Aclaración 1: Ya que desconozco el sistema educacional japonés, voy a utilizar el que conozco (El chileno) que consiste en: Prekinder, Kinder, básica, Media, y Avanzada (universidad).
Aclaración 2: los guardianes – tanto de Giotto como de Tsuna — no se conocen entre si ni nada similar, por ahora, Giotto esa llevando la Familia Vongola por su cuenta.
Aclaración 3: Ya que surgió la pregunta, en realidad no planeo que haya parejas o alguna cosa así, pueden salir momentos tiernos entre los niños, pero eso no significa que se amen… Digo, es más que nada un Fic sobre la familia.
Aclaración 4: Lo que quería decir con que no se conocen entre sí es que Tsuna no conoce a Gokudera o a sus amigos aun, lo mismo con Giotto, no todos los chicos de la primera generación van a ser los padres pero si van a tener relación con los de la decima.
Esta historia salió de ocio, capas la continúe, capaz no, disculpen las faltas, si hay algo que corregir me dicen y lo arreglo, gracias.
Creciendo juntos
Conociendo otros padres
Las mujeres sonreían y se hablaban entre sí apenas vieron a Giotto pasar, ya era hora de ir a recoger a los niños y muchas mujeres casadas habían ido a buscar a sus retoños, pero eso no les impedía mirar al apuesto rubio que estaba, al igual que ellas, esperando por su hijo.
Como dicen, "en mirar no hay engaño"
El rubio se sentía extraño al no tener a su hijo cerca de él, los pasados cinco años el mismo se había encargado de cuidar a Tsunayoshi, con suerte lo compartía con Reborn, ¿Cómo se suponía que compartiría su hijo con tantos extraños?
Como jefe de una Famiglia, conocía el lado oscuro de las personas a la perfección… de no ser por Reborn, seguramente aun se negaría a separarse de su pequeño.
— ¿Primo? — Giotto miro por sobre su hombro a quien se había atrevido a llamarle así, el rostro no le hacía familiar, aunque admitía que era algo peculiar.
Un hombre con un interesante tatuaje y cabello rosado se había dirigido a él, Giotto solo lo miro, esperando que continuara hablando.
— Soy G — Giotto levanto una ceja, esperando un nombre más largo. — Solo G, he estado consiente del grupo de vigilantes que ha creado —"por lo menos no dijo mafiosos" pensó Giotto, por alguna razón había terminado en el trabajo de la mafia… por accidente, pero siempre se sentiría más cómodo con el término "Vigilantes" —Quería decirle que gracias a usted las calles han estado mucho más seguras, este solía ser un barrio peligroso, pero ahora es difícil reconocer que se trate del mismo lugar.
—Lo sé, yo crecí en este barrio — respondió Giotto mientras perdía la mirada en el cielo, se sentía bien ver logrado cambiar las cosas para mejor.
—Realmente le estoy muy agradecido, y me gustaría ayudarle en su trabajo de ser posible — Continuó G muy formal.
Giotto estaba a punto de rechazar su propuesta pero entonces escuchó como a lo lejos su hijo le llamaba.
— ¡Papà! ¿Dónde estás? ¡Papà! — Gritaba Tsunayoshi alegremente mientras pronunciaba "papá" con un ligero acento italiano, sabía que su padre no tardaría en aparecer si lo llamaba, además, quería presentarle su nueva amiga, quien jugaba nerviosamente con sus dedos a su lado.
—Creo que tendremos que dejar esta conversación para otra ocasión — Dijo Giotto mientras buscaba con la mirada a su hijo y se alejaba de G.
— ¿También vino a buscar a su hijo, Primo? — Pero G tenía planes de seguir a Giotto, aunque este último solo quería terminar la conversación, encontrar a su hijo e irse.
—¡Papà! — Exclamó Tsuna apenas visualizo la rubia cabellera y la capa negra, corriendo a abrazar a su padre.
—¡Hola Tsuna! ¿Qué tal tu día? ¿Mucho trabajo? — preguntó Giotto mientras abrazaba a su hijo y ignoraba a G apropósito.
— ¡huh! ¡Hice una amiga! ¡Se llama Nagi! — Dijo mientras señalaba a Nagi quien movía su pequeña mano en saludo, Giotto le devolvió el saludo junto a una sonrisa y Nagi desvió la mirada mientras se ruborizaba, el papá de Tsuna era apuesto. — ¡Y Reborn quería hacernos trabajar pero Haru-Sensei vino y nos hiso dibujar! — relató alegremente Tsunayoshi.
— ¿Enserio? ¿Puedo ver el dibujo?
Y Giotto vio como el alegre rostro de su hijo paso a uno increíblemente serio.
—No.
Y el mundo de Giotto se derrumbo, ¡Su hijo que siempre le decía que si a todo y le mostraba sus dibujos tan alegremente le estaba negando eso ahora! Además, el rostro serio de Tsuna realmente desconcertaba a Giotto, ¡Apenas había pasado un día y ya le estaban cambiando a su bebé!
G observaba la escena algo divertido, había escuchado de lo sobreprotector que era Primo con su hijo, pero ver al hombre que aparentaba una personalidad fría pasar a una personalidad totalmente paternal no tenia precio.
Además, el joven Tsuna realmente lucia como una bolita de alegría, G no podía evitar sentirse feliz con solo verlo.
— ¡OI! ¡Viejo!
Era una lástima que su mocoso era una historia totalmente distinta.
— ¡Que me trates con respeto mocoso! — Respondió instintivamente G a su hijo, por alguna razón el niño había comenzado con la etapa rebelde a los 5 años.
— ¡Oblígame! — Le respondió mientras sacaba un cartucho de dinamita.
—¡AH! — Exclamo Giotto al reconocer al niño de la dinamita — ¡¿TÚ ERES EL PADRE DE ESA C—ESE NIÑO? — La mirada de desaprobación de Giotto estaba asesinando a G con la mirada.
— ¡No! ¡No es mío! ¡Es mi sobrino! —Casi grito sobresaltado G, gracias a dios que él no tenía hijos… aun.
— Ya veo… — Aunque con lo parecidos que eran… G fácilmente podía ser el padre, pero prefirió desviar su atención del extraño duo, era mejor concentrarse en otra cosa — ¿Ves a tus papás Nagi? — preguntó Giotto a la pequeña que lucía perdida.
Ella le negó con la cabeza tímidamente… Giotto suspiro, lo mejor sería esperar a que recogieran a la niña y se iría corriendo a casa.
Tsuna buscaba con la mirada junto a Nagi, hasta que vio algo que sobresalía en la multitud.
—¡LA FAMILIA DE PIÑAS AZULES! — Gritó casi a todo pulmón mientras señalaba.
Ambas cabezas se voltearon, un adulto y un niño de 12 años aproximadamente, que no parecían muy contentos con el sobrenombre.
Giotto se estaba preparando para volar a máxima velocidad.
—Kufufufu, ¿Cómo nos dijiste niño? — Preguntó el mayor con un falso dulce tono.
—Aquí esta Nagi —señalo Tsunayoshi inocentemente.
Nagi saludo con la mano a su familia, los chicos rápidamente se acercaron a ella y comenzaron a mimarla con preguntas y cariños, cuando los dos hombres de cabello azul se dieron una pausa para respirar, Tsunayoshi aprovecho de hablar.
—Oye, retiro lo dicho de tu dibujo, en realidad se parecen mucho —Y los dos niños se rieron mientras que el resto los miraba sin entender el chiste.
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Capitulo corto es corto D: