Mis queridas perversillas: le tengo malas noticias esta historia no es muy larga pero tengo otras ideas en mente asi que esperen noticias mias. Ya casi llega a su fin.

-mmm, qué rico- le dije perdida en la sensación de su polla encajándose en la raja de mis nalgas por encima de la ropa. Papá me inclinó un poco y desabrochó mis pantalones. Los dejo caer y un suspiro ahogado se le escapó.

-Qué pasa papi?-por inercia movi más mi culo, y sus manos en mis caderas forzaron a que pegara más mis nalgas a su polla.

-Nada nena, nada, así, pegate un poquito más, o papí te va a castigar por ser malita y despertarte tan tarde- mm, me quería regañar. Me estaba mojando. Tomé su mano y la puse sobre una de mis tetas.

-Papi, qué rico, papi, estás muy duro, quieres que te ayude?- estaba hablando la pura lujuría en mi.

-Sí, nena, sientes lo duro que está papi por ti? Inclínate un poco y levanta ese rico culito que tienes-joder, papá estaba igual de prendido. Levanté bien el culo y me incliné aun más. Le di una buena vista, además traía tanta y mi coñito se podía percibir.

-Mmmm, que rico culo, has sido mala, nena?, te has portado mal en la escuela?- joder, me iba a venir

-Sí, papi, he sido una niña muy mala, mucho, qué me vas a hacer?- dije con voz melosa y ansiosa. Estaba ardiendo.

-Mmmm, tendremos que solucionarlo, no crees?- y le pegó una nalgadita a mi culo, se sintió muy rica y me excité más, me mojé muchísimo. Mientras, su mano seguía trabajando sobre mi teta y mi pezón que apretaba con sus dedos.

-Tu culo se ve precioso de color rosa, me dejas pegarte más, nena? Es tu castigo por tener a papi con la polla a punto de reventarle. Eres una pequeña zorrita, te pusiste el liguero para mi verdad?- en ese momento sentí dos dedos tomando los extremos de la tanga y rompiéndola.

-Sí, papi, me lo puse para ti y todo el camino pensé en mamar tu rica verga y meter tus dedos en mi coño mientras conducías- joder, necesitaba coger, ya-

-Niña traviesa y desvergonzada. Quitate la playera, quiero verte las tetas- y me la quité rápidamente. –lindas, hermosas tetas, ven quiero mamártelas- papá tomo mi pezón con sus dientes y se sintió tan rico, tan jodidamente delicioso. –Papi, yo también quiero, mmm, tocarte, mmm, así, así, mámame bien, rico, duro, mmm, qué rico, papi, qué rico mamas-

EPOV

Dios mio, me tenía al mil todo lo que mi nena me decía. Jamás me imaginé que terminaríamos así, pero al notar que ella también sentía ese deseo incontrolable por mí, no pude más. Ahora chupaba sus tetas con vehemencia, mientras ella me pedía más. Deslicé mis dedos por su cadera y los enredé en los bellos de su monte y así, le enterré dos dedos en el coño. Estaba tan empapada que casi me corría con sentirla. Estaba tan rica y calientita.

-mm, papi, así, mmm, papi, más adentro, métemelos bien, muévelos, qué rico- me ponía muchísimo que me hablara así, y más, que no dejara de decirme papi. Ella bajo sus manos para intentar tocar mi verga que estaba tan dura como para estallar, y justo en ese momento oímos algo y nos separamos inmediatamente.

Ella tenía las mejillas rojas y yo una enorme erección. Sólo esperaba que el sonido no hubiera sido chantal, porque sería difícil explicar como me encontraba. Volví a respirar cuando notamos que el sonido provenía de afuera. Hubo un largo silencio. Bella, recogió sus cosas y se encaminó a su cuarto, pero antes la jale. No me iba a quedar así.

-Oh no, jovencita, es de mala educación irse y dejarme así- tome su mano y la puse en mi polla, ella comenzó a masajearla y de repente, se arrodilló, joder, joder, sentía como iba a venirme en nada.

-Papi, estás tan duro, quieres que te la chupe?-

-chúpala, rápido, zorrita, chupa mi verga-

Bella se prendió aun más, engullió todo mi falo y comenzó a moverse rítmicamente, y súbitamente, metió sus dedos en su coñito. – Estás caliente, nena?- le pregunté

-Mucho, papi, verte la verga así, y saber que no puedo cogérmela, me pone mal. Quieres coger mis tetas?

-Joder, sí, perrita, aprieta tus ricas tetas, bien juntas, porque papi te las va a coger rico

Comencé a frotarme contra sus pechos y, fue tan rico, ella lamía la cabeza de mi pene y yo cogía como desquiciado. Ella comenzó a gemir y sus dedos se hundieron mucho en su vagina. Los dos gemimos fuertísimo cuando se acercaba nuestros orgasmos. -Así, perrita, que ricas tetas, me muero por cogerte toda, y encajarme en tu culo, me encanta que muevas las nalgas para mí cuando caminas, eres tan caliente, joder, nena, me voy a venir, te vas a venir?

-Sí, papi, qué rico, umm, quiero que me cojas toda, me masturbo diario pensando en ti, quieres cogerme el culo? Quiero tu verga en mi coño y mi ano y en mi boca, siempre.

No pude aguantarlo más y lo solté. Todo mi semen salió y mancho sus pechos y su carita. La jalé hacia mi y le metí la lengua hasta donde pude. Se sentía tan rico. Ella se apretó a mi y sus pechos chocaron con mis pectorales. Estuve a nada de volver a tener otro orgasmo ahí. Jaló una de mis manos y la metió entre sus labios vaginales. Estaba tan caliente y escurrían sus ricos jugos. Le metí bien profundo los dedos, mientras ella mecía sus caderas para alcanzar su orgasmo.

-Así, papi, así, mételos más profundo, mmm, qué rico me cogen tus dedos, más, más rápido, papi, mmm, papi me voy a venir.

-Vente preciosa, aprieta mis dedos en tu coñito rico- y se vino en mi mano. Chupe los jugos que se deslizaron entre mis dedos y la bese con mucha pasión. Después de tranquilizarnos un poco, subimos las escaleras camino hacia los cuartos, y antes de que ingresara al suyo le di una nalgada y le pellizque sus tetas

-Mañana quiero que no te pongas ropa interior y que me abras bien las piernas mientras vamos a la escuela, de acuerdo?

-Si, papi, te quiero, duerme bien- me dio una sonrisa angelical y apretó mi polla con sus dedos.