.

Hola mis lectores.

n.n

Este fic se supone que es la continuación de mi fic llamado Mal Entendido.

Al checar la fecha de ese fic, ya va para 2 años desde que lo subí… 2 años he tardado con esta continuación. No tengo excusas que dar para explicar este retraso, pero sí tengo muchas segundas partes que continuar.

Quién me manda dejar finales abiertos. Creía que eran buenos los finales abiertos, pero estoy comprobando que tal vez no lo sean, y lo comprobé el sábado pasado al leer un libro de 326 páginas llamado El Guardián de los Dragones (lo leí en 1 día), pero al llegar al final, resulta que se queda con un final abierto. No podía creer que el autor nos dejara sin saber qué pasa después con Ping (una chica como de 15 años) y con Kai (un bebé dragón recién nacido) cuando emprenden otro viaje ahora ellos dos solitos después de pasar tantas penurias para llegar a donde debían llegar, pero así comprendí que esto mismo debe pasarles a mis lectores cuando un fic mío se queda en un sutil "Continuará".

Para mi consuelo, ese libro tiene segunda parte xD pero para mis lectores, el único consuelo que puedo darles son más fics. Las segundas partes van a tardar un poco, pero "ai" voy, a paso de tortuga.

Disfruten de la lectura.


Disclaimer: LAS TORTUGAS NINJA no me pertenecen, es mi corazón el que le pertenece a Leonardo. Yo escribo sin fines de lucro y sólo para hacer pasar un agradable rato a quien sea que tenga la gentileza de tomarse su tiempo para leer mis divagaciones.


-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

PROYECTO INTÉRPRETE

POV de Donatelo

- Accediendo a "Mis Documentos". Clave de acceso:

. . . . . . . . . . . . .

- Buscando carpeta con nombre clave "Intérprete". Clave de acceso:

. . . . . . . . . . . . .

- Verificando avance:

"Estatus del proyecto: 99.85% completado."

"Acción pendiente: Adaptar el circuito integrado NE 555 al casco número 3."

- Saliendo del sistema. -

Donatelo se encuentra en su área de trabajo, ocupado con algún proyecto.

Estando frente a su computadora, se desliza sentado en la silla con ruedas para llegar a la mesa donde hay 3 cascos como los que utilizan los ciclistas; uno es color rojo, otro azul, y uno más de color naranja. Toma el casco color naranja, le da vuelva para ver el interior; el interior está tapizado con finos microcircuitos. Toma un cautín (instrumento técnico eléctrico usado para unir componentes electrónicos), lo conecta a la corriente eléctrica, toma un microchip, lo coloca en su lugar, toma soldadura y el cautín (que ya ha alcanzado la temperatura idónea), y empieza a unir el microchip al resto de los circuitos electrónicos.

- Procediendo a la instalación del circuito integrado NE 555 al casco número 3. -

Al cabo de una media hora ha terminado. Vuelve a su computadora.

- Accediendo a "Mis Documentos". Clave de acceso:

. . . . . . . . . . . . .

- Buscando carpeta con nombre clave "Intérprete". Clave de acceso:

. . . . . . . . . . . . .

- Actualizando avance:

"Estatus del proyecto: 100% completado."

- Adicionando referencias:

Teclea rápidamente, a pesar de sólo tener 3 dedos en cada mano.

"Fase 1: Terminada."

"Fase 2: Someter los dispositivos a pruebas de campo."

- Saliendo del sistema. -

Me levanto de mi lugar, tomo mi bolsa, y me aproximo a la mesa en la que están los 3 cascos.

Coloco los tres recién terminados dispositivos en el interior de mi bolsa. Ahora, debo hallar a mis conejillos de Indias… es decir, debo hallar a mis hermanos.

Leonardo es el más predecible, dado que realiza una rutina muy rigurosa, por lo tanto, es fácilmente rastreable.

Lo busco en el dojo; probablemente se encuentre ejecutando katas. Para mi decepción, no lo hallo ahí.

Me dirijo a la cocina; posiblemente esté preparando té para Sensei y para él. Antes de llegar a la puerta no percibo ninguna excéntrico aroma. Me asomo sólo para comprobarlo. No se encuentra.

Entonces, voy a la habitación de Sensei. Es factible que Leonardo y Sensei estén jugando una partida de Shogi [ajedrez japonés]. Toco a la puerta, pero Sensei no responde. En mi premura por poner a prueba mis recién terminados dispositivos y comprobar su funcionalidad, con mucha cautela, deslizo la puerta y me asomo. Sensei medita solo. Leonardo no está con él. Vuelvo a deslizar la puerta.

- Únicamente queda un lugar por verificar. -

Subo a la habitación de Leonardo.

La iluminación no está accionada, sin embargo, un tenue brillo se percibe en las profundidades de esa vasta oscuridad.

Leonardo está meditando.

Generalmente, me retiro para ocuparme de otros asuntos que tengo en mi lista de pendientes mientras él termina su ejercicio de meditación, salvo que en esta ocasión, me voy a permitir que mi lado impertinente aflore. Aún no he olvidado que Leonardo se atrevió a asegurar, en una ocasión, que Miguel Ángel está progresando más rápida y favorablemente que Rafa y yo en cuanto al ejercicio de ocultamiento del espíritu, ejercicio que resulta ser el más efectivo de los ataques sorpresa que se puedan ejecutar según los principios del Ninjitsu.

Y ahí voy…

Saco el casco que le corresponde a Leo, y me adentro a la oscuridad casi total que embarga la habitación de mi hermano mayor con mucha cautela, concentrándome no únicamente en disminuir los latidos de mi corazón, sino también en aminorar mi 'vibración vital'. Lo rodeo por su flanco izquierdo. Mi intención es colocarle yo mismo en su cabeza el dispositivo recién creado sin que se percate de mi presencia. Dejo de avanzar. La luz de la vela es de ayuda, puedo ubicarme sin dificultad tras la espalda de Leonardo. Atacaré con un fino pero veloz movimiento. Tomo con firmeza el casco con ambas manos, y…

¡Doy un gran salto! ¡Giro en el aire por sobre la cabeza de Leo, extiendo mis brazos para colocarle el casco justo al pasar sobre él y…! Por un segundo estoy convencido de que lo lograré, pero en ese segundo, Leo abre los ojos… la luz de la vela se refleja en esos perspicaces ojos café claro, sorprendiéndome en mi fechoría… estiro los brazos al tiempo que voy cayendo, pero Leo, aunque sentado, realiza una sorprendente maniobra para lanzar una patada directo a mi estomago, y me arroja lejos de él.

- ¡Ah! -

¡Suelto el casco, y mucho antes de pensar en la dolorosa que va a ser mi caída, imagino que el casco cae al suelo y se rompe en mil añicos!

¡Choco de espaldas contra el duro suelo (agradeciendo una vez más tener un caparazón), pero reboto, giro, y finalmente, caigo boca abajo!

- ¡Ay! -

Estoy aturdido, pero aun así, abro los ojos buscando el casco… parpadeo un par de veces antes de poder enfocar bien mi visión. Las luces artificiales han sido encendidas. Veo a Leo de pie, con el casco en sus manos.

- Se te cayó esto, Doni. –

Suspiro de alivio.

- Quelonios… ¿cómo lo hace? – me digo en voz baja, frustrado por mi fallido intento de sorprender a Leo.

Trato de pararme, pero Leo llega y me ofrece una mano; me ayuda a ponerme de pie, pero no me ofrece una disculpa por arrojarme. En cierta forma, es un desafío que hemos acordado los cuatro, después de ese día en el que Rafa y yo fuimos testigos de que Mikey casi consiguiera romper la concentración de Leo sin que a su vez lo atacara: Rafa, Mikey y yo tenemos el derecho de atacar a Leo en cualquier lugar, a cualquier hora, en cualquier momento, buscando sorprenderlo y someterlo. Hasta ahora, no lo hemos conseguido.

- Toma. –

Me tiende mi dispositivo, pero me rehúso.

- Lo he diseñado para ti. –

- Ya me lo insinuaba el color azul. –

- Póntelo, por favor. –

Él mira el interior del casco, pero no me formula ninguna pregunta sobre los circuitos que le he integrado. Se lo coloca sobre la cabeza y ata las correas de seguridad.

Leo siempre es el más dispuesto en ayudarme con las pruebas de mis proyectos. No tengo la menor duda que, si llegase a solicitárselo, se arrojaría desde un puente sin vacilar, sólo para que yo compruebe si acaso las tortugas somos capaces de volar no teniendo alas.

- ¿Para qué sirve el casco, Doni? –

Obtengo de mi bolsa otro dispositivo que se va a encargar de medir la eficiencia del casco. Lo activo y comienzo a hablar con una rebuscada explicación.

- Atribulado por la constante desavenencia ocasionada por la complejidad de mi conjunto de sonidos articulados de los que hago uso para manifestar abiertamente lo que pienso y/o siento, me he visto en la garrafal necesidad de crear un mecanismo electrónico que me ofrezca apoyo mediante la traslación de mi sentir verbal para con mis confundidos oyentes, evitándome realizar una explicación de mis propias palabras, aunada también, la salvaguarda de mi bienestar físico. -

Leo tiene una expresión confusa en su rostro.

'Piqueteo' la pantalla de mi dispositivo en la primera línea de acción a realizar del experimento; la marco como realizada:

"1. Hablar mediante un complejo lenguaje."

- OK. –

Luego observo que Leo abre la boca para tratar de interpretar mis palabras por sí mismo, dada la demora de mi explicación más sencilla, salvo que mi mecanismo colocado sobre su cabeza, ya que ejecuta funciones con una mayor velocidad y precisión que cualquier actividad cerebral, realiza la traslación de mis palabras.

"El casco que tienes colocado sobre tu cabeza, traduce las palabras de Donatelo, así, él no tiene que explicar lo que quiso decir y no te confundes, pero sobre todo, a Rafael no le da por estrangularlo."

Leo da un brinco por la repentina voz automatizada que sale del casco, pero en el siguiente segundo comprende a la perfección su uso.

- Wow, Doni… Es como un traductor. El casco traduce tus palabras; es un intérprete. –

- Exacto. Cuando hablo, el dispositivo detecta mi voz, se activa, rastrea las ondas mentales de quien trae el casco puesto y evalúa su grado de comprensión, elige las palabras adecuadas, y explica lo que quise decir yo con palabras más sencillas; de esta manera, yo no tengo que volver a hablar para darme a entender. Mis palabras se entienden, y mi integridad física está a salvo. –

Leo aguarda un momento a que el Intérprete vuelva a realizar su labor, pero en esta ocasión no lo hace.

- No habla. Se habrá descompuesto. –

- No Leo. Como te dije, el Intérprete analiza tus ondas mentales, y si detecta que has logrado entender todo, no es necesario que deba aclararte el significado de mis palabras; en caso contrario, lo hace. –

- ¡Ah! ¡Qué bien! –

- ¿Alguna observación con la que desees aportar?

- Sí. Entonces… hay que traer el casco todo el tiempo. -

- Es el único inconveniente, o si prefieres traer contigo un diccionario… - trato de decir una broma.

- No, está bien. – sonríe por mi sarcástico comentario - Es mucho más rápido que hojear un diccionario, pero, ¿no puede ser de un tamaño más práctico? -

- Voy a trabajar en otro diseño en cuanto compruebe la eficiencia de cada circuito de este modelo; entonces, elaboraré un Intérprete más liviano. Quizás, pueda reducirlo al tamaño de una diadema o de un auricular. –

- Sería mucho mejor el auricular. –

- Entendido y anotado. –

Tecleo las aportaciones de mi hermano mayor en mi agenda electrónica, y la guardo en mi bolsa.

- Bien. Ahora debo hallar a Rafa y a Mikey y convencerlos de que usen su respectivo casco. –

Suspiro al imaginar la misión imposible a la que estoy por encausarme.

- Yo te ayudo. –

Leo me ofrece su ayuda gentilmente. Esto le quita un tremendo peso a mi caparazón.

- Gracias. – le sonrió agradecido.

Vamos a la sala porque vi a Rafa sentado en el sillón aprovechando la ausencia de Mikey. Mikey salió, y al permanecer apagada la televisión, Rafa aprovecha el silencio que momentáneamente se disfruta en casa para tejer un poco.

Al parecer, tejer, es una actividad en la que le gusta regodearse mi hermano el Temperamental.

Le entrego a Leo el casco color rojo y se aproxima sigilosamente tras Rafa…

Nerviosamente contengo la respiración. Ante cualquier movimiento brusco, Rafa atacaría y destruiría el dispositivo que tanto trabajo me ha costado armar.

Leo se aproxima a Rafa sin hacer el más mínimo ruido, ni siquiera logro oír su respiración. Al estar detrás de Rafa, coloca el casco justo sobre su cabeza, y lo baja lentamente, muy lentamente, y cuando estoy segurísimo que Leo conseguirá colocárselo estando a centímetros de lograrlo… ¡Rafa se percata del peligro, toma a Leo de un brazo, lo proyecta hacia adelante, y gracias a su fuerza bruta, le obliga a dar un vertiginoso giro como si fuera un muñeco de trapo, y lo estrella contra el piso.

- ¡Ah! -

Rafa no pierde tiempo: toma a Leo por las muñecas y las retiene contra el piso y se sienta sobre su caja torácica. Usa todo el peso de su cuerpo para inmovilizar a Leo.

Leo lucha, sin embargo, le es imposible quitarse de encima a Rafa. Es una de las debilidades de Leo en combate: dado que su peso corporal es menor a cualquiera de nosotros tres, no posee la suficiente fuerza física. Él es consciente de su desventaja, mas, él ha preferido no desarrollar sus músculos en demasía a cambio de poseer una sorprendente agilidad.

Desiste de liberarse del agarre de Rafa, y se enfoca en felicitarlo.

- ¡Así se hace, Rafa! ¡Percibiste peligro y has atacado formidablemente!

Rafa va a decir algo, seguramente algún sarcasmo, pero entonces, se percata de que tiene algo puesto en la cabeza.

Sometió a su atacante, pero no pudo evitar que le colocara el casco, incluso lo tiene asegurado.

Continuo preguntándome cómo logra Leo realizar ese tipo de hazañas.

Rafa se incorpora liberando a su prisionero, pero sólo porque va a quitarse el casco y no por liberar a su prisionero; afortunadamente, Leo lo detiene a tiempo, y le explica el propósito de mi dispositivo.

- Y todo este relajo nada más para que este aparatejo traduzca lo que dices, Doni. –

- Efectivamente. –

Rafa mira a los alrededores.

- Como que nos hace falta un hermano. –

- Mikey. – respondo al extraer un casco color naranja.

- Quiero ver qué haces para convencerlo de que se ponga esta cosa, porque seguro que, aunque le expliques, va a creer que es algo que va a doler, y mucho, y no se va a dejar. –

- Especialmente después de… - dice Leo, titubeando.

Él trata de no recordarme esa terrible mutación que experimenté después de haber sido herido por uno de esos insectos que hallamos en las alcantarillas en esa ocasión. Desde entonces, me tomo la libertad de extraer muestras sanguíneas periódicamente a cada miembro de mi familia para analizarlas y asegurarme que ninguno de nosotros vaya a sufrir un cambio como el que yo sufrí, además de checar la salud de cada uno, sobre todo la de mi Sensei; pero por cada vez, es más complicado convencer a Mikey que el pinchazo de la aguja hipodérmica no duele aunque él asegura que sí, y cada vez que nota en mí una actitud sospechosamente analítica, cree que voy a pincharle el brazo de nueva cuenta. Quizás por eso decidió a "dar una vuelta" justo hoy.

- Yo puedo ponerme el casco – dice Leo – y ya verías si funciona. –

- Gracias por ofrecerte, bro, pero el dispositivo tiene que ser probado en cada uno de ustedes, porque éste analiza el nivel de comprensión de cada uno, y necesito que sea así para comprobar su eficiencia y capacidad de exponer hasta el más simplista de los esclarecimientos. -

En los rostros de Rafa y Leo hay cierta confusión, salvo que ya no debo molestarme en repetirles con un lenguaje menos técnico el significado de mis palabras. Observo en la parte frontal de cada casco una lucecita verde que parpadea; eso me indica que el circuito integrado NE 555 está realizando un análisis.

"Mientras más torpe seas, es mayor el reto del Interprete para darte una explicación sencilla."

Esas son las palabras que emergen del Intérprete que lleva puesto Rafa.

- Si tú lo dices, casco. – dice Rafa.

"Cada oyente tiene un diferente nivel de comprensión debido al vocabulario que maneja, y el Interprete debe ser capaz de lograr la traducción correcta de las palabras de Donatelo aunque el oyente maneje un vocabulario de lo más básico."

- Ahora entiendo. - dice Leo.

- ¡Oye! – Rafa se molesta – Lo que acaba de decir el casco de Leo también lo entendí. ¿Por qué el mío lo dijo más simple, Cerebrito? ¡¿Insinúas que Leo es más listo que yo?!

- Es así como procede el Intérprete: si considera que debe usar palabras más simples, es lo que hace, y dado que tú no lees tanto como Leo, tu vocabulario es algo menos fructífero como el que posee él... –

Le explico de una manera tranquila, pero me sobresalto al ver la furia chispear en los ojos de mi hermano el Temperamental; retrocedo gracias a mi instinto de conservación. Justo antes de que Rafa me aprese, Leo se interpone entre ambos.

- Vayamos a buscar a Mikey. – pasa un brazo por la espalda de cada uno y nos conduce a la red del alcantarillado – Creo que si hallamos la manera de convencerlo, hasta le parecerá gracioso el Interprete. –

- Seguro. – Rafa recupera su sentido del humor – El casco va a estallar en la cabezota de Mikey porque va a ser imposible explicarle a ese Tontín. ¡Jajaja! -

- Eso es lo que me inquieta. – lo digo en serio; me preocupa que el microcircuito instalado en el casco naranja no sea capaz de analizar la hiperactiva y caótica mente de mi hermanito y termine estallando.

Rafa se carcajea con fuerza.

Recordando que Mikey ha salido para ir a adquirir el último ejemplar de su comic favorito, "La Fuerza de la Justicia", nos desplazamos caminando a través del conducto por el que irremediablemente él tiene que volver, mientras pensamos en la forma más idónea de convencerlo de que me auxilie con mi prueba. Rafa sugiere la más bárbara acción de sometimiento: atarlo y colgarlo de cabeza. Naturalmente, Leo lo mira con desaprobación, y antes de que la desaprobación sea articulada, vemos a Mikey doblando la esquina. Ni siquiera se ha tomado la molestia de vestir como humano. El chico que atiende el local de los comics está muy convencido sobre que mi hermano es tan aficionado a los cómics, que ya no le sorprende verlo siempre con su "disfraz" cada vez que va a adquirir un ejemplar de su cómic favorito.

Rafa y yo de inmediato nos preparamos para "caerle encima", pero Leo nos detiene. Algo me dice que él ya se había percatado de la proximidad de Mikey porque intenta una táctica diferente.

- ¡Mikey! – le llama con entusiasmo.

- ¡Bros! – se acerca alegre al vernos - ¿Qué haciendo por acá? -

- Nos preguntamos si acaso tú podrías… - dice Leo con calma, pero Mikey al instante percibe algo extraño; no por nada también es una tortuga ninja.

- ¡Espera! Ustedes tres traman algo... ¡Ya sé! ¡Doni requiere otra muestra de sangre! –

- No, Mikey, no es lo que tú crees… - Leo trata de razonar con él, pero Mikey emprende la huida - ¡Mikey! -

- Cómo me encanta que se haga el difícil. – dice Rafa como un tigre ansioso por comenzar la cacería.

Los tres corremos tras el fugitivo.

- ¡Espera Mikey! ¡Deja que te expliquemos! – Leo nuevamente hace el intento por que Mikey lo escuche, porque sabe que es casi imposible darle alcance siendo el más rápido de nosotros cuatro.

Pronto nos aventaja un gran trecho.

- ¡Claro que no! ¡Estoy comenzando a creer que Doni se está volviendo un vampiro si es que quiere más de mi deliciosa sangre! –

Rafa lanza con precisión una de sus sais a los pies de Mikey para hacerle tropezar, pero Mikey la esquiva sin dificultad; la sai se clava en el suelo sin haber conseguido su cometido. Al pasar por este punto, Rafa recoge su arma sin dejar de correr.

- ¡Si me dejaras explicarte que – ahora soy yo quien trata de hacerle entrar en razón – lo único que estoy intentando es someter a prueba la utilidad de un casco que he diseñado con el noble propósito de facilitarles a ustedes la interpretación de mi tecnificado acervo lingüístico! –

En una curva, Mikey continúa corriendo directo hacia el muro, parece que va a chocar contra éste intencionalmente, pero antes de que esto suceda, da un salto y gira en el aire para que sean sus pies los que se apoyen contra el muro, y consiguiendo esto, se da impulso y se lanza hacia el siguiente túnel, consiguiendo de este modo, alejarse más de sus perseguidores.

- Doni, - comienza a decirme en voz alta, en cuanto salvamos la curva, dada la distancia que nos separa – con todo ese cerebro que tienes, ¿nunca has pensado en tus pobres hermanos que, a veces, mejor dicho siempre, no entendemos ni "j" de lo que dices? Si puedes construir máquinas tan impresionantes como el Caparasub, seguro que puedes inventar algo que nos ayude a nosotros, en especial a ti. Sabes de sobra lo que puede pasar si Rafita malinterpreta tus palabras. –

- ¡Pero sí es lo que te acabo de decir yo! -

- Acabas de decir... ¿qué? –

¡Por fin me saca de quicio! ¡Lanzo mi vara Bo directo a sus pies para derribarlo…!, pero el muy mendigo, como diría justificadamente Rafa, lo esquiva con una pirueta.

- ¡Tienen que pensar en algo mejor si quieren atraparme! –

Ya no parece asustado, al contrario, le divierte la situación. Comienzo a sentirme como el Coyote que quiere atrapar al Correcaminos, pero entonces, se detiene y se gira a vernos, lo que aprovechamos Leo, Rafa y yo para lanzamos contra él y atraparlo.

- ¡Ah! –

Sencillamente se hace a un lado, y aterrizamos unos sobre otros.

- ¡AH! –

Intentamos ponernos de pie, y Mikey, tan sólo se aproxima a contemplar nuestra pobre coordinación en equipo porque ninguno consigue ponerle una mano encima aunque está a un palmo de nosotros.

- Ts ts ts ts. – hace un exasperante sonido de desaprobación – Me decepcionan. Esperaba que me dieran batalla como otras veces, pero creo que se están oxidando. Ahora que le diga a Sensei que son unos pésimos perseguidores, ya verán cómo los pone a… -

Extrañamente, deja de hablar.

Como puedo, porque Rafa me aplasta, levanto la cabeza, y me doy cuenta que mira a Rafa y a Leo con curiosidad.

- ¿Y esos cascos? –

- ¡Si tuvieras la gentileza de escuchar primero y echar a correr después – le dice Rafa – ya sabrías para qué son! -

- Pero no te enojes. –

La total desvergüenza de Mikey hace enfurecer más a Rafa, pero incluso así, no podemos levantarnos, hasta que Mikey se decide en ayudarnos, manteniendo una prudente distancia entre Rafa y él. Finalmente, Leo se encarga de explicarle a nuestro inquieto hermanito el propósito de nuestro anticipado encuentro, y yo de realizar la prueba.

- El Multiverso es un término usado para darle mayor congruencia a la idea de que el universo que se puede observar es sólo una parte de la realidad física. Comprende todo lo que existe físicamente: la totalidad del espacio y del tiempo, todas las formas de materia, energía y cantidad de movimiento, y las leyes físicas y constantes que las gobiernan. –

El casco naranja no emite sonido alguno, pero sí me percato de que el microcirtuito está trabajando por la lucecita parpadeante ubicada en la parte frontal.

- Tu casco ese no dice nada, Doni. – dice Rafa molesto.

- Porque Mikey ha comprendido mis palabras. -

- Claro que entendí lo que dijiste Doni, - dice Mikey muy seguro de sí mismo - incluso, hay una teoría que dice que el Multiverso es sólo la descripción de múltiples versiones del universo que existen en el mismo espacio, separadas unas de otras por sus resonancias vibracionales. -

Ahora es mi turno de quedar impresionado por la oración formulada por quien es considerado el más "zonzo" de los cuatro hermanos; pero de "zonzo" no tiene nada.

- Después pueden debatir sobre sus puntos de vista. – dice Leo - Debemos regresar a casa, o nuestro padre puede preocuparse. –

Emprendemos el regreso a casa.

En el camino, Mikey me pide que siga probando el Intérprete que él lleva puesto sobre la cabeza. Para decepción de Rafa, la traducción que realiza el casco naranja de mis oraciones no es de la simpleza que él esperaba.

Al llegar a nuestro hogar, mis hermanos se enfocan en sus propias actividades, y yo en la cocina. Esta noche es mi turno de preparar la cena.

La ingesta de alimentos transcurre relativamente con tranquilidad: Mikey no molesta a Rafa y viceversa; Leo no debe abrumarse por contenerlos; mi Sensei tampoco debe molestarse por aplacar a los dos hermanos más inquietos si acaso los intentos de Leo no surten efecto. Esta cena se puede disfrutar con una serenidad que pocas veces sucede, y es debido a que Mikey está raramente comportándose bien: está sentado correctamente derecho, está usando correctamente los cubiertos, habla correctamente sin la boca llena de comida…

Ahora que lo pienso, Mikey estuvo raramente callado desde que llegamos.

Probablemente, el circuito integrado NE 555 está estimulando la corteza cerebral de Mikey de tal modo, que inhibe su hiperactividad.

Es un asunto que revisaré mañana a primera hora.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-


Tal vez no hubo mucha emoción en este cap, pero ya la habrá en el que sigue; ya la habrá x)

No debe parecerte raro que Mikey pueda entender algunos conceptos como lo que es el Multiverso; esta actitud de Mikey está bien justificada en el cap no. 49, "The Big Brawl, Part 1" (segunda temporada de 2k3); fue la primera vez que llegaron al Nexo de Batalla.

Comentarios, sugerencias, dudas, peticiones, aclaraciones, aplausos, zapes, jitomatazos, abucheos, reclamos, ultimátums, jalones de oreja, etc., etc., todo es bienvenido.

Muchas gracias por tomarte tu tiempo, estimados lector y lectora, y leer mis divagaciones

n.n