Asdf...

Antes que anda, este (intento de) drabble surgió de tres cosas: 1) intentar regresar parcialmente a un fandom muy querido, 2) un comentario que vi en una historia de una escritora muy querida y 3) un review de una lectora también muy querida (en una historia de DBZ).

Así que... Ame Winner y Kumikoson4, esto es para ustedes.

Es la primera vez que escribo un AioriaXMü así que espero que haya salido bien.

Claro, nada me pertenece.

Volar.

Flotaba. O al menos eso sentía, se sentía flotar; ligeramente más liviano, extremadamente libre. Con ese aroma a aire puro que entraba por sus poros hasta mezclarse con sus ideas e ir un poco más lejos. Flotaba, libre, en medio de la nada.

O eso sentía, hasta que cayó. Vertiginosamente, a punto de estrellarse contra el suelo, antes de ser detenido por otra presencia, una de aura verde, o dorada, o violeta (o todo junto, en un remolino multicolor). Y entonces abrió los ojos, bajando del plano en el que estaba para volver a la fría (fría y dura) realidad; una hecha de piedra, de mármol o de yeso. El castigo en el que se encontraban desde hacía tiempo ya, a pesar de las noches plagadas de sueño (o días, el tiempo transcurre diferente ya) y los breves momentos de falsa libertad.

- Soñabas.

- Sí.

Las palabras han quedado atrás, los labios no se abren y el silencio no se rompe. No hay sonido, tal que se ha olvidado de cómo suena su propia voz; ni luz, que la olvidaría de no ser por esa mezcla de colores que visualiza junto a él. Sonríe, o pretende hacerlo.

- Era libre.- Le dice, lo piensa más bien.- Y volaba.

Se cohíbe ante su propia confesión, pensando en lo tonto que se escucharía ante los demás, los cuales siguen ahí (presentes, constantes). Siguen ahí, pero a la vez tan lejanos, cada quien perdido en su propio mundo, en una conciencia separada a pesar de la unidad en la que se han convertido, porque han aprendido a darse espacio (o algo parecido) e ignorar los llamados de auxilio de los demás. No tiene caso, ya no.

Pero él, aquél a su lado, siempre se hace notar. Siempre llega a tiempo, para evitar que se estrelle contra su propio muro y se rompa en mil pedazos. Lo escucha, asiente y luego... luego viene eso que no sentía ni cuando tenía algo más parecido a una vida. Calor. Y es dorado; dorado con destellos verdes y violetas que envuelven todo.

- Quizás algún día lo hagas de nuevo.- Le dice, cobijándolo para borrar las huellas de frío que empapan algo parecido a su alma.- Sólo que esta vez será verdad.

El león cierra los ojos y afirma; quiere creer y quiere que sea verdad. Quiere ser libre otra vez, sólo que está de manera diferente. Y se revoluciona, se agita y se conmociona al pensar en lo que ha cambiado y en que es más agradable esa sensación de cobijo y seguridad bajo el firme agarre del otro que la emoción de volar sólo.

- Y quizás, quizás podría acompañarte.

Sonríe. El agarre se suelta y el lemuriano calma el cosmos remanente que queda en el ambiente. Cierra los ojos también y si lo imagina (si de verdad lo imagina) puede sentir sus manos entrelazarse en medio de las rocas, dedo a dedo. Más aún, puede sentir la atención del otro sobre sí y el roce tímido de una caricia en la mejilla. Aunque todo parezca recaer en la imaginación y en el deseo. En un sueño.

Pero para ambos, con los ojos cerrados, parece como si estuvieran volando.

o.O.o.O.o.O.o

Y bueno, eso es todo.

Espero que haya sido de su agrado!

Si lo fue (o no), no duden en dejar un review...

Gracias por leer =)