Advertencias: esta historia es NaruSaku.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, así como tampoco sus geniales personajes. Son propiedad de Masashi Kishimoto.

Aclaraciones:

–Hablan los personajes. –

'Pensamientos'

Nota extra: ¡Hola a todos! Esta historia tiene bastante tiempo que la escribí, por eso es que decidí que ya era momento para editarla. Siendo sincera, tome la decisión de hacer lo mismo con todas mis historias, sobre todo porque algunas tienen varios años de que fueron creadas. Así que esta nota estará en los dos capítulos del fic, solo para aclarar que ya está debidamente revisado y editado.

Sin más que agregar, los dejo con el capítulo :)


Capítulo 2

Solo tú

.

.

.

Aquella mañana había decidido salir a pasear un poco por la aldea, mientras pensaba en la mejor forma de confesar sus sentimientos a Naruto. Pero por más que lo pensaba, menos lograba encontrar la mejor forma. No había logrado idear una manera adecuada en todo ese tiempo.

Sus ojos verdes se pasearon por todo el lugar, observando con cuidado cada hoja que caía de los árboles, mientras su mente seguía divagando en distintas posibilidades y en la amenaza de Tsunade.

–¿Solo me queda hoy? –se preguntó la peli rosa, contando mentalmente. Hacía tres días, Tsunade le comentó que le daría tres días y en el último hasta las nueve de la noche para decirle a Naruto, porque si no ella misma lo gritaría en toda la aldea. –No tiene solución. –se quejó frustrada, le quedaban aproximadamente nueve horas antes del límite. –Necesito ayuda. –se dijo a sí misma, observando las alegres flores.

.

.

.

–¡Eres un fracaso, marquesina! –se burló Ino, quien después de escuchar su problema se había echado a reír.

Sakura frunció el ceño molesta. –¿Me vas a ayudar o no? –cuestionó enfadada, observando fulminante a la rubia que reía a carcajadas.

Ino sonrió ampliamente, mientras se sentaba en el borde de la cama de la peli rosa, observándola con ojo crítico. Amplió otra sonrisa y subió las piernas para sentarse de forma más cómoda. Sakura, sentada en la alfombra de su habitación, fijó su mirada en el rostro perfecto de la oji azul. Ino siempre había sido una chica preciosa, con su largo cabello rubio y sus grandísimos ojos azules. Además, no conocía a otra persona que pudiera ayudarla con su pequeño problema, considerando que Ino era toda una amante de las revistas románticas.

–No sé cómo quieres que te ayude. –dijo, luego de un largo momento de silencio. –Tú problema es miedo, solo tú puedes superarlo. –la rubia sabía, desde lo más profundo de su ser, que Sakura temía que Naruto la rechazase luego de todas las barbaridades que le hizo cuando eran más niños. Desde luego, también existía el factor Sasuke Uchiha, aquel por quien Sakura maltrató muchas veces a Uzumaki.

Haruno suspiró. Sus ojos verdes se cerraron un momento, mientras analizaba las palabras de Ino. ¿Miedo?, ¿de qué tendría ella miedo? Su pregunta se respondió sola al recordar a Sasuke y al daño que le había ocasionado. Tal vez su miedo era que Naruto no la quisiera ya, que se hubiese olvidado de ella. Y, de ser cierto, ella no podría culparlo por preferir darle entierro a sus sentimientos por ella. Es decir, había sido muy cruel y malvada con él, aún cuando Naruto se esforzaba por siempre mejorar.

Yamanaka fingió que no notó los ojos cristalizados de su amiga, puesto que imaginaba que comenzaba a recordar momentos desagradables. Ino estaba segura de que el miedo de Sakura provenía de Sasuke, de lo que sufrió por quererlo y por lo que ese mismo amor la hizo hacerle a Naruto.

–Solo te digo que Naruto no es como Sasuke. –habló la rubia, poniendo en palabras lo que la peli rosa quería creer y lo que todos en Konoha sabían.

–Eso lo sé. -respondió –Pero aun así… –se mordió los labios.

–¿Aún así qué? –increpó irritada. –Sakura, entiendo que estés insegura por todo lo que le has hecho a Naruto, por lo que sufriste por Sasuke, pero no puedes vivir atada a una persona que prefirió largarse y abandonarlo todo. Tampoco puedes adivinar lo que siente Naruto. ¡Por dios! Sé valiente, ya una vez te confesaste y no resultó bien, ¡¿Y qué?! El mundo sigue, tienes que olvidar lo que te da miedo y experimentar por ti misma lo que te dirá Naruto. ¡Tienes que enfrentar la realidad! –

Sakura miró fijamente a Ino, a sabiendas de que tenía razón.

–Además… –habló con más calma. –Él siempre te ha querido, Sakura. Naruto ha hecho tantas cosas por ti que es imposible que no te ame. –la oji azul le dedicó una sonrisa dulce, mientras le palmeaba la cabeza con cariño.

Haruno se sonrojó, pero pensó que Ino tenía razón. No, más bien, esperaba que tuviera razón.

.

.

.

Las seis y media de la tarde.

Se había pasado toda la tarde conversando con Ino de todo y nada, pero sobre todo de Naruto. Sin embargo, el tiempo comenzaba a acabársele, y ahora tenía más pánico que nunca de buscar al rubio. Es decir, toda esa plática con Ino solo le había servido para darse cuenta de que sería todo un milagro que Uzumaki aún la quisiese.

Suspiró por novena vez, mientras continuaba buscando. Aunque decía buscar solo por decirlo, puesto que sabía a la perfección en donde se encontraba el rubio. Sakura lo había visto pasar varias veces en los últimos veinte minutos. De hecho, acaba de verlo irse junto a Hinata y Tenten.

–Soy tan cobarde. –se regañó molesta, por no tener el valor suficiente de decir cuánto lo amaba. Se dio un fuerte golpe en la frente con la palma de la mano, y soltó un gruñido exasperado.

–Auch, eso debió doler. –musitó una voz tras ella.

–¿Tú cobarde? –le siguió otra. –Que yo sepa, tú eres muy valiente –la chica se giró para contemplar a Shikamaru y a Neji, quienes le dedicaron una tenue sonrisa.

–Hola chicos –saludó con desgane, sentándose en una banca mientras los dos jóvenes la secundaban.

–¿Me dirás, entonces, por qué eres cobarde? –preguntó Neji curioso, observando con cuidado a la chica.

Sakura dudó, pero al final, terminó por contarles todo.

–Entonces tienes miedo. –aseguró Shikamaru. –Que problemáticas son las mujeres. –bufó distraído.

–No deberías tener miedo. –sonrió Neji amable, ignorando el comentario del pelinegro. –Naruto es una buena persona. –

–Parece un tonto, pero si él quiere a alguien no dejara que nunca nadie le haga daño. –le animó Shikamaru, posando su mano en su hombro reconfortándola.

–Además, estoy seguro de que él aún te quiere. –alentó Neji, haciendo lo mismo que el pelinegro.

–Solo recuerda que Naruto y Sasuke Uchiha son como el día y la noche. Ese tonto primero moriría antes que lastimarte –Shikamaru retiró su mano, levantándose seguido de Neji –Ve, no te vayas a arrepentir por no habérselo dicho nunca. –dicho esto, Shikamaru se retiró para buscar a Chouji.

–Suerte –dijo Neji, siguiendo al joven Nara.

Sakura los observó desde la banca, sonriendo con ánimo. El apoyo de sus amigos le había servido mucho para decidirse. –Gracias, chicos –murmuró, mientras se levantaba para ir en la dirección contraria a la de ellos, dispuesta a decirle a Naruto todo lo que sentía.

Amplió su sonrisa al pensar en que todos sus amigos se habían esmerado en llenarla de valor. Desde Ino y Tsunade, hasta Neji y Shikamaru. Desde el fondo de su corazón, Haruno realmente agradecía el tener amigos como los que tenía.

.

.

.

Ocho cincuenta de la noche y Sakura seguía buscando a Naruto, mientras que en la lejanía, Tsunade salía al balcón de su oficina con un alta voz en mano seguida de cerca por Shizune.

–¡Deténgase! –rogó la mujer, intentando detener a la decidida Hokage, mientras que Sakura buscaba desesperada en cada rincón.

Sakura estaba a punto de tener un ataque al corazón, mientras buscaba con desesperación la rubia cabellera del chico. Soltó un gruñido cuando dio vuelta en una esquina, casi llegando al centro de la aldea. Observó a la lejanía a Lee acompañado de Tenten, quien murmuraba cosas inentendibles. Más lejos de ellos estaba Ino con Hinata, mientras detrás de ellas estaban Kiba y Shino.

Haruno permaneció parada con cara de pocos amigos, hasta que recordó el sitio en el bosque que a Naruto le gustaba usar para entrenar. Corrió hasta llegar, se internó entre los árboles y esquivó las ramas que colgaban flojamente con las flores de la temporada. Sus ojos se iluminaron cuando vislumbró a Sai, quien caminaba calmadamente por ahí.

–¡Sai! –el chico le dedicó una sonrisa divertida, a la par que señalaba con su mano hacía atrás. Sakura comprendió que debía seguir caminando para poder llegar hasta Naruto.

–Está en el árbol más alto. –fue lo único que dijo, mientras se alejaba con tranquilidad.

Sakura siguió sus indicaciones, dándose cuenta de que efectivamente Naruto se encontraba ahí. La valentía la abandonó de un momento a otro, tras ver como el rubio observaba el cielo estrellado con una sonrisa suave. El viento le mecía con gracia el cabello, y sus ojos brillaban en un tono platinado gracias a la luz de la luna. Sakura tragó saliva, comenzando a reunir el valor necesario. Ya no había marcha atrás. Le diría al rubio lo que quería, y luego se retiraría dignamente.

–¡Naruto! –llamó con tono tembloroso, captando la atención del rubio, quien al verla sonrió ampliamente.

–¡Sakura-chan! –saludó, bajando del árbol de un salto.

Ocho cincuenta y cinco. Sakura seguía sin hablar, observando solamente los azules ojos de Naruto. Este, a su vez, observaba con ternura el rostro sonrojado de la chica, mientras llevaba su cálida mano al rostro de la peli rosa, apartando algunos mechones de cabello. Ante este roce, la chica sintió sus mejillas arder, sintió el impulso de abrazarlo y no dejarlo ir.

–Sakura-chan –susurró, acercando sus labios al oído de la peli rosa, mientras el corazón de ambos latía rápidamente. –Te amo. –aquellas palabras provocaron que Sakura Haruno sintiera seguridad. Su miedo desapareció tan rápido como llegó, y le dedicó una amplia sonrisa al rubio.

–Y yo te amo a ti. –respondió en un susurro, tomando la cara de Naruto entre sus delicadas manos, acercando sus labios tímidamente, mientras cerraba sus orbes jade. Naruto sonrió tiernamente, antes de unir sus labios a los de Sakura. Un tierno beso, que decía más que mil palabras.

Tras ellos, la voz de Tsunade se alzaba. Las nueve de la noche y ella había confesado a Naruto lo que sentía, había despejado sus dudas, lo había besado y casi media Konoha se enteró de ello.

¡Sakura Haruno y Naruto Uzumaki se aman! –gritó Tsunade, mientras los aldeanos festejaban la noticia.

–Solo tú, Sakura-chan. –pronunció Naruto. –Y quiero que seas mi novia. –finalizó, antes de que la peli rosa se abalanzara contra sus labios, besándolo con la misma ternura con la que Naruto Uzumaki la había enamorado.

–Solo tú eres para mí, mi amado Naruto. –una sonrisa escapo, mientras se mantenían abrazados bajo la luz de la luna.

–Te amo…. –pronunciaron al mismo tiempo, antes de volver a besarse, ignorando el festejo de los de la aldea, agradeciendo a sus amigos por haber contribuido.

.

.

.

Fin

.

.

.

¡Hoooolaaaa a todos!

Como ya leyeron en el capítulo anterior y en este, he editado y corregido casi todos los errores que la historia tenía. Espero hayan disfrutado de la lectura.

Quiero agradecer a:

lil guilty: creo que fue buena tú idea, puesto que tarde mucho en acabarlo. Con gusto leeré tus historias.

Antharez: ¡Gracias por leer! Espero te haya gustado el final.

eliannar: gracias por leer.

Erza Uchiha: yo cuando lo escribía me lo estuve imaginando todo y en verdad que fue muy gracioso. Espero te haya gustado la historia.

naruto sannin 1: siento mucho la tardanza, me alegro de que te haya gustado el capítulo anterior. Gracias por leer la historia.

Suki Harlett: ¡Gracias por leer!

hopekept: gracias por leer y siento haber tardado tanto en finalizar.

Sakura kunoichi no power: espero te haya gustado la historia, gracias por comentar.

ahsayuni15f: Jaja, ya sé, pero la pobre necesitaba desahogarse ¡Gracias por leer!

Ki: Lamento la tardanza, pero la inspiración no me llegaba, pero he aquí el final.

Y a todos los demás lectores, también les agradezco que le hayan dado una oportunidad a la historia.

Sin más que agregar, me despido.

Nos leemos en la próxima, espero estén todos muy bien.

Ciao, ciao :)