Ni que decir... Pero aquí esta otro capitulo.
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-¿Y cuando el saber algo ha sido la solución a todos los problemas?
-No lo sé, solo esperaba que al recordar lo que sentía por ella de alguna forma me sentiría el mismo de antes y todo sería mejor.
-¿No te sientes mejor ahora?
-No lo sé.
-Entonces ¿cómo te sientes Peeta?
-Igual, confundido, enojado, inseguro de que hacer, pero al mismo tiempo siento que logre algo, que en el fondo debo seguir siendo el mismo yo.
-Ok.
-¿Es todo lo que va a decir? ¿OK?
-Te gustaría que te dijera algo más?
-Pues… ¡Sí!
-¿Y como que podría decirte yo en estos momentos que pudiera ayudarte?
-¡Yo que sé! Que esto es un avance en la recuperación, que aunque yo me rehabilite al 100% no volveré a ser el de antes por que las personas están en constante cambio y aunque no me no hubieran hecho hijacking, no sería el mismo de todas formas, que todos somos diferentes, y tengo que aprender a aceptar eso y cambiar mis expectativas. Que ahora que recuerdo mis sentimientos por ella haga algo…
-Creo que no necesitas que yo diga nada de eso, eso tu ya lo sabes Peeta, y me hace sentir muy orgulloso.
-Gracias Doctor tiene razón.
-¡Oh no hablaba de ti! Me refería a mí, todo lo que he logrado contigo me hace ver el magnífico doctor que soy.
Las risas estallan en ambas partes del teléfono.
-De verdad gracias.
-De verdad estoy orgulloso, de ti. Por favor, no dudes en seguir llamando cuando necesites algo, Y recuerda Peeta, el poder no está en el conocimiento de algo, sino en lo que se hace con el ¿Ok? Y no te apresures creo que las cosas llevan buen ritmo, no te presiones.
-Si doctor, lo pensare, hasta luego.
Cuelgo el teléfono sintiéndome muchísimo más esperanzado, de alguna forma hablar con el doctor siempre me tranquiliza. Me voy a dormir, pero paso varias horas viendo el techo de mi cuarto, intentado recordar mas sobre ella, y como era nuestra relación.
Recuerdo su hermoso rostro y lo bella que se veía durante la entrevista de los primeros juegos en que participamos, siempre me había parecido hermosa, pero esa fue la primera vez que la vi tan arreglada, se veía radiante, y mis rodillas temblaron al verla, al oírla reír durante la entrevista, recuerdo haber pensado que nunca se había visto tan bonita.
Luego me golpea el recuerdo del empujón que me dio después de haber confesado mis sentimientos por ella durante mi entrevista y mi cabeza empieza a zumbar, creo que nunca he estado seguro de lo que ella siente por mí.
Despierto antes de que el sol salga con una mentalidad mas relajada, bajo a hornear algo de pan, quiero llevarles pan recién horneado a todos los que pronto llegaran a seguir reconstruyendo la panadería. Me toma un poco mas de tiempo del pensado hago suficiente para que todo puedan repetir mas de una vez si así lo desean.
Al irme acercando cada vez mas a la panadería veo a Iro, es el único que ha llegado, y por su sonrisa en el rostro creo que alcanza a oler lo que traigo en la canasta
-¿Lo ayudo con eso? –Dice acercándose mas a mi y tendiendo una mano hacia la canasta.
-Iro, que te he dicho, no me hables de Ud. soy incluso menor que tu me siento raro
-Lo siento... Peeta –Dice con dificultad
-Les traje pan a todos para el desayuno pero veo que tu eres el único aquí, te tocara comer mas.
El sonríe y no tarda en quitar el pañuelo con el que cubrir el pan para escoger uno, toma uno espolvoreado con azúcar y canela relleno de crema, lo muerde como si nunca hubiera probado un pan dulce antes, llenándose media cara con Azúcar y crema, no puedo evitar reír y sentirme un poco asqueado.
-Siempre había querido comer un pan así –Murmura entre mordiscos
Y reacciono en que eso es algo a lo que la mayoría de la gente del distrito no tenia alcance, incluso nosotros en la panadería, y un cierto sentido de culpabilidad me invade. Tomo el pañuelo y envuelvo cuatro panes.
-Llévalos a tu familia, aprovecha que aun están calientes –Le digo extendiendo mi mano con los panes hasta el.
-No, no es justo, los demás también merecen probarlo –Me responde apenado, sacudiéndose el rostro.
-Hice suficientes, ademas, ellos no llegaron temprano, es su culpa, anda, ve –insisto, y el se termina el pan que estaba comiendo y toma el pañuelo.
-Gracias, de verdad –Se da la media vuelta pero da un paso y regresa -Yo se que soy solo un empleado, yo todo eso, pero si necesita platicar con alguien, puede contar conmigo, digo ya sabe, ayer parecía que tenia muchas cosas en la cabeza, tal vez no se, yo solo quería decirle, decirte eso.
-Gracias Iro, creo que te sorprendería saber que es lo me tiene así.
-¿Mujeres? –Dice sentándose a mi lado con una sonrisa en el rostro.
-¿Como lo sabes? –Pregunto sorprendido.
-Es lo mas común, Ademas recuerdo que durante los jueg –Iro se aclara la garganta y dice -Solo una mujer puede hacerlo a uno lucir así.
-Tu estas casado, ¿como conquistaste a tu esposa, fue fácil, ella siempre te demostró lo que sentía por ti? –Le pregunto de una vez, a veces se me olvida que eramos los amantes desdichados de los juegos del hambre.
-Claro que no, su papa era un minero, como yo, antes de la guerra, y ella estaba acostumbrada a que los mineros quisieran conquistarla a espaldas de su papa, es muy hermosa, así que siempre tuvo muchos pretendientes y aprendió a mostrarse apática con ellos, supongo que para que la dejaran en paz.
-¿Entonces, como fue que al final te escogió a ti? –Digo ansioso por una respuesta.
-Honestamente, no lo se, ella pudo haber conseguido a alguien muchísimo mejor, incluso de fuera de la veta. Pero yo estaba muy enamorado de ella, y sabia que podía hacerla feliz así que no me rendí, estuve cerca de ella en todo momento que ella me dejase, como amigos, sin intentar nada mas, cuando su padre murió estuve ahí, la hacia reír dejando que se enamorara lentamente de mi. Ese es el problema con algunos hombres, ven a una mujer y creen que si no los ama en ese momento no los amara nunca, pero en ocasiones eso requiere tiempo, confianza...Sabe-s mi esposa me confeso hace poco que ella estaba enamorada de mi mucho antes de aceptarlo, solo tenia miedo, tenia muchas otras cosas en que pensar, pero al final cedió y somos muy felices. No se si fui de mucha ayuda pero ese fue mi caso –Dice al final.
-Fue de mas ayuda de lo que crees, de verdad, ahora ve y llévale esos panes antes de que se enfríen –Le digo dándole una palmada en la espalda.
Me quedo unos minutos sentado pensando en lo que acabo de oír cuando veo llegar a los otro trabajadores, les doy el pan y me dirijo a casa de Katniss.
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:)