3. Iron Man, el hombre de acero

Tony Stark siempre se había caracterizado por ser un hombre cínico, sarcástico, vividor y mujeriego, muy mujeriego, pero nunca había conocido el amor. Hasta aquel día. No leyó currículum ni recomendaciones, solo supo leer unos hermosos ojazos verdes que lo miraban atentamente. Ella era Virginia Potts, una chica que desde el día en el que se convirtió en su asistente personal no ha dejado de cuidar de él. Ese día tanto Virginia como Anthony conocieron lo que significaba la palabra amor, pero también supieron esconder bien sus sentimientos, durante diez años en los que él trataba de convencerse de que no debía intentar nada con ella porque si no la perdería para siempre y ella, precisamente ella, era lo único que no quería perder. Durante esos diez años, ella también se resignó ante la idea de un romance con Tony, esa palabra no estaba en su diccionario y la avispada pelirroja sabía que nunca podría ocupar lo que quería de Stark, y ella no quería solo ocupar su cama, sino también su corazón.

Durante esos diez años tanto Pepper como Tony vivieron muchas cosas, él casi muere en Afganistán. Pepper recordaría toda su vida aquellos días en los que creía que su Tony nunca iba a volver, pero volvió, con un brazo en cabestrillo y la cara magullada… pero ahí estaba él y esa fue la primera vez que Pepper dejó que Tony la viera llorar por él. Tony estaba echo polvo, no creía tener fuerzas ni para comer, pero cuando la puerta del avión que lo transportaba se abrió y la vio allí llorando incluso se levantó de la silla de ruedas y bajó por su propio pie.

En ese momento Tony descubrió que llevaba años enamorado de Pepper Potts y que había necesitado casi rozar la muerte para darse cuenta de ello. En ese momento él quería dos cosas, una hamburguesa y un beso, pero no un beso vacío como todos los que recibía, y tampoco quería un beso que proviniera de unos labios cualquiera… él quería un beso de la pelirroja que pese a ser su empleada lo llevaba a raya.

Después de aquel momento vinieron otros, uno bastante embarazoso en una azotea, otra vez ella tuvo que hacer de cirujana/mecánica para arreglar el reactor, y muchos otros momentos llenos de bombas, un súper héroe suicida, un ruso maniático y ¿por qué no? Fresones. Pero de nuevo una vez más se vieron en una azotea, en la que Tony terminó el trabajo que había empezado Pepper en la azotea del momento embarazoso.

Desde aquella noche comenzaron a acostumbrarse a los besos y a las caricias y en pocos meses ya eran incapaces de dormir separados, si, dormir, Tony Stark durmiendo con una mujer, parecía increíble.

Desde que aquello sucediera el hombre de acero se sentía mejor consigo mismo. Él pasaba casi todas las noches con ella, y las veces que no lo hacía era porque no dormía ya que estaba metido en alguna misión.


-Tony suéltame que nos van a pillar –decía Pepper a su novio mientras él la tenía abrazada por la cintura y le daba besos en el cuello.

-Tranquila chata, si el jefe nos pilla ya me lo camelaré yo para que no te eche la bronca –decía entre beso y beso.

-Tony, eres incorregible –reía ella mientras trataba de trabajar.

-Vamos nena pórtate mal por una vez –dicho esto comenzó a succionar en el cuello de la pelirroja.

-¡Tony! –él la tumbó sobre la mesa.

-Tranquila Pep, nadie va a entrar aquí sin permiso –dijo mientras trataba de desabrocharle la blusa -¿Por qué te pones ropa tan complicada de sacar?

-¡Porque estoy trabajando! –volvió a reír y él la besó. Ella abrazó las caderas de su jefe con las piernas rindiéndose a lo inevitable.

De repente alguien carraspeó. Ellos miraron en dirección hacia el ser que los había interrumpido.

-Rogers, ¿qué haces en el despacho de mi mujer a estas horas? –dijo aún sin separarse de ella.

-Tony, cariño –le dio un toquecito en el hombro para atraer su mirada –la posturita. –Él se levantó y ella se arregló la blusa con las mejillas coloradas como un tomate.

-Te recuerdo que no puedes llamarla…

-Rogers –rugió

-Vale, perdí una apuesta.

-No lo pillo-continua Tony. –Me parece raro verte apostando señor virgen de setenta años. –Rogers resopló.

-Parece mentira que aún no conozcas a Clint.

-Creo que no quiero saber de que iba la apuesta.

-Yo tampoco –dijo Pepper en un susurro avergonzado ante el Capitán.

-Pepper mi vida, te presento a mi amigo y grano en el culo a tiempo completo Steve Rogers, conocido también como el Capitán América. Rogers, esta es mi mujer –enfatizó.

-Stark

-Rogers-el Capitán se dio por vencido y se dispuso a desaparecer del despacho.

-¡Señor Rogers! –llamó Pepper

-Para usted Steve señorita Potts-dijo él esperando en el quicio de la puerta.

-Ey ey ey- se quejó Tony -¿¡Qué son esas confianzas!?

-¿Eso son celos señor Stark? –dijo la pelirroja dejándose abrazar por Tony.

-Descaradamente si, son celos –le dio un beso en la mejilla.

-Steve, teniendo en cuenta que estoy embarazada de ocho semanas ¿crees que Tony puede proclamarme su mujer pese a no haber pasado por la vicaría?

-¿Estás embarazada? –Tony estaba asombrado, y aunque no lo sabía, tenía una sonrisa boba dibujada en la cara mientras miraba a Pepper.

-Iba a decírtelo… pero te entró el hambre –bromeó.

Rogers salió del despacho dejando en soledad a la pareja.

-¡Tony! –gritaba Banner buscando a Stark por la mansión. -¡Tony!

-No lo busques más –dijo Steve.

-¿Has visto a Stark?

-Si, y sé que no va a venir.

-¿Hay algún problema? –preguntó Natasha en guardia.

-No, no pasa nada Tasha, tranquila.

-Steve nos tienes a todos intrigados –protestó Clint.

-Eso es cierto –decía Betty subiendo del laboratorio con unas gafas de pasta negra más grandes que ella y con unos papeles en mano. Todos, a excepción de Bruce, se quedaron mirando a la científica. -¿Por qué me miráis todos así?

-Te lo dije –por detrás de la científica sonaba la voz de otra científica –esas gafas te piden a gritos que no salgas con ellas del laboratorio –bromeaba Jane Foster. –Bueno, no salgamos del contexto –miró a Steve -¿vas a soltar prenda o te tendremos que sacar las noticias a golpe de Hulk?

-Como os lo diga Stark me va a matar. Ya sabéis cuanto le gusta el protagonismo y seguro que os quiere dar la noticia en persona. –dijo Steve en un intento de calmar a la manada de lobos que había a su alrededor.


En ese mismo instante Tony y Pepper se habían tomado el resto de la tarde libre.

-¿Por qué no me lo dijiste antes? –preguntaba Tony mientras acariciaba el desnudo vientre de Pepper. Después de que ella le diera la noticia se marcharon al apartamento de Pepper a terminar lo que habían empezado antes de que Rogers los interrumpiera.

-Tenía miedo –dijo ella apoyando su cabeza en el hombro de Tony.

-¿De mi reacción? –dijo él entre asombrado y dolido.

-No. Durante las primeras semanas hay riesgo de aborto y aún lo hay, quería decírtelo dentro de un par de semanas más pero ya no podía aguantar. –Él la besó en los labios.

-Te quiero Pep –acarició su pelo y la miró –eres la mujer de mi vida y la madre de mi hijo o de mi hija.

Ella rio y le acarició el rostro. – ¿A ti que te gustaría más? ¿Niño o niña?

-En primer lugar que tengas un embarazo sin problemas y un buen parto, luego si lo que traes es una niña me harías el más feliz de los hombres.

-Todos sabemos que las niñas son del papá, creo que el papel de padre plasta y celoso te queda que ni pintado –bromeó Pepper.

-Pero también me gustaría tener un niño y no estaría demás que ya que nos hemos puesto a contribuir con la repoblación del mundo creo que lo mejor sería formar el equipo de futbol

-Eso que ni se te pase por la cabeza Stark –dijo Pepper entre divertida y amenazante.

-Está bien, está bien –dijo antes de besarla –cariño, aunque lo que más me gusta en la vida es tenerte desnuda entre mis brazos creo que deberíamos vestirnos e ir a la mansión, es pronto aún y me gustaría comprobar que Rogers no ha soltado prenda. –Pepper soltó una risilla y le besó la mejilla a su amor.


-Steve por favor ten compasión –se quejaba Clint tras el Capitán mientras este avanzaba por el laboratorio para comentar unas cosas con Banner, nada relevante, como siempre él y Natasha eran el puente entre SHIELD y el resto –No puedes decir las cosas a medias.

-En eso tiene razón –murmuró Betty a favor del vengador. –O callas o hablas, pero no lo cuentes a medias.

-En eso tiene razón la de las gafas –la secundó Jane sacándole la lengua a Betty cuando la miró con cara de "ya pasarás por casa".

-Mujeres –espetó Thor –no se puede vivir sin ellas.

-Steve si –bromeó Stark que acababa de llegar con Pepper. -Señoras y señores –dijo Tony con tono festivo y con afán de protagonismo, sabedor de que Steve los había dejados a todos en ascuas –me gustaría anunciaros que vais a ser tíos.

-¿Tíos? –Thor como siempre se quedó algo extrañado.

-Explícate Stark

-Voy a ser padre. –dijo él abrazando a Pepper. Steve los miró con una sonrisa.

-Por fin sientas completamente esa cabeza de chorlito, Stark –bromeó el Capitán.

-Nunca pensé que el primero en debutar en la paternidad serías tú –añadió Bruce mientras avanzaba hacia ellos para darles la enhorabuena.

Betty fue la primera en darle un abrazo a la pelirroja, de las tres era la más cariñosa y a veces parecía una niña pequeña, por eso pegaba tan bien con Bruce, ella le daba esa chispa y cuando estaban juntos a Banner ni se le notaban los años que habían caído sobre él multiplicándose y haciendo aparecer canas a destiempo.

Jane no era menos agradable que Betty, pero al contrario que ella, Jane era más propensa a ponerle algo de cordura a todo el percal, ella complementaba a Thor, le daba un sentido más adulto a todo. Natasha fue la que más sorprendió a Pepper en absoluto, nunca se llevaron precisamente bien, pero Natasha siempre protegió a la señorita Potts.

-Creo que no hice bien mi trabajo –bromeó la agente Romanoff mientras le daba un inesperado abrazo a Pepper. –Mi deber era protegerte, no solo a Stark, a ti también.

-Y lo hiciste Natasha

-No, si no ahora no estarías embarazada del playboy más zalamero y cínico que ha pisado el planeta –dijo con una risa.

-Gracias entonces por tu falta de protección.

-Necesitabas esto Tony –decía Bruce a su amigo. Desde que Banner volviera a los Estados Unidos los Vengadores se habían convertido en sus mejores amigos, pero el cínico de Stark era con el que mejor se llevaba, pese a sus intentos de volver loco al otro tío.

-Tienes razón –dijo mientras la observaba con una sonrisa tonta en los labios –ahora va a llegar alguien a mi vida, alguien que no va a dejarme dormir por las noches, alguien que nos va a traer de cabeza… pero ese alguien aún desde el vientre de su madre va a ser una excusa para mi, para hacer de este mundo un lugar mejor. –En ese momento Thor abrazaba a Pepper. -¡Tú guaperas! Cuidado no me la estrujes demasiado que está delicada.

Pepper rio al ver la reacción del hombre al que amaba –Menudo embarazo me espera –suspiró.

-Y ese alguien también te va a volver en un ser histérico que va a ver peligro hasta en una pelota blandita –se burló Clint que miraba a Natasha sonreír, cosa que la Viuda Negra pocas veces hacía. –Me alegro por ti tío, espero que me dejes hacer de canguro alguna vez.

Tony lo miró con una sonrisa sarcástica y murmuró –Ni lo sueñes pajarraco, no dejaría a mi hijo contigo ni en un millón de años.


Pepper y Tony paseaban tranquilamente por el jardín de la mansión, ya era de noche, y todos los mochuelos volvían a su olivo, a excepción de Clint, Natasha y Steve y ellos volvían al coche, pero mientras tanto no pudieron resistirse a dar un paseo bien agarrados.

-Sabes Tony, Steve me tiene preocupada –confesó Pepper.

-¿El Capi? ¿Por qué?

-No sé si te habrás fijado, pero es el único que no tiene a nadie. Bruce tiene a Betty, ellos viven con un gato en un pequeño apartamento en un barrio tranquilo. Thor tiene a su Jane, ella es la que le está enseñando a vivir aquí, duermen juntos cada noche y salen a cenar pizza cada viernes. Natasha y Clint se tienen el uno al otro, no lo admitirán nunca, pero están juntos y se quieren con locura, pero ya conoces a Natasha pero él no tiene a nadie y tú… tú me tienes a mi –en ese momento ella miró a Stark a los ojos con lágrimas en los ojos. –he estado a tu lado durante muchos años negando lo que sentía, engañándome a mi misma, no quería quererte, me daba rabia quererte, pero no podía evitarlo.

-Shh Pepper cariño –él la abrazaba con ternura –ese tiempo ya pasó, ahora estamos juntos, tu me has salvado, tu amor me ha salvado, de mi mismo y de la soledad, desde que duermo contigo todas las noches soy un hombre nuevo y ahora vas a darme un hijo, Pepper, eres la mujer más buena que conozco, nunca me he portado bien contigo y también he ignorado lo que sentía por ti ahogando ese sentimiento con mujeres que no te llegaban ni a la sombra de tus zapatos, joder Pepper deberías odiarme, deberías odiar el apellido Stark y ahora llevas a uno en tu interior. –Tony se arrodilló frente a ella y la abrazó a la altura de la cadera. –Tú me has salvado la vida cariño.


¿Os gustó? Eso espero jejeje me pasé de dulce en este cap... ¡pero me da igual! XD

Por supuesto este capítulo va dedicado principalmente a SelenitaLunar por ser mi mayor inspiradora (?)

Y también agradecer a Tashita el seguimiento de mi historia =^.^ = un beso a las dos e.e