Agridulce.
Resumen: Sí, claro, el chico que amas le gusta otra persona, un chico, para ser más preciso. Pero no por eso iba a suicidarse, tendría que seguir con su vida, como siempre había hecho cada vez que Sasuke la rechazaba con dureza. Shonen Ai. SasuNaru /SasuSaku one-side. Two Shot.
Pareja: Sasuke Uchiha-Naruto Uzumaki, Sasuke Uchiha-Sakura Haruno (leve)
Género: Hurt/Comfort, Romance, Amistad, Colegial, Drama, Yaoi.
Disclamer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.
Capítulo Uno.
Dedicado a: Mayra 2012 (sin tu ayuda y paciencia, esto no hubiese sido posible)
Escrito por: Amaya-chan.
Parte I: Sasuke.
―No entiendo porque te alaban tanto―se quejó Naruto mientras iban de camino a su salón de clases.
Sasuke Uchiha sólo lo miró con aburrimiento mientras ignoraba a las molestas fans que trataban, sin éxito, de llamar su atención.
―Son tan molestas―a su lado, el rubio Uzumaki siguió quejándose, por lo que Sasuke, harto de su voz chillona, decidió ignorarlo también.
No es como si él deseara toda esa atención -¡Joder! Vendería su alma al ser de abajo si con eso consiguiera deshacerse de esas molestas acosadoras- pero, como le dijo una vez su querido hermano, eso venía incluido con el paquete Uchiha: dinero, respeto, físico envidiable, acosadoras entrometidas…
"―Ya aprenderás a soportarlo―" fue lo único que supo decirle Itachi ante su desesperante problema.
Y es que era casi imposible pasar un día tranquilo. Ellas parecían tener un radar para localizarlo: que si en el salón, la biblioteca, la cancha, el puto baño. Sí, no podía ni siquiera hacer sus necesidades tranquilo sabiendo que afuera lo esperaban para tomarle una foto, si es que no eran como Karin que entraba directamente.
Eran insoportables, ¿por qué no podían ser como la tímida Hyuga que al menos acosaba al dobe disimuladamente? No, parecía que ninguna era así. Y si tenía fans que al menos respetaban su privacidad, Karin se encargaba de transformarlas en demonios fastidiosos que no podían ni dejarlo respirar. Con todas había sido igual.
Bueno, Ino Yamanaka había nacido con ese talento de lanzarse sobre él para abrazarlo -sin intimidarse de su mirada asesina-. Era natural en ella debido a su personalidad extrovertida, que lograba sacarlo de sus casillas.
Por suerte había aparecido su clon, el tal Sai, la Yamanaka había comenzado a acosarle –como al imbécil no le importaba- y así había podido acabar con la agonía de aguantar a otra mujer más.
―Buenos días, Sasuke-kun, Naruto―aún así había una ligera, pero ligerísima excepción.
―¡Oh, Sakura-chan!―Sakura Haruno era el cambio más radical que él había visto en una fan. De ser la típica adolescente con hormonas revolucionadas, dispuesta a violarlo si se le presentaba la oportunidad, pasó a ser una amiga más.
Ella era una molestia en el completo sentido de la palabra, pero era la única que estaba dispuesto a soportar. Después de todo ella…
Vio como la chica regañaba a Naruto por haber olvidado traer un monedero que habría dejado en la casa del dobe la tarde anterior.
―¡¿Y con qué dinero pagaré el boleto del tren!?―chilló la chica a punto de darle al dobe la paliza de su vida.
―¡Ah, Sakura-chan!―Naruto levantó las manos, como pidiéndole que se calmara―¡El teme te lleva!―señaló al Uchiha, haciendo que éste arqueara una de sus perfectas cejas―¿verdad?―ambos chicos se miraron, los ojos azules brillaban en expectación esperando la afirmación, que sabría recibiría por parte de Sasuke.
Sakura miró expectante al Uzumaki y luego al Uchiha, pero ellos no a ella. Vio, lo que parecía ser, una conversación entre dos personas que se conocían tan bien, se mordió el labio inferior y esperó. Ese ya no era su territorio, sino el de ellos. Y ellos sabrían cuando salir de él.
―Hmph―terminó respondiendo el chico. Sakura no supo si eso era un sí o un no, pero al oír el grito de emoción del Uzumaki, supuso que ya no tendría que preocuparse por cómo llegar a casa hoy.
―¡Ves, te lo dije!―le dijo mientras le sonreía.
―¡Pero aún quiero mi monedero!―le recordó con cierta irritación―¿O es que harás a Sasuke-kun desviarse todos los días para llevarme?―la chica arqueó una ceja.
―No―respondió fríamente Sasuke al ver que Naruto lo volvía a mirar con cara de cachorrito.
―Bueno, bueno―se rascó la nuca―Pasaremos por mi casa antes, para devolvértelo, luego vamos a la tuya y después volvemos a la mía.
Sasuke frunció el seño, ¿acaso tenía cara de transporte?
―Ah, Naruto…―comenzó dudosa Sakura, parecía más fácil dejar al rubio allí ¿no?, pero luego algo en su mente la hizo analizar mejor la situación. Sasuke vio como la chica tensaba un poco los labios, como entendiendo las palabras del Uzumaki
―¿Sí, Sakura-chan?
―…Olvídalo, el profesor ya llegó.
Sasuke sabía que Sakura era molesta, pero era su molesta, la única que él estaba dispuesto a aguantar.
―Claro, Sakura-chan.
La única que Naruto estaba dispuesto a soportar…
Parte II: Naruto.
Naruto Uzumaki sabía que le dolía. Ella era tan transparente para él.
Iruka-sensei hablaba sobre geometría, algo que él no entendía –tampoco se esforzaba por hacerlo- así que lo ignoraba. Estaba haciendo un calor horroroso por ser principios de verano. La próxima semana tendría que soportar los golpes de Sakura mientras su amiga trataba de ayudarle con los exámenes finales.
Dirigió su mirada hacia dicha chica y vio como ésta observaba disimuladamente hacia su asiento… hacia Sasuke, para ser más específicos. Luego sus orbes verdes chocaron, casi por accidente, con los suyos.
Ambos se miraron por lo que pareció una eternidad. Al verse descubierta, Sakura afiló un poco la mirada, pero luego la resignación apareció en sus ojos y apartó la vista de ellos.
Naruto sonrió con una extraña mezcla de burla y amargura, mientras que su cabeza reposaba perezosamente sobre su mano derecha.
Sakura Haruno, la chica con las calificaciones más altas del salón –inclusive, más que las de Sasuke- era la única mujer que había llegado a amar de verdad y supuso que así sería para siempre.
Tenía un extraño color de cabello, rubio que tiraba más al rosa pastel, sus ojos eran tan verdes que parecían jades y una piel tersa que hacía resaltar sus labios rojizos. Tenía un temperamento de los mil demonios –tan parecido al de Kushina, su madre, que por eso, suponía él, había terminado captando su atención- pero que ante Sasuke lograba ser tan sumisa.
Sasuke…
Observó que Uchiha miraba hacia afuera, tan ajeno al intercambio de miradas que habían tenido él y la única femenina que había logrado entrar en el pequeño mundo de ambos. Era mejor así, no quería que Sasuke estuviera al tanto de lo que realmente acontecía entre Sakura y él.
Rivalidad…
Estúpido, pensó Naruto. Decidió, por el bien de su conciencia, pasear su vista por todo el salón, buscando algo entretenido que no fuera la clase de Iruka.
Como el asiento que compartía con Sasuke estaba al final de la fila, junto a la ventana, tenía una visibilidad bastante buena de casi toda la clase. Primero fijó su vista en Hinata Hyuga, sus ojos azules terminaron chocando con los perlas de aquella tímida chica. Parecía que lo había estado observando en ese momento. Naruto le sonrió con cariño haciendo que la chica se pusiera roja como un tomate y apartara la vista de inmediato. A su lado, Ino notó la reacción de la morena y comenzó a bombardearla con preguntas respecto a la extraña actitud de su compañera.
Más allá, Kiba leía un manga que era tapado con un libro que, supuso Naruto, debía ser de geometría. Shino andaba tan callado como siempre que no se sabía si estaba vivo o muerto. Shikamaru dormía tan tranquilo sobre su pupitre y Chouji comía papas que escondía debajo de la mesa. A la final, como si fuera un masoquista, su mirada volvió a la chica Haruno.
La quería, era su compañera, su hermana, su primer amor. Por eso se sentía culpable, porque sabía que la chica sufría con su situación actual. Miró por el rabillo del ojo a Sasuke, quien seguía perdido entre las nubes, y luego a Sakura.
Él la había conocido durante un campamento cuando tenía diez años y había decidido que era amor a primera vista, más la chica lo ignoró con dureza. A medida que pasó el tiempo, se las ingenió para que Kakashi los pusiera juntos en una asignación, Sasuke fue incluido en el paquete. No le gustó eso, sabía que la chica que quería conquistar estaba loca por su rival Uchiha.
Lograron congeniar de maravilla, sorprendentemente, pero debido a algunos eventos las cosas entre ellos comenzaron a destruirse hasta el punto de que la relación pareció acabarse. Pero fue más debido a Sasuke y a él.
―Dobe―la voz oscura de Sasuke lo trajo de vuelta a su realidad. Parpadeó algo confundido y observó al Uchiha con atención.
―¿Qué pasa, teme?―preguntó con tranquilidad, vio que éste dirigía su mirada al frente, haciendo que Naruto notara la pálida mano de Gaara, quien le extendía disimuladamente un pedazo de papel doblado.
Uzumaki lo tomó y susurrando un pequeño 'gracias', abrió el papel y leyó su contenido rápidamente. Alzó la vista y encaró al dueño del mensaje, quien lo miraba disimuladamente. Sakura estaba molesta, se notaba a leguas, sus ojos irradiaban fuego absoluto. Naruto sonrió nerviosamente, se rascó la nuca, asintió y susurró un pequeño 'lo siento', haciendo que la chica disminuyera la presión de su mirada, suspirara con resignación y volviera la vista al frente.
Naruto guardó la nota en su bolsillo y luego encaró a Sasuke, quien lo miraba con curiosidad.
―Sakura-chan me manda a prestar atención a la clase o sino sufriré la semana que viene cuando me toque estudiar con ella.
―Deberías hacerle caso, dobe―se limitó a contestar Sasuke, dirigiendo su vista al frente.
Uzumaki hizo lo mismo y trató de prestar atención al profesor, más las palabras escritas en aquel trozo de papel pesaban como plomo en su bolsillo.
Podía imaginársela con su carita de ángel, diciéndoselas, como tantas veces, supuso él, habría querido decírselas.
Con aquellos ojos verdes llenos de furia, pero en vez de soltar fuego lo que hacían eran derramar lágrimas. Con aquella voz tan adorable, poniendo énfasis en cada palabra.
"―DEJA… DE… MIRARME… ASÍ…―"
Sonrió con una extraña mezcla de burla y amargura. Después de todo Sakura era la única que sabía que Sasuke era su novio y que todo era gracias a ella…
Parte III: Sakura.
Sakura Haruno sabía que la homosexualidad no era mala, después de todo cada persona era libre de enamorarse de quien quisiera.
Al menos ese era su punto de vista.
Aunque admitía que, si le hubiesen preguntado respecto al tema hace un año atrás, antes de que Naruto, Sasuke y ella formaran el equipo siete, habría hablado mal de aquellas personas con atracción hacia su mismo sexo.
Pero claro todo había cambiado desde que sus dos mejores amigos eran pareja… tal vez desde un poco antes de eso.
Suspiró cuando la campana sonó, marcando el final de la jornada. Como todos los alumnos, se levantó con algo de impaciencia a medida que guardaba sus cosas. La clase de hoy había sido especialmente estresante gracias a Naruto.
"―Disculpa, Sakura-chan―"
Sus dientes rechinaron ante la ira que crecía cada vez que el rubio la observaba con culpa. ¡Joder! ¡Ella había hecho que se dieran cuenta lo que ambos sentían! ¡¿Por qué tenía que verla con lástima?!
Sí, claro, el chico que amas le gusta otra persona, un chico, para ser más preciso. Pero no por eso iba a suicidarse, tendría que seguir con su vida, como siempre había hecho cada vez que Sasuke la rechazaba con dureza.
Como la había rechazado la última vez. La única vez que Sasuke llegó a ser sincero con ella.
Realmente no entendía como había pasado, ni como ella se dio cuenta. No sabía qué era lo que llevaba a un hombre, o mujer, enamorarse de alguien de su mismo sexo. Pero tenía por certeza que en el caso de Sasuke era porque Naruto había sido como un ancla a tierra en su momento más difícil –la muerte de su madre- y ella no había sido más que un simple estorbo.
No comprendía lo que sucedía por la mente de Sasuke, más Naruto sí. Después de todo Uzumaki habría perdido a sus padres durante la niñez, a eso de los ocho años, por lo que pudo servir de más ayuda, dándole a Sasuke todo el afecto que no recibió por parte de su padre ni por Itachi –el primero porque se encerró en su propio dolor y el segundo porque tuvo problemas en el extranjero y no pudo llegar a tiempo para salvar a su hermano de la llamada etapa oscura de Sasuke- pero Naruto sí estuvo allí.
Fueron tiempos duros, recordó. Sasuke había caído en las drogas, dejó de asistir a clases, y se unió a una banda de delincuentes de un sujeto llamado Orochimaru, pero Naruto siempre luchó por él, ella se lo había pedio.
"―Por favor, trae de vuelta a Sasuke-kun―"
Y aunque no había sido fácil, Naruto lo logró. Sasuke había vuelto con ellos. Ella estaba feliz, Naruto también y Sasuke… tan contento como puede serlo una piedra. Al menos ya no los amenazaba con un cuchillo cuando trataban de hablar con él –fue un incidente que ocurrió durante uno de los intentos de hacerle entrar en razón- y el equipo siete había vuelto a su estado natural, o al menos eso fue lo que ella hubiese deseado.
Por aquel entonces, mientras trataban de reajustarse a su vida antigua, fue cuando ocurrió el cambio primordial. Ella se dio cuenta por la forma en que comenzó Sasuke a mirar a Naruto. Hizo que le hirviera la sangre.
¡No! ¡Todos menos eso!
Naruto no se daba cuenta, Sasuke parecía confuso, ella estaba histérica.
De sólo pensar en el hecho de que Sasuke Uchiha fuera gay le ponía los pelos de punta, hacía que su estómago se revolviera y que las ansias homicidas hacia Orochimaru aumentaran –porque ella culpaba a ese hombre del cambio radical de Sasuke-kun- aún así mantuvo la calma, todavía habían dudas en Sasuke, podía ser sólo gratitud lo que sentía hacia Naruto.
Eso mantuvo su miedo aplacado por un tiempo, pero entonces ocurrió el accidente del beso entre Naruto y Sasuke y allí, mientras los veía pelear, se dio cuenta de que estaba jodida. Ella era inteligente, por eso no podía dejar más de fingir que nada pasaba.
No era tan ciega como para no ver ese brillo en los ojos de Sasuke, el nerviosismo que lo hizo tartamudear un par de veces, durante la pelea con Naruto. Y por último, la cara de espanto que tenía el chico mientras se retiraba de la azotea –en donde habría ocurrido aquél fatídico accidente- al entender que le gustaba Naruto.
Aún así, tan inteligente como siempre, Naruto no entendía el extraño comportamiento que había tenido Sasuke durante los próximos días seguidos al del accidente. Y ella seguía escondiéndole la verdad bajo una máscara de falsa preocupación hacia Sasuke.
Entonces, decidió confesarse por última vez. Citó a Sasuke en un parque a eso de las ocho de la noche.
"―Te amo―le había dicho con lágrimas en los ojos. Sasuke sólo sonrió de medio lado.
―Sakura… Gracias―Irónico, la única que vez que se dignaba a no llamarla molestia o a darle las gracias, era el mismo momento en que la rechazaba.
Había llorado como una niña entre sus brazos pero luego se calmó. Sasuke la llevó a comer un helado –él no pidió nada, por supuesto- y luego la habría dejado en su casa.
―Hasta mañana, Sasuke-kun―le sonrió tensa antes de entrar a su casa. Con un asentimiento de cabeza Sasuke regresó a su coche y ella no esperó para verlo marchar. Para su sorpresa, antes de cerrar la puerta detrás de sí, la voz de Sasuke la detuvo.
―¿Está mal?
Ella lo observó con extrañeza.
―Que me guste otro… hombre, ¿está mal?―volvió a preguntar mientras escondía sus ojos con el flequillo de su cabello.
Sakura se mordió el labio inferior.
¿Que si estaba mal? ¡Claro que lo estaba!
¡Sí, Sasuke-kun está mal!, rugió su yo interno, Vamos, díselo, ¡Dile que está mal!
―…
―…
―…No, Sasuke-kun… No está mal…"
Después de haber salido de clases, pensó que irían directo a buscar su monedero, pero no, a Naruto se le antojó comer ramen y pararon en puesto llamado Ichiraku–a pesar de las quejas de Sasuke y ella- aun así, como siempre, el rubio sabía salirse con la suya.
Se sentaron en la mesa más alejada del local, para privacidad de los chicos. Naruto y ella estaban lado a lado, Sasuke tomó asiento en frente de ellos.
Luego de recibir sus ordenes, comenzaron a parlotear –Naruto y ella, claro- sobre algunas cosas de la escuela, pero luego al rubio se le antojó de que Sasuke tomará un poco de su comida.
Naruto era demasiado ruidoso para su gusto, aun así había aprendido a soportarlo. Observó como trataba, sin éxito, hacer que Sasuke comiera algo de ramen.
―Vamos, teme, un poquitito nada más―decía el rubio mientras trataba de que Sasuke aceptara la comida.
―No―respondió rotundamente, mientras esquivaba ágilmente los palillos de Naruto.
―Y si te lo doy boca a boca, ¿aceptas?―insinuó el rubio, haciendo que las pálidas mejillas de su pareja se tiñeran de carmín―Teme pervertido, sólo piensas babosadas.
Sakura rodó los ojos al ver el comportamiento de ambos. Parecían más hermanos que otra cosa. Pero claro ya los había encontrado en situaciones demasiado comprometedoras que hacían disipar cualquier duda.
―Podrías dejar de hacer tanto escándalo, Naruto―suspiró molesta―Si Sasuke no quiere, no lo obligues.
Naruto se rascó la nuca.
―Lo siento, Sakura-chan―seguidamente soltó una risa nerviosa.
―Comeré―habló súbitamente Uchiha, acto seguido, tomó la mano de Naruto que sostenía el bocado de comida y se lo llevó a la boca.
Ambos chicos se miraron.
Azul y Negro se encontraron
Sakura no era estúpida. Sabía que el ambiente se había cargado de tensión sexual gracias a ese pequeño gesto de Sasuke.
Suspiró.
―Oigan, estoy aquí―rechinó sus dientes―Podrán hacer lo que les dé la gana una vez que me hayan dejado en casa.
Ambos chicos parpadearon, regresando a la normalidad. Un ligero sonrojo se apoderó de las mejillas de cada uno.
―¡Ah, Sakura-chan! ¡Disculpa, es que el teme es un morboso, 'ttebayo!―soltó con pena.
―Te recuerdo, Naruto, que tú fuiste el de la idea de usar un vibra…
―¡Ah, pero mira la hora!―Naruto saltó de su asiento, logrando cortar la frase del Uchiha―¡Tenemos que llevar a Sakura-chan a su casa!
Sakura tenía la cara azul, había captado completamente la frase de Sasuke. Trató, realmente trató, de que la imagen mental de aquella situación -Sasuke, Naruto y el vibrador- no llegara a su cabeza, pero fue en vano.
Soltó una risita nerviosa, como para contener la histeria y las ganas de estampar la cabeza contra una pared –o las de ellos-, se cubrió la cara con una mano y suspiró.
―Okey, comprendo que ambos tienen una relación sexual muy… abierta―tanteó―Pero si van a hablar de ella, por favor, ahórrenme algunos detalles. Los amo a ambos a pesar de que le van al mismo bando, así que tengan piedad de mi pobre mente.
―Claro, Sakura-chan―le sonrió Naruto mientras le daba una abrazo―Nosotros también te amamos, disculpa al teme morboso, no sabe controlar lo que dice, ya me encargaré de educarlo.
―Naruto―La voz tétrica de Sasuke hizo sonreír al rubio.
Sakura soltó un suspiro.
―¿Significa que tú eres el dominante*, Naruto?―preguntó Sakura, con cierta curiosidad.
―¡Pues claro!―soltó el rubio―¡El teme hace todo lo que yo quiera!
Sakura vi como el susodicho teme arqueaba una de sus perfectas cejas.
―¿Seguro de eso, Naruto?―habló con su voz grave, destilando una sensualidad innata, logrando que tanto Naruto como ella lo miraran con los ojos abiertos.
Y el ambiente volvió a cargarse de tensión sexual, sólo que esta vez ella era propensa a la misma.
¡Joder con Sasuke y Naruto! ¡Por eso no le gustaba que comenzaran con su mariconería*!
Naruto terminaba jodiendo a Sasuke y éste, en venganza, usaba sus malditos encantos para hacerlo caer. Sólo que también lograba hacer que ella se sintiera algo caliente.
Y eso que la insinuación no era para ella.
―Ah, cr-creo que debemos irnos―soltó Sakura para tratar de calmar la temperatura―Se hace tarde.
―Eh, sí, Sakura-chan―Naruto se levantó todavía aturdido―Y-yo voy un momento al baño.
Sakura asintió, tratando de fingir que no vio el bulto que se había formado en la entrepierna del rubio.
Sasuke sonrió de medio lado cuando ambos se quedaron de solos.
―Eso fue… embarazoso―habló ella.
―Lamento incomodarte―suspiró Uchiha―A veces no puedo… evitarlo.
―No, no―habló rápidamente―Los comprendo, son pareja y todo eso―rió nerviosamente―Que no sean una heterosexual no significa el no tener charlas de este tipo y…
―Sakura―la cortó.
―…Lo siento.
―Hmph.
Sakura suspiró algo nerviosa. Miró nuevamente a Sasuke, pero este miraba hacia los baños, tuvo que contenerse de hacer una mueca.
―Sasuke-kun…
El aludido volteó a verla con una ceja alzada. Ella se aclaró la garganta un poco, antes de continuar.
―Aún… aún tu padre no lo acepta, ¿verdad?
La expresión de Sasuke le dio algo de miedo, había bajado la cabeza y el flequillo del cabello cubría sus ojos negros.
Temió que no respondiera.
―No, aún no―soltó al fin―Y no espero que lo haga tampoco―volvió a levantar la cabeza―Que Itachi me apoye es más que suficiente para mí.
Ella asintió levemente. Vio como Naruto salía de los baños con normalidad y se dirigía hacia su mesa. Sasuke se levantó.
―Voy a pagar la cuenta―le dijo.
Volvió a asentir.
―Y, Sakura―la aludida lo miró fijamente―que tú me apoyes es más que suficiente también.
Sasuke se alejó de aquella mesa dejándola muda –no de impresión, sino porque si hablaba, iba a terminar llorando- se acercó a Naruto, le dijo unas cosas y siguió su camino a la barra de atención.
―Hey, Sakura-chan―saludó el rubio al llegar―Sasuke dijo que lo esperáramos en el auto.
Sonrió levemente.
―Claro―tomó sus cosas y se encaminó hacia la salida con él―Por cierto Naruto―le dijo mientras abría la puerta trasera del auto de Sasuke―A la final que eres ¿el dominante o el pasivo?
―¡Ya te dije que soy el que mando! ¡No le creas nada a Sasuke-teme!
Continuará... si quieren.
A/N: Okey, sé que esto es un intento patético de shonen ai. Nunca en mi vida había escrito algo así, pero decidí intentarlo. Esto será la parte uno de dos capítulos, el siguiente está casi terminado. Espero que por favor me dejen un comentario para ver si lo continúo o no. Muchas gracias por tomarse la molestia en leerlo.
Ama-chan off!