¡Hola!

Hablando con una amiga sobre frases bordes o sarcásticas, apareció cierta musa de mi inspiración (un hada caprichosa que me abandona cada dos por tres y solo me visita durante los exámenes) y se me ocurrió el fic.

Hetalia no me pertenece... ¡¿Por qué? *se lamenta*

Espero que os guste mucho.


El sol brillaba en lo alto del cielo, las nubes jugueteaban como bolitas de algodón en aquel inmenso mar sin olas. Y el viento, había dado una tregua después de los vendavales que habían azotado los árboles días atrás, para aquella cita. Esa maravillosa cita en la que nada podría salir mal. Nada, absolutamente nada, podría estropear aquel momento.

Me agarré más fuertemente a su brazo y apoyé la cabeza en su pecho. La sonrisa que tenía dibujada en mi rostro se ensanchó más y comenzó a brillar irradiando felicidad. La pequeña brisa que ahora corría movió mis cabellos rubios, haciendo que, inconscientemente, él me colocara uno de los mechones detrás de la oreja con suavidad.

– ¿Te apetece un helado? – preguntó tímidamente mirándome con sus cristalinos ojos azules.
– O sea, claro que sí Toris.
– Entonces, espérame aquí – dijo antes de salir caminando hasta el pequeño puesto que estaba al lado del lago.

Sonreí y me deleité con su figura. Alto, delgado, vestido con aquel uniforme escolar que tan feo era, pero que tan bien le sentaba. El cabello castaño, medio largo, lo llevaba sujeto con una pequeña goma de pelo color azul, a juego con sus ojos. Esos que tanto me gustaban. Era tan feliz… Después de tantos meses, me había animado a decirle algo.

– ¡Cuidado! – gritó una voz haciendo que me volviera interrogantemente.

Lo último que vi, fue un gran balón de fútbol venir hacia mi cara con rapidez y fuerza. Me golpeó la cabeza y caí al suelo con un ruido sordo. Me llevé una mano a la cabeza intentando disipar el dolor creciente que me sobrevenía. El sol me daba en los ojos de frente hasta que una sombra me tapó por completo.

– ¿Feliks, qué haces? – me preguntó Toris mientras sujetaba sendos helados en las manos.
– Pues como que nada en especial.

No pareció estar muy convencido y se animó a preguntar nuevamente.

– ¿Te has caído?

Esbocé una sonrisa sarcástica ante la estúpida e inocente pregunta.

– ¡Ay, qué va! – exclamé atusándome el pelo –. Como que solo me he agachado para que las hormigas me cuenten su plan para conquistar el mundo. ¿Te nos unes?


¡Ya está!
Espero que os haya gustado ^^
Hay que llenar el mundo de Toris x Feliks xD
Críticas, tomates, botellas de vodka, platos de espagueti, cartas bomba no... por favor xD
1 besito muy grande
Ciao =D