No todos los niños llegan al mundo de una forma no muy convencional, en ocasiones llegan de manera inesperada e incluso sin ser deseados. Pero siempre sabemos que llegaran, aunque algunas veces nos cueste aceptarlos.

En algunos casos los padres se enteran que los son, con los años cuando ya no son bebés sino niños, adolescentes o hasta incluso adultos hechos y derechos.

La cuestión es, ¿Qué pasaría? si te enteras que eres padre cuando tocan tu puerta y ahí está ese pequeño ser y lo más sorprendente aun no es uno son Dos ¡Qué sorpresa!

Pero ¿Cómo llegaron esos bebés ahí? El mito de la cigüeña ¿de verdad existe? o ¿es que ahora llegan por correo?

Sin duda es todo un misterio… Pero aunque la verdad pregunta seria ¿estarías preparado para ser padre?

O mejor dicho Padre de Gemelas.


POV Edward

Para algunos hombres, el mundo de la moda y la farándula es cosa de tipos gay, pero para mí es lo que me proporciona dinero en grandes cantidades. ¿La razón? soy dueño de una de las revistas más cotizadas de Estados Unidos y próximamente de Europa, Culle's Model. Originalmente la revista Culle's Model había sido de mí abuela, pero después de su muerte quedó en la quiebra y en el olvido, a pesar que seguía siendo una leyenda en el mundo de la moda y el espectáculo, ya que por sus páginas habían diseñadores como Oscar de la Renta, Channel e incontables modelos famosas.

Cuando decidí retomar la revista, quería que tuviera un estilo nuevo y fresco, para que fuera parte del mundo actual, su nuevo nombre tenía que ser muy original, todos los medios de comunicación se emocionaron con la noticia, haciendo de ella una de las revistas más esperadas, devolviéndole su prestigio.

Mi entrada al mundo de la moda empezó como publicista, con contratos sencillos de modelos poco conocidas, hasta que mi suerte mejoró cuando conseguí un jugoso contrato con Calvin Klein promocionando una de sus colecciones, desde ese momento empecé a ser solicitado por otras marcas como: Versace, y Dior, Además también por algunas modelos y actrices, convirtiéndome en uno de los publicistas más cotizados de los Estados Unidos.

Pero mi más grande logro fue volver a poner en el mercado a Culle's Model aún no se había sacado a la venta la primera edición de la revista, pero todo el mundo lo esperaba con ansias. Mi trabajo de publicista me había servido, ya que toda la gente con la que trabajé quería ser aparecer en ella.

Siendo sincero, no soy el único en mi familia, aparte de mi abuela que sé, es parte de este mundo, mi madre Esme, había sido modelo, señorita Estados Unidos, la segunda finalista en el concurso de Miss Universo y el rostro de Carolina Herrera, lo que había captado más la atención de los medios, por ser el hijo de tal belleza del espectáculo. Mi padre Carlisle, es cirujano plástico. Él se había encargado de crear y acomodar todos esos cuerpos de la pasarela y el mundo del cine. A mi hermanita Alice, también le gustaba la moda, por ello estudiaba diseño en una academia, y de todos mis hermanos, el único que había tomando un camino diferente había sido Emmett, quien es menor que yo. Él había estudiado cocina para convertirse en un chef de comidas exóticas y postres.

—Edward —me llamó mi madre despertándome de mi ensoñación —Hijo tienes que estar listo, hoy es tu gran noche —me recordó.

—Lo sé madre, no lo he olvidado—le dije serio, ella rió y se fue a maquillar.

Esta noche es una de las más importantes de mi carrera, hoy es la fiesta del lanzamiento de la revista y su nuevo nombre, aunque éste y la portada se revelarían el lunes por la mañana cuando salga a la venta.

—Estoy lista vámonos —me dijo mi madre, era increíble como lucía. En realidad mi madre no reflejaba su edad.

—Por supuesto, ya la limosina nos está esperando —le dije, le ofrecí mi brazo y ella lo tomó.

—Es una lástima que tu padre no haya podido venir —me dijo cuando entramos al auto —Me hubiera gustado tanto que estuviera aquí —dijo con voz triste.

—Yo igual pero no es su culpa que el congreso de cirujanos se haya alargado más de lo esperando —le dije, ella asintió —Madre, ¿no estás nerviosa? —le pregunté y ella me miró confundida.

— ¿A qué te refieres tesoro? —me cuestionó sin entender.

—Hace más de quince años que no te presentas en un evento público de moda, ¿no estás asustada? —le pregunté con curiosidad, ella soltó una carcajada.

—Edward me sorprende que no sepas con quien estás hablando, yo soy una de las figuras más respetadas y admiraras del mundo de la moda y la belleza —me dijo en tono egocéntrico, al parecer de ella es de quien lo había sacado.

—Perdona a mi falta de cultura, reliquia de la moda —le dije en todo sarcástico. Ella me torció los ojos.

—Voy a fingir que no te escuchado Edward Cullen —me dijo y movió sus cabellos como una diva de pasarela.

El chofer, nos indicó que ya habíamos llegado, ayudé a mi madre a bajar del auto y sentí como los flash de las cámaras nos rodeaban junto con los reporteros que esperaban sacarme algunos comentarios.

—Madre ¿Dónde están Alice y Anne? —le pregunté entre dientes, mientras nos tomaban algunas fotos a la entrada sobre la alfombra roja.

—Ella dijeron que llegarían solas —me contestó restándole importancia. En ese momento, llegó una limosina color rosado de la cual se bajaron la mocosa de mi hermana y su mejor amiga Anne, ella era como un miembro más de la familia.

—No las vuelvas a enviar solas —le dije a mi madre, ella rió, y ahora todos los flash apuntaba hacia ellas. Le indiqué a mi madre que entráramos y ella me siguió.

Todo el lugar estaba lleno de diseñadores, artistas, modelos, millonarios y más gente famosa. Me fijé que mi madre ya no estaba a mi lado, la busqué con la mirada, estaba junto a unos diseñadores conversando de manera muy animada, definitivamente mi madre no había perdido sus encantos.

—Edward —me saludó una voz única, Paris Hilton—Magnífica fiesta, como siempre, todo lo tuyo es divino.

—Paris, gracias por venir —le dije dándole un beso amistoso en la mejilla, ella me sonrió. Habíamos trabajado juntos en una de sus colecciones de perfumes y lentes.

—De nada. Estoy ansiosa por saber quién será la portada de la revista y el nuevo nombre claro —me dijo y bebió de su copa.

—Yo también. Este es uno de mis más grandes proyectos —le comenté, platicamos un rato y luego fui a mezclarme con la multitud. Una de las ventajas de ser publicista es que se me hacía fácil interactuar con la gente.

—Bonita fiesta —me dijo Victoria una de las modelos de Roxy y Victoria Secret.

—Hablamos luego y gracias por venir —le dije a uno de los diseñadores de Versace, me voltee para saludar a Victoria—Gracias Victoria, luces preciosa

—Qué amable Edward —me dijo utilizando un tono casi sarcástico, suspiré, Victoria tenía un ego bastante elevado como buena modelo —No puedo esperar a que se revele la portada de la revista—me comentó con una sonrisa de ganadora.

Ella era una de las candidatas a la portada, aunque ella ya se creía la ganadora.

—Bueno, si no eres la afortunada, igualmente todas las modelos participantes tendrán su página en la revista—la consolé cínicamente, la sonrisa de su cara desapareció al momento.

—Suerte para ellas, disfruta la velada —me dijo y se fue moviendo sus cabellos pelirrojos oxigenados.

—Igualmente —le dije, y me reí para mí mismo. Busqué a mi hermana y a Anne quería estar seguro no estuvieran haciendo locuras o dañando mi esplendoroso nombre.

— ¿Qué se supone que haces hermanita? —le dije a Alice, ella pegó un brinco del susto

—Edward, pues Anne y yo estamos tratando de hablar con un diseñador pero es muy difícil —se quejó.

— ¿Por qué no le dices a mamá que te presente uno? —le pregunté. Ella se negó, de seguro le parecería vergonzoso —Bueno yo lo haré. —dije, ella se rehusó de nuevo, pero la ignoré. Le hice señas a una de las diseñadoras de Chanel— Penélope, ella es Alice mi hermana y Anne su amiga, ella es como una hermana para mi, ambas estudian diseño de modas.

—Un placer, es un honor conocer al nuevo talento —les dijo, ellas se sonrojaron, las deje solas para que hablaran.

Me acerqué a uno de los editores de la revista, me recordó lo del nombre pero yo aún no tenía uno y solo me quedaba este fin de semana, la portada ya estaba lista solo faltaba el nombre.

—Edward, maravillosa decoración —me dijo una de las diseñadores de Dior, le agradecí educadamente.

No podía negar que la idea de mi hermana y Anne de poner posibles portadas con las fotos de las modelos que aparecerían en la revista era muy buena, y el salón decorado al estilo periódico había estado fabuloso.

Todo el mundo contemplaba a las posibles modelos las cuales eran cinco chicas. Originalmente habían sido diez pero se descartó el resto. Las diez escogidas fueron: Victoria, Heidi, Jane, Amada y Rosalie aunque para mí la que hubiese sido la mejor era Tanya Denali, apartando el hecho que habíamos compartido intimidad, ella era una belleza fascinante pero ¿Dónde estaba? Nadie lo sabía, se presumía que se había retirado.

Miré mi reloj, era casi la una de mañana, no podía darme el lujo de quedarme en mi propia fiesta, tenía demasiadas cosas que hacer aún con la revista, me despedí de la mayoría de la gente y le dije a mi madre que no volviera tan tarde a casa, pero por si acaso deje a algunos de mis hombres para que estuvieran pendientes de ella, de mi hermana y Anne.

Me subí a la limosina y me serví una copa de champaña "por mi éxito" dije para mí mismo. El chofer me avisó que ya habíamos llegados, le agradecí y me bajé. Vivía en un lujoso apartamento de soltero en uno de los lugares más costosos de New York.

Apenas entré y me cambié, me puse a trabajar en lo que faltaba para la revista, quería que todo saliera perfecto. Oí cuando tocaron el timbre. Qué extraño, nadie solía llamar a esta hora. Utilicé mi moderno sistema de seguridad para ver quién era pero no había nadie en todo el pasillo ni en las escaleras.

Abrí la puerta con desconfianza. Nada. En ese momento me di cuenta que en el piso había algo que parecía una canastilla de bebé o mejor dicho dos. La destapé con cuidado, encentrándome con dos criaturas que parecían ser recién nacidas pero ¿Qué demonios era esto? seguro una broma.

—Muy bonito quien sea pero no pedí bebés a domicilio, gracias—grité, pero nadie respondió, noté que una de las canastillas había un sobre, lo tomé y abrí, contenía una carta, ¿Qué mierda estaba ocurriendo?

Edward sé que esto te parecerá raro, pero estas niñas son tus hijas puedes comprobarlo si quieres. Es decisión tuya si te las quieres quedar o no, solo te pido que nos las lances a la calle.

Yo por mi parte tengo mejores cosas que hacer, gracias y suerte.

¿Qué mierda? ¿Cómo que era padre? no esto no era cierto, yo no podía ser padre ¿Qué clase de juego retorcido es este? pero ¿Quién demonios es la madre? Había tendido sexo con muchas mujeres los últimos diez meses y todas decían cuidarse.

Tomé a las niñas con cuidado pues seguían dormidas; las detallé lo más que pude, buscado algún parecido conmigo, bueno no podía negar que su nariz era idéntica a la mía. ¿Qué estoy diciendo? me estoy volviendo loco.

Busqué el teléfono y llamé a Alice, ella y mamá ya deberían estar de camino a casa, también le mande un mensaje a Emmett. Yo no tenía idea de cómo cuidar a un bebé y menos a dos.

POV Alice

Había sido la mejor noche de mi vida, no podía creer que una de las diseñadoras de Chanel nos diera su tarjeta y su número personal a Anne y a mí, sin duda el destino estaba de nuestro lado.

—Alice Cullen —dije contestando mi celular, mi madre y Anne me miraron confusas, íbamos en la limosina camino a casa.

—Alice necesito que vengas ahora a mi departamento —me dijo o mejor dicho me ordenó Edward con voz agitada.

— ¿Qué te sucede? —le pregunté preocupada.

— ¡Soy padre! y de gemelas—me gritó. No sabía si el grito era de emoción o de horror.

— ¿Qué? No lo puedo creer —le dije y le colgué de golpe.

—Hija ¿Qué pasa? —me preguntó mi madre, alarmada.

—Edward es padre y ¡de gemelas! —les dije con la poca voz que tenia y ambas me miraron sorprendidas.

—Alice no me habías dicho que tu hermano era hermafrodita —me dijo Anne, ella y sus comentarios.

—Anne esto no es una broma —le dije seria, mamá aún no parecía salir del shock. Le indiqué al chofer que cambiara de curso y que nos llevara al departamento de Edward.

¿Cómo había sucedido esto? no podía creer que de la noche a la mañana era tía y de ¡gemelas!

POV Edward

¡Mierda! Alice me había trancado ¿será que no me creyó? No, tenía que ser positivo porque una de las bebés estaba dando inicios de querer despertarse y lo último quería era un bebé llorón y mucho menos dos.

La pequeña abrió sus ojitos y dejándome ver unas hermosas esmeraldas igual que las mías, ¿de verdad estas niñas serán mis hijas? tomé a la bebita, ella volvió a cerrar los ojos y parecía que todavía tenía sueño la dejé junto a su hermana de nuevo, siendo lo más cuidadoso posible.

Oí el sonido del timbre, abrí la puerta de golpe, todos estaban ahí mirándome con cara de póker.

—Pasen —les dije—No hagan ruido están dormidas —les advertí, todos miraron sorprendidos a las pequeñas criaturas.

Mi madre se acercó y les quitó la manta para poderlas apreciarlas mejor, se llevó una mano a su boca para contener un gemido.

—Edward ¿tú sabías esto? —me preguntó molesta.

—No, me enteré hace unas horas y no tengo idea de quién es la madre, las dejaron en mi puerta —le respondí y le di la carta. Ella la tomó y la leyó en voz alta.

— ¿Qué clase de madre es esta mujer? —dijo mi hermano Emmett—No puedo creerlo hermano, pero ¿estás seguro de que son tus hijas?

—No, pero una de ellas abrió los ojos y son iguales a los míos, mañana a primera hora les haré una prueba de paternidad —les dije —Moveré mis contactos para que me la den ese mismo día.

— ¿Qué harás si resultan no ser tus hijas? —me cuestionó Anne mirando a las niñas.

—No lo sé, pero no las dejaré en la calle, les buscaré una familia —le contesté, mi madre me miró con orgullo.

—Será mejor que me quede, estas preciosas aún están pequeñas y de seguro se despertaran en la noche —dijo mi madre, todos asentimos.

—Le pediré a mi servicio que traigan algunas cosas para bebés, Alice ve a casa y prepara una maleta sencilla para mamá. Le diré a los chicos que la pasen a recoger—le ordené y ella asintió.

—Es tarde, será mejor que nos vayamos chicas —les dijo Emmett y se despidieron. Aproveché para llamar a mis trabajadores de confianza, les pedí todo lo necesario para las niñas.

—Son muy lindas —me dijo mi madre contemplando a las bebés.

—Bueno, otra característica de su parecido conmigo —le dije y le sonreí, ella negó divertida.

Al rato llegaron con las cosas y la ropa de mi madre acomodamos a las criaturas en un corral tipo cuna que habían traído, mamá les preparó a cada una un tetero, ellas se lo tomaron quedándose de nuevo dormidas.

—Les cambiaré el pañal, observa y aprende —me dijo en tono maternal, las niñas eran muy tranquilas no se quejaron en ningún momento.

Dejamos a las bebés dormir y nosotros hicimos los mismo, mañana descubriría si era padre. No sabía cómo sentirme, pero ¿Qué pasaría si lo fuera? ¿Querría ser padre?

La noche pasó volando, las niñas solo se habían despertado dos veces, no dieron tanto trabajo, pero yo solo no hubiera podido. Llamé al hospital donde trabaja mi padre para realizarle la prueba de paternidad a las niñas. No hubo ningún inconveniente.

Decidí hacer la prueba en tres hospitales diferentes para estar más seguro, no quería ninguna equivocación. Las pruebas me las entregarían en la tarde mientras tanto mi madre se quedaría con las niñas, ya que yo tenía que trabajar.

Casi a las tres de la tarde recibí la llamada de uno de los hospitales fui a buscar la prueba, luego los otros dos llamaron al instante. Apenas las tuve en mis manos me fui a casa, no las quise abrir, quería hacerlo cuando todos estuvieran reunidos.

—Hola —le dije a mi madre, cuando llegué, mi padre estaba junto a ella me acerqué y lo abracé —Gracias por venir.

—El congreso podía esperar, además ya me había perdido tu gran noche, tenía que estar aquí para apoyarte en esto —me dijo dándome ánimos.

—Ábrela ya hermano —me dijo Emmett, no había dado cuanta que está ahí asentí y tomé el primer sobre, lo abrí con manos temblorosas y leí el resultado.

—Positivo soy padre ¡oh por Dios soy padre! —grité lleno de emoción y no pude contener mis lágrimas, abrí los otros y todos decían positivo ¡era padre! —Tengo gemelas ¡soy padre! —repetí, todos me miraron felices mi madre me abrazó, estaba demasiado emocionado — ¿Dónde están las niñas?

—En el cuarto de huéspedes —me dijo mi hermana, corrí a verlas quería ver a mis hijas. Ambas estaban dormidas aún no podía creer que yo era el progenitor de esas pequeñas princesas. Nunca pensé que ser padre me haría tan feliz.

— ¿Cómo las piensas llamar? —me preguntó mi padre, quien entró al cuarto, las mire con adoración ya tenía sus nombres.

—Phoebe y Sophie Cullen—le respondí, ahora esas niñas se habían convertido en mi mundo. En las dueñas de mi vida —Alice, Anne quiero que vayan al centro comercial y les compres la ropa más hermosa de bebés a mis niñas, todo lo que sea necesario para las gemelas: coches, pañaleras, juguetes… —les dije y saqué una de mis tarjetas de crédito dorada.

—Claro Edward, será un placer —dijo Anne, quien no podía contener la emoción.

—Gasten lo que quieran y compren algo para ustedes —le dije ellas sonrieron y salieron a toda prisa.

—Las acompañaré, quiero escoger algo para mis nietas —dijo mi madre, y se despidió de mis hijas.

—Padre, hermano, quiero que me ayuden a escoger una casa ya no puedo seguir viviendo aquí, las niñas querrán espacio cuando crezcan —les dije aún viendo idiotizado a mis hijas.

—Creo que la paternidad le ha pegado muy bien —dijo Emmett riendo y mi padre lo acompañó. Los ignoré, ahora mi prioridad eran las niñas y mi trabajo. Creo que ya tenía un nombre para la revista. .

El fin de semana pasó en un abrir y cerrar de ojos. Las niñas ya tenían todo lo que necesitaban y posiblemente dentro de una semana nos mudaríamos, hoy era la conferencia de prensa para revelar la portada de la revista y sacarla a la venta.

Subí al escenario para decir mi discurso a la prensa y revelar la portada y el nombre

—Gracias a todos por venir. Es un honor estar con ustedes este día, hoy volverá al mundo una de las revistas más prestigiadas y famosas: Culle's Model, la cual fue fundada por mi difunta abuela. Para mí es un placer presentarles la nueva Culle's Model con su nueva imagen y nombre —les dije al público, y levanté la cortina roja para dejar ver la portada y quien lucía en ella, Rosalie Hale.

—Señor Cullen ¿Cuál es el nuevo nombre de la revista? —preguntó una de las periodistas.

The Twin Models —dije y miré a mis hijas que estaban con mi madre en su coche, todos los periodistas se dieron cuentan y empezaron a tomarle fotos a mis hijas.

Me bajé del escenario, y tomé con cuidado a mis dos hijas, aún no podía creer que era padre… padre de gemelas.


hola... es la primera vez que publico algo en este rantig espero que les guste.

Gracias a mi beta Mari y mi mejor amiga por ayudarme en la creación de esta maravillosa historia.

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