Fairy Tail no me pertenece.
Advertencias: Por ahora no, en el futuro, el ranking subirá, ¿razón? Lo sabrán a su momento.
Notas: Este será mi primer fic largo que hare y espero terminar, será largo, muy largooo. La idea de esta historia, nació cuando vi una portada del manga donde Reedus dibuja a Happy y Charlie como niños y así nació de mi cabeza esta historia..
Por cierto estoy emocionada por el manga, me muero por ver la pelea de los Dragon Slayer, ¿y ustedes?
Espero les guste mucho mucho, cuéntenme si les gusto, que esperan leer y muchas cosas. Si mas, nos leemos pronto~
Niños de … ¿Verdad?
-No tenemos mas que una vida para vivirla intensamente.-
Capitulo de introducción.
-Esta es para el crecimiento, esta es para la vista, esta para pies pequeños y esta para... - Mirajane acomodaba los frasquitos llenos de pociones que estaban en la repisa detrás de la barra. Lissana le ayudaba sirviendo bebidas a la poca gente que había en el gremio. Afuera llovía como si el mundo se fuera a acabar y no era causa de Juvia, era la estación de otoño que estaba terminando en Magnolia.
Gente debía salir de sus casa usando suéteres o chamarras, en unos cuantos días, si la madre naturaleza lo deseaba, debían usar abrigo, chamarra y guantes para salir a la calle.
-Mira, ¿Que haces?- le pregunto Cana sentada en la barra observando a la albina ir de un lado al otro con frasquitos en la mano, poniendo etiquetas en unos y quitando en otros.
-Reviso las pociones que sirvan y las que ya no- Respondio con simpleza
-¿Tienen fecha de caducidad?- dando un sorbo a su botella observo a Mirajane dejar tres franquitos iguales frente a ella.
-Si, por eso mismo es que las reviso, estuvieron siete años, algunas deben de ser como veneno- le contesto, mientras escribía en pequeños cartoncitos pegadles el nombre de la pócima y una fecha recomendada para usar.
-Valla... ¿Y estos de que son?- Pregunto tomando uno de los tres frasquitos que estaban frente a ella.
-Uno es para ser mas alto, otro para el mal de amores y el último - señalo el que Cana tenia en su mano.- es para, literalmente, "ser un niño de verdad"
-¿"ser un niño de verdad"? ¿Como en el cuento de pinocho?- rio Cana.
-Si, suena extraño pero encontré la receta un día y con curiosidad lo hice- tomo la botellita que la castaña tenia en su mano y dijo.- creo que ya la tirare tiene mínimo desde que Lissana se fue a Edoras.
-No, no- le quito el frasco rápidamente y con una sonrisa maliciosa se acero a la albina y como diciéndole un secreto susurro.- Tengo una brillante idea.
Se adentro a la barra y tomando tres pequeñas tazas vertió una pequeña porción de la botellita en cada uno. En la primera coloco café, en la segunda té y en la última agua natural.
Coloco las pequeñas tasitas en un plato para llevárselas a los exceeds que estaban sentados una mesa.
-Hola chicos-les saludo, rápidamente empezó a colocarle las bebidas a cada uno.- Les traje algo de tomar, yo se que no les gusta la lluvia y menos a ti, ¿verdad, Lily?
El susodicho se sintió cohibido y bajo las orejas.
-No te apenes, todos tenemos nuestros defectos- le guiño un ojo. - Bueno yo me voy de aquí, disfruten su bebida.
Y corrió a ocultarse detrás de la barra; se asomo ligeramente para poder ver a los gatos tomar las bebidas.
-¿Cana?- le pregunto Mirajane que se había colocado a un lado de ella.
-¿Si?- respondio.
-¿Estas segura de lo que haces?-
-No, pero no tiene nada de malo divertirse un poco, ¿no crees?- Cana se imagino a los tres gatos convertidos en " niños de verdad" la risa maquiavélica no pudo evitar salir de su boca.
-¿Cana?- pregunto una voz.
-¿Mandeeee?-
-¿Que hacemos aquí?- pregunto Lissana que al ver a su hermana y a Cana entretenidas decidió unírseles.
-Shhh- le callo.- no quiero que nadie sospeche.
-¿pero que es lo que...?- Cana le tapo la boca y le señalo hacia los tres pequeños gatos.
Lily disfrutaba del café que inusualmente estaba con mucho sabor, solo Mirajane y Levy sabían prepararlo como le gustaba.
Charlie también noto un sabor diferente a su té, no era desagradable pero le intrigaba que era.
Y Happy se tomo de golpe toda la taza de agua.
Y... No paso nada.
-¿Por que no pasa nada?- le pregunto a Mirajane, la albina se encogió de hombros.
-Tal vez ya esta muy caducada.-le respondio y ambas se dejaron caer recargando la espalda en la barra.-Al final no fue divertido.
-No- y ambas haciendo un puchero se quedaron ahí buen rato. Hasta que Lissana que aun observaba a los gatos atentamente (como Cana le había dicho) grito.
-¡Santo dios!- y corrió hacia el almacén del gremio. Intrigadas, Cana y Mirajane se levantaron a observaron a los tres... niños que estaban sentados donde habían estado los gato.
-¿Funciono?- cuestión Cana.
-Funciono- afirmo Mira.
Lissana paso corriendo y con una montan cubrió a uno de los niños.
Ambas se acercaron a observar más de cerca.
Dos niños y una niña.
El primero, ya no era precisamente un niño, parecía mas bien un adolescente de doce o trece años, con el cabello negro y desordenado vistiendo únicamente pantalones negros.
La niña, ella si era pequeña parecía de meses o tal vez un año, vestida con una falda y blusa que se notaba le grandes, de cabello albino y abundantes risos.
Por ultimo el otro niño de alrededor de seis o siete meses, que sentado torpemente con las piernitas extendidas, cubierto con la manta que Lissana había puesto sobre el, de ojos negro llorosos y cabello azul claro, que perfectamente podría pasar por hijo de Juvia o Levy.
-¿Lily? ¿Charlie? ¿Happy?- les llamo Mirajane acercándose lentamente a los tres.- ¿se encuentran bien?
Rápidamente el niño más grande, con algo de dificultad tomo a los dos pequeños en sus brazos y se alejo de ellas.
-Tranquilo, Lily- le hablo Lissana. Acercándose lentamente al igual que su hermana temiendo por los dos niños que cargaba en sus brazos.
-¡Aléjense!- les grito y siguió caminando hacia atrás, buscando desesperado una salida de aquel desconocido lugar.
-No te haremos daño- hablo esta vez Cana, a paso calmado se acercaba al niño.- Solo dame a los niños que se pueden lastimar.
-¡No!- y sujetando con mas fuerza a los niños comenzó a correr hacia la única puerta que había encontrado, con algo de suerte llegaría a la puerta.
-¡Que no salga!- y Elfman tapo completamente la puerta.
Desesperado comenzó a buscar otra manera de salir de ahí, podría romper una ventana, pero tenia los niños con el.
-¡Venga no les tengo miedo!- dejo a los niños en el suelo, juntitos donde los pudiera ver y proteger y alzo los puños dispuesto a pelear.
-No te haremos daño- le dijo Mirajane cada vez mas cerca de el.
-¿Quien eres?-Le pregunto aun desconfiado y sin bajar los puños.- ¿En donde esta el príncipe?
-¿Príncipe?- pregunto Cana.
-Yo soy Mirajane- se señalo la albina.- Tu eres Phanter Lily, estas en Fairy Tail.
-¡Mierda!- grito el joven, incrementando su desesperación, ¿que hacia el en un gremio oscuro?
Mirajane se escandalizo por el vocabulario del joven, que suerte que no había gente en el gremio y mucho menos Erza.
-¡¿En donde esta Knighwalker?!- pregunto estando ya en pánico. Detrás de el escucho como la pequeña niña comenzaba a asustarse y por consecuencia a sollozar amenazando con llorar y el niño... no estaba.
-¡Niño! ¿Donde estas?- sin esperar a que el infante le respondiera comenzó a buscarlo con la mirada y lo vio gateando hasta la puerta.
La cual se abrió y entraron dos sombras.
-¡Valla asco de día! ¡No puede llover mas!- se quejo una de las personas que comenzaba a quitarse la capa que le cubría de la tormenta.
-Te dije que esperáramos, pero claro, nunca me haces caso- le debatió una voz chillona.
-Natsu, Lucy- les llamo Elfman para que entraran rápidamente.
-¿Que sucede?- pregunto Lucy una vez estaba dentro observando a los cuatro magos y el gremio vacio. Después observo al adolescente que amenazaba a Mirajane y protegía a una niña.
-¡Mamá!- Lucy observo a otro niño, que gateaba en su dirección, ¿Mamá? Se pregunto, giro la cabeza y confirmo que no había nadie más.
-¡¿A quien le dices mamá, mocoso?!- pregunto amenazante Natsu, pero el niño le ignoro y siguió gateando hacia Lucy.
-¡Maaaaaaaamá!- chillo otra vez, y un poco temerosa, Lucy tomo al niño tapándolo con la sabana.
El niño rápidamente se acomodo en el pecho de Lucy y escuchando su corazón cerró los ojos.
Todos miraban la escena sin entender que pasaba.
-Lucy...- susurro Natsu. Y temeroso, con el corazón latiéndole al mil pregunto.- ¿desde cuando... tienes un... hijo...?