Summary: Isabella Swan, una prestigiosa doctora reconocida por salvar muchas vidas en distintos lugares del mundo. Su deber es ayudar y curar a personas enfermas, pero, ¿y su corazón? ¿Quién lo curara? Bella debe aprender a dejarse querer por las personas, pero también deberá aprender a dar el amor de la madre que lleva dentro a una pequeña que se cruza en su camino…
Disclaimer: Nunca lo aclaro, pero no está demás hacerlo. Los personajes no son míos –I fucking wish- son de Meyer. La 'blasfemia' que están a punto de leer, sí es mía. XD
ACLARACIÓN: Si bien, esta historia está en rating T, tengo pensado en futuro escribir un pequeño lemmon. ;D Pero descuiden, avisaré y todo.
Prefacio
Real Love
By Ally C-B
&.
Bella POV
—Buenos días a todos presentes. —Dijo la jueza que se encontraba detrás del gran escritorio. —Nos encontramos reunidos aquí, para deliberar cuál será el futuro de Ángela Rogger, de 4 años de edad. —Me removí algo inquieta en mi asiento, apretando mis manos entrelazadas que se encontraban encima de mi regazo.
—Tranquila, Bells. —Me susurró Jacob, mi mejor amigo y abogado. —Todo saldrá bien. —Me sonrió alentadoramente. Asentí temblorosa.
—Sra. Judith Rogger, se la acusa de maltratos y violencia hacia una menor de edad. —Dijo la jueza mientras leía los expedientes.
Me giré para ver a la Sra. Rogger fulminándome con la mirada. Se la devolví con gusto. Si ella no hubiera empezado con sus maltratos a la pequeña, yo no habría tenido que recurrir a estos recursos.
—Objeción, su señoría. Todo eso es mentira. —Dijo Jessica Stanley, la abogada de la mujer 'golpeadora de menores'.
—Objeción. —Saltó Jake levantándose de su silla. —Permiso para poder interrogar a la Sra. Rogger.
—Permiso concedido, abogado. —Dijo la jueza mirando -mejor dicho comiendo- a Jake con la mirada. Pude notar un eje de seducción en su voz y en su mirada. Me aclaré la garganta un poco confundida.
Luego de que a la 'golpeadora' la hicieran jurar que diría toda la verdad, y nada más que la pura verdad y bla, bla, bla; Jake salió de su lugar y se acercó a la mujer para comenzar con su interrogatorio.
—Bueno, Sra. Rogger… —Dijo antes de aclararse la garganta. —Usted, ¿cómo se declara? ¿Inocente o culpable? —Preguntó mirándola fijamente.
Adoraba eso de él. No sé lo qué diablos tenía, pero fuera lo que fuera, con una de sus miradas, terminabas diciéndole hasta tu más profundo secreto.
La mujer se removió un poco incómoda en su asiento, miró a Jessica, y luego volvió a Jake.
—Inocente, yo no he hecho nada. —Dijo quitando la mirada de los ojos de Jake y bajándola al suelo. Suspiré de la impotencia.
—¿Ah, no? —Preguntó con tono mordaz. —Entonces, ¿cómo explica usted el miedo que le tiene la niña cuando la ve? ¿Cómo explica usted las marcas en el cuerpo de la niña? —Muchos susurros se escuchaban por toda la sala mientras Jacob seguía y seguía nombrando infinidad de cosas que Angie nos había contado.
La mujer se veía cada vez más mortificada por las palabras de Jake, y a cada 'objeción' de parte de Jessica, la jueza la rechazaba, permitiendo a Jacob seguir con sus fuertes preguntas. Luego de un rato de preguntas hirientes para ella, lo confesó todo. La mujer comenzó a llorar desconsoladamente, aunque yo no creí en lo absoluto ni una sola lágrima que aquella mujer sin corazón derramaba. Pero, ¿cómo era posible creerle algo a una mujer que durante bastante tiempo negó haber abusado a de su hija y luego confesar que ella y su marido golpeaban a la niña?
Eso era no tener corazón. Podía imaginármela como un maldito vampiro al momento de ir por su presa -un humano-, y sin remordimientos ni penas, torturarlo y drenarlo a sangre fría, sin pudor ni consentimiento. Diablos, YO deseaba ser un maldito vampiro y poder torturarla a ella hasta la muerte.
Respiré profundamente calmándome. De nada servía ponerme de esa forma, al fin y al cabo, los vampiros no existen. De todas formas, la justicia se haría cargo de esos inhumanos padres.
Y agradecí al cielo cuando la jueza no dudó en encarcelarlos por veinticinco años, por abuso hacia un menor de edad.
Abracé a Jake con fuerzas mientras le agradecía millones de veces por apoyarme. Pero toda esa felicidad que sentía, se desvaneció cuando la jueza volvió a hablar.
—Damas y caballeros, todavía nos queda un asunto pendiente. —Dijo con tono serio. —Ya que los padres estarán en prisión por mucho tiempo, la niña será asignada a un Instituto de menores, donde esperará para ser adoptada.
Mi mundo se vino abajo. Mi pequeño ángel no podía estar metida allí, sola e indefensa. No lo permitiría, costara lo que me costara. Tomé a Jake del brazo y le susurré al oído lo que tenía en mente.
—Bells, ¿estás segura? —Me preguntó asombrado. Asentí con una sonrisa.
Jake me miró impresionado antes de respirar profundo y volverse a la jueza.
—Permiso para hablar, su señoría. —Dijo levantando su mano. La jueza asintió. —Mi clienta, me ha dicho que está más que lista y encantada de adoptar a la niña.
La jueza miró a los demás integrantes del tribunal, y solicitó unos minutos para deliberar el pedido. Las horas pasaban, y los malditos no salían de allí adentro con una respuesta. Lo único que sabía, era que habían llamado a Angie para tener una entrevista con ella. Seguramente, le preguntarían cosas sobre mí.
Estaba nerviosa. No podía dejar de mover frenéticamente mi pierna, y Jacob tampoco ayudaba demasiado. Él solo entrelazó los dedos de sus manos sobre el escritorio y observaba sus manos seriamente. La realidad era que Jake también estaba nervioso, se había encariñado bastante con Angie, solo que no tanto como yo. Realmente dudaba que alguien pudiera llegar a encariñarse con ella de la forma en que yo lo había hecho.
La puerta por la que habían salido todos, se abrió, dando paso a la jueza, a los demás integrantes del tribunal y a un guardia que tenía la mano tomada a la de Angie. Miré a la jueza con esperanzas e impaciencia.
—La menor nos ha dicho que no iría con ninguna otra persona que no fuera usted, Srta. Swan, de lo contrario, se mataría ella misma. —Un escalofrió recorrió mi cuerpo ante tan solo el pensamiento. —Por lo que no me queda más remedio que aceptar su solicitud de adopción. —Todos los presentes comenzaron a festejar con aplausos y silbidos. Yo me giré a Jacob -al mismo tiempo que él lo hizo hacia mí- y lo abracé con fuerzas, dejando que un par de lágrimas traicioneras se me escaparan.
—Gracias… —Le susurré al oído realmente agradecida. Él se alejó un poco y besó mi mejilla sonriéndome ampliamente de la forma en que él sabía que amaba que lo hiciera.
Luego me giré a Angie y la vi corriendo hacia mí con una delicada sonrisa. La alcé besando sus mejillas y abrazándola con fuerza, recibiendo la misma intensidad departe de ella.
Mi vida, a partir de ese momento, cambiaría rotundamente. Ahora, tenía a una personita que dependía de mí, y no podía fallarle. Sabía que Angie era una niña especial, me recordaba a mí misma cuando tenía su edad, así que, ¿quién mejor que yo para cuidarla y entenderla? Pero aún quedaban lastimaduras en ella, por lo que tendría que aprender cómo curarlas sin necesidad de usar medicamentos ni aparatos ni nada con lo referido a lo instrumental -como lo haría en mi trabajo-.
Esta curación dependía de ambas. De mi parte, darle amor. El amor de la madre que tanto le faltó; y de su parte, recibir ese amor, y olvidarse del pasado. Dándome la oportunidad de mostrarle que el mundo no es tan malo como parece, que es bueno dejarse amar, por más que yo aún no aplicara del todo a esto último en mi persona.
¡Holó! ¿Alguien por allí detrás de a pantalla? :B
Bien, ésta es una historia que anteriormente subí en mi blog -el cual lo encontrarán en mi perfil-. Lo dejé por falta de inspiración, pero desde que volví a retomar "Sen a wish upon a star", la inspiración me volvió con ambos fics. Y dado a que el fic que acabo de mencionar ya está por terminar, decidí subir éste otro, para todas aquellas a las que nos gusta lo tierno, dulce y la lluvia de corazones (?) xD
Okey, ahora, ¿qué les pareció el prefacio? ¿Opiniones? (L)
Love all ya'.
Peace. Out.
Ally C-B.