Hola! Como un regalo de despedida me decidi a hacer algo que nunca hice, poner dos capitulos en un dia, es un regalo en agradecimiento a todos los que siguieron la historia. De verdad muchisimas gracias y agradezco todos y cada uno de los 455 reviews y los que puedan venir en el futuro.
Capitulo XXX
Futuro
Hinata sonrió al ver la escena que se desenvolvía en su jardín trasero. Sasuke la vio sonriendo a la ventana y decidió preguntarle qué pasaba.
—¿A qué sonríes como atarantada? —Ella frunció el ceño en su dirección.
—Al hecho de que nuestra pequeña hija, consiguió encantar a un niño con la tierna edad de ocho.
—¿Qué? —Pregunto Sasuke, repentinamente interesado. —¡Asesinare al pequeño bastardo!
—Sasuke… Tienen solo ocho, no es como si pudieran hacer mucho.
—Ese Naruto que no controla a su progenie. ¿Quién le dijo que podía fijarse en nuestra hija? —Dijo él mientras se asomaba a la ventana y veía la misma escena que tenía tan encantada a su esposa desde hace diez años. Ambos niños se encontraban sentados uno junto al otro, la pequeña sosteniendo en sus manos un ramo de tres flores rosadas mientras el niño felizmente hablaba. Odiaba ver el sonrojo en las mejillas de su hija, ¡a ella no le deberían gustar los niños sino hasta los veinte!
—No seas infantil. Yo creo que son tiernos.
—Claro que no. ¡Ese engendro le está dando la mano a mi hija!
—Sasuke. Éramos iguales a esa edad. Es completamente inocente.
—¡Era diferente!
—¿Por qué? ¿Porque éramos nosotros?
—¡Sí! Y esa es mi hija con el hijo del Usuratonkachi.
—Le darás una oportunidad al chico. —Ella ordeno con una mirada que él había aprendido a temer —Además, no puede ser mejor, queda todo en familia. Quien sabe te puedes estar preocupando por nada.
—Yo no me equivoco y esa mirada que el mocoso le da a mi hija lo dice todo. Yo te miraba así, Naruto miraba así a Sakura.
—Deja de insultar al niño. Sasuke si me entero que haces algo para romper esa amistad, veras porque mi nombre es temido en las Cinco Naciones. —Él trago duro cuando ella le dirigió la mirada,esa mirada que prometía un largo, largo tiempo durmiendo en el sofá y sin tocarla. Volteo con un ceño fruncido hacia la ventana, ¡Todo era culpa del mocoso!
—Sí, querida. —Aunque… Ella no tenía que enterarse… se dijo a sí mismo con una sonrisa.
Hinata suspiro sufridamente…
Ese niño no sabía qué clase de suegro se estaba ganando.
Hinata observo a su esposo y supo que ni por un instante había cedido a su pedido. Ella sonrió suavemente, su esposo se había vuelto el padre más increíblemente sobreprotector que alguna vez hubiera conocido, y eso incluía a su mejor amigo Naruto que le hacía competencia. Pero no lo cambiaría por nada, porque sabía que esa era una de las maneras de mostrar cuanto amaba a su retoño.
Tan solo esperaba que amara al niño que venía igual de intensamente…