KHR! No me pertenecen, son obras de Akira Amano-san.

¡Hola! aquí de nuevo para empezar este tipo de historias que parecen divertidas de hacer XD espero que sea de su agrado, aunque solo llevo una historia n.n pronto subiré más XD hagan sus pedidos sobre sus parejas n.n y si más o menos tienen una idea sobre su aventura con su personaje déjenla en los reviews X3

CAPITULO 1: HIBARI

Te encontrabas mirando la casa que estaba frente a ti, no sabías cuanto tiempo había estado ahí parada, porque la verdad nunca imaginaste hacer esto, ni en tus más locos sueños, ni siquiera sabias como te habías dejado convencer, todavía recordabas la plática con los padres de Kyoya el día anterior, aunque no estabas completamente molesta, porque ahora conocías un lado de Kyoya que pocos conocían y que nunca esperaste conocer, pues era algo que nunca habías esperado de aquel prefecto sádico y que además era tu amigo desde hace años, suspiraste con pesadez, la plática con sus padres aún estaba rondando en tu cabeza.

~FLASH BACK~

Estabas sentada en la sala, platicando con los padres de Hibari, pues según él, ellos necesitaban pedirte un favor, le habías preguntado a Kyoya sobre que trataba dicho favor, pero el solo te había contestado que desconocía el motivo, suspiraste con cansancio, no es que te llevaras mal con sus padres, simplemente te sentías un poco nerviosa cuando Kyoya no estaba a tu lado, según la madre de Hibari o "Mamá" (Como te había obligado a que la llamaras) Kyoya había salido a patrullar.

-"Muy típico en el"- pensaste con nostalgia, pusiste tus ojos en su madre, era una persona muy cariñosa y amable a decir verdad, además de que era una mujer muy hermosa , su padre, era una copia idéntica a él, pero a diferencia de Kyoya, su padre tenía el cabello de color café oscuro al igual que sus ojos, y era un poco más sociable que su hijo, bueno, solo un poco, la voz de tu suegra, quieres decir madre de Hibari, te saco de tus pensamientos.

-Bueno ( )-chan, como ya no queremos gastar más tu tiempo, te diremos el motivo del porque te llamamos, espero que no sea mucha molestia ( )-chan- Pudiste notar cierto brillo malicioso en su sonrisa, pero desechaste la idea, la conocías muy bien, ella nunca haría algo para dañarte o dañar a alguien, era una persona muy amable como Nana-san, la madre de Tsuna.

-No se preocupe Mamá, ustedes han hecho mucho por mí, así que hare con gusto lo que me pidas- Sonreíste sinceramente, la verdad era que querías mucho a la familia Hibari.

-Oh me alegro mucho ( )-chan espero que puedas encargarte del pequeño favor que te pido- Ella sonrió de una forma que te recordaba a cierta piña ilusionista, sudaste frió, eso no significaba nada bueno.

-Querida, díselo de una vez y deja de torturarla- "Papá" (como te había obligado a llamarle y estabas empezando a notar un patrón en esta familia…) Ya que en realidad el Sr. Hibari tenía algunos rasgos muy parecidos a su mujer, miraba con cansancio a su esposa.

-¡Jajaja! lo siento, lo siento, bueno el favor que te pido es sencillo, dentro de un mes yo y Papá, viajaremos al extranjero por asuntos del trabajo- Te sorprendiste ligeramente por esto, no sabías de esto, Kyoya nunca te lo había dicho, asentiste levemente, para que pudiera proseguir Mamá- entonces quería pedirte de favor, si podrías despertar para ir a la escuela a mi pequeño Kyo-chan - Mamá te sonreía, mientras que papa seguía leyendo su periódico.

-Claro no hay pro-... ¿e-espere que?- Abriste los ojos completamente, a penas habías procesado la palabras de Mamá -" ¡¿PERO QUE?! ¿Despertar a Kyoya para ir a la escuela durante un mes?"- Sudaste frió, un poco más calmada te decidiste a preguntar la razón detrás de esto.

-A-a que se refiere ( )-san, que yo sepa, una simple hoja es capaz de despertar a Kyoya- Todavía no salías completamente del shock.

-Yare, yare cuantas veces te lo he dicho ( )-chan llámame Mamá, oh y entiendo que estés sorprendida, muy pocos conocen sobre esto, la verdad es que Kyoya tiene el sueño más pesado que un tronco, pero eso solo pasa cuando duerme en la casa, ya que aquí se siente seguro y calmado, porque afuera aunque duerme, siempre está atento, por lo que en realidad no duerme al cien por ciento, enserio no se de quien lo habrá sacado- Mama, miro disimuladamente a su esposo, el cual solo la ignoro- por eso nosotros siempre nos encargamos de despertarlo, pero como estaremos fuera por un tiempo y no tenemos a nadie a quien recurrir, ya sea por falta de confianza o que Kyo-chan soporte, al final nos decidimos por ti, yo y Papá, ¿no es cierto papa?- Mamá le dio una sonrisa al Sr. Hibari, pero él pudo ver la amenaza atrás de esa sonrisa, por lo que no tuvo más opción que asentir.

La Sra. Hibari sonreía pícaramente mientras el Sr. Hibari solo movía su cabeza en negación -"Querrás decir que tu no aceptaste a nadie más y te deshiciste de la competencia, para que pudieras elegir a ( )-chan, es más, ni siquiera me preguntaste "- El miraba desaprobatoriamente a su esposa, la cual solo ignoraba las miradas de su esposo.

-Entonces que dices ( )-chan, enserio que espero que puedas -"Si no deshacerme de la competencia habrá sido en vano"- no puedo pensar en nadie más perfecto para este trabajo que tu- Mamá te miraba con lágrimas en los ojos tu solo sonreíste nerviosamente.

-"No la mires a los ojos ( ), no podrás resistirte si la miras a los ojos"- Intentabas por todos los medios rechazar a Mamá, pero fue demasiado tarde, su mirada de cachorrito abandonado, fue suficiente para convencerte, al final te rendiste y asentiste levemente, ella se paró y sonrió triunfante, tu solo suspiraste, habías caído en su juego y ya no podías dar marcha atrás -"En momentos como este me gustaría poder tener los poderes de Chrome-chan y desaparecer"- Pensaste para tus adentros.

Después de ser convencida, te pasaste toda la tarde charlando con Mamá, ella te había dicho que se irían durante dos días y que regresarían hasta el mes siguiente, te encontrabas a viernes, por lo que tendrías que presentarte en la residencia el lunes para cumplir con tu labor de despertar a Kyoya, Mamá te había entregado una copia de la llave de su casa, ella te había dicho que se encargaría de avisarle a Kyoya, tu suspiraste aliviada, la verdad era que no querías ser tú la que se lo dijera, después de un rato te despediste y te fuiste directamente a tu casa.

~Fin del flash back~

Tragaste un poco de saliva, tenías un poco de miedo, no sabías como actuaria Kyoya, Mamá te había dicho que se encargaría de avisarle, pero aun así tenías miedo, usando el poco valor que poseías en ese momento, introdujiste la llave en la puerta, entraste sigilosamente, no había ningún movimiento en la sala, te dirigiste rápidamente hacia arriba, recorriste unas habitaciones hasta llegar a la de Kyoya, tocaste levemente, pero no recibiste ninguna respuesta.

Lentamente abriste la puerta, miraste hacia los lados, la habitación de Kyoya se encontraba completamente ordenada, inspeccionaste la habitación con tu mirada, era un cuarto normal a decir verdad, tenía una cama individual, un escritorio en el cual podías ver una laptop y las preciadas tonfas del prefecto, un baño espacioso que preferiste no observar, un armario en el cual podías ver el uniforme de Kyoya colgado, a lado de la cama había una mesita donde dormía en una almohada Hibird, sonreíste un poco, te acercaste al pequeño canario y lo acariciaste levemente, el abrió sus enormes ojos y te devolvió la caricia, te sonrojaste levemente, ese canario era muy lindo en verdad, aparte de Kyoya, Hibird solo te obedecía a ti, ya que tú, junto a Kyoya, habían cuidado del canario, así que era como una familia, Kyoya era el padre, tú la madre y Hibird el hijo, sonreíste por tus pensamientos.

Pero un sonido a tu lado te saco de tu mundo, miraste levemente encontrándote con un cuerpo descansando en la cama de la habitación, te acercaste lentamente y retiraste la sabana, pero solo la retiraste hasta la mitad, pudiste ver el rostro durmiente de Hibari, sentiste tus mejillas arder, el prefecto se veía endemoniadamente lindo durmiendo, pero preferiste despertarlo antes de hacer algo inapropiado.

-Kyoya...Kyoya - Intentabas por todos los medios despertar a tu querido amigo de la infancia, después de todo sus padres que se encontraban fuera por trabajo te lo habían encargado y tú no fracasarías en tu labor, Hibari parecía no querer despertarse, suspiraste con pesadez, como aquella persona frente a ti, que parecía tener el sueño más pesado que una roca, podía ser aquel mismo prefecto sádico que tenía el control de toda una ciudad, con sus "particulares métodos".

A veces sentías penas por aquellos "herbívoros" como los llamaría Kyoya, que siempre perturbaban la paz de su preciada ciudad, sacudiste un poco la cabeza, lo mejor era despertarlo pronto, porque si no, luego te echaría la culpa por llegar tarde -"No quiero ser mordida hasta la muerte gracias, bueno si fuera de otra forma"- Pensaste pícaramente pero rápidamente descartaste tus pensamientos, la verdad era que tu hace años que te habías dado cuenta de tus sentimientos hacia Kyoya, pero preferías callar, no querías dañar la amistad que muy pocos tenia privilegio de tener con aquel sádico prefecto.

Sacudiste tu cabeza con cansancio, volviste a tu labor de despertar a Kyoya.

-Mmm...zzz- Kyoya se aferraba más a su almohada, tú te sonrojaste, pues aquel pequeño movimiento hizo que la sabana se le cayera de encima, dejando ver el cuerpo bien formado de tu querido amigo, ya que ese día, parecía haber optado por usar solo un bóxer para dormir, te sonrojaste levemente, respiraste profundamente, lo mejor era tranquilizarse antes de que hicieras una estupidez, pero no tuviste demasiado autocontrol, porque casi era como si el destino te estuviera dando una oportunidad, porque enserio -"Hibari durmiendo en bóxer, nadie más en la casa que nosotros dos y viéndolo abrazar una almohada parecida a Hibird, esto solo puede ser obra del destino"- sonreíste maliciosamente, mientras un pequeño hilo de sangre salía de tu nariz, pero rápidamente lo limpiaste.

(Pero lo que no sabía nuestra pequeña ( )-chan, es que no había sido el destino, no, había sido una mama que podía llegar a ser tan sádica y malvada, que obligo a su hijo dormir así, además de que le puso esa almohada mientras dormía, pobre ( )-chan no sabe lo que un Hibari puede hacer para cumplir con sus expectativas y fantasías.)

Ya no pudiendo controlarte más, tomaste tu cámara de tu mochila –Que misteriosamente Mamá te había pedido que llevaras- Y le tomaste una foto, saltaste de moción al haber podido tomarla sin que Hibari se enterara, pero toda tu emoción se esfumo cuando notaste que tu querido prefecto dormido, ya no estaba tan dormido y te daba una mirada que casi creías que podía matarte.

-K-Kyoya b-buenos días- Tragaste saliva, su mirada no se apartaba de ti, parecía casi verte el alma, pero antes de poder hablar, su fría voz te hizo callar.

-( ) que haces en mi habitación y más te vale decírmelo o Te morderé hasta la muerte- Sudaste frió parecía muy enojado –"Espera…de donde saco esas tonfas, las otras siguen en la mesa y no tiene donde esconderlas más que su…"- Sentiste un sonrojo, pero por ahora dejaste tus inapropiados pensamientos y preferiste contestar su pregunta.

-¿N-no te d-dijo Mamá?...desde hoy yo me encargare de despertarte y cuidarte todos los días- Esperaste pacientemente su respuesta, te empezaste a poner nerviosa.

-Cuando regrese de su viaje, "La morderé hasta la muerte"- Kyoya tenía el ceño fruncido y un aura asesina salía de él, luego te miro un momento- ya que estas aquí, vas a preparar el desayuno herbívora- Ibas a negarte, pero su fría mirada fue suficiente para callarte, luego caíste en cuenta en su ropa.

-Mmm Kyoya, creo que será mejor que te vistas- El aludido se percató que se encontraba casi desnudo, tú te pusiste en guardia para recibir una de sus tonfas, pero nunca esperaste y quieres decir nunca, ni en tus sueños más locos, ver que Hibari Kyoya, el prefecto más sádico que ha existido alguna vez, de un momento a otro, se sonrojara y tartamudeara un poco, te quedaste en shock, tu mente estaba completamente en blanco y sin poder controlar tus acciones.

-¡Kawai!- Era decir poco si toda la ciudad escucho tu grito, casi hacia competencia con los gritos del guardián de la lluvia de Varia, cómo pudiste te tapaste la boca, pero ya era demasiado tarde un aura negra salía del prefecto, sudaste frió.

(Es más en cierta ciudad de Italia, en el castillo varia, cierto guardián de la lluvia practicaba con su espada cuando a lo lejos escucho un grito femenino que parecía decir "Kawai" a la lejanía, se quedó mirando al horizonte, pero luego negó con la cabeza y siguió con su entrenamiento de espada, pensando que tal vez ya estaba oyendo cosas, pero no solo el, también los demás guardianes de Varia lo oyeron, pensando lo mismo que el guardián de la lluvia)

-Kyoya l-lo siento no fue mi intención pero es que t-tu sonrojo m-más la almohada d-de c-canario- Kyoya miro la almohada a lado suyo y con enojo la estrello contra el suelo.

-"Esa carnívora me las pagara cuando vuelva"- Tu seguías diciendo incoherencias, ni siquiera tu misma entendías lo que decías, pero un metal frió en tu cuello, y estar de un momento a otro tendida en el suelo, hizo que guardaras silencio, Kyoya se encontraba encima de ti, tu cabeza estaba hecho un lió muchas emociones iban y venían en tu mente, te empezaste a poner nerviosa, sentías tus mejillas arder y la penetrante mirada de Kyoya no ayudaba a tu nerviosismo, después de unos minutos te atreviste hablar.

-Kyoya…-dijiste en un susurro, era casi inaudible, pero sabias que el prefecto era capaz de oírte, no por nada, era capaz de oír el caer de una simple hoja, Kyoya no apartaba su mirada de tus ojos- Kyoya p-podrías bajarte de mí- La verdad era que desearías permanecer un poco mas así, pero eso solo era darte falsas esperanzas, tu corazón no podría aguantarlo más, querías desaparecer en ese instante, sin poder evitarlo, algunas lágrimas descendieron por tus mejillas inconscientemente, te sentías muy mal, te tapaste el rostro con tus manos, lo menos que deseabas, era que Kyoya te viera en ese estado, unas manos frías, quitaron las tuyas del rostro, Kyoya se encontraba cerca de tu rostro.

-¿Por qué lloras herbívora?- Viste como esa pregunta, que no querías responder, salía de los labios de la persona que tanto amabas, su fría voz, pero más amable de lo que recordabas, provoco que más lagrimas cayeran, como querías en ese momento decirle tus sentimientos, pero sabias que no eras correspondida, confesarte, solo arruinaría tu amistad, sin embargo, algo en ti, te hizo mirarlo con determinación, cuando tus ojos y los de Kyoya chocaron, te sentiste cautivada por ellos , pero te sorprendiste, que los usualmente fríos ojos de Kyoya, tuvieran sentimientos de preocupación en ellos, tragaste un poco de saliva.

-Kyoya l-la r-ra-razón porque l-lloro es…- Por un momento te acobardaste, pero no te rendirías a la mitad de tu confesión- e-es porque siento que nuestra amistad se perderá si te digoqueteamo- Lo último lo habías dicho tan rápido que ni tú misma pudiste saber que dijiste, agachaste tu cabeza por miedo, esperaste la respuesta de Kyoya con anhelo, sabías que te rechazaría, pero preferías escucharlo de Kyoya a perder las pocas esperanzas que aun tenías.

-Herbívora…- Con lentitud levantaste tu rostro, la fría mirada que te daba Kyoya provoco que tu corazón se detuviera un segundo, esa mirada que te estaba dando, era una que nunca habías recibido de él, sentiste tu corazón romperse en miles de pedazos, eso solo significaba que te estaba rechazando, nunca habías esperado que te rechazara tan fríamente, eso había sido un golpe duro para ti, con la poca fuerza que tenías, lo sacaste de encima y con un leve -"lo siento"- empezaste a correr, no sabías cómo, pero saliste rápidamente de su casa, como si sintiera tu dolor, el cielo estaba nublado y llovía con fuerza, corrías sin ver hacia donde te dirigías, en un momento a otro chocaste contra algo, cayendo hacia atrás.

-Ite…mm lo siento no veía hacia donde iba- Te paraste lentamente y te inclinaste pidiendo perdón, ibas a seguir corriendo pero alguien tomo tu mano y te lanzo contra la pared.

-A donde crees que vas preciosa –Miraste hacia arriba, frente a ti, había cinco grandulones que parecían pertenecer a una banda, frunciste el ceño, no estabas de humor para aguantar a unos idiotas.

-No sé con quién te creas que hablas, pero será mejor que te vayas antes de que te mande al hospital- te paraste y le distes tu mirada más asesina, pudiste ver que retrocedían un paso.

-N-no creas que te tenemos miedo zorra- Uno de los chicos se lanzó hacia ti, pero con una patada lo lanzaste lejos, los hicos se sorprendieron por tu fuerza, retrocedieron unos pasos pero luego empezaron a correr hacia ti, al parecer decidieron enfrentarte juntos.

-¡No te salvaras de esta! ¡todos a por ella!- Los matones se abalanzaron hacia a ti, fuiste venciéndolos uno a uno, tu sentimientos te hacían pelear con frustración, pero cuando le ibas a dar el último golpe al último que estaba de pie, no notaste que había uno escondido tras unos botes de basura, sin poder reaccionar a tiempo, sentiste una apuñalada en tu abdomen, viste que tu playera poco a poco se teñía de rojo, te sacaste el cuchillo y le diste un puñetazo en la quijada al que te había apuñalado, sabias que pronto vendría la policía, así que te fuiste de aquel lugar rápidamente, sin darte cuenta llegaste a la escuela Nanimori, frunciste el señor al darte cuenta del lugar en donde estabas, pero como necesitabas curarte la herida, te adentraste al edificio, caminaste apresuradamente, no tenías ganas de encontrarte a Kyoya en ese momento, tus lagrimas empezaron a caer por tu mejillas, te sentías muy mal en ese momento, sentías que tus fuerzas se iba de tu lado

-"Aunque ahora que recuerdo me acaban de apuñalar, tal vez estoy perdiendo demasiada sangre"- Pensaste amargamente, giraste una esquina, desde ahí podías ver el cartel de la enfermería, pero antes de dar otro paso, un leve canto te hizo frenar, conociste inmediatamente esa voz

-"Ese es Hibird"- Miraste hacia atrás, encontrándote a unos metros de ti con unos afilados ojos metálicos, sentiste más lagrimas caer al suelo.

-Herbívora- Kyoya te veía con un aura asesina a su alrededor.

-L-lo siento Kyoya p-perdón quiero decir Hibari-san- Pudiste notar que Hibari se enojaba un poco más, no entendías del porqué, pero imaginabas que era por estar ahí- ya me iba- Querías salir de ahí lo más pronto posible, necesitabas poder recuperarte del rechazo.

-Herbívora tenemos que hablar- Esas palabras te sorprendieron, pero imaginando que te diría que no te quería o que te despreciaba te empezó a asustar y a tener miedo.

-Lo siento Hibari-san pero ya no tengo nada de qué hablar contigo- Hibari Frunció el ceño más de lo que ya, y saco sus tonfas.

-Si tengo que obligarte lo hare herbívora- Sabias que en ese modo, nada podría hacer, pero no tenías ganas de pelear, estas herida como para hacerlo, tenías que llegar a la enfermería, ya te empezabas a sentir mareada, inconscientemente pusiste una mano en tu herida, Kyoya siguió el movimiento en tu mano.

-Herbívora estas herida- Pudiste ver preocupación en la mirada de Hibari, estabas confundida –" porque si ahora me odia, me da esas miradas de preocupación"- Te dolía el pecho, querías correr, pero poco a poco te sentías más débil, de repente todo se volvió oscuro, lo último que escuchaste fue que Hibari gritaba tu nombre, aunque eso tal vez era un producto de tu imaginación, cuando abriste los ojos, te encontrabas en una habitación muy conocida, tardaste unos segundos más para darte cuenta de quién era, te intentaste levantar pero un dolor en tu abdomen te hizo desistir, mil preguntas pasaban por tu cabeza

–"Porque de todos los lugares tengo que estar en su cuarto"- Pensabas con frustración, unos ruidos a fuera te pusieron nerviosa, cerraste los ojos para hacerte la dormida, escuchaste unos pasos entrar a la habitación, tu corazón empezó a latir más fuerte, ya sabias de quien se trataba.

-"Porque debe seguir gustándome si ya me rechazo de esa manera"- Te empezaste a reprochar en tu mente, pero un aliento en tu rostro te hizo salir de tus pensamientos, sentías el aliento de Kyoya a centímetros de tu rostro, tu corazón empezó a latir más fuerte, ibas a decir algo, pero una calidez en tus labios te dejo sin habla o pensamiento, abriste tus ojos -"Kyoya me está besando"- Te separaste de él bruscamente, tenías tus mejillas levemente sonrojadas, las lágrimas no tardaron en aparecer.

-Porque- Fue lo único que dijiste, Kyoya no dijo nada, pero tampoco aparto su mirada de ti, te sentías muy herida, cerraste los ojos, y te tapaste tu cara con tus manos, pero uno brazos sujetaron tus muñecas, sentiste un peso encima de ti abriste los ojos, Kyoya estaba encima de ti y te estaba agarrando las manos, intentaste alejarte, pero no servía de nada, de un momento a otro sentiste los labios de Kyoya en los tuyos, fue un beso tierno y dulce, te sonrojaste hasta quedar como un tomate.

-Herbívora, cuando te declares quédate hasta escuchar la respuesta- No sabías que decir, tu mente estaba en blanco, a decir verdad tenía razón, te debiste haber quedado a esperar tu respuesta.

-P-pero- Intentaste hablar pero tus palabras fueron otra vez calladas por sus labios- deja de besarme si no me amas, cuando me confesé tú me miraste fríamente- Gritaste con frustración, pudiste ver una pequeña sonrisa en él.

-Si no te lo digo con palabras nunca entenderás verdad, si preguntas de esa mirada, era porque me enoje de que pensaras que nuestra relación terminara así, que pensaras que no podría amarte, desde cuando eres tan débil herbívora – Seria mentira si dijeras que era la primera vez que oías hablar tanto a Kyoya, pudiste ver un brillo de burla en sus ojos, ibas a insultarle, pero Kyoya se acercó hasta tu cuello y en un pequeño susurro te dijo las palabras que tanto querías oír.

-Te amo- Sentiste una profunda felicidad, tus lagrimas empezaron a brotar de tus ojos, pero esta vez de felicidad, él te soltó y te saltaste a sus brazos, le distes un fuerte abrazo, tus lagrimas caían en su ropa, pero él no parecía importarle.

-Enserio herbívora, nada más me haces preocuparme- Sonreíste de lado, te separaste un poco de él, pegaste tu frente con la de él y sonreíste al modo Tsuna.

-Pero así me amas Kyoya- Un leve sonrojo apareció en sus mejillas, te sentiste muy feliz, porque de ahora en adelante serias la única que podría ser la causante de aquellos sonrojos además de verlos.

-Te amo Kyoya- En ese momento estabas muy feliz, ibas a pararte, pero él te hizo volver a caer a la cama, te agarro las manos con una de sus manos, un brillo de lujuria en sus ojos te hizo sudar frio.

-K-Kyoya c-creo que será mejor que me vaya- Pero Kyoya seguía sin soltarme.

-Herbívora, le eh llamado a tu madre y dice que mi madre le ha dicho que te quedaras aquí todo el mes- Empezaste a temblar, eso no era nada bueno para ti, empezaste a ponerte nerviosa- no podrás escapar herbívora- Temiste mucho por tu integridad- espero que me cuides bien, de aquí en adelante, recuérdalo desde hoy eres solo mía y de nadie más- Lo sabías, desde ahora en adelante tu vida estaría en las garras de un depredador, pero ahora que lo pensabas, no todo estaría tan mal, de seguro no sería tan malo…tal vez.

-Kyoya suéltame, no te quieras sobrepasar con los besos- Tus palabras habían salido de tu boca sin que te dieras cuenta, Kyoya te dio una mirada incrédula.

-Herbívora…hablas enserio- Tu no entendiste lo que quería decir, así que solo asentiste, viste como Kyoya suspiraba, pero luego sonrió.

-Pero eso es mejor, yo seré el que posera todas tus primeras veces- No entendiste el significado de sus palabras, pero su sonrisa maliciosa y un extraño brillo en sus ojos te hizo tragar saliva, de ahora en adelante tu vida sería un caos…de eso, estabas segura.

~OMAKE~

-Herbívora- Estabas trabajando en computadora cuando la fría voz de Kyoya, te tomo por sorpresa.

-¿Si? que pasa Kyoya- Pudiste ver un aura negra a su alrededor.

-¿Donde esta?- Parpadeaste un poco por la repentina pregunta, no sabías de lo que estaba hablando.

-¿Donde esta que Kyoya?- Notaste que su aura aumentaba a cada segundo.

-La foto, donde está la foto- Al principio no entendías sus palabras -Pero como un balde de agua fría en tu cabeza- entendiste, él estaba hablando de la foto que tomaste del mientras dormía, tragaste saliva, esperabas que lo olvidara, pero eso parecía imposible, suspiraste con pesadez.

-Aquí la tengo Kyoya no te preocupes- Pero Kyoya no parecía ceder, así que te paraste y fuiste hasta la caja donde la habías guardado, pero tus ojos se abrieron como platos al no encontrarla, una noto llamo tu atención, al terminar de leerla, sudaste frió, sin voltear, y con un poco de nervios le hiciste una pregunta a Kyoya.

-Ne, Kyoya te puedo hacer una pregunta- Kyoya te miro fríamente, oh eso fue lo que sentiste, la verdad no querías voltear.

-Mmm...habla Herbívora- Pudiste darte cuenta del enojo en la voz de Kyoya, pero aun así proseguiste.

-Hipotéticamente hablando- Giraste para verlo a los ojos- ¿Que me harías si perdiera la foto? -El aura asesina de Kyoya aumento a su alrededor, pudiste ver el leve tic en su ceja izquierda.

-Te morderé hasta la muerte- Viste como había dicho te -"morderé"- Sin esperar un segundo le extendiste la nota, el primero te vio con duda pero luego la tomo y empezó a leerla.

QUERIDA DAME-( ) Y KYOYA

Si están leyendo esta nota, es porque están buscando cierta foto de cierto prefecto sádico.

Bueno no se mortifiquen buscando más, esa foto ahora se encuentra en nuestras manos.

Si quieren saber qué pasó con ella, tendrán que venir hasta nosotros para saberlo, los esperamos con ansias, no tarden, por cierto será mejor que vean sus celulares, encontraran una linda foto en ellos.

Con cariño: Reborn y piña-san

PD: quiso decir Mukuro él bebe.

Era decir poco, que Kyoya estaba enojado, casi sentías que su mirada podría matarte, recordaste lo último así que agarraste tu celular, tenías un mensaje nuevo, cuando lo abriste te sonrojaste, era una foto donde salían, tú y Kyoya, era cuando te habías desmayado y Kyoya te había llevado hasta su casa, pero no esperabas que el té cargara de forma nupcial, Kyoya te arrebato el celular y su ira solo aumento, el mensaje junto a la foto, decía que había sido enviado a toda la escuela, Kyoya te había lanzado el celular y se había dado media vuelta con sus tonfas listas.

-Los morderé hasta la muerte- Viste como Kyoya salía de la habitación, solo llevabas 15 días junto a él, no sabías como podrías con otros 15 días más, de repente un mensaje te llego, rápidamente lo abriste y lo leíste en voz alta.

-Lo siento mucho ( )-chan pero tardaremos otro mes en volver, espero que cuides bien de Kyo-chan, por cierto linda foto, no puedo esperar para la boda, con cariño Mamá- Después de leer el mensaje te desmayaste, había sido demasiado para ti por un día.

NOTAS~

¿Y qué les pareció? ya se no estuvo tan bueno, bueno ustedes dejen su opinión para saber que les pareció XD

ya veré si las siguientes historias son más intensas~ kufufufu bueno me retiro, recuerden dejen reviews n.n

Ciao! Ciao!