salida- comentó.

-No gracias, con una noche de fiesta en mi honor me conformo- respondió sonriente mientras entraban campo.

Ambas chicas se situaron en la media cancha esperando la orden del árbitro para comenzar el segundo tiempo. Rachel le dedicó una sonrisa y un asentimiento a su amiga mientras pisaba el balón. El pitido sonó y ella le pasó el balón para rápidamente comenzar a correr hacia el arco rival esquivando algunas jugadoras en el camino. Ella corrió lo más rápido que pudo y cuando miró por el hombro vió el balón cayendo hacia ella, sobre el área grande. La arquera al ver la acción comenzó a correr en busca de la pelota pero antes de que pudiera alcanzarla se sorprendió con una bolea de zurda en el aire de la morocha, quien terminó enviando la pelota al fondo de la red.

-GOOOOOOOOOOL!- todo el estadio estalló en un grito.

La morena se levantó del suelo rápidamente para correr a festejar el gol con su público, besando su camiseta y posando para las fotos.

-"Increible jugada de Maggie Stuart y Rachel Berry!"- se escuchaba por el alto parlante del estadio.

La morena llegó trotando al lado de su amiga sonriendo con orgullo.

-Bien Mag- saludó con un golpe de puño.

-Eres una jodida estrella amiga- comentó sin podérselo creer Maggie.

-Fue trabajo en equipo, no te olvides- respondió antes de volver la atención al juego.

Pasados unos 10 minutos un error de la defensa les costó un gol en su arco marcando la igualdad d en el partido. Ahora, el juego era más trabado, la morena tenía siempre dos marcadores encima, por lo que se le dificultaba mucho más llegar al arco contrario. A 5 minutos del final y con mucho mal humor encima, la morena decidió pedirle a una de sus compañeras del medio campo que suba a hacerles compañía a ella y a Maggie. El otro equipo aprovecho para atacar con más jugadoras, pero se equivocaron en uno de los pases, generando un contra ataque de 3 jugadoras del Manchester contra 4 del Barcelona. Y quien llevaba la pelota era Rachel, quien rápidamente se sacó una defensora de encima tocándole la pelota a Maggie, quien corrió unos veinte metros antes de lanzar el balón hacia la otra jugadora que atacaba con ellas para dejarle el camino sin marcas a Rachel, quien levantó la mano y se metió en el área para esperar el centro. Su compañera la vio y le pateó rápidamente el balón, pero el tiro le salió algo desviado por lo que la morocha tuvo que ingeniárselas para realizar una chilena para lograr patear el balón hacia el arco, dejando en el camino al arquero.

-GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!- todo el estadio volvió a estallar. Y Rachel corrió para festejar con sus compañeras.

-"Increíble, otro gol increíble de Rachel Berry"- volvía a sonar por el altoparlante.

El partido continuó, quedando solo 2 minutos de adición para el cierre. La morocha sabía que iban ganando pero nunca había que conformarse con eso por lo que ahora nuevamente estaban atacando con Maggie a su izquierda, haciéndose pase entre sí para dejar jugadores en el camino. Ahora solo quedaban ellas y la arquera y la pelota la tenia la morocha. Tenia dos opciones, pegarle al arco o hacerle un pase a su amiga, y se decidió por lo segundo, cuando la arquera salió a marcarla ella de taco habilitó a su amiga para que solo tuviera que empujar la pelota en la red, cosa que obviamente terminó en gol.

-GOOOOOOOOOOOOOOOOL!-

-"Habilitación de Rachel Berry para el gol de Maggie Stuart! Manchester City 3- Barcelona 1"- concluía el relator.

-Felicidades Maggie- saludó Rachel a su amiga.

-Gracias Rach, pero deberías haberlo hecho tu- la reto- era un buen momento para hacer un triplete-

-naa tu te lo merecías- respondió Rachel con una sonrisa y un abrazo.

Finalmente el partido terminó y las jugadoras saltaron en abrazos hacia su capitana. La entrega de premios se hizo proclamando como mejor jugadora a Rachel, a la cual le entregaron una llave gigante de una camioneta ultimo modelo. Luego llegó la hora de la entrega de medallas a las sub campeonas quienes fueron aplaudidas por el equipo, al ver a Rachel aplaudiéndolas.

-Bien, ahora las campeonas de la UEFA champions lige!- anunciaron por los parlantes del estadio.

Rachel al ser la capitana fue la primera en pasar a recibir su medalla saludando a los directivos que allí se encontraban, luego todas sus compañeras se pararon sobre un escenario esperando a que le entregaran a la capitana el trofeo. Una vez hechas las fotos correspondientes ella llevó el trofeo a sus compañeras quienes tenían botellas de champagne en la mano y estaban mojando a todo el mundo. Corrieron por el campo dando la vuelta olímpica al grito de "BERRY BERRY" y Rachel puede jurar que vio a varias mujeres arrojándole su ropa interior. Era una locura y ella estaba feliz. Esta era su despedida, y ella lo sabía.

-Felicitaciones hija!- comentaron sus padres con lágrimas en los ojos.

-Gracias papi, papa- saludó ella abrazandolos.

-Nunca una mejor despedida cariño- comentó su papa Leroy.

-Lo sé papa, lo sé- respondió dejándoles un beso a cada uno antes de ir al lugar donde la esperaban las entrevistas.

-Rachel felicitaciones, hoy estuviste increíble- comenzaba el entrevistador-

-Gracias, la verdad es que no fui solo yo, somos un equipo y el mérito es de todos- respondió educadamente ella.

-Sabemos que este era tu último partido en el equipo, que planes tienes ahora?-

-Principalmente unas vacaciones, creo que me las merezco- comentó en tono de broma- y luego vuelvo a mi país, tengo una buena oferta de un equipo de LA por lo que he decidido volver- comentó.

-Sabemos que es un pase millonario, pero que es lo que te llevó a tomar esa decisión?-indagó como buen periodista.

-Realmente amo este país, amo el equipo pero ya hace 7 años que estoy aquí y tengo ganas de volver a mis raíces, conectarme con mis amigos…- comentó sonriente- asique ya sabes Puck, si me estas viendo hombre voy a ir a enseñarte como se juega al futbol- comento bromeando ganándose la risa de los presentes.

-imagino que ese Puck tiene que ver con tu decisión?- comentó el periodista.

-En parte, él es uno de mis mejores amigos al cual hace tiempo que no veo- comentó sonriente mientras escuchaba como la llamaban sus compañeras- bueno creo que tengo que irme-

-Claro, ve a festejar y felicidades- le dijo el periodista- bien esa fue la estrella del equipo, Rachel Berry- finalizó mirando a la cámara.

Mientras se dirigía hacia el túnel para salir de la cancha, la morena observó a unos cuantos hinchas esperando para sacarse una foto. Ella los saludó, firmó autógrafos y le regaló su camiseta a un niño pequeño que se encontraba allí. Esta acción disparó los flashes de todo el mundo, ya que la morocha era portadora de un cuerpo increíble y toda transpirada con un top deportivo era una imagen demasiado HOT. Los silbidos de los hombres no tardaron en llegar haciendo a la morocha reírse mientras ingresaba al vestuario. La fiesta siguió en uno de los pubs más famosos de toda Inglaterra y la morocha terminó otra vez en la cama de una linda modelo rusa.

Mientras tanto en LA

Quinn Fabray se encontraba en su estudio de fotografía esperando la llegada de su mejor amiga con su hija de 6 años. Ella era una de las fotógrafas más importantes de la actualidad, quien se había hecho conocida gracias a una exposición de fotos en el museo donde trabajaba mientras estudiaba. Fue suerte del destino que una de las dueñas de la revista People viera sus fotos y la contratara para trabajar con ella. Ahora esa misma señora, Amanda Farris, era una de las mentoras de la rubia. No fue fácil ser madre a los 16 años y estudiar al mismo tiempo pero se las arregló. Salió de Lima con sus mejores amigas y el padre de su hija quien era ahora un gran amigo y apoyo. Su vida era perfecta antes del embarazo, era la capitana de las porristas en su escuela de novia con el quaterback del equipo de rugby, la hija cristiana orgullo de su padre, una rubia perfecta. Pero eso nunca fue lo que ella quería, a ella no le interesaban las reuniones aburridas de los amigos de su padre, donde todo el mundo fingía ser la familia Ingalls, ni le importaba su estúpido novio. Disfrutaba de la popularidad de ser la head cheearleder pero todo lo bueno se acaba en algún momento. En una de las fiestas de secundaria, ella se emborrachó y terminó teniendo su primera vez con uno de los jugadores del equipo de fútbol y quedando embarazada. Fue una decepción para su padre quien la hechó de su casa. Por suerte contaba con el apoyo de sus mejores amigas y del Glee club por lo que se las arregló para sobrevivir por su cuenta, hasta que su madre encontró a su padre con otra mujer y pidió el divorcio, volviendo a rencontrarse con su hija. Le tomo un tiempo perdonar a su madre, pero finalmente lo hizo. Luego de graduarse recibió una beca en la universidad y se mudó a LA con sus mejores amigas, Santana y Brittany. Ahora, con 22 años era una mujer independiente, con el trabajo soñado y sus amigas a su lado en todo momento. Asimismo había aceptado su elección sexual, cosa que la liberó aún más. Ella era lesbiana, y ya no le importaba la popularidad o la opinión de la gente, y menos tenia que aguantarse a un padre homofóbico.

-Hola mami!- gritaba su hija mientras corría a saludar a Quinn.

-Hola cariño como te fue hoy?-

-Bien, hoy tuvimos gimnasia y jugamos al fútbol- comentó emocionada.

-Hey rubia- saludó su amiga Santana entrando a la oficina de Quinn.

-Hey S, gracias por ir a buscarla- comentó dándole un abrazo a su amiga.

-Todo sea por mi sobrina preferida- comentó.

-Es tu única sobrina- le dijo la rubia.

-Por eso- finalizó la latina sonriente.

-oye, que haces hoy?- preguntó la rubia a su amiga mientras veía a su hija jugar en su computadora.

-Tengo que ir a la oficina a terminar unos contratos y luego ir a buscar a Britt a la escuela de danzas por?- respondió la latina mirando su teléfono. Tenía mensajes de su novia, Brittany S. Pearce quien era su alma gemela desde que tenían 5 años. La rubia era una de las mejores bailarinas del país y tenía su propia academia de baile, mientras que Santana López era una imponente abogada que trabajaba para uno de los mejores bufetes de la costa.

-Pasa saber si quieren ir a cenar a casa, hoy Puck se lleva a Beth y yo me quedo sola- respondió la rubia.

-Por mi no hay drama, asique nos vemos en tu casa a las 8.- respondió la latina- Chau enana- saludó a su sobrina y se marchó.

Quinn continuó trabajando mientras su hija jugaba con su asistente a la espera de su padre. Pasada una hora Puck hizo acto de presencia.

-Hey baby mama- saludó con un abrazo.

-Hola Noah, todo bien?-

-De lujo- respondió sonriente- el equipo funciona muy bien por lo que esta temporada arrasáremos- comentó. Él era el entrenador del equipo masculino de Los Ángeles Galaxy. En realidad fue jugador pero por una grave lesión tuvo que dejar de jugar profesionalmente y decidió estudiar para ser entrenador. Ahora arrancaba su carrera frente a un gran equipo con mucho potencial.

-Me alegro, espero que les vaya bien porque Santana va a querer patear tu trasero- comentó riéndose.

-Eh no, ella es fan del equipo femenino de los Galaxys, que a mi no me exija nada. Aunque sospecho que le gusta ver a las chicas sudadas más que al juego en si.- agregó.

-De eso no tengas duda- respondió la rubia.

-Me va a besar los pies cuando le presente a la nueva jugadora para la próxima temporada- comentó con plena felicidad el hombre del mohawk.

-Quien es?- la curiosidad de la rubia era notoria.

-Es una sorpresa- respondió él haciéndose el misterioso.

-No me vas a decir?- preguntó indignada.

-Nop, es secreto de estado- respondió mientras salía a buscar a su hija.-Nos vemos rubia-

-pero que hijo de…- murmuró la rubia.

La tarde se le pasó volando y a la hora de la cena ella estaba en su casa terminando de cocinar lasaña para ella y sus amigas. A las 8 en punto el timbre de su casa sonó.

-Hola Quinnie- saludó Britt dándole un enorme abrazo.

-Hola B, como estas?-

-Bien y tu?- respondió la rubia más alta.

-Bien, terminando de cocinar. Santana?-preguntó al no ver a su amiga.

-Esta hablando por teléfono, sobre un contrato nuevo del club de sus amores- respondió rodando los ojos la bailarina.

-Me imagino como debe estar- respondió la rubia. Santana era gran fan de los Galaxys por lo que era una de las abogadas del club, trabajando en los contratos de las jugadoras y el mercado de pases.

-Acá estoy- comentaba sonriente después de 5 minutos la latina.

-Esta todo bien?- preguntó la fotógrafa.

-Más que bien, me llamaron para informarme sobre el pase de la jugadora estrella del Manchester United a Los Ángeles Galaxy!- comentó emocionada.

-Me alegro San- comentó su amiga.

-Más vale que te alegras, esta temporada la vamos a romper!- gritaba sonriente.

-Cálmate Sanny- le dijo Britt- como se llama la jugadora?-

-No me lo dijeron y no pregunté, pero mañana llega a LA y el lunes la presentan. Son solo formalidades ya que ella pidió dos semanas de descanso por lo que se entrenará con el equipo una semana antes del inicio del torneo- comentó.

-Y que pasa con el contrato, porque llamaron tan tarde?- pidió su novia.

-Pues el contrato es millonario, va a ganar mucho más que el rubio hueco de Beckham- comentó sonriente-por lo que tienen que modificar algunas cláusulas, pero nada que no se pueda hacer mañana- comentó sentándose en la mesa.

La cena transcurrió entre risas y copas de vino, mientras Quinn se alegraba de tener amigas como S y B. Eran algo locas, pero ella las amaba.

Al otro día decidieron aprovechar que era sábado e ir a la playa. Allí se encontrarían con Puck y Beth. Mientras la rubia estacionaba en su BMW descapotable rojo, su amiga latina hacia lo mismo con su descapotable amarillo (a pedido de Brittany ambos autos eran iguales pero de distinto color). Las chicas se dirigieron a su lugar habitual en la playa frente a un parador. Uno de los chicos les preparó las reposeras junto a las sombrillas y una mesa donde tenían todo tipo de fruta y bebidas. A la media hora llegó Puck con sus amigos Sam, Mike y Finn, junto a Beth. La pequeña corrió hacia su madre mientras que su padre se dispuso a armar una cancha de futbol en la playa. De repente el ruido de una motocicleta captó la atención de todos y una sexy morocha se estacionaba al lado del auto de la rubia. Todos los presentes se quedaron boquiabiertos ante la belleza de la mujer, quien vestía unos shorts de jean que dejaban a la vista unas hermosas piernas junto a unas botas guerrilleras negras, en el torso portaba una ajustada remera blanca con letras en color fluo que decían "London". Una vez que se sacó el casco el pelo le caía sobre los hombros mejorando la imagen, junto a unos lentes aviadores negros. Dejó el casco sobre la moto (una Kawasaki Ninja ZX 10r color rojo) y se acercó al grupo de chicos que pateaba la pelota de un lado al otro.

-No iban a empezar sin mi cierto?- preguntó sonriente.