Volvamos a encontrarnos.
Parte I
Una tarde de verano, Sora regresa a su casa después de un largo y agotador día de entrenamiento de fútbol. Comenzó a ordenar sus cosas y en eso, del fondo de su bolso encontró una muñequera que la regaló Tai.
"Esta es la muñequera que me regaló Tai para mi cumpleaños"— Dijo Sora con voz triste.
Sora terminó de ordenar sus cosas y se fue a dar un baño para refrescarse y descansar. Ya en la bañera no dejaba de pensar en ese pequeño obsequio que le dio Tai. Se preguntaba que estaría haciendo él, ya que desde que regresaron del digimundo no se veían.
Sora terminó su baño, se dirigió a su habitación y se puso su ropa. Después de eso se dirigió a cenar con su madre. Ya en la mesa conversan acerca de las clases y el entrenamiento de Sora. Es ahí cuando Sora le pide algunos consejos a su madre.
"Mamá, ¿qué se puede hacer cuando se lleva mucho tiempo de no ver y conversar con una persona? – Le preguntó la chica a su madre.
"Debes buscar a esa persona y hablar con ella" – Respondió su madre.
A lo que la muchacha contesta con voz desesperada "¡Pero esa persona no te llama ni te busca!". "¡Eso significa que no quiere nada, que no desea hablar!".
Su madre contestó con fuerza "¡Estás equivocada!" y agregó "Si una persona no te busca ni te llama, no significa que no quiera nada, que no quiera ver… Eso no pasa de la noche a la mañana, Sora. De seguro algo le ha ocurrido y por eso su ausencia".
"Entonces es por algo…" – Dijo Sora para después levantarse de la mesa y salir corriendo a su habitación.
Ya en su cuarto, sacó dinero, salió de su casa y fue a una tienda. La tienda escogida era la favorita de Taí, era ahí donde él compraba sus accesorios deportivos. Sora decidió comprar una muñequera para el joven.
Sora pretendía hacer algo especial para Tai. Cuando llegó a su casa buscó su estuche de agujas e hilos. Sora iba a bordar algo especial en aquella muñequera. Busco el color necesario para él: naranja.
Sora se quedó hasta altas horas de la noche bordando, sus dedos quedaron pinchados… Eso a ella no le importaba, sabía que su trabajo era hecho con dedicación y eso era lo importante.
Se despertó a la mañana siguiente, aunque durmió poco se sentía de buen ánimo. Se sentó con una sonrisa a desayunar y platicó con su madre.
Después que terminó de desayunar, Sora envolvió la muñequera que bordó para Tai en papel de regalo y salió en su búsqueda.
CONTINUARÁ…
Nota: Esta historia continuará la primera septiembre. Ellos siempre fueron mi pareja favorita en Digimon y por eso quise juntarlos. No me agrada mucho lo de Sora y Matt.