Los personajes de Sailor Moon no me pertenecen, corresponden a Naoko Takeuchi, la historia es mía
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Un Maldito Examen
Por CrimsonMizzle
Epílogo
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—¡Noooooo!… por qué te hice caso —emitió sollozando— mi papá me va a matar cuando se entere.
—Tranquila princesa, ya verás cómo no te dice nada.
—¡Claro que no dirá nada! porque nos va a matar de una vez cuando se entere —finalizó en un puchero.
—Ya verás que no —dijo quedo— es más yo creo que hasta estará encantado.
—Darien, ¿tienes pajaritos en la cabeza? Te digo que se va a enfurecer porque lo conozco.
—Mmm… lamentablemente ya no podemos hacer nada princesa, ya están aquí y debemos hacernos responsables de nuestros actos —dijo sumamente serio, el guapo moreno.
—¿Por qué mierda dejé que me convencieras? —se volteó a mirarlo y suspiró resignada— es que con esa cara no puedo decirte que no —se respondió a sí misma, él se limitó a sonreír.
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Solo estaban a una cuadra de la casa, cuando la rubia detuvo su caminar.
—No, no puedo hacerlo Dari —suspiró— se va a enfadar muchísimo… más aún cuando se entere que son dos, va a arder Troya.
—Ahh… pero eso es culpa tuya.
—¿Mía? ¡Darien Chiba! no puedo creer que seas tan egoísta, cara dura—ante la negativa de la rubia de seguir caminando, Darien optó por llevarla a rastras hasta la casa.
—Al mal paso darle prisa Serena. Así que ahora vamos a entrar a tu casa y vas a enfrentar tu responsabilidad —Serena pestañó varias veces.
—Ahhh no, eso sí que no. Tú fuiste el que me lavó el cerebro con tus ideotas, así que vas conmigo. Si voy a morir, no será sola.
—No seas tan melodramática, que no es para tanto —dijo encogiéndose de hombros.
Una vez dentro de la casa sintieron risas en la sala, ambos asomaron la cabeza por la puerta y se encontraron con el Doctor Chapatín, Hannibal, Juana la Loca e Ikuko… la única normal de los cuatro. Iban a emprender huída cuando comenzaron a discutir en susurros.
—Mejor le decimos otro día —propuso en un susurro la rubia.
—¿Cómo vas a hacer eso si se va a dar cuenta igual?
—Nos quedamos en tu apartamento.
—No Serena, hay que decírselo ya. Además por cuanto los vas a poder ocultar ¿unas semanas?, ¿un mes? y ¿luego qué? —Serena hizo un tierno puchero con su boca.
—¿Qué es lo que debemos saber? —Darien casi quedó pegado al techo y Serena junto a él.
—¡PAPA! Como rayos se te ocurre asustarnos así. Casi nos provocas un paro cardiaco.
—Antes que me de uno a mí, canten inmediatamente ¿qué deberíamos saber? —advirtió en un tono nada amable Kenji —observó a su hija que reposaba ambas manos en su vientre bajo un amplio sweater.
—Este… ehhh… yo… nosotros… ellos…
—¡Serena! te he dicho que no fumes porquerías —reprochó su padre.
—No me he fumado nada papá, bobo —masculló entre dientes.
—¿Y entonces que tenían que contarnos?
—Es que…
Neherenia miro a la rubia que no quitaba las manos de su vientre y una gran sonrisa se formó en sus labios.
—¡YA SEEEEE! ¡VAMOS HACER ABUELOS! —Ikuko sonrío al igual que Zafiro, Darien palideció, a Serena se le desencajó la mandíbula y Kenji… era la versión masculina del exorcista, solo faltaba que le girara la cabeza.
—¡DARIEN CHIBA! TE ATREVISTE A TOCAR A MI BEBITA Y ESO NO TE LO VOY A PERDONAR.
—Sigo insistiendo que Kenji es "#$%& y con mayúsculas —susurró Neherenia al oído de Ikuko que solo suspiró y asintió con la cabeza.
—Hayyyy Nehe, esa palabra se queda chiquita, pobre Kenji —ambas voltearon a mirar a Darien que corría alrededor del sofá perseguido por Kenji.
—Suegro le juro que no…
—No digas nada Chiba y despídete de este mundo.
—¡Papá que no piensas interceder! —hablaba jadeante al tratar arrancar de su suegro. Zafiro solo se encogió de hombros.
—Ya eres mayor de edad y debes asumir tus responsabilidades hijo mío… además no quiero ser alimento de pirañas… aún me queda mucho por vivir.
—Gracias… viejo de mierda —gruñó entre dientes y siguió corriendo.
Kenji fue más astuto y saltó el sofá arrojando a Darien al suelo situándose encima de él.
—Papá ya suéltalo, Darien no tiene culpa… mmm… bueno si tiene culpa porque me dejó convencer… pero al final fui yo quien accedió.
—Pero bebita no ves que este degenerado te pervirtió —Serena frunció el entrecejo— Darien no me ha pervertido ni nada, papá. Además estás haciendo el loco.
En ese momento el vientre de Serena comenzó a moverse y se oyó un suave chillido. Todos quedaron mirando.
—¿Qué fue eso?
—Esto es lo que teníamos que contarles —Serena levantó el sweater y sacó dos hermosos y pequeños gatitos— Ellos son Luna y Artemis.
—¡Qué lindos! —dijo Ikuko.
—Ahhh gatitos —señaló con total desanimo en su voz Neherenia.
—¿Gatos? —murmuró Zafiro y Kenji enarcó una ceja.
—Suegro, se podría bajar por favor… no me deja respirar —Kenji se bajó lentamente y observó a su hija fijamente.
—Estás segura que solo ellos —señalando los tiernos gatitos— son lo que tenían que contarnos —su hija asintió con la cabeza.
—Sí papá… lo que ocurre es que yo me enamoré de Luna, pero le pedí la opinión a Darien y me dijo que Artemis… así que opté por traer a los dos. Pero ya de camino hacia acá supuse que te ibas a molestar —comenzó a sollozar —Kenji finalmente respiró.
—Por esta vez dejaré que se queden ambos gatos, pero no quiero más animales… ya contigo, tú hermano y Darien me basta y sobra.
—Viejo infeliz —murmuró apenas para sí Darien.
—¿Dijiste algo?
—No querido suegro, solo dije que estoy muy feliz.
—Pues yo también… ya creía yo que habías roto nuestro pacto.
—Como se le ocurre que yo haría algo así. Acaso no le di mi palabra —se hizo el ofendido.
—Te vas a quemar todito en el infierno Chiba —murmuró Serena tras de Darien.
—Y tú junto conmigo pinocho… tú junto conmigo.
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Historia dedicada con mucho cariño a Katherine Fritiz Muñoz, Jessy Mendoza y Gaby Nuñez
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Chicas mil perdón por la demora. Espero les guste el epílogo… y si alguna mal pensada creyó que estaba embarazada… están pervertidas de mente jajajajaja. ¡Cariños a todas! Y ¿Gracias por leerme!
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