Capitulo 6

En las entrañas de una pesadilla.

Parados frente a la oscura entrada de aquella bóveda dudaron por primera vez, la idea de perder era un poco más factible que unos momentos antes.

—Podríamos esperar los refuerzos, dattebayo. —Naruto miró de soslayo a Itachi.

—Para cuando ellos lleguen la creatura ya se habrá encargado de otro pueblo cercano. —Itachi ignoró la mirada— Tenemos que detenerlo nosotros mientras podamos.

—No entiendo porque estas ayudando. —Naruto tuvo un momento de claridad— Parece como si de verdad te importara la aldea.

Itachi tuvo un estremecimiento pero no respondió, se acomodó la capa y camino a la abertura, seguido de Hinata y finalmente de un muy renuente Naruto.

El lugar era de roca solida, obscurecida por las sombras y comenzaba a descender lentamente, primero una pendiente suave, después una vuelta, convirtiéndose paulatinamente en una espiral cada vez más pronunciada, las paredes emitían un extraño fulgor frío que permitía ver el camino.

—Son residuos de fosforo. —Dijo Hinata tocando la pared— Por eso brillan así.

Naruto la miró y asintió sin decir nada. Aquel gesto tan adusto del muchacho la preocupó ¿Acaso él estaba enojado con ella?

¿Celoso?

La idea salió de la nada y encendió las mejillas de la chica como un sello explosivo. Se llevó las manos a la cara para cubrir su azoro y caminó hasta ponerse casi a la par que Itachi Uchiha quien apenas le dedico una mirada, concentrado más en descubrir peligros en el camino.

¿No sientes que has vivido esto antes, niño? —La voz del Kyuubi rezumaba burla— El Uchiha quedándose con la chica…

—No sé de qué estás hablando, dattebayo. —Naruto sintió un sabor amargo en la boca del estomago.

Tu pequeña diosa de pelo rosa perdida con tu "mejor amigo" Sasuke, ahora la única otra hembra que te ha dedicado un gesto amable se dedica a admirar al hermano mayor… Y tu… Atrás, hablando conmigo.

Naruto gruñó, fue un gesto inconsciente de rabia por las palabras del kyuubi y también libero algo de chakra. Aquello hizo estremecer la caverna. Itachi volteó en un movimiento de rayo apartando a Hinata del camino mientras las paredes comenzaban a colapsarse. Naruto vio el camino cerrarse a sus espaldas y frente a él. Invoco clones de sombra que comenzaron a tratar de detener las rocas que caían mientras el corría a unirse a sus dos compañeros. Justo en el momento en que los alcanzaba el camino a sus espaldas se colapsó totalmente sumiéndolos en la oscuridad.

Hinata activó de inmediato su byakuugan, vio a Itachi Uchiha parado a su lado con tranquilidad mientras buscaba algo bajo su capa. Naruto más atrás recargado en las rocas caídas, respiraba afanosamente por el esfuerzo pero no se le veía herido, solo ese extraño y siniestro chakra rojo fluyendo a su alrededor como una serpiente.

Hubo un chasquido y después un brillo azul-blanco iluminó el lugar. Itachi sostenía una barra fosforescente en sus manos. El caminó continuaba descendiendo y estaba libre.

—Parece que no tenemos muchas opciones de cualquier manera.

—Pudimos quedarnos a esperar los refuerzos, dattebayo.

—No pareces del tipo que le gusta esperar…

Itachi notó los movimientos de Naruto. Ligeramente encorvado, con la cabeza baja, como si fuera un animal acorralado. Pero también notó la ausencia del chakra del kyuubi en su cuerpo. Aquella actitud de cualquier manera no era normal.

— ¿Naruto-kun? —Hinata se acercó a él un poco temerosa. El chico pareció reaccionar ante ella y se irguió.

—Tenemos que encontrar a ese monstruo. —Dijo Naruto de repente— Entre más rápido mejor.

Hinata se llevó una mano al pecho y lo dejó avanzar. Había algo en sus maneras que estaba cambiando y le asustaba, incluso más que aquel extraño lugar en donde se encontraban.

Pronto el pasillo descendente solo estaba iluminado por aquellas extrañas chispas de luz en las paredes, dándole un aspecto fantasmal al lugar, el lugar parecía descender muy suavemente, pero pronto Hinata empezó a sospechar que en realidad no estaban bajando en lo absoluto.

—Es como si estuviéramos dando vueltas en círculo. —Dijo finalmente mirando a su alrededor— Pero eso es imposible.

—Revisa de nuevo. —Itachi tuvo una idea— Creo que hemos caído en un genjutsu…

Aquella idea era poco probable, sin embargo Hinata no había puesto realmente atención a su entorno. Suspiró hondo y concentrando todo su chakra activo de nuevo la privilegiada visión Hyuuga. Tuvo un momento de sorpresa y antes de que pudiera decir algo una pared de arena se alzó, interponiéndose entre ella y sus dos compañeros.

— ¡Hinata! —Gritó Naruto a la pared que acababa de alzarse— ¡Hinata! —Gritó de nuevo mientras empezaba a golpear la arena acumulada, era como darle a una pared de concreto.

—Es inútil que hagas esto. —Itachi lo miraba impasible— Lo mejor será…

— ¡TÚ! —Rugió Naruto— ¡Todo esto es tú culpa!

La explosión de chakra rojo hizo retroceder a Itachi. La energía alrededor de Naruto era visible y poco a poco tomaba la silueta de dos enormes colas de zorro.

Hinata pudo ver la oleada de energía y sentir el temor de ver a Naruto perder el control, le dio un puñetazo a la pared pero era una roca sólida. Retrocedió un poco y se dio cuenta de que había pequeñas fisuras delgadas como un cabello pero visibles a ella. Cargó un poco y dio con la palma de la mano en una de ellas, la pared hizo un sonido de quiebre y algunos trozos cayeron al piso, aquello la alentó, cargó su mano con chakra y se preparó para golpear de nuevo cuando sintió un escalofrió a su espalda y toda su energía se desvaneció como quien sopla una vela. Antes de caer inconsciente se giró y pudo ver al gaki frente a ella, mirándola a través de sus cuencas vacías.

0—

Itachi retrocedió esquivando por solo milímetros los puños de Naruto, el chico estaba hecho una furia, el chakra rojo del Kyuubi fluía como si manara de una herida, formando una siniestra forma alrededor del muchacho. Itachi pudo ver dos colas crispadas en su espalda.

"Si aparece una tercera cola estaré en problemas" Pensó, el lugar era demasiado pequeño para una pelea a gran escala, esquivó un ataque y después otro más, los golpes hacían retumbar las paredes de roca y están parecían a punto de caer "Vamos a morir enterrados" Fue el pensamiento de Itachi mientras retrocedía aún más esquivando aquellos devastadores golpes

"Tiene que morir" pensó Naruto con los dientes apretados "A como de lugar tiene que morir" Lanzó un gruñido de frustración y continuó avanzando sin mirar más allá de su objetivo.

"En verdad eres un muchacho idiota"

La voz del Kyuubi parecía venir de todos lados. Naruto parpadeó y se encontró de frente a la prisión del monstruo. El sello estaba en su lugar y todo parecía tranquilo. Tras las rejas, se podían ver los ojos del Kyuubi, fijos en la figura que estaba frente a él.

—Tú dijiste que me ayudarás a enfrentar a Itachi Uchiha. —Dijo con enfado Naruto— Y ahora ¿Me llamas idiota?

Si veo un árbol. Lo llamo árbol, si veo un pájaro, lo llamo pájaro ¿Por qué he de cambiar el nombre de lo que está frente a mí?

Naruto gruño molesto y el Kyuubi pareció girar los ojos, exasperado.

Acabar con el Uchiha después de vencer al monstruo.

— ¿A quién? —Naruto se llevó la mano a la cabeza, sintiendo que algo no encajaba en la plática.

El Gaki. —Dijo secamente la criatura encerrada— Feo, arrugado, seco y con mucho apetito por almas… ¿Lo recuerdas?

—Él… Hay algo que recuerdo… —Naruto se sintió mareado, como si hubiera bebido algo caduco— Tengo que matar a Itachi Uchiha… Él es el enemigo.

Oh, ya veo. —El Kyuubi parecía casi divertido— ¿Y la cosa pegada a tu espalda es tu nuevo mejor amigo?

Entonces vino la sensación de frío, como una cascada cayendo sobre él; Naruto giró con violencia mientras trataba de tocar su espalda y entonces sintió algo seco y desagradable pegado a él. Lo apretó con fuerza y de un violento tirón lo arrojó lejos.

El bulto cayó a pocos metros de él, se levantó dejando ver un cadáver casi esquelético, con el vientre hinchado y los restos de un uniforme ninja aun pegados a él. La criatura parecía un poco desconcertada, pero dirigió las cuencas vacías de sus ojos a Naruto y sin más desapareció.

Naruto parpadeó un par de veces tratando de enfocar la vista, le dolía la garganta y los costados. Fue en ese momento que se dio cuenta que tenía a Itachi Uchiha contra el suelo; el ninja le apretaba las costillas con las piernas y con la mano lo sujetaba del cuello, tratando de alejar su cara de él. Hubo un instante de pausa en que sólo se miraron mutuamente antes de que el Uchiha aflojara su agarre y el chico rubio se quitara de encima, permitiendo que Itachi pudiera sentarse en el suelo.

―Vi los hilos oscuros a tu alrededor. ―Dijo el Akatsuki― Pensé que no ibas a liberarte…

―Tuve algo de ayuda. ―Naruto se rascó la cabeza mientras se ponía de pie― Parece que tienes razón, el chakra de viento lo daña. ―Lo pensó un momento y entonces preguntó― ¿Por qué no ha intentado apoderarse de ti?

Itachi no contestó, tenía una ligera idea de porque, simplemente la criatura deseaba castigarlo a él personalmente ya que era el único miembro de la patrulla ANBU que había sobrevivido. Claro que eso no era interés del niño-zorro.

―Tiene a la chica Hyuuga. ―Dijo sin prestar atención al brinco que dio el muchacho― Tenemos que dejar de dar vueltas si queremos….

El resto de la idea se esfumó cuando se dio cuenta de que Naruto había creado un clon de sombras y se preparaba para crear un rasengan. Lo pensó tan solo un instante y se hizo a un lado, a veces el método directo era el más apropiado.

― ¡Rasengan! ―Gritó Naruto al tiempo que su ataque se impactaba contra la pared de arena, esta se estremeció como si fuera algo vivo y después hubo un extraño cambio en el ambiente, la pared desapareció como una flama al apagarse dejando al descubierto una enorme planicie poblada por algunos árboles secos y una densa neblina cubriéndolo todo.

―Esto no es una ilusión. ―Dijo Itachi tensándose.

―Es imposible, dattebayo. ―Naruto miraba a su alrededor, tratando de asimilar lo que pasaba.

Justo al frente, en lo que parecía ser un horizonte lejano, se alzaba una especie de estructura que recordaba un túmulo fúnebre, Itachi meneó la cabeza, aquella era una trampa tan evidente que era imposible no acudir a ella.

Avanzaron con lentitud, sintiendo bajo sus pies un suelo húmedo y viscoso, Naruto trataba de no estremecerse, pero el ruido que hacían sus sandalias contra esa superficie era como aplastar un mar de babosas. Por primera vez en mucho rato decidió no externar sus ideas, su actual "compañero" no le inspiraba a hablar.

Movimientos entre los árboles. Esa era otra buena razón para guardar silencio. Eran discretos y rápidos, si era un grupo de ninjas eran unos muy buenos, pero a esas alturas el joven Uzumaki estaba convencido de que podían ser cualquier otra cosa.

No pasó mucho para que sus temores se confirmaran. Algo salto hacía ellos en un movimiento rápido y borroso. Itachi reaccionó primero y su kunai partió algo a la mitad, ambas mitades cayeron al suelo a pocos metros una de otra: Eran los restos de una persona que aun parecía tratar de moverse hacia ellos.

―Es un aldeano… ―Dijo Naruto sacando un kunai de su pistolera― Hinata-chan dijo que la aldea estaba vacía… Los debió de traer aquí…

Cada árbol ocultaba una figura, criaturas que alguna vez fueran humanos se movían ahora como muñecos rotos y comenzaban a rodear al par de ninjas.

Naruto gruño mientras se inclinaba un poco y veía los puntos de ataque. Itachi activó el sharingan y permanecía erguido en aparente calma.

Para un espectador normal fue como borrones en naranja y rojo saltando de un lado a otro, mientras inexplicablemente los monstruos caían partidos a la mitad o con tanto daño físico que era imposible que se levantaran de nuevo. Itachi miro a su alrededor y se dio cuenta que estaba rodeado de virtualmente cientos de Narutos gritando, cortando y golpeando a todo lo que se moviera y también noto al original sentado en el suelo con la mano extendida hacia arriba mientras un clon formaba un rasengan en la palma de su mano, pero la forma y densidad de aquella bola de chakra era diferente.

― ¡Rasengan explosión de viento!

El rasengan cambio de color de un azul claro a un tono platinado antes de convertirse en una explosión que lanzó a todos los enemigos a varios metros de distancia. Itachi usó un kunai para clavarlo en el suelo y sujetarse con él

El Akatsuki notó entonces que el espacio de la explosión se volvió diferente por un instante, era como si fueran un sobrepuesto en una fotografía. El ataque de Naruto había roto una parte del engaño del gaki, pero solo duro mientras la explosión se expandía, cuando la energía se minimizó todo volvió a ser ese misterioso páramo desolado, los enemigos habían desaparecido, dejando tan solo algunas manchas en el suelo como prueba de que existieron alguna vez.

Naruto permanecía sentado en el suelo, con manos temblorosas sacó un par de pastillas de soldado de su bolsillo y las empezó a masticar. Aquel ataque lo había drenado al punto de que si hubiera estado de pie se habría desmayado.

―Espero no tener que hacerlo de nuevo, ttebayo… ―Dijo entre dientes mientras con piernas temblorosas aun, se levantaba. Miró al horizonte y se dio cuenta de que se había hecho más pequeño, la estructura que antes parecía lejana ahora era más visible, parecía un túmulo funerario. De su interior pudo sentir que emanaba una energía cálida y familiar― Hinata-chan está dentro de ese lugar.

Itachi sacó el Kunai plateado de entre sus ropas lo miró un momento y después se lo extendió a Naruto, el chico lo tomó sin mediar palabra.

―Necesitamos un plan. ―Dijo Itachi dejando reposar su mano en el borde de la capa.

―Usaremos el plan de costumbre. ―Dijo Naruto mientras caminaba, se detuvo un instante y se dio la vuelta para mirar al mayor de los Uchiha, una especie de nueva energía brillaba en los ojos del chico― Entramos, destruimos y le pateamos el trasero, dattebayo.

Continuara…