(Turba enfurecida tomando cafesito en la casa de Ann: =¬=)

Ro: Esta escena es cada vez más perturbadora oO, ¿Qué hacen aquí ¬¬UU? ¿Y porque no estamos corriendo por nuestras vidas considerando la milenaria actualización?

Ann: Eres tan gentil al mencionar mi demora u¬uUUU

Ro: un placer xD

Ann: Como sea, esta vez no fue mi culpa, todo es culpa de esa $%*# blue screen del demonio !

Ro: La laptop de Ann todavía no muere del todo oO, estamos esperando que se salve n.n

Ann: Mi laptop la extraño TT¬TT (rincón oscuro)

Ro: Ann pudo sacar sus archivos oO, sin embargo no queremos que el equipo muera u.u.

Ann: TT-TT

Ro: Pero bueno, como sea n.n en verdad lamentamos la demora. Oks, a diferencia de otras historias esta tiene algunas aclaraciones o.o

Lo primero y más importante que deben saber, es que ESTO ES UN YAOIu¬uUU, no importa que sea FemKai. A lo largo de la historia lo entenderán, así que no se confundan por favor oÔ

BeyBlade no nos pertenece bla, bla, bla, no ganamos ni un peso con esto, y bueno todas esas cosas que siempre toca repetir -.-

También es una situación inusual que no nos hace responsables de pérdida de neuronas oO, pues aunque Ann dice que esto contiene humor ¬¬UU, no puedo asegurarlo u.u.

Homo fóbicos ¡HUYAN! YuriyxKai, luego no digan que no se los advertí u.u, Kai hace de uke.

CAPITULO SEIS: GROWL (EXO)

La lluvia de verano es tan refrescante y necesaria como respirar, porque ella desplaza ese sofocante e intenso calor, que incluso produce una sensación pegajosa. Aunque el sonido que tamborileaba contra las tejas no fue tomado en cuenta, ya que había un gracioso y tenso silencio en esa sala que estaba cerca del patio interior.

Claro que mientras que lo único que se escuchaba era la lluvia y algún pequeño maullido, Mariam se acercó más a Julia por la gotera apareció de repente arriba de su cabeza, quizás con el único propósito de ahogarla, porque se sintió como si alguien le hubiera tirado un baldado de agua encima. De hecho todos estaban reunidos en pequeños grupos, debido a la serie de goteras que empeoraban conforme pasaba el tiempo.

Esta vez no estaban en el dojo Kinomiya, gracias a extraños sucesos de dudosas procedencias. Así que en remplazo, el templo Kushina los recibió como si quisiera sepultarlos vivos, porque el lugar estaba tan viejo y deshabitado, que de un momento a otro todo se vendría abajo.

—Hn.

Sin embargo eso resultaba intrascendente, pues lo importante aquí era la bicolor que estaba sentada con un gatito negro en sus piernas, donde los Blitzkrieg Boyz y la antigua BBA-Revolution miraban al Neko con fastidio, aunque las chicas rodaron los ojos y resoplaron.

—¿Tienes que tener esa cosa encima todo el día?— áspero Yuriy refiriéndose al gato.

—Acepto sugerencia para quitármelo de encima— dijo Kai sin mucho interés, aunque no precisamente feliz por el comentario.

—Hn, todo es su culpa— reclamó Ian al señalar a los demás.

Todos estaban sentados una pequeña mesa; por uno de los lados más anchos se encontraban los rusos, al frente Tyson y compañía. En el costado derecho Yuriy y Kai, y en el izquierdo las chicas. Mas, la queja del bajito iba dirigido a Kinomiya y sus molestos amigos.

—¿Cómo íbamos a saber que esto iba a suceder?— dijo Julia de mala gana.

¿Cómo íbamos a saber que esto iba a suceder?— remedo Ian— Hasta ahora ninguna de sus ideas ha funcionado, esa debió ser su primera pista.

—¡Ven y dímelo aquí!— gruñó la rubia al golpear la mesa.

Kai resopló, pero sin ganas miró la nueva discusión mientras acarició de manera distraída la pequeña cabecita del gato negro. Luego apoyó el codo en la mesa y el rostro en la mano, porque en verdad debería ser ella quien estuviera enojada, pero a este paso moriría de angustia si le prestaba atención a todos los percances que se atravesaban en su camino.

Aunque quizás si pensaba (por millonésima vez) lo que había sucedido, entonces podría encontrar una solución a todo este nuevo y maldito problema.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Existen hermosos días soleados, que de alguna manera hacen que todo luzca diferente, como si las cosas estuvieran bien y nada en el mundo pudiera arruinar ese sentimiento. Por eso todo era como una señal para ir de paseo, porque los blade luchadores necesitaban descansar luego de enfrentar conferencias de prensa, maldiciones y falsos noviazgos que ponían en riesgo su integridad psico/física.

Era un día tranquilo y sin trampas, o dobles intenciones para que Kai se quedara con algún equipo, lo cual fue un cambio agradable para la bicolor porque estaba cansada de ser arrastrada de un lado a otro por ambos bandos, así que acepto salir con ellos porque bueno, en realidad no tuvo opción, apenas intentó escapar fue arrastrada y obligada a acompañarlos.

Después de todo la antigua BBA-Revolution quería disculparse y era muy grosero de su parte no aceptar, así que si tenían que esposarla lo harían. Gracias.

De esa manera pasaron todo el día afuera, empezaron temprano al desayunar en una bonita cafetería cerca de la piscina donde estuvieron hasta la hora del almuerzo (todo un desastre porque los Blitzkrieg Boyz persiguieron a Kai para cubrirla, pues ella tenía unos pantalones cortos y una camiseta para poder nadar – ni de chiste se pondría un traje de baño de niña-, pero eso no los detuvo de rodearla como un grupo de guardaespaldas, que acribillarían a cualquiera que siquiera osara mirarla, lo que en conclusión les valió un par de golpes de su compañera de equipo), en el almuerzo fueron al centro comercial donde comieron algo antes de entrar al cine. Una vez se acabó la película fueron a la librería y a mirar tiendas.

Sin embargo, al final terminaron en un parque para jugar un poco. No podían ir a los más concurridos porque esos estaban llenos de blade luchadores, y la idea es pasar desapercibido (lo que en otras palabras era para esconder a Kai) Tal vez los estadios no eran tan bonitos, pero no es como si lo necesitaran. Así que no fue un día tan terrible como el ruso-japonés pensó.

Excepto por ciertos molestos detalles, pero no podía pedir demasiado.

—¡Spencer ya basta!— regañó la bicolor por millonésima vez.

—¡Pero te vas a resfriar! —dijo el grandote con su chaqueta en las manos, como la había tenido todo el día.

Porque su "hermanita" estaba con ropas inapropiadas. Lo que en realidad sería un pantalón arriba de las rodillas, y una camisa que le quedaba grande. Pero como siempre, Kai podía tener un costal encima y eso no evitaría que Spencer la siguiera como un padre preocupado, que siente la obligación de espantar a cualquier pobre idiota que quiera hablarle. Quizás sólo la dejaría tranquila cuando la encierre en la torre más alta de un castillo, con un dragón custodiando la entrada.

—Spencer jvatí (Spencer, ya basta)— intervino Yuriy.

—Pero…

—Jvatí (ya basta)

El grandote desistió de mala gana, aunque obviamente frunció el ceño, refunfuñó por lo bajo y zapateó como si el suelo tuviera la culpa. Pero al menos se puso la chaqueta; lo hizo con más fuerza de la necesaria aunque no es como si a Ivanov le importara. En realidad al pelirrojo no le interesaba si estaba molestando a Kai, pero sinceramente no entendía que sucedía con su equipo. Es como si se hubieran enloquecido, y aunque podía dejarlos hacer lo que quisieran esto ya era ridículo, además comenzaba a cansarle.

—Yo podía haberlo manejado solo— dijo Kai una vez se paró al frente.

Lucia graciosa, o eso le pareció al capitán ruso. Porque seguía teniendo las mismas fieras expresiones, y ese tono tosco y rudo de hablar de cuando era un muchacho, pero era hilarante si provenía de las facciones femeninas y esa voz suave y delicada.

—No lo hice por ti— señaló Yuriy con aparente apatía. Tenía que disimularla porque de sonreír recibiría un puño, y la diferencia es que no podía devolverlo.

Mas, ante su respuesta Hiwatari lo miró sólo un momento, como si no le creyera del todo, pero suponía que él también estaba cansado del comportamiento inusual de sus jugadores. Porque Kai vio como el mismo pelirrojo ha sido tomado con la guardia baja, así que los mantendría a raya cuando pudiera. Tal vez por eso no le dio mucha importancia, sin embargo cuando iba a alejarse el otro sujetó su muñeca.

—Blade batalla conmigo.

No era un pedido particularmente extraño, porque cuando el equipo entrenaba a veces lo hacían juntos, pero hubo algo curioso en su mirada que no supo descifrar.

—De acuerdo.

Le pareció que él sonrió, aunque la ruso-japonés dudó cuando las luces del parque se encendieron, pues cuando sus ojos se acostumbraron el gesto había desaparecido. Por eso se soltó despacio mientras sus dedos se rozaron casualmente, para después dar un breve vistazo de los demás que estaban terminando sus propias batallas.

—Se hace tarde— dijo Kenny.

—Una más jefe— dijo Kai al acomodarse frente a Ivanov.

No iban a luchar en uno de los platos, si no en el terreno irregular del parque. Pero cuando lanzaron sus blades, los demás los rodearon casi de inmediato. Ahí vieron como ambas bestias bit se entrelazaban sin tocarse, luego comenzaron a rozarse para apenas chocar. Era uno de los ataques más bonitos que habían visto últimamente, claro que no era nada de eso para ambos jugadores, ya que intentaban descifrar cuál era el mejor momento para atacar.

Nya~

Mas, cuando Wolborg comenzó a brillar con ese tono tan particular que anunciaba uno de sus ataques especiales, Dranzer giró más despacio, incluso se tambaleó por lo que todas las miradas recayeron en Hiwatari.

—¿Kai?— llamó Mariam una vez el fénix se detuvo. Sin embargo ella no la miró; su atención yacía en algún punto de la nada.

Cuando la peliazul se acercó para tocarla, algo se movió entre los arbustos y la distrajo.

—Nya.

—Awww— dijeron Hilary y Julia por ese bonito gato de ojos azules que apareció de repente.

—Nya— maulló una última vez antes de salir corriendo. Donde lo curioso fue la persona que fue tras él.

—¿Kai?— llamó Ray tan confundido como todos.

Ella ni siquiera tomó a Dranzer, así que Tyson lo recogió y fue tras su amiga. Lo cual no resulto sencillo, porque la chica era rápida, eso sin mencionar que ya había anochecido. Así que antes de siquiera advertirlo, Kinomiya tropezó. El detalle no importaría si no hubiera caído por una pequeña colina, que de repente dejó de ser tan pequeña y se convirtió en un pequeño barranco.

PUM

—Hmmm.

Juraba que se desacomodo algo, así que Tyson se quejó entre dientes. Al principio no se movió, porque demonios, ¡Sí que dolía!, pero de alguna manera se las arregló para girar y acostarse en la espalda.

—Ayyy— musitó bajito, casi sin voz.

Con esfuerzo comenzó a sentarse. También debió quitarse algunas ramitas del cabello, mientras intentó adecuarse a la oscuridad del lugar. Porque aquí no había faros, o ningún tipo de luz. De hecho se dio cuenta que jamás había estado en esa parte del parque, una que estaba totalmente desprovista de caminos.

—¿Dónde estoy?— se preguntó hasta que una mano se posó en su hombro— ¡Kyaaaaa!

En ese momento no le importo saber dónde estaba, porque se puso tan blanco como una hoja y saltó para resguardarse en un árbol, mientras gritó como una niña de cinco años.

—Cálmate.

—¿Kai?

—Sí, soy yo— dijo la ruso-japonés, una vez se acercó al peliazul que básicamente se arrastró lejos— ¿Estas bien?

—¿Qué sucedió?— preguntó Tyson mientras la bicolor se arrodillo al frente.

—Te caíste.

—No me digas— áspero con los ojos entrecerrados, y un sarcasmo evidente en la voz— Si no me dices no me doy cuenta. ¡Hablo de ti! ¿A dónde fuiste?

—Había un gato— respondió Kai tras restarle importancia— ¿Te duele algo?

Preguntó una vez empezó a revisarlo; sus manos fueron cuidadosas y se tomaron su tiempo para asegurarse que no había nada malo con su amigo. Por lo que Tyson terminó sonriendo.

—Estoy bien.

—¡Tyson!— gritó Hilary asustada, desde arriba del barranco— ¡¿Cómo demonios pudiste caerte?! ¡¿Estas bien?! ¡No te muevas, ya vamos!

—De acuerdo— respondió Tyson porque de todas maneras ¿a dónde podía ir en medio de la oscuridad?— ¿Dónde estamos?...

—…

—…¿Kai?

En la oscuridad y en ninguna parte, el peliazul resopló con fuerza una vez se encontró solo. Sinceramente no sabía porque se sorprendía, pero maldijo la endemoniada capacidad de Hiwatari para desaparecer.

—Tks, demonios. ¡Kai!

A lo lejos, un par de ojos carmín se abrieron de golpe cuando creyó escuchar su nombre. Sin embargo al girar para buscar a Tyson, Kai se encontró a sí misma en…

¿Dónde estaba?

Confundida, giró sobre los talones para intentar ubicarse, pero parecía estar en la parte más sola y abandonada del parque, y si no estuviera segura diría que apareció mágicamente en la mitad de un bosque. Pero en un intento por poner las cosas en orden, decidió buscar su celular. Claro que siendo su vida como era (llena de "lindos" gestos), descubrió que no tenía señal. Seguramente estar en medio de la nada influía en ello.

Aunque consiente que no servía de nada quejarse, quiso volver sobre sus pasos con ayuda de la luz del aparato. Obviamente sería más sencillo si pudiera recordar cómo llegó ahí en primer lugar, pero suponía que tendría que improvisar.

—Nya~

Mas, cuando apenas empezó a caminar, algo le saltó encima. El detalle fácilmente pude quitarle el alma del susto a cualquiera, pero cuando se dio cuenta que se trataba de un gato y no un monstruo o un asesino en serie, se sintió más tranquila. Aunque a cambio un par de ojos azules brillaron con intensidad en la oscuridad.

—¡Hey!

Todo hubiera quedado como un extraño gato de ojos raros, si el susodicho Neko no hubiera tomado su celular con el hocico para luego salir corriendo. Kai sabía que los gatos no hacen eso, así que afiló la mirada mientras siguió al minino de cerca. Por ello debió saltar algunas raíces que se interpusieron en su camino, colocar los brazos a modo de escudo por las ramas que salían de la nada y gruñir por lo bajo, porque además de lastimarse, la maleza entorpecían su visión así que cuando saltó un arbusto, adoptó una postura defensiva como si esperara ser atacada de repente.

Sin embargo, lo que encontró fueron unas extensas escaleras que la llevaban a un templo abandonado; sabía que lo estaba porque cuatro pasos la separaban de la entrada y si con la luz de la luna parecía que se iba a venir abajo, imagínense con más luz.

—Nya— maulló el bonito gato con su celular al lado, a un paso de entrar al templo.

—De acuerdo, no te asustes— dijo Kai con un tono de voz inusualmente gentil y amble, como siempre que estaba con algún animal—Sólo quiero mi teléfono, no te hare daño.

La ruso-japonés sonrió cuando consiguió el aparato, por lo que se irguió para ver si estaba bien. Tenía algo de baba y uno que otro rayón, pero podría sobrevivir con eso. Más, justo cuando iba a inclinarse para tocar al gatito, escuchó pasos tras la espalda que la obligaron a ver quién era.

—Iva….

El equipo ruso junto con Tyson y compañía venían tras el pelirrojo, pero antes que Kai pudiera decir el nombre de su "capitán", unas fantasmagóricas manos salieron tras su espalda y le taparon la boca antes de arrastrarla hacia el tembló. No fue difícil considerando que apenas le faltaba un escalón para entrar, pero cuando lo hizo chocó contra un amplio pecho masculino.

—¡OYE!— reclamaron los Blitzkrieg Boyz cuando subieron corriendo lo que les faltaba.

Una vez llegaron con los lanzadores en las manos (por el degenerado que siquiera osó tocar a su hermanita), frenaron ya que Kai apenas y giró entre los brazos del extraño, pero además de darles la espalda no hizo otra cosa.

Mas, dejando de lado el inusual detalle, los rusos fruncieron el ceño frente al muchacho que la abrazaba de la cintura. Donde antes que alguno de ellos pudiera hacer algo, Yuriy se abrió paso con la mirada afilada y se acercó para jalarla por el cuello de la camisa.

Arrastrarla a su lado no fue difícil considerando que Kai es más pequeña, pero esta vez Hiwatari dio la vuelta con una bonita sonrisa que tomó al pelirrojo con la guardia baja. Incluso Yuriy abrió un poco más grandes los ojos y se sonrojo ligeramente, frente a esa expresión alegre que nunca mostraba a su lado. Sin embargo todo eso fue ignorado y enviando a segundo plano, ya que la alegría contraria se debía a algo muy específico.

…Kai dejó de ser chica.

—¿Cómo…?— empezó el ruso.

—No sé— sonrió el bicolor al acercarse.

Ivanov se removió incomodo porque parecía que lo iba a abrazar, pero al final tampoco importo porque antes que su segundo al mando fuera muy lejos, el intruso se las arregló para escapar de los demás blade luchadores. De esa manera sujetó su mano y lo forzó a retroceder, hasta que Kai giró para quedar frente a frente.

—….

Aunque cuando un par de labios sellaron los suyos, fue tan repentino y torpe que el bicolor se quedó en blanco. Ni siquiera pareció pensar en la mano que sujetó su rostro, o la otra extremidad que se cerró en su cintura. Claro que de fondo le pareció escuchar un grito colateral, al que no le pudo prestar mucha atención porque de repente sintió un nuevo tirón.

—¡¿Qué demonios estás haciendo?!— reclamó Yuriy al envolver a Kai en un abrazo protector, donde incluso le dio la espalda al extraño en caso que quisiera acercase de nuevo.

Ahora que lo veía bien, era un muchacho de cabello negro, con unos profundos ojos azules que parecían brillar en la oscuridad con una ferocidad sobrenatural. También era tan atractivo que daba asco mirarlo; lo cual empeoró debido a esas elegantes y perfectas expresiones, que hicieron que Ivanov abrazara a Kai con fuerza cuando el otro dio un paso más cerca.

—Quieto— amenazó Bryan, pues en menos de un segundo lo tenían rodeado de nuevo.

Las chicas se reunieron junto a Kai y Yuriy, con sus bestias bit en la mano en caso que los demás fallaran. Y tal vez la segunda línea de defensa hizo que el muchacho afilara la mirada, pero al menos no volvió a moverse.

—Él es mío.

—¡No es cierto!— reclamó Tyson, por lo que el pelinegro rodó los ojos.

—Es de Yuriy— secundo Ian con seriedad.

—Si es de… ¡No!— corrigió Kinomiya, por las cosas que le hacían decir cuando estaba distraído.

Sin embargo todos guardaron silencio cuando el muchacho sonrió; fue un gesto arrogante y totalmente salvaje que les puso la piel de gallina. Donde al final adoptó una postura relajada en cuanto metió las manos en los bolsillos del pantalón.

—No parecen estar juntos— dijo con total desenvoltura— Así que es mío.

—¿De qué está hablando?— preguntó Hilary al encogerse en su puesto, porque incluso la actitud discordante la estaba asustando.

Pero confundido como se sentía, Kai apenas y podía ver desde su puesto, ya que la diferencia de estaturas hacia que su cabeza se apoyara contra el pecho de Ivanov, además cuando el otro lo apretó un más fuerte sintió que se le fue un poco el aire. Tal vez por eso noto la situación. Ahí el calor del cuerpo contrario lo envolvió sin aviso, porque estaban tan cerca que los brazos de Yuriy lo rodearon por la espalda, para presionarlo sin posibilidad de escape.

—Vamos— dijo Yuriy al soltarlo para tomar su mano, y hacer que lo siguiera.

—¿Eh?

El pelirrojo estaba extrañamente a la defensiva, incluso gruñó la palabra y para alguien tan calmado e indiferente, era raro verlo actual de esta manera fuera del campo de batalla.

—…

Claro que el detalle resulto intrascendente, porque Kai se soltó. No lo hizo a propósito, pero apenas intentó dar un paso fuera de la entrada del templo, las enormes columnas a los costados crearon una pared invisible que lo hicieron rebotar. Por ello miró sin comprender, igual que el capitán ruso cuando viró para ver porque se quedó atrás.

—¿Kai?— llamó Tyson al mirarlo sobre el hombro, ya que su amigo alzó las manos como si estuviera tocando algo.

—Hay algo aquí— respondió el bicolor.

—¿De qué hablas?— preguntó Julia a su lado, mientras Yuriy subió los dos escalones que había bajado— No hay nada, vamos.

Dijo al tomar su brazo para que se moviera. La rubia pudo salir, pero Hiwatari no se movió, de hecho se sintió como si algo lo frenara. Por eso Julia lo observó confundida, pero cuando abrió los labios los volvió a cerrar justo cuando Yuriy se paró a su lado, y alzó una mano para colocarla sobre la de Kai, que estaba arriba como si examinara una pared invisible.

Sus manos no se tocaron, había una pequeña línea que se los impedía. Una fuerza extraña. Aunque el mar de fuego que usualmente estaba inmutable, se vio perturbado hasta que supo que el ruso también sintió la barrera. Por un momento pensó que estaba comenzando a enloquecer. Lo que francamente seria lo último que necesitaba ahora, gracias.

—Se los dije, él es mío.

—¿Quién eres? — preguntó Spencer al acercarse, hasta que colocó su lanzador contra el rostro del extraño muchacho.

Hubo un momento de oscuridad cuando la luna quedo atrapada entre la nueves, sin embargo cuando fue libre de su prisión, el grandote debió saltar hacia atrás al igual que los demás, ya que unas bonitas orejas de gato aparecieron de la nada y los sobrenaturales ojos azules brillaron con intensidad.

Quizás en ese momento supieron que todo se fue al diablo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Eso básicamente resumía lo que sucedió, por eso Kai estaba atrapada en el tembló, donde al anochecer y sólo en ese momento, volvía a su verdadera forma. Kuro (que fue como Mariam comenzó a llamar al gato) también se transformaba de vez en cuando, básicamente cerca del anochecer porque era cuando su poder estaba al máximo, según el mismo Neko explicó.

Kuro era un espíritu guardián, algo muy parecido a las bestias bit, pero en vez de estar encerrado en un bit tenía el templo. Su repentino interés por Kai no lo dejó muy claro, salvo por el hecho de decir que era suyo, por lo que ha tenido un par de roces con los rusos. Después de todo no se creía esa historia de que Kai y Yuriy estaban juntos, así que eso significaba no iba a dejar ir al bicolor.

—Ya basta— reclamó Hilary molesta— Así no arreglaremos nada.

—Es cierto— apoyó Julia al soplar un mechón fuera de lugar— ¿Cómo rompemos la maldición de Sherk?

Preguntó al inclinarse sobre el gato que seguía en el regazo de Hiwatari. Pero Kuro apenas y la miró antes de bostezar, y volver a acomodarse sin ningún interés en el tema.

—No te duermas ¡Responde!— regañó Tyson.

—Bueno, la maldición de Sherk se rompió con el beso del primer amor— dijo Max con una expresión pensativa, hasta que todos lo miraron— ¡¿Qué?! Fue una buena película.

—Como sea, ¿Quién es tú…? ¿Kai? —divagó Kenny en cuanto buscó a la ruso-japonés.

En verdad no debería sorprenderle ver que desapareció. Mas, eso puso a los Blitzkrieg Boyz a la defensiva, porque su linda y preciosa "hermanita" andaba sola con un gato pervertido, cuyas dudosas intenciones los hicieron saltar de sus puestos.

Las chicas sólo resoplaron una vez los siguieron, lo bueno es que había dejado de llover. Claro que ajeno a ese pequeño grupo de búsqueda, Kai salió porque estaba cansada de la teoría de "la maldición de Sherk" así que necesitaba un respiro. Ellos comenzaron con la estúpida suposición desde que se transformaba en la noche, por eso suspiró complacida cuando una fría brisa la envolvió.

Ahora era rehén de un extraño gato, y terminó atascada en ese templo que estaba a punto de caerse. Pero como si fuera poco, Kuro la tentaba con promesas de romper la maldición siempre y cuando se quedara con él, aunque eso no implicaba que tendría que vivir en el templo. Podría ir y venir a su antojo, pero si incumplía volvería a ser niña.

Según explicó el Neko, cuando lo beso creó un vínculo entre ambos, por eso Kai podía volver a ser hombre en las noches ya que le estaba dando parte de su propio poder.

No obstante, no importaba cuanto lo amenazaban, le insistieran, o repitieran mil veces que Hiwatari no se podía quedar con él porque ya estaba con Yuriy, el gato no cedía, en realidad les daba una mirada aburrida y seguía diciendo que no creía que estuvieran juntos, así que no había ninguna buena razón para que él no aceptara. Por eso, aunque usaron sus bestias bit no pudieron ni tocarlo, porque el endemoniado gato es increíblemente hábil.

De hecho parecía divertido de todo el asunto, porque para alguien que ha pasado tanto tiempo solo, es grandioso tener tantas personas cerca.

—Kai~

Sin embargo Hiwatari dejó de caminar, cuando un par de brazos lo envolvieron por la espalda.

—¿Qué quieres?— preguntó apática, y sin importarle demasiado el muchacho que la abrazaba— Quédate quieto.

Claro que eso fue hasta que Kuro la sujetó con fuerza, y se inclinó para rozar sus mejillas juntas.

—No quiero—sonrió.

Todavía no anochecía, pero el atardecer era un buen momento para adoptar su forma humana. Así que como cualquier gato, estaba marcando lo que era suyo. Incluso su cola la rodeó, porque el cuerpo de Kai se sentía cálido y agradable, y hacia tanto tiempo que no tocaba a alguien que prácticamente lo hacía cuando podía, lo cual no era mucho considerando los guardaespaldas del bicolor, así que tenía que aprovechar los momentos cuando se alejaba del grupo.

—¡Suéltame! —exigió Kai al forcejear, pero mientras giró entre sus brazos, escuchó la suave risita del pelinegro.

—¿Por qué?— sonrió sin soltarla, de hecho la atrajo con fuerza una vez rodeó su cintura de manera posesiva— ¿No se siente bien?

—Por supuesto que no— gruñó ella, cuando el Neko apoyó la cabeza contra la suya y comenzó a ronronear.

Él no era humano, tal vez por eso no lo golpeaba. Kuro tampoco había intentado nada desde el beso, salvo un montón de abrazos y pequeños mimos, que no se sentía tan mal. Al menos no era como cuando algún pervertido se le acercaba, en realidad tenía ese deje bonito que cualquier mascota posee. Así que no le incomodaba demasiado. Aunque ahora no pudo pensar en ello, ya que algo la haló por el cuello de la camisa. De esa manera retrocedió con torpeza, hasta que chocó contra un cuerpo ajeno. La diferencia es que el gato no la soltó.

…claro que esto comenzaba a ser extrañamente repetitivo, incluso tenía un deja vu que le hizo parpadear un par de veces en incomprensión.

—¿Qué estás haciendo?— gruñó Yuriy cuando su pecho quedo contra la espalda de Kai.

—Hn— áspero Kuro tras afilar la mirada por ese molesto ruso.

—Ivanov— jadeó Kai, ya que ninguno la soltaba y ahora la estaban aplastando.

—Vete, lo estas molestando— dijo Kuro al acercarse más, y sin equivocarse en el calificativo masculino.

—¿Yo lo estoy molestando?— repitió el pelirrojo con el ceño fruncido— Tú siempre estas a su lado y no olvidemos la parte del secuestro.

—¡No lo secuestre!

—¡O-oigan! — pidió Kai mientras forcejeaba.

—¡¿Cómo le llamas a esto?!

—Él es mío.

—¡No es cierto! ¡Él es….!

Yuriy dejó dejar de hablar, justo cuando la chica lo miró sobre el hombro mientras intentaba soltarse.

—Él…está conmigo— concluyó tras dar un paso hacia atrás, quizás dándose cuenta por primera vez de la posición incómoda en la que se encontraba— Ya te dije que estamos juntos.

Quizás eran esas pausas las que no convencían a Kuro, eso sin mencionar que no eran los mejores actores del mundo; de hecho eran algo torpes y descuidados cuando intentaban aparentar. Mas, nada de eso importo porque las orejas felinas del Neko se agitaron por algo importante, porque se lanzó hacia los arbustos con Kai en brazos.

—¡Hey!— se quejó Ivanov al moverse para buscarlos.

—¡Ivanov-san!

Pero el ruso no alcanzó a asomarse, ya que alguien tras la espalda lo llamó. No era una voz conocida, así que giró sin esperar encontrar a cinco extrañas. Ellas lucían molestas y si algo aprendió en su joven vida, es que no es buena señal acercarse a una mujer enojada, por lo que observó disimuladamente al extraño grupo.

—Uh, buenas tardes— dijo una de ellas no de muy buena gana— Estamos buscando a Hiwatari-san ¿Lo ha visto?

—¿Cómo sabían que estábamos aquí?

—Como parte de su club de fan hay algunas cosas que es mejor no decir.

Ese era otro sinónimo de acoso. Pero Yuriy les dio una mirada aburrida porque a diferencia de la presidenta y sus sucesoras, un puñado de las fans de Hiwatari no representaba un problema tan grande; aunque que supieran su ubicación posiblemente se convertiría en un inconveniente más grande en el futuro.

—Él no está— señaló sin interés. Tampoco se movió, aunque miró sobre el hombro para asegurarse que la bicolor seguía entre los arbustos.

Debió inclinarse sólo un poco para poder verla, ya que las ramas lo impedían. Sin embargo desde esa posición se dio cuenta que el estúpido gato abandonó su forma humana, y ahora era un felino como cualquier otro.

—¿No está?

—No.

—Oh, bueno….— divagó la chica al mirar a las demás, pero ellas le devolvieron la misma expresión incierta— Tal vez podríamos hablar de su…¿relación?

Ojos azules brillaron durante un intenso segundo, en la más oscura y fiera expresión que pudieran tener, aun cuando su dueño seguía igual de inmutable que siempre. Sin embargo eso consiguió que las chicas se encogieran en su puesto, y como si necesitaran protección se acercaron casi hasta hacerse una bolita.

—N-no me lo tome a mal, es sólo que… ¿No se le ha ocurrido que tal vez no son el uno para el otro?

—Hn.

—Es…e-es decir…—tartamudeo ella una vez todas se escondieron tras su espalda, como si la ofrecieran como sacrificio— Quizás estarían mejor con alguien más compatibles.

—Él está conmigo. Es mío.

¿Por qué todos seguían diciendo lo contrario? Molesto, el pelirrojo afiló la mirada, así que el grupo de mujeres volvieron a retroceder. Si se tratara de la presidenta, no se movería ni un milímetro.

—Cl-claro, claro. Uh, pero si cambia de opinión, tal vez esté interesado en esto— señaló al extender un sobre manila con las manos temblorosas— Es un reporte.

—Hn.

—Gracias por su tiempo Ivanov-san, dejó esto por…aquí.

Titubeó cuando hizo el amague de querer pasarle el sobre, pero Yuriy afiló la mirada, así que lo colocó en el suelo antes de salir corriendo. Así que mientas las vio alejarse, Ivanov gruñó por lo bajo y miró ese estúpido sobre que lo hizo maldecir entre dientes.

—Que descaro ¿cierto?

—Qué saben ellas— apoyó el pelirrojo hasta que se dio cuenta que se suponía que estaba solo, así que se movió inquieto cuando encontró a Kai a su lado.

Ella lo ignoró, ya que fue por el sobre. Luego observó curiosa el objeto, hasta que decidió buscar un lugar más cómodo para sentarse. Por otro lado, el capitán de los Blitzkrieg Boyz dudo un momento, pero al final la siguió a la parte de atrás del templo, donde había un lugar bonito y apartado

—¿Vas a leerlo?— preguntó una vez se sentó a su lado, mientras la vio abrir el sobre.

—No hay nada mejor que hacer.

En el templo no había luz, mucho menos WiFi, porque Kenny podía ser un buen técnico pero en un lugar abandonado como ese no llegaba la señal. Además Yuriy podía entender su aburrimiento, considerando que ha pasado los mismos días ahí. Sólo salió una vez y eso fue para traer algo de ropa. Los demás se encargaban de la comida y el agua. Y aunque para Kai fue curioso que el ruso se quedara a su lado, lo ignoró cuando comenzó a leer.

—Uh.

Claro que al final enarcó una ceja, donde bastó con ese sonidito para que Yuriy se acercara a leer. Más, pasados unos segundos también enarcó una ceja, porque había una lista de los mejores candidatos para Kai y una explicación detallada de cada uno, con sus respectivas ventajas y desventajas.

Incluso se habían tomado la molestia de clasificarlos del 1 al 10, así que Yuriy se apoyó un poco en ella para tomar la lista; por lo que sus hombros se rozaron de manera casual.

—¿Por qué Hiro está en primer lugar?— preguntó con un pequeño tic en el ojo.

—Nhh… porque…— divagó Kai mientras revisaba las hojas— Aquí está. Dice: "Hiro es maduro, calmado y entiende muy bien a Hiwatari-san. Sus interacciones han demostrado que son compatibles tanto en el campo de batalla como fuera de él; sin mencionar que Hiwatari-san parece mostrarle respeto. Lo trata como un igual y acepta sus consejos. Cualidades que no mostró en el pasado con ninguna persona. Es también el…"

—Ya entendí, ya entendí— interrumpió Yury algo mosqueado.

Todo eso era cierto, pero no resultaba menos molesto. Incluso era alarmante que ellas lo supieran, además hicieron gráficas, porcentajes comparativos y bonitos cuadros de colores que dividían cuatro categorías: Compatibilidad, fuerza, inteligencia y atractivo. Porque aparentemente lo último también era importante.

La clasificación de cuadritos era d Hiro Kinomiya tenía la clasificación más alta, de hecho algo puso un cuadro de más en atractivo.

—También hay una lista de rechazados— mencionó Kai al apoyarse en él para mostrarle la hoja.

Yuriy la miró, pero cuando no encontró su nombre volvió a la lista aprobada. Los primeros cinco nombres estaban resaltados, quizás para que los tomara en cuenta.

1. Hiro Kinomiya.

2. Ray Kon.

3. Tyson Kinomiya.

4. Max Tate.

5. Brooklyn Masefield.

6. Mariam.

7. Julia Fernandez.

8. Bryan Kuznetzov.

9. Yuriy Ivanov.

10. Jhonny McGregor.

¿Cómo es que estaba de noveno? Peor aún, ¡¿Por qué Max estaba en el cuarto?! ¡¿Y cómo es que estaba debajo de Bryan?! Con el ceño fruncido, Yuriy le arrebató las hojas y comenzó a buscar él mismo la respuesta.

Veamos. Según esto Max sería un buen Uke (lo que sea que eso signifique) y Bryan estaba en ese puesto porque tenía gracia, encanto y ese apariencia de chico malo, donde sabía lo que quería y cuando lo quería, a diferencia de Yuriy que era terco y testarudo, por lo que nunca aceptaría abiertamente sus sentimientos. Además Kai y él eran demasiado parecidos así que su relación no crecería, incluso era extraño que hubieran iniciado una. ¿Quién dio el primer paso?

Claro que mientras el capitán ruso comparaba las hojas y farfullaba entre dientes, Kai apoyó el codo en la pierna y el rostro en la mano, para mirar con aparente desinterés al pelirrojo.

Estaba seguro que Ivanov ha estado actuando raro. Porque Kai sabía que a pesar de ese frio y desinteresado exterior, Yuriy se preocupaba por su equipo, por eso terminó envuelto en todo este extraño asunto. Sin embargo había algo que no cuadraba, porque sinceramente por mucho que él quisiera ayudar a sus jugadores, existían otros medios más sencillos para conseguir patrocinadores.

Bueno, siendo justo no es como si fuera la cosa más fácil del mundo, pero Hiwatari suponía que cualquier otra cosa sonaba mejor que empezar un fingido noviazgo; uno donde debían tomarse de las manos, abrazarse cada cierto tiempo, y fingir (todo lo que ellos podían) que estaban enamorados.

Así que ¿Qué se estaba perdiendo?

La pregunta rondó en su cabeza, hasta que sonrió por verlo maldecir las hojas.

—Deberías está en el primer puesto.

—….

Como si su segundo al mando acabara de decirle que tenía toda la colección de MyLittlePony, Yuriy centro toda su atención en ella, aunque la chica estaba tan calmada y tranquila que no parecía saber lo que acababa de decir.

—Si haces tantas cosas extrañas por tú equipo y un tipo que ni siquiera te agrada, imagina lo que harías por alguien que si te guste.

Se estaba burlando de él, pues Hiwatari tenía una sonrisa ladeada y una expresión cínica, que debería poner al otro a la defensiva, pero en realidad lo hizo pensar en lo que dijo, hasta que al final sonrió y dejó las hojas a un lado.

—No tienes ni idea— dijo Ivanov con una expresión arrogante.

—Sería un espectáculo interesante— rio la chica.

Porque ambos terminaron envueltos en esa extraña situación donde se sentían inusualmente cómodos. Quizás es porque últimamente se habían visto forzados a estar juntos, y sobrevivir a toda esta locura, pero cada vez era más fácil estar cerca. Así que quizás ni siquiera se dieron cuenta que sus hombros se apoyaban, únicamente lo hicieron cuando el calor del cuerpo contrario comenzó a ser algo muy llamativo.

Kai parpadeó curiosa, pero no alcanzó a clasificar la sensación ya que escuchó la voz de Hiro llamarla a lo lejos.

—Hn.

Claro que Yuriy rodó los ojos cuando la bicolor se puso de pie sin dudar, obediente al llamado de Kinomiya. Pero como no pretendía quedarse solo la siguió. No obstante, cuando llegaron atrás de la casa, Kai dejó de caminar. Fue tan repentino que el pelirrojo terminó adelante y se detuvo para ver cuál era el problema.

—¿Hiwatari?— dijo una vez la encontró con la mirada perdida. Ahí sus bonitos ojos carmín se opacaron, fijos en la nada— Nh.

Esto había pasado un par de veces, empezó en la conferencia de prensa y desde entonces Kai a veces se desconectaba. Así que Yuriy resopló mientras se llevó una mano a la nuca, como si pensara en lo siguiente que debería hacer.

—Ven, vamos— dijo al tomar su mano para guiarla.

Hiro no había podido explicar que le sucedía, así que hasta que lo averiguaran, todos han estado custodiándola para evitar que sucediera lo que ocurrió con el par de idiotas (los fotógrafos en el cuarto del conserje). Lo cual no hacía muy feliz a Kai, pero es comprensible ya que no tenía privacidad.

—…

Aunque Yuriy dejó de divagar cuando Kai entrelazó sus dedos. Por eso miró sus manos, y luego a la bicolor. Ella seguía ajena del entorno, pero no evitó que el pecho de Ivanov hormigueara, así que con el ceño fruncido en fingido enojo y un suave tono carmín en las mejillas, miró a otro lado sin soltar sus manos.

Cuando Kai entraba en ese estado parecía imitar lo que los demás hacían, así que a veces es difícil determinar el momento exacto en que ocurría. Después de todo su actitud indiferente y distante, les dificultaba mucho las cosas.

—Nya~

Mas, Yuriy se detuvo cuando Kuro apareció por una esquina. El gato lo miró con esos intensos ojos azules sólo un momento, ya que al sentarse se centró en Hiwatari. Ahí su cola se meció perezosa, hasta que hilos negros lo envolvieron y sin previo aviso se transformó. Eso había sucedido muy pocas veces, así que descolocado Yuriy se movió incomodo una vez el Neko adoptó su forma humana.

—Kai— maulló cuando intentó abrazarla, sin embargo el otro lo evitó como siempre—Hn.

Por eso Kuro tiró las orejas hacia atrás en fastidio, también lo fulminó con la mirada, pero luego sólo lo señaló de manera acusadora.

—Él se está perdiendo, dámelo.

—¿Qué?— áspero Yuriy al enarcar una ceja, por lo que el gato resopló de manera sonora.

—No quieres que se pierda ¿cierto? — señaló— Si me lo das, yo lo arreglo.

¿Arreglar?

Sin entender muy bien lo que decía, Yuriy observó a Kai antes de volver a centrarse en el otro. Kuro se había cruzado de brazos, mientras su cola se meció despacio. Lucia algo impaciente, e incluso molesto por lo que el ruso se aseguró de tener bien oculta a la chica tras su espalda, en caso de que quisiera quitársela.

—¿De que estas hablando?

—Tks, ¿No sabes que tiene una maldición encima?

—Sí.

—Pues lo está consumiendo. La maldición intenta ganar terreno para que el efecto sea permanente— áspero mosqueado— La única razón por lo que eso no ha ocurrido es porque su verdadera naturaleza está luchando.

Ivanov dio un largo parpadeo, sintiendo el peso de sus palabras golpearlo con inusual fuerza, por lo que volvió a mirar de reojo a Hiwatari.

—Puede que en algún momento ni siquiera vuelva a reaccionar— dijo Kuro y Yuriy lo miró de inmediato— Él es combativo, y eso es peligroso.

El gato sonrió con eso último, como si la rebeldía de Kai fuera divertida, porque en esos momentos de letargo se libraba una batalla que quizás ni siquiera el mismo ruso-japonés sentía. Y eso era sencillamente interesante, pues para este punto ya debió sucumbir a la maldición que lo volvería niña para siempre.

Claro que no es como si al ruso le sorprendiera que a Kuro le gustara Kai, a mucha gente le gusta el bicolor (sabrá Dios porque, después de todo es harisco, apático, indiferente, y no olvidemos que es violento porque te golpea si se enoja) sólo que es fastidioso que lo repita tanto. Además, ni siquiera parece importarle si es mujer o hombre, porque si tiene la oportunidad lo abraza sin dudar. Cosa que se vuelve más molesta cuando ese estúpido bicolor no lo aparta.

—Así que dámelo, yo lo puedo arreglar. Sólo necesito un beso— dijo con una oscura sonrisa felina.

—Eso hará que se quede contigo para siempre ¿cierto?— señaló Yuriy con el ceño fruncido en desconfianza— Oye.

Sin embargo al final reclamó, porque Kuro se movió con esos fluidos movimientos gatuno y se robó a Kai de su lado. Luego se alejó unos pasos, y la abrazó por la espalda.

—Apenas y es justo que se quede conmigo, porque ya sabes, no todos pueden romper una maldición.

Harisco, Yuriy afiló la mirada, pero mientras la voz de Hiro llamaba a Kai a lo lejos y Kuro se inclinaba sobre la bicolor, las posibilidades rondaron en su cabeza, quizás en un intento por evaluar la situación. Si dejaba a Hiwatari como estaba, corría el riesgo de que nunca saliera del trance, pero si permitía que Kuro lo ayudara (maldito gato)…

Sólo era un beso. Un mísero e infeliz beso.

—…

¿A quién engañaba? Ni siquiera tuvo que pensarlo demasiado, porque aunque la respuesta más obvia es que en realidad esa no era su decisión (porque debía esperar que Kai reaccionara y decidiera por sí mismo), de todas maneras se acercó para halar a la ruso-japonés, lejos del gato.

—No lo creo.

Tal vez eran los llamados de Hiro y los demás (que se le sumaron en algún punto desconocido), o porque estaba anocheciendo, o incluso porque las orejas de Kuro se movieron en respuesta a algún sonido lejano, pero Yuriy comenzaba a cansarse de toda esa absurda situación. Sinceramente parecía atrapado en algún cutre cuento de hadas. Aunque lo que en verdad, en verdad, le molestaba era ese molesto y pervertido Neko. Pero si la repuesta está en un beso como todos dicen, entonces él….

Él….. ¿Qué iba a hacer? Incluso tomó a Kai por los hombros para que ambos quedaran frente a frente. Bueno, él la miro porque la bicolor seguía con esa apagada expresión donde algunos mechones rebeldes se agitaron un momento, antes de caer de manera agraciada sobre su rostro.

En cuanto el viento dejó de soplar, Yuriy se sonrojo sin razón aparente porque… en realidad había tenido un lapso de estupidez, en el que contemplo la posibilidad de…de…

—No puedo con esto— admitió en derrota una vez agachó la mirada, pero no soltó a Kai.

—Yo sí puedo— dijo Kuro. Pero antes de poder acercarse, el pelirrojo giró a la ruso-japonés en sus brazos de tal manera que ahora Ivanov le daba la espalda al Neko.

También la envolvió de manera posesiva y miró sobre el hombro, con una expresión amenazante que le advertía sobre el peligro de acercarse. Pero quizás viendo que al gato no le importaban sus amenazas, Yuriy tomó el rostro de Kai y se acercó.

Fue un gesto torpe y descuidado, que se volvió mucho más confuso cuando la luz del sol finalmente desapareció. Ocurrió tras un parpadeo, pero el bicolor en su apariencia de chico surgió mágicamente frente a sus ojos. Él seguía sin despertar, pero consiguió que Ivanov se detuviera a escasos centímetros.

Tal vez porque de repente esto dejó de tener tanto sentido, incluso sus labios temblaron en indecisión mientras intentaba pensar.

Ahora ambos respiraban el mismo aire, incluso se rozaban con un beso fantasma entre cada leve movimiento. Pero cuando Kai cerró lentamente los ojos, el ruso se sonrojo. Fue como si un rayo le cayera encima, y ahora tenía el corazón palpitando como loco.

Donde quizás impulsado por alguna extraña sensación, Yuriy rompió el pequeño espacio que los separaba, y maldijo el instante en que se dio cuenta que los labios contrarios eran suave y cálidos. Así que su mente se apagó, una vez acaricio algo inseguro esos delgados contornos sonrosados.

Claro que todo se fue al diablo cuando en medio de su inconciencia, Kai respondió. No lo hizo con la misma lucidez de alguien consiente, aunque no es como si pudiera quejarse. Porque Yuriy atrapó su labio interior para morderlo un poco, donde el leve gemidito que arrancó lo hizo sonreír antes de lamer a modo de disculpa.

Pero mientras sentía esa electrizante presión, sintió el impulso de querer algo más. De ir dentro de esa boca de fuego y hacer a su dueño temblara extasiado, mientras decía su nombre. Pero sobre todo, necesitaba que esto fuera más húmedo, mas mojado, y definitivamente lo suficientemente caliente como para descontrolar al bicolor.

—¿Qué…?

Sin embargo, la realidad volvió cuando Kai habló entre sus labios, entre ese pequeño espacio que parecía una gran distancia cuando no se tocaban. Por lo que Ivanov se vio obligado a alejarse de golpe. No fue muy lejos, principalmente porque no pudo ya que se vio atrapado entre esa imagen; donde su segundo al mando tenía un tenue nacarado en las mejillas, mientras sus ojos comenzaron a despertar lentamente.

Es como si por un segundo pudiera contemplar su expresión dócil y gentil, una donde estaba sonrojado y sus labios tenían un bonito tono cereza.

Incluso Yuriy sintió algunos mechones bicolores resbalar con facilidad entre sus dedos, ya que había acunado su rostro por reflejo, quizás para que no se escapara (aunque sabía que en ese estado no lo haría) Ahora Kai lucia totalmente indefenso, pero no fue sino hasta que lo miró, que el ruso sintió ese endemoniado hormigueo en el pecho, porque ahí estaban esos fieros ojos carmín que estaban aturdidos, pero dotaron a su dueño de una graciosa expresión de desconcierto.

—¿Qué…? —repitió Kai sin saber muy bien que preguntar, pero cuando colocó una mano en el pecho de su capitán para ganar espacio, se congeló.

Fue como si el toque le hiciera recordar, ya que se sonrojo con fuerza hasta que frunció el ceño. Y quizás eso era todo lo que Yuriy necesitaba para soltarlo, porque sabía que iba a recibir un golpe.

—Yo no…— empezó Ivanov con un balbuceó torpe— Esto no es…es decir, yo….

—Nya~

Kai había abierto los labios, seguramente para gritarle o algo parecido. O probablemente iba a golpearlo, pero no pudo cuando ese maullido llenó el lugar, pues de inmediato Kuro salió de la nada y lo envolvió en sus brazos. Claro que eso no evitó que el bicolor se moviera, ya que su espalda volvió a quedar contra el pecho del Neko, pero enojado lo miró con una expresión homicida.

—Así no funcionan las cosas— le dijo Kuro a Yuriy, sin prestarle atención al cuerpo que intentaba zafarse— Él es mío.

—No— determinó Ivanov lo suficientemente serio como para que el ruso-japonés se quedara quieto— Es mío.

—¡Kai!— llamó Hiro.

—Con un demonio ¡¿Por qué no respondes?!— se quejó Mariam— ¡Te hemos estado buscando por todas partes!

La llegada de los demás pareció descolar al bicolor, por lo que parpadeó en incomprensión mientras se alejó de Kuro. Él no tuvo ningún problema en dejarlo ir, por lo que Kai tuvo la oportunidad de ver a su capitán. Él estaba fulminando al gato con la mirada, pero al sentirse observado buscó su mirada.

—….

Bueno, sinceramente iba a preguntar (entre insultos, maldiciones y algunos golpes) que demonios sucedía con él, pero apenas entreabrió los labios alguien tomó su rostro, y lo obligó a girar hacia la derecha.

Luego un par de gentiles labios encontraron los suyos, donde los ojos azules de Kuro relucieron en la noche ante el contacto. Claro que por la posición Kai no vio la expresión sorprendida de Yuriy, porque sinceramente se estaban besando frente a sus narices. Más cuando Kai se alejó despacio, sólo hubo un largo silencio.

Este era su segundo beso con el gato… ¿eso significaba que no podía volver a salir del templo?

CONTINUARA:

Ann: "Las miradas que atraes, hacen sonar una alarma dentro de mi. Una sombra oscura se ha despertado dentro de mí, vuelan destellos cuando te miro" ~(*¬*)~

Ro: "Cada paso que me aleje de ella, se volverá difícil desde ahora. Estoy gruñendo, gruñendo, gruñendo" ~(*¬*)~

Ann: Kyaaaa actualización *-*, soy feliz como una lombriz que se ha comida una perdiz xDDDD

Ro: xDDD

Ann: La canción es de EXO, se llama Growl y la recomiendo *-*

Ro: Ann Saotomo lo aprueba xDDDD

Ann: xD. Pueden ver el video de Growl en mi face n.n. Pero volviendo al fic xD, en verdad espero disfruten del capítulo n¬n porque fui muy feliz escribiéndolo *-*!

Ro: Así que lamentamos la demora, y debido al extraño estilo de vida de Ann oO, se demorara un poco en responder sus bonitos y hermosos reviewers n.n

Ann: Gomen Nasai por esto T-T, espero contestarlos todos antes del viernes, asi que disculpen Ne T-T

Ro: Ann: Oks, como saben el Fanfiction está colocando los anónimos como Guest oO, así que no sabemos quienes escriben. Por favor coloquen sus nicknames para poder responderles adecuadamente n—n.

De acuerdo como hay una estúpida norma en el FanFiction que impide contestar los Reviewer en el Fic ¬¬XXX, lo hare en mi profile n-n.

Para llegar al profile sólo tienen que ir a la parte superior donde dice Autor: Ann Saotomo. Bueno, ya saben PERSONAS ENCANTADORES QUE SE TOMARON LA MOLESTIA EN ESCRIBIRME VALLAN A MI PROFILE PARA VER SUS RESPUESTAS n-n

NOTA: QUIENES ESTAN REGISTRADOS EN EL FANFICTION, LES ENVIE LAS RESPUESTAS A SUS RESPECTIVAS CUENTAS oO, SI ALGUIEN NO LA RECIBIÓ POR FAVOR AVISAR! (Aunque si tienen bloqueada la opción para enviar mensajes o.o, entonces lo pongo en mi profil)

Para dejarme un Reviewer escriben dentro del rectángulo que está aquí abajo n.n, no hay necesidad de estar registrado en el Fanfiction para hacerlo u.u, o si prefieren me escriben a mis e-mails los cuales encontraran en mi Profile.

Se despiden:

Ann: "geomjeong geurimja nae ane kkae eona, neol boneun du nune bul kkochi nuntteo, geu nyeo gyeoteseo moduda mulleona, ijen jogeum sshig sana woji nikka" ~(°¬°)~ (Las miradas que atraes, hacen sonar una alarma dentro de mí. Una sombra oscura se ha despertado dentro de mí, vuelan destellos cuando te miro)

Ro: "na eureureong eureureong eureureong dae, na eureureong eureureong eureureong dae, na eureureong eureureong eureureong dae, da mulleo seoji anheu myeondachyeodo molla" ~(°¬°)~ (Estoy gruñendo, gruñendo, gruñendo. Estoy gruñendo, gruñendo, gruñendo Estoy gruñendo, gruñendo, gruñendo. Si no vuelves entonces no me importa si sufres)

PD: No se olviden de visitar el canal de Youtube, y el Facebook XDD. Nuevos videos e imágenes °-°