"Akari"

Noveno mes de embarazo…

Ya los nueve meses se están cumpliendo acercándose en la tan apreciada fecha del nacimiento de ese ser. Ahome anda hecha un manojo de nervios, tantas emociones asaltan su cuerpo y corazón, alegría y anhelo por ese bebe como también temor al que cierto demonio elija su tan preciado orgullo.

Es un día de verano; caluroso mientras escucha el canto de las chicharras. Disfruta del lindo ambiente que proporciona una mañana de verano, cada flor, arbustos y el césped brillan por el roció de la mañana.

¿Qué sucederá cuando este bebe nazca? ¿Cómo reaccionara Sesshomaru? Normalmente en su época casi la mayoría de los hombres que no asimilan mucho el hecho de ser padre se desmayan; obviamente que el "Gran Sesshomaru…" nunca se permitiría tal humillación de desmayarse; otros hombres solo huyen abandonando a su mujer con el corazón destrozado… tal vez el haga eso no huir pero si decirle que se largue… o puede que se emocione como otros de los hombre…

Suelta una pequeña carcajada al ver lo ridículo de eso, Sesshomaru nunca sollozaría ni demostraría una expresión anhelada ni demás… ¡por dios! Este hombre tiene menos emociones que una roca! No sabe como reaccionara por lo tanto no puede prevenir.

Por otra parte un demonio de cabellera plateada se encuentra sentado en la mesa para el desayuno, sus ojos dorados miran el asiento vació donde debería estar su mujer. La espera unos segundos más para levantarse e irla a buscar.

Divaga en sus pensamientos, ya falta poco para que su hembra de a luz y aun no sabe que hacer. ¿Por qué le es tan difícil aceptar a ese bebe? Su bestia ya lo acepto que es lo más importante pero su orgullo aun no. El sabia que si se acoplaba con ella iba a tener descendencia hibrida. En ese momento no le importo solo quería tenerla en sus brazos.

Ahora que la tiene no se arrepiente de nada ese sentimiento al cual se acostumbro se incrementa como su dependencia hacia ella. Pero esto es muy diferente, el tendrá a un hijo que será para toda la vida, el cual portara su sangre como el símbolo de su clan, será el heredero de estas tierras.

Pero al ser un Hanyou se le complicara todo ya que los otros tres Lord lo querrán sacar del camino para apoderarse de esas tierras, muchos demonios como humanos querrán exterminar su vida por ser de una raza distinta. Abusaran de la debilidad en las noches de luna nueva; esas son algunas de sus preocupaciones, no le agrada pensar en el hecho que su hijo será asesinado por ambición.

El lo sabe ya que el mismo quiso matar a su medio hermano al ser de esa raza, pero la diferencia que el nunca se aprovecho de su debilidad el tiene honor.

Por supuesto que el lo entrenara para fortalecerlo y que nadie lo dañe, lo hará tan fuerte como el o mas. Será un hombre respetado; da por hecho que es un macho ya que mayormente siempre nace un macho.

¿Pero que pasa si ese bebe se parece a cierto Hanyou? ¿Será capaz de mirarlo? ¿Aceptar ante todos que es su hijo? Ese es motivo que le molesta, que su cachorro sea igual a InuYasha; ese ser a quien mas aborrece. El causante de la muerte de su padre como el sufrimiento de su madre aunque no lo demostrara, a el no le engañaba. Su odio a el crecía a medida del tiempo, cuando porto la gran espada del General Inutaisho, quien obtuvo primero a su querida miko y el causante del sufrimiento vivido por ella al ser la sombra de una muerta asquerosa.

No quiere que su cachorro sea un insolente, caprichoso y débil como InuYasha. Tiene que ser todo un Señor con principios, como el.

Suspira cansado, todo esto lo marea tantas preguntas e ideas sobre lo que le deparara en un poco tiempo. Pasa su mano por su cabello deslizando las hebras plateadas por sus dedos. Sus dorados fríos como el hielo analiza el lugar en busca de la miko encontrándola sentada bajo un árbol con el dragón de dos cabezas que disfruta de sus caricias.

Una ceja delgada alza al ver como ese animal indomable mueve su cola contento ante las caricias. Se aclara la garganta mientras se acerca a ellos. Ahome alza su vista encontrando al demonio quien mira con burla al demonio de dos cabezas que solo se hace el desentendido.

-vamos a desayunar…-dice monótono mandando una mirada al dragón para que se vuelva su establo.

-si…-responde Ahome estirando una mano para que la ayude a levantarse ya que no puede moverse con mucha facilidad.

Sesshomaru se agacha envolviendo un brazo en su cintura ancha para levantarla sin que ella haga mucho esfuerzo. Ahome sonríe dándole un beso en la mejilla. Los dos se encaminan para su desayuno. Aburrida toma la cola de Sesshomaru ignorando su mirada, comienza a repartir caricias hundiendo sus dedos en ella.

Un ronroneo suave sale de Sesshomaru quien mueve su cola buscando mas contacto. Ahome abraza mas el peluche riendo divertida al sentir como se envuelva alrededor de ella tirando contra el cuerpo masculino. Sesshomaru con un dedo levanta el mentón de ella mostrando levemente sus colmillos. Este finge temor con un leve puchero viendo esos dorados con un tinte divertido.

Sesshomaru la besa con lentitud disfrutando su tacto como siempre. Esa miko siempre infantil jugando con su cola y con esos marrones ojos lleno de inocencia.

-Sesshomaru…-separándose con sus ojos llenos de brillo; Sesshomaru espera a que prosiga-quiero comer frutillas…-

-no hay…-responde, Ahome hace un puchero abrazando mas la cola ocasionando que esos dorados la miren con burla y ternura.

-quiero frutilla… -insiste escondiendo su rostro en el pecho de el.

-HN…-retomando su camino-le diré a Jaken…-escuchando su chillido feliz.- caprichosa...-murmura con el ceño fruncido ¿desde cuando se deja convencer fácilmente?

… A la noche…

Sesshomaru abraza a su hembra ronroneado para cesar esos dolores incesantes que sacan unas cuantas lágrimas a la mujer. Acaricia sus cabellos intentando calmarla solo recibiendo gemidos de dolor. De apoco su bestia predomina envolviendo a la mujer con su aura demoníaca, ronroneado posando una mano en el bulto.

De apoco el cachorro se calma permitiendo que su madre pueda tranquilizarse.

-gracias…-murmura Ahome acariciando el rostro masculino.

-Hn… mas cuidado…-responde entre gruñidos la bestia de Sesshomaru dejando ser controlado por el demonio.

Al recuperar el control se deja caer con cuidado en el futon con ella en sus brazos, permitiendo que se acurruque mas entre sus brazos. Últimamente su cachorro esta mas inquieto causando estragos en Ahome. Lo enfurece al ver sufrir a su hembra por el cachorro, como también se preocupa por el bienestar de el.

Todo esto le es complicado, desconocido para el. Escucha la respiración tranquila de Ahome señalando que por fin concilio el sueño permitiendo a el también dormir.

A la una de la madrugada Ahome se levanta frunciendo el ceño con cuidado se levanta posando una mano en su espalda respirando entre cortado. Da unos cuatro pasos mas obteniendo una fuerte contracción. Se muerde el labio inferior intentando ahogar sus gemidos de dolor, las contracciones siguen hasta que siente como un líquido se desliza entre sus piernas.

Abre sus ojos mostrando temor en esos marrones. Su rostro palidece mientras tiembla mirando con shock el charco de sangre con agua. Sus marrones se posan en el demonio dormido.

-Sesshomaru!-chilla asustada despertando de golpe al demonio. Sesshomaru se sienta mirando a la miko.

-¿Qué?-malhumorado al ser despertado bruscamente.

-rompí bolsa…-con miedo.

-¿y?-no comprendiendo lo dicho solo contempla como esta pálida con temor en sus marrones.

Ahome frunce el ceño fulminando al demonio-¡que voy a dar a luz imbesil!-le grita molesta. Sesshomaru abre sus ojos sin saber que hacer en un momento así. Siente como un balde de agua fría le cayo en cima, pero también esta la sensación calida en su pecho; raro; así se siente.

-¿Qué haces ahí sentado?!Ve a buscar a alguien que me ayude a dar a luz!-chilla desesperada. Saliendo de su estupor, sale rápido en busca de la bruja que le ayudara a dar a luz como a la hanyou de ojos zafiros.

Abre la puerta donde yace la vieja bruja provocando que esta salte del susto.

-ven conmigo…-ordena frió dándose la vuelta para buscar a la Hanyou. Una vez listo va a su habitación ordenando que ayuden a su mujer, la cual esta histérica.

La ojo zafiro busca todos los elementos necesarios para el parto mientras intenta sacar al demonio del cuarto. La bruja solo le dijo que si esta estorbaría y Ahome podía morir, le mintió un poco pero tenían que apurarse.

Ahome esta recostada en el futon con la pierna abierta siendo sujetadas por la hanyou, quien solo le secaba el sudor del rostro. La bruja le da un té de hierbas para disminuir un poco el dolor y calmar al cachorro.

Las dos se sujetan el cabello por si las dudas. La bruja de ojos violeta le ordena que puje, Ahome frunce el ceño haciendo fuerza. El dolor que siente en ese momento no se lo desearía a nadie.

-puja!-ordena la ojo violeta.

-¿Qué demonios crees que hago?!-grita mientras sigue pujando.-maldicion!-

Fuera de la habitación se encuentra Sesshomaru mirando fijo el Shoji, aunque no lo refleje es un manojo de nervios. Se desespera cada vez más al escuchar los gritos de su hembra. Una pequeña sonrisa floreció al escuchar como insultaba a la bruja. Los minutos le parecen eternos, ya quiere que todo termine para ver a su hembra tranquila con ese cachorro en sus brazos. Ahora es el momento de la verdad, sabrá como será su vida, una solitaria y amargada o con amor y acompañado por su pequeña familia.

Para distraerse golpea a Jaken con su látigo; el pobre sapo se había levantado rápido para acompañar a su tan amado amo Sesshomaru y poder presenciar el nacimiento del primogénito. Pero para su desgracia fue el desahogo del demonio impaciente.

Sesshomaru ejerce mas fuerza en sus golpes escuchando las suplicas del sapo adolorido. Pero se queda de piedra al escuchar un llanto como las felicitaciones de las dos mujeres.

Sin esperar nada entra a la habitación, ignora a las dos mujeres para ponerse al lado de su hembra.

Ve su rostro cansado adornado por perlas de sudor, unos mechones azabaches están pegados, esos hermosos ojos marrones brillan con alegría mirándolo con amor para posar su vista en el bulto entre sus brazos.

Sus dorados se posan en el pequeño bulto que llora removiéndose. Una pequeña cachorra se encuentra en los brazos de la miko. El rostro es similar al de Ahome, adornado con una luna en su frente de color azul oscuro, tiene unos mechones plateados, sus ojos aun los mantiene cerrados hasta dentro de dos o tres días no los abrirá; en su cabecita tiene unas oreja de perro que indican que es un Hanyou. Pero lo que mas le llama la atención es el aura tiene una demoníaca como espiritual.

¿Qué poderes aguardara esa pequeña? Se pregunta internamente.

-es hermosa…-susurra Ahome mirando a su pequeña. –y tiene cola!-chilla feliz al ver ese ponpon blanco con unos pequeños mechones negros.

Sesshomaru se sienta al lado de ella, para tomar en brazos a la pequeña. Acerca su rostro al de ella olfateándola reconociendo su olor. Algo en su interior se remueve como una inmensa calidez nunca experimentada. Se separa contemplando como la pequeña cachorra imita torpemente la acción de el olfateándolo, arruga su pequeña nariz estornudando se remueve chocando contra el pecho de el.

Ve como la pequeña hace un pequeño puchero anunciando que romperá en llanto nuevamente. Ronronea frotando su nariz con la de ella calmándola hasta que se duerma. Se la pasa a Ahome quien solo sonríe rebosando de alegría con sus ojos llorosos.

A la mañana siguiente…

Ahome se despierta por el llanto de una pequeña, con cuidado se levanta tomándola en brazos mientras tararea calmándola. Se sienta en el marco de la ventana mirando el hermoso jardín mientras amamanta a su pequeña. Le acomoda unos mechones plateados repartiendo caricias a su nena.

-Ahome…-llama Sesshomaru mirando esa hermosa escena de su hermosa hembra amantando a su nena con el lindo amanecer.

-¿Qué Sesshomaru?-murmura.

-¿te sientes bien?-cuestiona acercándose.

-si… cariño-responde ignorando la mirada un poco calida de cierto demonio al escuchar ese apodo y no perrito o perro malo.

Se sienta frente a ella contemplando a la pequeña, su rostro es tranquilo mientras posa sus manitas en el pecho de Ahome, aferrándose mas mientras come. Una pequeña sonrisa se le escapa al ver la pequeña cola moverse de alegría.

-¿dime que sientes?-cuestiona Ahome tomándola por sorpresa.

-¿Hn?-

-¿Qué sientes por ella? ¿La amas? O ¿la odias?-pregunta mirándolo esperando impaciente su respuesta.

Sesshomaru se queda en silencio mirando perdido a la pequeña. ¿Cómo se siente? Raro, por un lado esta contento al tener una cachorra tan hermosa, pero el otro su orgullo esta herido.

Herido al ser dejado aun lado, ya que el quiere tener esa pequeña familia conformada por cuatro; Ahome, su pequeña, Rin y el. Pero no puede dejar pasar en alto esa molestia y cargo de conciencia. Tiene que hacer algo para calmar su orgullo herido. No quiere hacer algo por el cual se arrepentirá de por vida.

Su bestia gruñe enfadado a cierto demonio, ¿Cómo puede ser que le presente mas atención a ese estùpido orgullo que a su bestia? ¿Qué acaso no se da cuenta que esa niña es espacial en todo y su poder?

Ahome ve a Sesshomaru desconectado de esa situación, al parecer esta discutiendo con su bestia. Suelta un suspiro para acomodar su ropa y mecer un poco a su nena, quien solo la olfatea haciéndole cosquillas.

-es mía…-responde Sesshomaru luego de un largo momento en silencio.

-¿Qué?-mira Ahome.

-es mía… son mías…-declara posesivo. No permitirá que por una idiotez perder lo que tanto le costo. Ahome sonríe al entender lo dicho. Le da un beso casto para sentarse en el futon dejando a su pequeña en el.

-¿Cómo le pondremos?-le cuestiona. Sesshomaru la mira para posar sus ojos en la pequeña.

-Akari…-responde Sesshomaru mirando a la beba. Ahome asiente sonriendo.

-Akari…-repite sintiendo como es rodeada por unos brazos masculinos. El rostro masculino porta su tan adorada mascara de indiferencia siendo burlada por sus ojos con brillos.

Cinco años después…

Una pequeña de cabellos plateados y ojos dorados saltaba entre los árboles de las tierras del oeste. Mira aburrida todo a su alrededor, se detiene en un claro, estuvo toda una mañana saltando y corriendo hasta que llego a su lugar favorito.

El cielo esta adornado por unas nubes grises tirando a negro, el ambiente es denso con mucha humedad y el calor incesante. Entre las grandes nubes se puede divisar a un perro hermoso de pelaje blanco, danzando con una elegancia en las nubes mirando de reojo a la pequeña con su mirar aburrido pero con brillo.

Un aura rojo con matices rosa rodea al gran perro, el viento rodea al ser que disminuye su gran tamaño deformando la figura del perro quedando la silueta de un cuerpo aparentemente humano.

-Akari….-saluda una vos neutra.

-¡abuela!-saluda con maldad y burla en su voz. Con regocijo ve la expresión de disgusto de la mujer ante ella.

-Irasue…-masculla frunciendo el ceño.

-sniff ¿te doy vergüenza? Yo te amo abuelita…-haciendo un puchero mientras abraza su cola mirando llorosa a la mujer con sus orejas bajas. Irasue solo enarca una ceja delgada.

-palabras vacías… a mi no con eso Akari…-con sorna al ver como frunce el ceño.-pero has mejorado…-la halaga si no la conociera se hubiese creído esa escena montada.

-por supuesto-arrogante salta hasta la mujer rodeando sus piernas en la cintura de ella y sus brazos en el cuello. Irasue la sujeta con un brazo emprendiendo vuelo para el palacio de los cielos del Oeste.

La pequeña mira todo aburrido, a lo lejos se puede divisar un enorme palacio rodeados por guardias portando armar con la insignia del clan que representa ese palacio.

Irasue con elegancia y arrogancia posa sus pies en la entrada del castillo. Todos los guardias hacen una reverencia de respeto a las dos mujeres. Akari camina al lado de la demonia imitando su caminar.

Realmente la admira en todos los sentidos, es hermosa, poderosa y una excelente guerrera sin perder su porte elegancia y feminidad. Tiene una personalidad avasallante, fría, calculadora pero con sentido del humor… a su parecer…

-¿Qué te trae por aquí mocosa?-pregunta monótona pero divertida al ver su enojo con los cachetes inflados.

-HN-gruñe-yo no tengo porque darte explicaciones…-responde demostrando que es digna hija de Sesshomaru.

-¿a no?-mirando insolente-bien mandare alguien para que tu padre venga a buscarte… mocosa-con burla.

-no quiero que ese tonto venga…-murmura dolida haciendo un mohín.

-…-enarcando una ceja.

Akari solo se sienta al lado de ella mirando el paisaje que le otorga.

-no quiere darme lo que corresponde por derecho…-molesta.

-¿Qué cosa?-

-una tiara con un pequeño zafiro…-recordando anhelante dicho objeto- ¡yo soy una princesa! ¡Quiero esa tiara!-chilla enojada.

Irasue sonríe levemente al saber cual es el objeto. Esa niña es muy parecida a ella en gustos, ya que cuando ella era una cachorra también armo un escándalo por ambicionar una tiara, la cual fue mandada hacer; ahora esa pequeña quiere su tiara.

-¿Qué harías por ella?-pregunta monótona.

-lo que sea necesario…-responde amenazante y decidida.

-pelearías contra mi?-con maldad.

-si.-sin titubear.

-a pesar que pierdas mocosa?-burlona.

-HN… si…-masculla. Irasue solo se para encaminándose para un jardín, detrás de ella la sigue la pequeña hanyou calculando la situación no queriendo perder ya que obtendría lo que tanto desea su amada tiara.

La mujer demonio se posiciona en el centro mirando fría a la pequeña frente a ella. Llama un poco a su energía demoníaca lo suficiente para derrotar a la pequeña sin lastimarla.

Akari la mira gélida al ser subestimada, admite que es chica al tener cinco años pero no es débil. Llama su energía demoníaca pero solo lo suficiente para esta al nivel que la de su abuela.

….

En el palacio de las Tierras del Oeste, los sirvientes y guardias sufren de la ira de cierto demonio a medio transformar. Pálidos y llenos de temor corren por todos lados en busca de la pequeña heredera de esa tierra. Gime angustiados con un poco de molestias en la semana esa niña se escapo ya diez veces haciéndoles pagar a ellos los platos rotos.

Sesshomaru gruñe mostrando sus dientes a todos los que osan estorbarlo, mientras maldice a su cachorra insolente que siempre le provoca un dolor de cabeza, es terca, caprichosa, no le importa causar daño a quien sea por obtener lo que quiere. Y todo por culpa de su madre ella le enseña esas actitudes arrogantes y frías.

Recuerda cuando su madre apareció en su palacio indignada al no saber que el se acoplo, esperaba que grite o intente asesinar a su hembra pero cual fue su sorpresa ver con indiferencia todo. Ella le dijo que no le interesa que haga con su vida ya que no es de su incumbencia por ella se puede morir que ni la molesta aunque siempre exagera con sus palabras.

Pero un pequeño brillo apareció en esos dorados al ver a su pequeña a unos meses de nacer, sin pedir permiso la tomo en brazos dejando que esta juegue con sus mechones mientras la miraba aburrida. Desde ese día visitaba a la pequeña cada dos semanas apegándole su personalidad.

No le causo mucha gracias al ver sus resultados, no quiere que su hija sea fría ante todos y menos con el. Por ese motivo le prohibió la entrada a su madre, hasta que a esa cachorra aprenda de su madre lo bueno pero balanceado con el. Para su desgracia Akari no lo obedece a menos que se enfurezca o Ahome pegue un grito.

-Sesshomaru…-sale de sus cavilaciones al oír la suave vos de su hembra.

-Hn…-con sus ojos rojos.

-cálmate-dice Ahome dándole un beso en la mejilla-Akari esta con tu madre…-escucha el gruñido furioso de su marido.

-maldita chiquilla malcriada…-masculla encaminándose para el castillo.

-te acompaño…-tomando su mano, este la rodea de la cintura emprendiendo vuelo.

Ahome se abraza fuerte como un gato asustado al ver como todo el bosque como un borrón verde por la velocidad. Su rostro es pálido a causa de la altura que se incrementa con la velocidad, Sesshomaru gruñe con más enojo al sentir la energía como el olor de su cachorra.

Al llegar ignora a todos los guardias mientras se encamina hacia el jardín trasero siendo seguido por la miko con mirar cansado y resignado. Ya estando en el jardín se detiene contemplando sorprendido lo que sus ojos le muestran. Ahome al ver su sorpresa que rara vez pasaba mira en su dirección quedando con la boca abierta.

Akari apunta con una flecha directo a la mujer con unos rasguños en su rostro, Irasue trona sus dedos dejando salir una luz verde; deslizando entre sus dedos la flecha la cual es rodeada con energía espiritual con una leve de demoníaca.

Un látigo verdoso surca por el aire intentando partir en dos la flecha la cual resistió pero fue desviada rozando la mejilla perfecta del rostro femenino. Irasue no demuestra su sorpresa solo sonríe fríamente embistiendo con sus garras. Akari esquiva sus ataques recibiendo algunos rasguños hasta que tropieza con una roca.

Rápida toma a la pequeña del cuello ejerciendo un poco de fuerza mientras sus dorados destilan, burla y triunfo. Akari se remueve gruñendo sin apartar su mirada gélida.

-pequeña pulga ¿Qué harás?...-cuestiona burlona-… al parecer perderás por lo débil que eres…-insulta provocándola.- híbrida tenias que ser… no eres digna de portar mi tiara…-escupe ácidamente.

Ahome al escuchar eso frunce el ceño dispuesta a intervenir siendo interceptada por Sesshomaru quien solo mira fijo esperando los resultados de esa pelea.

-no intervengas…-ordena firme sujetando la muñeca de ella.

-la lastimara…-indignada.

-…-la mira de reojo transmitiendo confianza a la miko, que a duras penas se queda contemplando la escena.

Akari gruñe molesta al ser insultada y humillada, ella no es débil nunca lo será, es diferente a todos tiene el privilegio de disfrutar de los dos mundo adquiriendo poderes impresionante que nadie tendrá, demoníaca y espiritual.

Con furia mira a la mujer con regocijo, deja fluir más sus energías tornando sus ojos rosas con tintes aun dorados. Le muestra sus dientes posando sus manos en la de ella.

-yo no soy débil…-masculla entre gruñidos.

Irasue se sorprende al sentir tanto poder pero lo que la alerta es la presencia demoníaca que rodea a la niña, se muerde con disimulo su labio inferior temiendo ser la causante del descontrol de la niña Hanyou. Sesshomaru mira con frialdad todo esperando el movimiento de su nena.

-suéltame ser inferior…-murmura la niña dejando que su energías salgan provocando que Irasue suelte a la niña mientras es lanzada a unos metros, el poder espiritual quemo su muñeca dejando la marca de la mano de Akari y la energía demoníaca causando algunos rasguños.

Akari cae desmayada al usar tanto poder para su edad. Ahome corre hasta ella tomándola en brazos, acomodando algunos mechones.

-¡bruta!-le grita Ahome a la peliplateada-¡mira como la dejaste tiene cinco años!-furiosa. Sesshomaru la calma posando una mano en su hombro.

-no te alteres…-mirando a su madre como se pone de pie.

-esa niña si que es una caja de sorpresa –admite con orgullo-pero le falta controlar su poder… si no la provocaba su poder demoníaco tomaría el control…-mirando a la humana-y no me grites… respeto humana…-divertida el ver el sonrojo por la pena.

-Hump…-responde Ahome mirando apenada a la mujer. Sesshomaru gira sobre sus talones para volver a su palacio junto su mujer e hija.

-Sesshomaru…-llama Irasue-dale mi tiara se la gano…-viendo como este asiente siguiendo su camino.

-no te acerques por un largo tiempo…-le ordena a su madre.

-que cruel…-hace un mohín- ¿así tratas a tu madre que te ama?-con amargura y tristeza.

-mentiras…-sin detenerse.

-que niño desalmado… piérdete no me importa nada de ti…-fingiendo dolor para regresar a su palacio. Ahome solo mira con un tic a esa mujer dramática, suspira acariciando el rostro infantil.

-tenia que salir como vos…-se queja ignorando la mirada de Sesshomaru.

Sesshomaru se siente orgulloso de su pequeña cachorra, no será débil nadie la pisara, con entrenamiento y aprendizaje podrá hacerse cargo de sus tierras plantando una buena pelea a quienes hocen usurpar lo suyo.

Una pequeña sonrisa se forma en su rostro pálido, posando sus ojos dorados llenos de orgullos en esa pequeña desobediente.

Cuando llegaron al castillo, todos suspiraron con tranquilidad al ver la pequeña Hanyou en brazos de su madre, esta dejo a su pequeña en el futon de su habitación mientras limpia sus heridas que son leves.

Al parecer esa mujer se controlo, agradece por eso ya que no le gusta que su niña entrene a temprana edad tiene que gozar de su infancia pero le salio ambiciosa como cierto demonio orgullo. Bufa, ¿no puede tener una hija normal? Que juegue, corra, ría y junte flores, pero no le salio peleadora orgullosa, arrogante como Sesshomaru.

Siente como unos brazos masculinos la jalan haciendo que choque contra un pecho musculoso que destila calor. Jadea girando sobre sus talones mirando al demonio, rodea sus brazos femeninos alrededor de la cintura estrechándose mas contra el gozando de su calor. Siente como el baja sus manos fuertes por su cintura, caderas hasta llegar a sus nalgas donde las aprieta empujando mas contra el dejando que sienta su excitación.

Sesshomaru besa el cuello femenino dando algunas mordidas deleitándose con sus gemidos. Abre sus ojos sorprendido al sentir las manos de Ahome en sus nalgas donde las aprieta, la mira encontrando un lindo rubor como deseo en sus marrones. Sonríe con lujuria y mira juguetón a la miko con pudor. Le muerde la mejilla para besarla con pasión.

Los gemidos de los dos inunda la habitación aumentando la excitación de amos, palabras de amor salen con susurros de los labios de los amantes.

-que asco!-escuchan una voz aniñada. Ambos voltean a ver encontrando a la niña toda sonrojada mientras mira con asco la escena.

-Ah! Que pena!-chilla Ahome llevando sus manos a su rostro rojo. Sesshomaru mira a la cachorra.

-pervertidos…-murmura Akira con pena.- maleducados estoy yo aquí…-los regaña queriendo aparentar ser mayor.

Sesshomaru enarca una ceja-silencio….-ordena frió-estas castigada-viendo como esta lo mira sorprendida.

-¿Por qué?-pregunta Akari.

-por escaparte, armar un escándalo por una estúpida tiara y desobedecerme…-

-perdóname papi…-mirándolo con ojos de perro triste. Ahome intenta abrazarla siendo detenida por Sesshomaru.

-no-

Akari hace un puchero, mirando con sus ojos llorosos las orejas bajas mientras abraza su cola fingiendo un sollozo-te quiero papi…-acercándose a el con intención de abrazarlo.

-sigues castigada…-responde Sesshomaru burlón al ver el enojo de ella, sus cachetes inflados, los brazos cruzados en su pecho mirando enojada a su padre.

-tonto…-levantándose para irse de ahí murmurando maldiciones hacia cierto demonio.

-no tenias que ser tan duro con ella…-reprocha la azabache.

-si… ya que es una malcriada… que no acata órdenes…- sujetándola de la cintura mientras se acerca a ella.

-igual que tu…-señala.

-Hn… no importa eso ahora…-susurra en el oído de ella-hay algo mejor que hacer… -con sensualidad besando apasionado a la azabache deseosa de su demonio.

Las manos de ambos recorren el cuerpo frente ellos, sacando gemidos y suspiros mientras se comen a besos sin tomar importancia la falta de aire, con cuidado el tira a su mujer en el futon sacando su kimono.

-Ahome…-susurra mordisqueando un pezón indefenso.

-Sesshomaru…-gime-mmm... te amo…-con su amor.

Este la mira expresando todo, para seguir con sus juegos total tienen toda la noche para divertirse.

-mía…-gruñe positivo para morder la mejilla de ella dejando un poco marcados sus colmillos. Sonríe levemente mirando con sorna a la mujer molesta.

-tonto...- besándolo con cariño con ese demonio a quien tanto ama siendo correspondida. Ambos se entregan como todas la noches expresando su amor, el cual perdurara hasta que sus vidas se extingan y siga con sus almas las cuales resguardaran ese amor...


The end...

Hola! esta historia llego a su fin, gracias a todas por seguirla, dejando sus comentarios los cuales me alegran leerlos. Espero que les halla gustado el final, no pude evitar poner a Irasue ya que adoro demasiado ese personaje.

Besos y Gracias por sus comentarios.