Primero que nada Naruto ni sus personajes me pertenecen al igual que los del manga Usotsuki PAradox...

Segundo gracias a tod s los que leen esta historia, a los que comentan y en fin a los que la siguen, espero que este capitulo también sea de su agrado, tambien queria avisarles que por razones de estudio no voy a poder publicar capítulos con tanta frecuencia, por lo que les pediria paciencia y disculpas, hare mi mejor esfuerzo por publicar lo mas pronto posible.

Sin nada mas de decirles espero que les agrade este capitulo =) nos vemos =)


Más que amor, menos que amor, con la excepción de amor

-¿De qué hablan?- su compañera de trabajo se acercaba a ella con una sonrisa en el rostro.

-Parece que Sakura-san quedo flechada- Ino Yamanaka respondió con una sonrisa haciendo sonrojar a la pelirrosa.

-¡no puede ser! ¿Por quién? ¿Alguno de la compañía?- Matsuri las observaba con curiosidad.

-Chicas no estoy segura todavía, él simplemente me preguntó sobre mis planes para el fin de semana y dijo que estaba interesado en ellos…hasta me dio boletos para un concierto en vivo- aunque no quería sonar muy emocionada, el tono de voz de la ojiverde era de absoluta fascinación –A pesar que no hablamos antes, eso me sorprendió mucho- un adorable sonrojo cubría las pálidas mejillas de la Haruno.

-¿Quién es?- la castaña estaba muy impaciente -¡dime!- ¡dime!

-Trabaja en mi sección, es Naruto Uzumaki- finalizó con una sonrisa la pelirrosa, mientras que en otro lado de la compañía Kiba Inuzuka observaba al rubio estornudar -¿Pescaste un resfriado?- preguntó observándolo –No para nada…me pregunto porque estornude- agregó con duda el ojiazul.

-¿Entonces qué piensas hacer? Si fuera mi caso primero lo invitaría a almorzar para agradecerle los boletos- la castaña muy emocionada le aconsejaba a la ojijade, mientras que a unos metros de ella la ojiplata sentía un sentimiento nuevo y extraño.

-Tú…lo… ¿Tú lo amas…a Naruto-san?- preguntó tímidamente, hace mucho que no tartamudeaba, con el tiempo había aprendido a superar la extrema timidez de la que era víctima en su juventud, pero en esos momentos, se sentía como una adolescente de nuevo.

-¿Qué dices? Es muy pronto aún, aunque me hizo muy feliz invitándome- la pelirrosa se quedó callada un momento –Estoy definitivamente interesada en él- finalizó con una sonrisa radiante la Haruno.

-Ya veo- la pelinegra disimuló su pesar, con una sonrisa; sabía que no debía ser egoísta, ella ya tenía a Sasuke, ¿por qué no dejarle la oportunidad de ser feliz al rubio?, Sakura siempre le había parecido una chica estupenda y muy eficiente, aunque no era muy popular con los chicos por su personalidad un poco explosiva. Debería sentirse feliz por ellos, sin embargo era consciente que lo que sentía estaba muy lejos de ser felicidad.

-¡Bip, Bip!- reconoció su tono de mensaje y sin muchos ánimos revisó aquel aparato eléctrico, sin embargo no pudo evitar que una sonrisa boba se formara en su rostro –Comí Udon en el almuerzo… ¿podemos vernos? ….Naruto- sus mejillas se tornaron carmín y su corazón empezó a latir con más fuerza y rapidez.

-¿Tu novio?- la rubia había notado su cambio de actitud, antes la había observado algo triste, pero al ver aquel mensaje ella simplemente se veía radiante, hace tiempo que quería conocer al misterioso Sasuke Uchiha, el causante de que su mejor amiga esté tan feliz.

Sin pensarlo mucho le arrebató el celular de las manos de la Hyuuga -¡No! Ino ¡No lo hagas!- la morena estaba completamente nerviosa, su rostro había adoptado el color de un tomate maduro -¿Por qué no?- Llevemos tu relación de larga distancia a la discusión, te ves tan feliz- la sonrisa de la Yamanaka se borró al ver el remitente de aquel mensaje, sin decir nada más observó a Hinata que había bajado su sonrojado rostro.

Al ver que las otras chicas habían empezado a caminar con dirección a la tercera sección, se acercó a la morena –Toma, lo siento, lo correcto no es siempre lo correcto…yo sólo quiero que seas feliz- la Hyuuga solo la observaba sin dar crédito a sus palabras –Si está bien para ti hablaremos después- la rubia se alejaba caminando con una sonrisa en el rostro.

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-Bueno aquí estamos, busquemos una- se habían encontrado después del trabajo, el rubio la observaba con sus sonrisas de infarto en la puerta de un establecimiento comercial –Recuerdas que dijiste que querías una silla ¿para ver películas?- la sonrisa del Uzumaki se borró al observar el estado meditabundo de la morena.

-¿Cómo se siente?- el rubio guardaba las herramientas que había utilizado para armar la nueva silla de la morena

-Es muy cómodo tener un respaldo en una silla- la morena estaba feliz probando su nueva adquisición.

-Aunque realmente pensé en comprarte un sofá pero, tu casa es un poco pequeña- agregó el rubio observando con detenimiento el pequeño piso de su compañera, que era bastante más pequeño que su cómodo departamento.

-En verdad no debiste darme esto, pero…- la Hyuuga dudó por un momento -¿Por qué no se lo diste a tu novia?- el ojicielo la observó sin entender.

-¿Qué?- preguntó con una dulce sonrisa en su rostro –Recuerdo haber dicho que no tengo novia- ¿acaso ella se estaba burlando de él?

-Lo siento, use las palabras equivocadas- la morena empezó a sentirse muy incómoda, sabía que el tema no era de su incumbencia, pero aun así quería saber –Quería decir, cuando encuentres una novia real- agrego con lentitud acomodando su cabello, quería sonar natural, casual -Lo siento, lo acabo de oír- el rubio la miraba con expectación – ¿Tú invitaste a Sakura-chan a una cita?- finalizó con una sonrisa fingida la ojiplata.

-¿Qué?- el rubio la miraba sin entender la situación

-¡Está bien! Estoy muy de acuerdo con eso, Sakura-chan es una buena chica- la pelinegra trataba de sonar animada y feliz.

-Páralo ahí, yo no la invité a salir- el rubio sentía un creciente fastidio ¿de dónde habría sacado aquella idea la Hyuuga? Se preguntaba.

-No hagas eso, no deberías ocultarlo- la morena se abrazó a sí misma –Ella está muy feliz de que alguien la invitara a salir- su voz iba perdiendo la emoción de antes –Lo diré de nuevo, es una buena chica y está libre por el momento- su voz empezaba a sonar triste –si presionas los botones correctos, te apoyaré- la voz de la morena era casi un susurro.

-Me estoy enojando- la pelinegra levantó la vista encontrándose con el rostro del rubio, el que había puesto sus brazos a ambos lados de ella sobre el respaldar de la silla.

-Pero Naruto-san, tú mismo dijiste que te gustaría tener una novia- él rubio observó los ojos llorosos de ella.

-¿Huh? ¿Me quieres unir con Sakura?- aquel fastidio solo se incrementaba más y más en su interior -Piensas que si tengo una novia, ¿tus sentimientos de culpa se irán?- trató de mirarla a los ojos, pero ella solo ocultaba su rostro sonrojado –Siento decepcionarte, pero…- de manera intempestiva y algo brusca la jaló hacia el piso.

-Yo tengo…todo el tiempo, sólo pensamientos de ti Hinata-san- la voz del rubio era ronca y sexy casi susurrándole.

Lo sentía sobre ella, y de nuevo su cuerpo la traicionaba ansiando sus caricias –Todo el tiempo, ¿sabes en que pienso?- la morenasolo pudo temblar ante la mirada llena de pasión contenida que le lanzaba el rubio aún encima de ella.

-No…prometiste que no tendrías sexo conmigo- su voz era casi una súplica, era la última alarma de su cerebro, antes de perder el control de su cuerpo.

Sin delicadeza, ni como un caballero, solo con la desesperación que sentía su cuerpo, la tomó de la muñeca –Cuando uno se pone así, es difícil regresar a la normalidad- la pelinegra solo pudo gemir al sentir como presionaba su mano contra su intimidad, sintiendo su excitación.

-Yo…entiendo- la voz de la morena era casi una súplica, la temperatura de su cuerpo había aumentado y ya le era insoportable soportar tanto calor en su cuerpo –Yo te ayudaré- él rubio se quedo sin aliento ¿acaso ella iba a serle infiel a su novio?

El Uzumaki estaba rígido, pero muy excitado, después de intercambiar lugares y sentarlo en la silla nueva, ella le había atado las manos detrás del respaldar –Siento amarrarte- él solo la veía confundido delante, en cuclillas – Eso es por si las cosas se vuelven serias, Naruto-san yo no soy la persona adecuada- le dijo con dulzura la morena aun sonrojada, mientras le desabrochaba la hebilla del cinturón y los pantalones.

-No tienes mucha fe en mí ¿no?- le contestó el Uzumaki con una risa nerviosa.

Ella se colocó sobre él acercando sus rostros, él solo la veía como hipnotizado –Es la primera vez que hago esto, por eso me disculpo si soy torpe- él no procesaba sus palabras solo veía el nacimiento de sus voluptuosos senos los cuales quedaban a la vista gracias a la camiseta floja que ella se había puesto.

-Por el momento usaré aceite de bebé- con lentitud ella untó sus manos con la viscosa sustancia –Si duele avísame- sin más ella acarició el hinchado miembro del rubio.

Él rubio solo apretó los dientes, aquello era mejor de lo que se hubiera imaginado nunca, sentía las cálidas y pequeñas manos de morena subir y bajar por toda su longitud mientras sus voluptuosos senos se apretaban contra su pecho, aumentado el placer -¿Cómo se siente?- la voz de la pelinegra era un susurro sensual.

-Muy bien- apenas podía contener sus gemidos, la observó cuando ella se alejo un poco de él -¿Puedo…ver tus pechos?- trató de sonreír, pero la pelinegro solo observó una mueca de dolor –Solo quiero ver, estoy atado ¿recuerdas?- ella se quedo quieta sin decir o hacer nada completamente roja y agitada, aquello también le estaba pasando factura a ella, sentía sus bragas húmedas debajo del short deportivo que llevaba -¿Quieres terminar rápido? O ¿quieres que dure más?- la voz de ojicielo era entrecortada, parecía que había corrido una maratón, su pecho subía y bajaba con rapidez, ella lo miró como pidiendo clemencia, pero en silencio y con lentitud levantó su camiseta.

-Te estás burlando de mí Naruto-san-el rubio podía sentir la humillación en la voz de la pelinegra, era un maldito pervertido, justo como su abuelo, idea ante la cual sonrió.

Aquello había sido el detonante para la morena, ya no podía contener mas su excitación, sin pensarlo brincó de nuevo sobre él moviendo sus manos de manera rítmica en su miembro y dejando sus pechos expuestos a merced de su boca, oportunidad que el Uzumaki no desaprovechó, capturando entre sus labios los erectos y rosados pezones; la morena gritó de placer aquello era más de lo que había planeado hacer. Al sentir la lengua del rubio sobre el otro pezón su cuerpo se arqueó rozando ambas intimidades, haciéndolos maullar de placer a ambos.

El rubio sintió temor ante la pasión desenfrenada de la Hyuuga, lo estaba utilizando para darse placer, cada roce de caderas enviaba impulsos eléctricos a todo su cuerpo, observó los blanquecinos ojos nublados por la lujuria, y escuchaba sus gemidos de placer, casi podía sentir su húmeda intimidad debajo de su shorts deportivos, la morena aumento el movimiento de caderas sobre él, cada vez le costaba más concentrarse, quería tocarla arrancarle lo que le quedaba de ropa y tomarla ahí mismo, se concentró en besar los pechos de la morena, que rebotaban con cada movimiento de ella sobre su rostro, después de unos minutos ella aumentó las caricias a su virilidad haciéndolo terminar en sus manos, llegando ella también al clímax con un grito ahogado en sus labios.

Ella lavaba con esmero sus manos, quitándose todo el aceite que había quedado en ellas, el rubio solo la miraba con cierto recelo –Naruto-san, siento hacerte esperar- ella había sentido la mirada del rubio, y el incomodo silencio que les rodeaba -¿Quieres ver televisión?- preguntó con la más dulce de sus sonrisas.

Sin embargo el rubio, no podía dejar de preguntarse ¿exactamente cuál fue el significado de lo de ahora? Se sentía humillado, ella lo había usado para darse placer a sí misma, y aunque esa idea no le desagradó, se sintió usado, ya que ella no parecía sentir culpa alguna.

-Ya está listo- la morena le alcanzaba una taza de humeante café recién hecho, al momento de tomarlo sus manos se juntaron, enviándoles escalofríos a ambos, ella se sonrojó y desvió la mirada, mientras que él se sintió un poco más cerca de su objetivo.

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-Quince A- la morena luchaba por trepar a un estante subido sobre una silla rotatoria, para alcanzar un portafolio de un escaparate.

-Quince A, ¿dijiste?- la pelinegra saltó por el susto, el rubio había salido de la nada y se disponía a ayudarla a bajar el tan ansiado portafolio.

-Muchas gracias, por tu ayuda, tengo que prepararme o llegare tarde a mi reunión- la ojiplata literalmente le había arrebatado el portafolio de las manos girándose luego para emprender su retirada.

El rubio la observó con pesar, se veía tan bonita con ese vestido de botones frontales color rosa pastel –Hinata-san, de cierta forma ¿No me has estado evitando últimamente?- la aludida se giró para observarlo con un intenso sonrojo adornándole el rostro.

-Yo no lo he hecho realmente- aunque ella se encontraba delante de él había girado su rostro para no quedar hechizada por esos ojos azul cielo -¿Ah sí? Entonces ¿Por qué no contestas mis llamadas?- el rubio se acercaba a ella peligrosamente, de nuevo sentía ese fastidio en su interior.

-Yo solo…estoy muy ocupada recientemente- agregó con una sonrisa fingida la morena –Hinata-san- el rubio llamó su atención –carga esto por un momento- de improviso el Uzumaki le entregó una pila de libros contables -¿Naruto-san?- la ojiplata observaba incrédula como el rubio iba hacia un escritorio cercano para tomar un vaso lleno agua, el cual luego colocó encima de la pila de libros que cargaba ella.

-¡Ah! El vaso…- la morena se tambaleaba inquieta –Te mojaras si te mueves- podía sentir el aliento del rubio en su rostro, observó ese par de zafiros preciosos de él y se dejó hechizar, sentía sus cálidos labios sobre los suyos no era un beso tierno, todo lo contrario era salvaje y necesitado, al momento que él se separó de ella, la dejó con ansias de más.

-Espera…todos pueden escucharnos- a su espalda estaban los cubículos de la sección cuatro que era donde ella trabajaba –Este no es el…- la voz de la morena temblaba a causa del beso robado.

-No- más que una orden o una palabra parecía un gruñido, el rubio la observó toda sonrojada y ansiosa y volvió a devorar sus labios, esta vez el contacto fue mayor, ya que ella le respondió con ansias.

Después de separarse, ella luchaba por tranquilizar su agitada respiración, él solo la observaba toda sonrojada aun cargando los libros y el vaso con agua, una idea perversa pasó por su mente, sonrió de manera zorruna, mientras ella lo observaba asustada, conocía bien esas sonrisas y sabia que lo que seguía después la perjudicaría –Rápido toma el vaso de agua- quería salir corriendo lo antes posible de ahí.

Sin embargo el rubio solo sonreía, ella solo pudo observar como el ojicielo levantaba una de sus manos y la metía dentro de su escote -¡Ah!- sus piernas flaqueaban y sentía un cosquilleo conocido en su intimidad, el rubio presionaba magistralmente su sensible pezón entre sus dedos al tiempo que masajeaba el seno capturado.

Se miraron y de nuevo él devoró sus labios con necesidad, ella gimió ante el repentino contacto, ya que la traviesa mano del rubio seguía atormentando su pecho, oportunidad que aprovechó él para introducir su lengua en la tentadora boca de ella profundizando más el beso. Al finalizar ambos se miraron con complicidad, todo el cuerpo de la morena temblaba por la excitación, quería acabar con toda esa situación de una buena vez, así que haciendo gala de su flexibilidad la ojiplata sujetó el vaso con los dientes, levantándolo y bebiendo todo su contenido, botándolo a un costado -¡Toma!- con furia le entregó la pila de libros al rubio que solo se carcajeaba a su lado.

-¿Hinata-san?- el rubio observaba a la morena delante de él cabizbaja.

-Esa…ultima vez…yo…fui muy lejos- la voz de la morena temblaba, sus mejillas le ardían y pequeñas gotas de sudor empezaban a formarse en su pálido rostro –Pero, eso fue…por nuestro bien de usarnos el uno al otro como sustituto, lo hice para no tener sexo- sus palabras eran como cuchillas para él –sería extraño…si lo malinterpretas- él rubio sintió un dolor inexplicable en el alma, pero él sabía que no podía esperar de aquel enfermizo juego.

-¿Qué estás diciendo?- el rubio contuvo toda su tristeza y frustración y le entregó la mejor de sus sonrisas -Yo lo entiendo perfectamente- se inclinó hasta quedar a su altura -"amigos" ¿verdad?- la morena le devolvió una tímida sonrisa –Entonces por favor para esta extraña forma de comportarte conmigo- el rubio se giró alejándose de ella -¿Cuáles son tus planes para hoy?- aquella molesta sonrisa falsa seguía adornando su rostro.

-Hoy no perdón…- la morena susurró tímida, viendo su fuerte y amplia espalda alejarse.

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-¡Eso es salir con dos a la vez!- la Yamanaka escuchaba muy atenta toda la historia de su relación como sustitos con el rubio que le contaba la morena muy avergonzada.

-¡No eso no es cierto Ino!- la pelinegra se sumergió dentro la poza del baño -¡oh, sí lo es!- le reprochó la rubia mientras jabonaba sus generosos pechos.

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-Malditas horas extras, pensé que ella me esperaría hasta que terminara- el rubio iba de camino a la cafetería del edificio –pero en vez de eso ella prefiere ir con una compañera de trabajo- eligió un café con un sándwich y emprendió el regreso a su oficina.

Suspiró frustrado, no podía pensar en otra cosa más que en la morena, en la suavidad de sus manos, en la textura cremosa de su pálida piel, tenía que dejar de pensar en ella o tendría que ir urgente al lavabo, volvió a suspirar con fastidio.

El ruido de tacones acercándose iluminó sus esperanzas –Oh, Sakura-san- trató que su desilusión no se notara en su tono de voz -¿Estas trabajando horas extras también?- preguntó de manera casual con una sonrisa, la ojiverde solo le sonrió afirmativamente.

-Por cierto, gracias por los boletos del otro día- la Haruno se sonrojó levemente –invité a una amiga mía que era una gran fan pero…tenía otros planes ese día, así que no pudo venir- el rubio la observó preguntándose si esa amiga seria la Hyuuga.

-No fue fácil conseguirlos, me alegra escuchar que te haya gustado – el rubio se sentía cómodo hablado con la pelirrosa, al menos le ayudaba a alejar el doloroso recuerdo de la morena.

-Yo…-la ojiverde interrumpió el incomodo silencio que se había formado entre ellos –estoy realmente en deudo por esos boletos, tiene que dejarme que te lo pague con invitarte a una comida o algo así- la mujer se había acercado a su escritorio y lo observaba con timidez.

-Realmente no hace falta- agregó el rubio, pero luego el recuerdo de la morena lo hizo cambiar de opinión –Digo, estaría feliz de ir…hoy… ¿quieres ir hoy?- la pelirrosa le observó incrédulamente, aquellos hermosos ojos cielo ocultos detrás de las gafas y ese radiante cabello un tanto despeinado, el Uzumaki se veía a su parecer tremendamente seductor.

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-¿Solo amigos?- le cuestionaba la rubia a una sonriente Hinata –Y dime ¿desde cuando es normal para los amigos besarse y tocar los pechos de la mujer?- la ojiazul se acercaba a la morena que la miraba divertida - ¡eso no es lo que yo llamaría actuar como amigos!- los gritos de la rubia empezaban a incitar la curiosidad del resto de féminas presentes.

-Nosotros…no tenemos sexo- agregó bajito la ojiplata -¿Así que eso los convierte automáticamente en sólo amigos?- la rubia cuestionaba a la morena que parecía no darse cuenta de lo extraño de su situación.

-Y dime, cuando te masturbas ¿Quién es el que está en tu mente?- la rubia había pegado sus suaves pechos a la espalda de la ojiblanco, a la cual le subieron los colores al rostro -¡Yo no pienso en nada!- se alejó de la ojiazul como si tuviera lepra –Esta bien, di eso si quieres…pero tú sabes, ¿no esta tan mal cierto? Que le gustes a Naruto-san- la morena la observaba con atención, así que la rubia prosiguió – puedes engañarte a ti misma en este momento, pero… es solo cuestión de tiempo hasta que tu cuerpo te diga quién es el que amas- a cada palabra de la rubia la pelinegro bajaba la mirada perdiéndose en sus recuerdos.

-Cuando fuiste a Nagoya ¿No dijiste que estuviste sola?- la Yamanaka tenía sobre ella su ya conocida mirada inquisidora –Eso es…porque le dije que iría a limpiar- aquella había sido la última visita que tuvo a Nagoya, el fin de semana anterior a comenzar el perverso juego con el Uzumaki -¿Y no dijiste que encontraste el cabello de otra mujer?- aún recordaba el cabello color rojo fuego que encontró en la almohada de su novio, el dolor que aquello le causó y la razón por la que había querido serle infiel con el rubio ojiazul –Me siento mareada- la morena salió del agua.

Luego de salir de los baños la ojiblanco observaba con melancolía su teléfono móvil, después de meditarlo un poco marco un número bastante conocido para ella, espero impacientemente, los largos timbrazos la iban desaniman poco a poco; cuando ya iba a colgar una voz familiar contesto del otro lado –¿Sí?- el corazón de la morena latía de felicidad.

¿Naruto-san?- al otro lado de la cuidad el rubio escuchaba la voz dubitativa de la ojiplata -¿Hola Hinata-san?- no podía estar más sorprendido ¿acaso ella no lo había estado evitando?

-Sí- sus mejillas se tiñeron de carmín, estaba nerviosa, tenía tantas cosas por decirle pero ninguna palabra salía de su boca en ese momento –Perdón estoy un poco…ocupado ahora mismo…- la pelinegra escuchaba sin dar crédito a la palabras del rubio.

-¡Naruto-kun!- ¡espera un segundo!… perdón ya voy a acabar…. ¡Ah!- los hermosos ojos grises de la pelinegro se abrieron de sorpresa, ella reconocería en cualquier lugar esa voz, llena de jadeos y gemidos.

Después sin más el rubio cortó la conversación, dejando a la Hyuuga con un punzante dolor en el corazón – ¿Sakura-san?- se preguntaba con pesar la morena, y fue en ese momento que sintió el dolor de la mentira, ¿sería que acaso el rubio acepto su consejo?, y ¿porque le dijo que solo pensaba en ella?, cuando se dio cuenta de lo hirientes que eran esos pensamientos sus ojos se habían llenado de lagrimas.


¡Que estarán haciendo el rubio y Sakura? ¿tienen alguna idea? y lo de Sasuke ¿le habrá sido infiel a Hinata? ¿que opinan?

Ahora a contestar rewiews =)

hyuga20uzumaki: que bueno que te haya gustado el cap, como veras naruto es muy vengativo U_U aunque eso le pone mas sabor a la historia =), en lo que respecta a Sasuke aun no lo veremos por ahora, pero en el futuro si sabrán de él =), como veras quedó en suspenso lo el rubio con Sakura. Espero que este cap también te haya gustado. Muchas gracias por comentar

Noelialuna: espero q este cap también haya sido de tu agrado, y bueno si naruto es un amor, aunque ahora como que Hinata sintió la pegada de que le paguen con la misma moneda. Solo queda esperar para ver que habrá estado haciendo el rubio con la pelirrosa xD. Gracias por comentar

natsumi hhr nh: pues si, los castigos del rubio sobre Hinata si que son atrevidos, aunque creo q a Hinata le gustan U_U y a quien no? gracias por leer espero que este cap tbn te haya gustado =)

Dublealfa: Es bastante feo que te mientan y peor si es la persona a quien amas, eso lo sintió ahora Hinata, así que se podría decir que el rubio se tomo la revancha y ahora esta disfrutando sabe Dios de que con la pelirrosa xD, esperemos que Hinata haya aprendido la lección, que bueno que haya sido un cap fácil de entender, gracias por los consejos =), espero que este cap tbn te haya gustado =)

dannynamikaze: gracias por leer la historia, bueno ya veremos si la relación a distancia de Hinata funciona o no, aunque con el rubio intentado hacerla caer en tentación como que es un poco difícil. espero que este cap te haya gustado, muchas gracias por tu comentario =)

De nuevo muchas gracias a todos por leer, comenten alguna ideas o sus teorías sobre el rubio, me ayudan mucho sus comentarios y como se los dije tratare de actualizar lo antes que pueda. Cuídense mucho y suerte en todo lo que hagan. Nos vemos pronto =)