Hola, mucho tiempo libre este verano = Historia nueva (o semi nueva), Como en mi historia anterior todo es contado a través de Katniss, hay muchos momentos en los que no se sabe que esta pasando por la mente de Peeta, bueno por eso decidí escribir esta historia, para contar un poco la version de "Parte IV SECUELAS" de el. Así que es lo que paso en la otra historia pero según Peeta. Empieza un poco antes que la anterior.
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"A partir de primera hora mañana serás dado de alta, pueden reservarte ahora mismo un boleto de tren al Distrito 12, si aun planeas regresar".
Esas simples palabras alteran mi mundo por completo. Siento nervios y miedo de regresar, cada vez me siento más como el viejo yo, aunque temo no llegar a serlo por completo. Recuerdo lo que sentía por ella, y en ocasiones al imaginar su rostro mi corazón se sobresalta, pero aun me da miedo pensar demasiado en ella, temo que mi cerebro se trastorne y otro ataque venga a mí. Pero no podría ir a ningún otro sitio, el Distrito 12 es mi hogar y siempre lo será, así que decido regresar.
Al llegar a la aldea de los vencedores, veo su casa, parece abandonada, las pocas plantas que su madre había sembrado afuera ya están secas y nadie se molesto en quitarlas. No puedo dejar de pensar en lo que debe estar sufriendo, se que Primrose era lo más preciado para ella.
Recuerdo lo mucho que su vida y personalidad cambiaron cuando murió su padre, y si había algo que podía dolerle más, era la muerte de su hermanita, esa niña dulce y tierna, que siempre tenía una sonrisa para todos, esa niña que menos que nadie merecía morir, esa niña por la que ella sacrifico su vida y se ofreció de voluntaria. Y ni siquiera tuvo oportunidad de un entierro digno, de que su familia se despidiera de ella, de llenar su cabello con flores como lo hizo con Rue, de ponerle un bello vestido y darle el último adiós.
Ella perdió a una hermana en la rebelión, yo a toda mi familia, pero el trabajar con el doctor Aurelius para sobreponerme de mi hickjacking, me ayudo a entender lo sucedido, y a superarlo poco a poco, creo que el haberme enterado de todo mientras mi mente no era por completo mía, aminoro mi pena y mi tiempo de luto. Tal vez el hecho de ver a mi familia mas como compañeros de trabajo que como personas incondicionales en mi vida también ayudo.
No digo que no los ame, porque creo que lo hice, lo hago. Pero mi madre desde muy pequeño me enseño a no depender de ella, a no esperar su ayuda a no necesitar su afecto. Mis hermanos, se que debieron quererme igual que yo a ellos, pero el haber sido criados a golpes por mi madre no les enseño a ser compasivos, mi padre siempre me dijo que conmigo mi madre se había suavizado, por que cuando era niño ellos estaban entrando a la adolescencia daban más problemas y tenían más responsabilidades, lo que mantenía a mi madre mas ocupada en reprenderlos a ellos que intentando castigarme a mí, y creo que en el fondo, ellos también resintieron eso. No es que mi madre nunca usara la fuerza física conmigo, porque lo hacía, incluso para mi gusto demasiado a menudo, pero según sus reclamos, no tanto como con ellos.
Mi padre, él era diferente, estoy seguro que es por el por quien soy lo que soy (o lo que fui), Si bien no era un padre cariñoso de esos que se tiran al suelo a jugar todo día con sus hijos, o les dicen te amo todo el tiempo, comparado con mi madre, el era un terrón de azúcar. Los golpes de mi madre me enseñaron a no ser mal educado con la gente, la gentileza de mi padre me enseño a ser amable, a pensar en los demás, y sobre todo a usar las palabras. La actitud dura de mi madre no era solo hacia nosotros, sino hacia mi padre también, y a pesar de que ella probablemente diario le gritaba, el mantenía su ecuanimidad e intentaba razonar con ella casi siempre, y cualquiera sabe qué razonar con una persona encolerizada es prácticamente imposible, así que él debía escoger muy ben sus palabras, para hacerla entrar en razón, para que se calmara, para que entendiera la situación, hasta para que cambiara su forma de pensar sobre algo, creyendo que había sido ella misma a la que se le ocurrido. Y a pesar de que era obvio que nunca se llevaron bien, y que con el paso de los años el carácter de mi madre hacia él empeoro, siempre entendí que si mi padre no dejaba a mi madre, era porque él nos hacia un poco más soportable la situación, sin el no hubiéramos tenido quien nos contara historias a escondidas en las noches, ya que mi madre creía que eso nos haría débiles y fantasiosos, nadie la hubiera puesto en su sitio cuando se le pasaba la mano con nosotros, sin el yo nunca hubiera sido Peeta Mellark. Una lágrima cae por mi rostro al recordar su sonrisa.
Por alguna razón la mayoría de las personas que se encuentran en el Distrito 12 parecen complacidos de verme saludable, algunas personas incluso al saber que llegaba enviaron comida a mi casa, y algunos llevaron ramos de flores silvestres como un intento de consuelo por la pérdida de mi familia completa, doy las gracias y recibo un par de palmadas en los hombros.
Lo que al principio me pareció una vacía muestra de misericordia, ahora tras unas horas de haberme instalado la agradezco, mi estomago gruñe, y me acabo casi entero uno de los estofados que me han traído, por lo menos en un par de días no tendré que preocuparme por cocinar.
Haymitch toca a mi puerta, parece que le da gusto verme pero al mismo tiempo se siente nervioso de estar a solas conmigo, tal vez piensa que lo puedo atacar, así que me divierto con su actitud.
-¿Y como va esa cosa en tu cabeza? – Pregunta sentándose a un par de metros de mí.
-La cosa en mi cabeza… – Repito serio -¿De qué hablas?
-Tú sabes – Dice tratando de sonar cordial, y yo niego con la cabeza -¡Lo que te hicieron los del capitolio!
-Solo deseaba que les dieras el crédito, de otra forma suena como si fuera mi culpa, y no lo es, el doctor me lo dijo – Le digo abriendo los ojos lo mas que puedo, y noto como parece esconderse en su sillón, no aguanto más y suelto una carcajada
-Veo que esa terapia te hizo más cómico ¿no? – Toma su posición original y me ve con recelo
Platicamos casi una hora antes de tocar el tema de nuestra vecina, primero, sobre los que sobrevivieron, que es de sus vidas, como esta Panem, que cosas han cambiado, que cosas siguen igual, que cosas nunca cambiaran, hablamos del Distrito 12 y como se intenta reconstruir lentamente, le cuento mis deseos de levantar la panadería y después de reírse de mí, me felicita, y me dice que tiene una caja en su casa con cosas que lograron salvar de la panadería. Trata de hacerlo ver como algo sin importancia, pero estoy seguro que fue él quien las rescato. Le hablo de las muestras de cariño de la gente y le pregunto cómo han sido con ella.
-Al Principio la gente no sabía que pensar, después de todo lo que paso con ella, algunos dicen que está loca, que perdió la razón, y el hecho de que se la pase encerrada en su casa no ayuda al caso, otros pocos la ven como la causa de las muertes, otros, como su heroína, pero ella no deja que nadie le diga lo que piensa de todas formas, te digo, no sale de su casa, ni siquiera yo la he visto, Sae la grasienta que ahora también es nuestra vecina, va y le cocina todos los días, ella es la que te podría hablar mejor de Katniss.
Un escalofrió me recorre al escuchar su nombre. Cuando Haymitch me deja solo, recorro toda la casa, no sé si para revivir recuerdos, o solo para estar seguro que no hay nadie ahí esperando atacarme. Trato de desempacar lo más que puedo antes de dormir, alguien fue lo suficientemente amable como para limpiar, aunque a decir verdad no sé quien fue, no se me había ocurrido preguntar, pero es imposible que la casa se encontrara sin polvo después de tantos meses.
Pongo las flores silvestres que me han regalado, en los floreros disponibles, aunque en su mayoría son ramas con algunos botones o solo un par de flores abiertas, debido a que apenas está llegando la primavera, me doy cuenta cómo cambian el ambiente de la casa, su color, su aroma, su vitalidad, la hacen sentir más como el hogar de alguien, en lugar de cuatro grandes paredes vacías, también me recuerdan todas las cosas bellas de la vida, y me dan esperanza, si esas flores pudieron volver a florecer aquí, si esas flores pueden crecer después del duro invierno significa que no todo está perdido, todos podemos seguir adelante y reverdecer. Eso me da una idea.
A la mañana siguiente me levanto muy temprano, agarro una carretilla de la casa y salgo a buscar arbustos, más específicamente aquellos que llevan el nombre de Prim. Escojo los que veo más fuertes, y los pongo en mi carretilla, aunque no estén llenas de flores aun, tendrán más posibilidades de volver a echar raíz, y florecer en el futuro. Alegraran su casa, y será como un recuerdo de la pequeña Prim, que nunca será olvidada, y que siempre permanecerá cerca de ella. Sera una linda sorpresa verlas cuando decida salir de la casa, o al menos eso espero.
Siento un poco de ansiedad a medida que me acerco a su casa, estoy cerca de ella de nuevo, no sé cómo será la proxima vez que nos veamos, pero hoy no quiero molestarla así que empiezo a escarbar sin llamar a la puerta o pedir su permiso primero. Arranco los raíces secas como si significaran algo malo, el pasado, y sigo escarbando para preparar la tierra para, para lo nuevo.
La puerta de enfrente se abre de golpe y yo detengo lo que estoy haciendo para alzar la vista, mi corazón late ahora más acelerado. Es ella y esta parada frente mí, se ve como si hubiera pasado varias semanas enferma, su cabello esta alborotado y cae en su cara como ramas secas.
-Volviste – Me dice en un tono entre sorpresa y confirmación.
-El Doctor Aurelius no me dejo irme del Capitolio hasta ayer – Le digo y trago un poco de saliva para continuar -En relación a eso, el me dijo que no puede pretender que te está tratando por siempre, tienes que atender el teléfono.
La observo un poco más detenidamente, su cabello no solo esta alborotado, sino que pareciera el nido de algún ave, su ropa se ve en mal estado como si llevara días con ella, me recuerda un poco a Haymitch, a la mañana siguiente de sus peores borracheras. Casi no alcanzo a ver sus ojos por todo el cabello que los cubre, y no sé cómo ha tomado mi comentario. Me observa por un par de segundos, quita el cabello de su rostro, como si hubiera podido leer mis pensamientos y luego dice apretando los labios y en un tono que me anuncia que debo cuidar mis palabras.
-¿Qué estás haciendo?
-Fui al bosque esta mañana a desenterrar estas, para ella – Le digo nervioso, temo haberla molestado o que mi idea no fuera tan buena después de todo -Pensé que podíamos plantarlas a lo largo de la casa
Ella mira los arbustos, y frunce el ceño, puedo ver como su rostro se empieza a llenar de coraje, pero luego se relaja, me voltea a ver y asiente, como dándome permiso de hacerlo, se mete a la casa sin decir nada más y cierra la puerta tras ella. Me quedo mirando la puerta y empiezo a recuperar mi respiración poco a poco. Tantas veces pensé en la siguiente vez que la vería y nunca imagine que sería de esta forma y que acabaría tan rápido.
Termino de sembrarlos y dedico un pensamiento a Prim, luego mi mente va hacia ella, hacia Katniss, mi primer temor a sido vencido, la vi y mi mente no salió de control, al menos sé que soy capaz de eso, de verla, y de continuar siendo yo. Y eso, es suficiente por ahora.
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Díganme si les parece muy mala Idea esta historia. :-S
Por cierto que opinan de que: Phillip Seymour Hoffman sera Plutarch, Amanda Plummer sera Wiress. Y le han ofrecido el papel de Johanna Mason a Jena Malone y el de Finnick Odair a Sam Claflin, solo se espera que acepten y firmen para que Lionsgate lo haga oficial.