Siempre fui un desastre, tenia que cuidar cada paso que daba no se podía confiar mucho en mis pies, pero para él yo soy perfecta eso es lo que menos le interesa, me dice que lo que le atrae mas de mi, es la imperfección con la que nací. Como todos los días iba a la carrera. El tiempo y yo no éramos buenos amigos siempre me traicionaba el despertador, de seguro el maestro me reprendería como siempre yo era su juguete siempre se descargaba conmigo, yo era la que pagaba el plato roto; debo aceptar que soy masoquista porque me encanta ser el centro de su atención aun cuando fuera para eso. Me encantaba ver sus ojos de un ámbar que eran furiosamente hermosos, mas cuando estaba enojado y me veía, provocando que mis piernas se volvieran gelatina, y mi respiración se volviera errática, los martilleos de mi corazón eran muy obvios hasta el grado de zumbar en mis oídos, pero tenia que tomar el control siempre me provocaba lo mismo, verlo era una verdadera perdición.
Si todos supieran que él era mio, bueno no totalmente mio solo a medias yo era la chica del turno, su esclava temporal; ya habíamos hablado el tema solo me utilizaría hasta que el quisiera y se enfadara de mi, mientras yo solo aprovecharía al máximo el tiempo que el me dedicara después me preocuparía de sanar las heridas de mi corazón. Si, fui tan estúpida como para enamorarme perdidamente de él, fue a primera vista soy tan débil que caí en su encanto, aun cuando él me decía que no buscaba amor solo desahogar esa pasión arrebatadora que sentía por mi, simple debía aprovechar no podía hacer mas.
Ya había aceptado ahora tenia que disfrutar y ser feliz por lo mucho o poco que durara,
Salí de mis pensamientos cuando estaba frente a la puerta del salón, tome aire profundamente y di tres suaves toques a la puerta, segundos después escuche una voz melodiosa y dulce, mi maestra de Español y su enseñanza I, era tan amable y dulce pero yo la odiaba, la veía como una perra y una mujer realmente peligrosa, estaba enamorada de MI PROFESOR, porque es mio y de nadie más…
Hola señorita Swan por qué llega retrasada?-
Dijo la muy arpía, siempre me hacia lo mismo disfrutaba dejarme en vergüenza frente a mis compañeros, tomando en cuenta que soy muy tímida.. bueno tímida con todos menos con mi profesor.
Perdone usted maestra, el despertador me traiciono, solo no sonó y me quede dormida.-
Todos mis compañeros se rieron a carcajadas mientras yo me ponía colorada no por la pena, sino por la rabia que me daba esta estúpida, algún día me las pagaría de eso que no quedara la menor duda
Muy bien señorita, ya lleva 2 retardos otro más y no tendrá derecho a examen, pase a sentarse-
Le dedique una sonrisa falsa y pase a sentarme a mi lugar enfrente, sí, soy muy aplicada y creo que por eso el maestro me eligió "Por bonita, tierna, sexi e inteligente" sus palabras me atraparon y ahí fue cuando realmente caí rendida ante el.
No importaba que fuera una sumisa yo lo quiero y quiero tenerlo para mi, por el tiempo que él quiera.
Tenía que aceptarlo, veo muros con tranchete por todos lados, es decir si veo a una mujer ya creo que me lo quiere quitar, pero quizá sea mi subconsciente que me trae a mi realidad. La maestra para nada se porto grosera pero yo lo interprete así, ella verdaderamente se preocupa por mí, yo la quiero, pero el miedo de que me quite a mi profesor es muy fuerte. Sin desearlo soy tan dependiente de él, pero tengo que manejarlo lo más inteligentemente posible el no soporta que las mujeres sean empalagosas, y estén encima de él todo el tiempo.
Tomo asiento y comienzo a tomar notas de lo que la maestra nos está diciendo, su clase me gusta es de esas maestras dinámicas que no te aburren con teorías que nada que ver. Una vez culminada su clase suspire, guarde mis cosas y camine junto a Alice, ella es mi mejor amiga siempre está conmigo y me apoya, aunque claro la estoy traicionando no le he contado nada; solo sabe que estoy saliendo con alguien pero no sabe quien, es doloroso el saber que no tienes a tu amiga para que te ayude dándote consejos o solo por compartir la experiencia.
Alice, sabes por qué el profesor Cullen no nos dio clases a la primera hora?-
Mi amiga voltio a verme con el ceño fruncido
Annie, ¿sabes en que día vives? es viernes, el maestro Cullen nos toca hasta la ultima hora-
Verdaderamente con este hombre no sabía en que día, año, o mes vivía tenía mi mundo al revés, solo le dedique una sonrisa de pena a mi amiga que me veía con una sonrisa picara.
Las dos caminamos juntas a nuestra próxima clase, estar en una especialidad para "hombres" no era lo mío, si haciendo cosas de mujeres me meto en cada problema ahora lidiando con obstáculos mas grandes siento que no voy a poder con ello. Para mi bueno o mala suerte el prefecto se acercó a mí.
Señorita Brandon pase al salón, la clase está por comenzar. Usted señorita Swan sígame necesito hablar con usted.-
Alice hizo caso a lo que el prefecto dijo, dándome un apretón y poniendo ojos de qué pasa, se alejó poco a poco de mí, mientras yo caminaba al lado del todo odioso y le hacía señas de no saber nada a mi amiga.
Me llevo por los ya conocidos pasillos de la institución, pero alto, me llevaba a la salida de la escuela y había alguien más ahí, yo conocía perfectamente ese cabello, esos anchos y hermosos hombros, vestía muy formal y se veía devoradoramente guapo, mis pies me traicionaron y casi caigo cuando pase por una piedra haciéndome tropezar y trastabillar hasta caer en sus brazos que me sostenían como el ángel que él era para mí, mi respiración me traiciono, no quería voltear a verlo porque sabía que me quedaría viéndolo como una estúpida, pero el tomo mi barbilla con sus grandes y delicados dedos haciéndome verlo a los ojos, asustada voltee a ver a donde tenía que estar el prefecto pero el ya no estaba ahí, lo siguiente fue ser tomada en brazos para subirme en un auto, aun con mi respiración entrecortada y sin poder pronunciar palabra alguna, seguía hipnotizada por este hombre, lo único que faltaba ya está por hacerlo cuando me acomodo en el coche volvió a levantar mi barbilla y él se inclino hacia a mí para darme un dulce beso.
Solo me limite a parpadear cuando se alejó de mí, me acomode mejor en el asiento y agache mi mirada hacia mis manos, él iba conduciendo, el único ruido que se escuchaba era el del motor. Muero por verlo y tocarlo, pero no puedo es una de sus absurdas reglas, no es justo el me atormenta con esa actitud, ni modo me gritaba mi subconsciente sabias a lo que te atenías.
Mírame-
¿Qué? ¿Escuche bien? Solo me limite a voltear a verlo hasta sus labios
Mírame, a los ojos-
Oh dios mío, por fin puedo verlo a sus ojos, ser sumisa no es algo que me agrade pero es la única manera de estar cerca de él y de que sea mío, me gusta tanto... No, no te hagas tonta BELLA lo amas como una idiota.
Disculpa el haberte traído de esta manera, pero nos vamos de viaje-
Cómo? Yo de viaje con él? Sola? Una sonrisa se asoma por mis labios, esto debe ser una broma
¿De… de viaje?-
El me dedica una mirada, para después seguir viendo al frente.
Claro y como mi pareja actual debes acompañarme-
Yo solo asentí mí dando consentimiento
Eso será hasta mañana, vine por ti para que hablemos sobre lo nuestro-
Suspire y me dedique a contemplar el camino que recorríamos, tenía miedo de lo que teníamos que tratar, ¿querría dejarme? De solo pensarlo se me hizo un hueco en el corazón y sin darme cuenta empecé a respirar pesadamente, mis manos se pusieron heladas y sentía mis ojos aguados, no puedes llorar, él no quiere tu amor, NO PUEDES!
¿Qué pasa?-
Oh no él se dio cuenta de mi estado, no tengo la menor idea de qué decir de esto, solo volteo mi cara de manera que no vea rodar mis lágrimas, pero es un intento fallido por que el espejo me delata.
¿Por qué estas llorando? Bella… ¿te enamoraste de mi?-
Eso fue la gota que derramo el vaso, mis lagrimas salieron sin poder controlarlas y se esparcieron por toda mi cara, estaba perdida, si él no pensaba dejarme con esto ya estaba más que seguro que lo hacía, no podía perderlo, pero estúpidamente ya lo hice. No tenía nada más que hacer.
Edward paro en el estacionamiento del edificio donde está su departamento.
Entonces explícame ¿por qué estas llorando? Es algo que no va conmigo…-
Tenía que contestarle algo, un mes de estar con él no ha sido suficiente para mí, no tendré más remedio más que decirle otra verdad, para no mentir.
Lloro por…-
¿Lloras por tu ex? Eso es lo que pasa, ¿estas llorando por Mike?-
Mis ojos se abrieron totalmente, no lo mires no puedes verlo a los ojos recuérdalo, gritaba mi yo interior.
Él es un gran amigo, yo… solo lo extraño.-
Lo siguiente fue sentir un portazo del lado del conductor, mi puerta se abrió y unas manos me agarraron de mis muñecas de manera poco delicada.
Oh….-
Escuchaste lo que acabas de decirme... Es que acaso ¿quieres regresar con él?-
Por favor suéltame, solo dije que es un buen amigo y lo extraño.-
Me soltó y yo sobe mis muñecas, él se dedico a dar pasos largos de un lugar a otro, mientras yo observaba mis muñecas y me repetía que no debía correr y pedirle perdón...
Bella, ¿quieres que acabemos de una vez por todas con todo esto?-
Mi cara palideció, mis piernas se aflojaron y sentí que iba a caer al piso. Hable en un hilo de voz
No, yo no quiero que esto acabe…nunca-
Lo último lo dejo estático, sin moverse después de varios minutos en silencio se acercó a mí, levanto mi cara con sus delicadas, grandes y bien formadas manos.
¿Quieres pasar a tomar una copa al departamento?-
La pregunta es necia, con el iría hasta el fin del mundo. Yo asentí y él sonrió, acerco sus labios a los míos y me beso deleitándose con mi boca y yo con su embriagador sabor. Sus manos no se quedaron quietas, una la coloco en mi espalda baja mientras la otra presionaba mí nunca para pegarme lo más posible a él.
Sabes que te veo y ya te deseo, no sé que me hiciste pero me tienes hechizado.-
Sin quererlo sentí una lagrima rodar por mi cara, era mi único consuelo tener su deseo apasionado y desenfrenado por mí.
Ve como me tienes mujer, esto no debería ser permitido.-
Tomo una de mis manos y la llevo a su bulto, haciéndome ver cuán gran efecto tenía yo en el.
Voy a tomarte aquí, Bella vas a ser mía.-
Sentí como el libido corría por mi cuerpo, sus palabras contenían promesa y amenaza, eso hizo desearlo más, y responderle el beso feroz y ardiente que me ofreció.
Me recargo en el coche mientras su mano subía la falda del uniforme, este hombre me volvía loca masajeo mi muslo mientras envolvía mi falda en la cintura, mi respiración ya estaba perdida, el corazón me latía rápidamente mientras el besaba mi cuello, y la mano con que me levanto la falda se iba a mi centro, tocando por encima de mis bragas, un gritito ahogado salió de mi garganta.
Oh… ummm.-
Estas tan mojada, me encanta que siempre estés lista para mi…veme a los ojos.-
Yo alce mi cabeza a él, mientras quede medio recostada en el cofre del carro pero mis ojos estaban cerrados, si los abría sentía que me venía y era demasiado pronto para eso.
Vamos bebé, abre esos hermosos ojos verdes, anda quiero verlos.-
No.. no podía, pero era tan débil su voz aterciopelada me estaba derrumbando y no hacerle caso hacia que se comprimiera mi corazón.
Vamos… quiero ver cómo te corres para mí...-
Vamos abre tus malditos ojos me gritaba mi subconsciente, aprovecha que te da la oportunidad de ver sus hermosos ojos. Derrotada los abrí sabiendo a lo que me atenía.
Así está mejor bebé, y no los cierres.-
Lo último lo dijo mientras mis bragas eran arrancadas y daba caricias a mi clítoris… oh esto era como tocar el cielo con las manos, pero yo también quería contacto, tengo que tocarlo pero eso me costara caro… "vamos no seas gallina" gritaba mi subconsciente "vamos muero por tocarlo" no… no puedo… lo único que hice fue verlo con ojos de suplica, y él me dijo
Quiero correrme contigo.-
Yo solo me limite a gemir.
Oh.. ummm.-
Escucharte gemir es como música celestial para mis oídos.-
El seguía acariciando mi centro sin introducirse en mi sexo, pero solo con esas caricias sentía que no podía mas que ya iba a llegar
Por favor entra en mí.-
Oooh bebé si, gime para mi ándale chiquita.-
Sin esperarlo introdujo dos dedos de una estocada, mi grito fue ensordecedor, si no es por el carro y que me tiene inclinada hubiera caído al suelo, simplemente ya no tengo respiración y sus dedos se mueven con tanta facilidad dentro de mi, y siendo tan GRANDES, ooh puedo sentirlos tan poderosos, largos y perfectos.
Córrete para mi, vamos chiquita gime y grita para mi.-
Umm… oh dios miooo me vengo…. Me vengo... ooooooooohhhhhhh…-
Asi chiquita asi vamos.-
Me fal…ta tan…. Po..co…-
Oh amo tu cara.-
No teniendo piedad de mi empezó a morder mi labio inferior siendo este su último movimiento para dejarme llevar por tan intenso orgasmo.
Edward…..ooh ohh…-
Estaba recostada sin fuerzas, dependía totalmente del hombre que me veía con hambre, deseo y lujuria, era suya y siempre seria así, esperamos hasta que recupere mi respiración y mis piernas retomaron sus fuerzas, me levante quise bajar mi falta pero me detuvo, desabrochando su pantalón y recostándome en el asiento trasero del coche, definitivamente esto no se quedaba hasta aquí.