Bueno, les traigo el esperado epílogo. Esta historia me causo dolores de cabeza, falta de inspiración y muchos otros problemas pero fue un reto a mi misma y lo superé. Espero que les agrade el final tanto como a mi me gustó escribirlo.
Quiero agradecer a : jupter, Mely-Mad Hatter, Garu0212, Sakuyachan16, thetalentlesswriter, SinnyFioreTheGirlPizzaPower, Sweek-Lawliet y a todos los que comentaron en este fic
En especial quiero agradecer a Gabi (enserio mil gracias por tus reviews) y a SweetInsanity1039. Por ellas escribi este fic, ya saben a quien agradecerle
Capítulo: 10/10
Canción: Your love is my drug de Ke$ha
Parejas: Principal: Craig y Tweek.
Secundarias: Style, Clyen, Bunny ¿Stenny? ¿Cutters?
De nuevo "lo que esta entre comillas es flashback"
Para quienes quieren saber cual será mi siguente historia, va a ser Husos Horarios, en borrador ya voy a la mitad pero no he tecleado absolutamente nada. Así que puedo tardarme un poco más en publicarla.
Les daré un pequeño adelanto.
Husos horarios forma junto con ¿Estudias o trabajas? y Papel y tinta una trilogía, por así decirlo. Si se fijan en la primera historia lo que separa a los chicos es la distancia, en la segunda los separa el tiempo. Así que en Husos horarios los separaran ambas cosas.
Serán seis parejas y cada una de ellas estara en una ciudad diferente, osea en un huso horario diferente. Clyde y Token estaran en Alaska EUA, Craig y Tweek en Río de Janeiro Brasil, Christophe y Gregory en Roma Italia, Stan y Kyle en El Cairo Egipto, Damien y Pip en Beijing China y por último Kenny y Butters en Sidney Australia.
También tendrá nuevos elementos, volveré a incluir el POV pero el clímax será un flashback.
Es lo más que puedo decir hasta el momento, pronto la publicaré, lo prometo.
Y como siempre, ya saben que para mi. "El final de una historia es solo el principio de otra"
South Park no es mío, es de Trey Paker y Matt Stone.
"Sueño con el día en que solo estemos tú y yo. Supongo que ellos sueñan exactamente lo mismo"
Epílogo: "Rodrick y Louis"
"¿Qué tienes chico que es tan difícil de encontrar?"
Craig se estremeció, sudó frío. Sus ojos se apretaron con inmensa fuerza. La sangre salió disparada por sus venas, el miedo lo recorrió y provocó que se revolcara en donde estaba. Conteniendo las terribles ganas de gritar. Finalmente no pudo más y soltó el grito, irguiéndose y respirando agitadamente, sintiendo el sudor bajar por su pecho desnudo. Se tranquilizó un poco al ver a su alrededor. La habitación lucía como siempre, con la luz primaveral entrando por la ventana. Miró su costado, notando la cicatriz. Recordó ese día en sus sueños. De hecho, recordó toda su vida desde ese accidente durante el jardín de niños hasta el disparo en el hospital. Tweek entró asustado a la habitación, impulsado por el deseo de Rodrick de cerciorarse de que Louis estaba bien. El rubio se quedó ahí en el marco de la puerta.
— ¿Qué o-ocurre? ¡Gah! ¿U-un duende o a-algo así? ¡Gah!
Craig se tomó unos segundos para responder, terminando de asimilar que todo fue un sueño. Que todo había pasado hacía muchos años.
"La bala impactó al pelinegro, atravesando su costado, alojándose en el interior. Dejando un agujero lleno de sangre que rápidamente llegó hasta los pies segundos antes de caer. Rodrick abrió los ojos de par en par. La pistola del oficial fue disparada hiriendo a Ternoman en la mano que soltó el arma, dejándolo indefenso. El rubio se apresuró a tapar el lugar por donde Louis perdía sangre. Menos mal que estaban en un hospital. Entonces se hicieron a un lado, Tweek tembló como nunca lo había hecho, incluso creyeron que convulsionaría ahí mismo. Craig no gritó al sentir la punzada de dolor. Se contuvo para no alarmar más a su novio. El jefe Yates le disparó en una pierna a Scott quien cayó al piso en medio del charco de sangre de Craig. Apretó con mucha fuerza los puños, no cumplió con su venganza, pero al menos los hirió profundamente. Sintió como colocaban sus manos en su espalda y las esposas atraparon sus muñecas. Ni siquiera dejaron que un médico lo viera.
El jefe Harrison hubiera deseado matarlo en ese instante, pero el maldito se hubiera ido de este mundo felizmente. Lo subió a la patrulla a empujones y todavía sangrando, olvidándose del chico herido. Una enfermera fue mandada al oír los suplicantes gritos de auxilio. Craig casi había perdido un litro de sangre. Pero nunca perdió el conocimiento o soltó la mano de su amado Tweek, así como Rodrick no soltó a su amado Louis."
—No Tweek — respondió tranquilamente Tucker — fue una pesadilla
Dicho eso se dedicó a besar los labios del rubio por un buen rato. Regresando a su realidad actual, a su pacífica vida felizmente casado con Tweek Tweak. Viviendo ambos en una casa de ensueños, trabajando justo en lo que deseaban o al menos en el acuerdo que lograron hacer con Rodrick y Louis. El rubio empujó a su esposo, se les hacía muy tarde.
—Ya casi a-abro ¡Gah! Kyle n-no es p-paciente — trató de apurarlo
Craig bufó un poco, pero Tweak tenía razón, se levantó de la cama sin recordar que seguía desnudo. Cuando volteó a ver al rubio sus mejillas ya están rojas y se esforzaba por ver a cualquier lado menos ahí, pero los pervertidos ojos de Rodrick le obligaban a regresar a su entrepierna. Craig rió felizmente, abrazando a Tweek. Vistiéndose luego. El trabajo del rubio era en la misma cafetería que tenían sus padres, mientras que Tucker estudió derecho y hacía dúo con Broflovski. Por eso se apuraban en las mañanas, porque Kyle era capaz de matarlo por un retraso.
Craig dejó a su esposo en la cafetería y partió a la oficina. Los primeros clientes de ese día en la cafetería Tweak fueron Butters y Kenny. Al verlos entrar al local Tweek o tal vez Rodrick recordaron lo sucedido con la joven pareja y el riesgo que tuvieron de perderse el uno al otro. El rubio pervertido se sentó en la barra mientras Tweek les servía un café.
— ¿Ya estás mejor Kenny? — preguntó Rodrick
—Solo fue una gripa — respondió el inmortal sentando a Leopold a su lado
"Kenneth abrió con lentitud los ojos. Vio a su alrededor y se sorprendió de estar de nueva cuenta en el hospital. Butters yacía a su lado, con el rostro recostado en la cama, profundamente dormido. Había caído de cansancio alrededor de las cuatro de la mañana, hora en que sacaron al rubio del quirófano. McCormick intentó erguirse pero un dolor en el pecho se lo impidió. Los aparatos marcaron el acelero cardiaco y el ruido despertó a Stoch. En cuanto sus ojos vieron a Kenny consciente rompió en llanto, abrazándolo con inmensa fuerza aumentado el ritmo cardiaco. Eso no tenía sentido, él estaba seguro de haber muerto en la calle luego del balazo de Scott.
—Lograron revivirte — dijo Butters leyendo la mente de Kenny — pero tuvieron que operarte de emergencia porque la bala dañó tu corazón. Pero ya todo está bien, te vas a recuperar, saldremos adelante…
Stoch no pudo continuar porque se le rompió la voz. Kenny besó sus labios tratando de tranquilizarlo. Entonces, cuando todo regresó a un estado calmado Kenneth se preguntó por Craig y Tweek, causando otro aumento en sus palpitaciones. Tomó a Leopold de la mano con fuerza.
— ¿Cómo están Craig y Tweek? Ternoman dio con ellos ¿No es así?
—Craig resultó herido — respondió el rubio — pero no fue nada tan grave
La enfermera entró unos minutos después, revisando al rubio e inyectándole una medicina para el corazón que sería de por vida. Entonces él se dio cuenta de que no habría mejor momento para explicarle al chico sus poderes. Una vez que la enfermera salió, aventó el frasco lejos, negándose a depender de una droga para lo que podía solucionarse con una rápida muerte. Leopold se levantó y empezó a recoger el medicamente, extrañado por la actitud de Kenneth.
—Se que estás enojado, pero no es la manera de…
—No puedo morir — fue cortante el rubio — ¿Cómo crees que salvé a Adler de la explosión Butters? Las llamas me consumieron. Morí y reviví al día siguiente, totalmente curado
Leopold levantó la cabeza, comprendiendo el rumbo de la situación. Muchas veces se había preguntado como Mysterion salía de sus trampas mortales o de algún incendio o cosas así. Ahora lo entendía, no salía. Moría en todas y cada una de ellas y era capaz de volver a la escuela y dedicarle una tranquila y bella sonrisa. Pero el corazón se le apretó en el pecho.
—No quiero verte morir — dijo conteniendo una lágrima y sintiendo como la voz se le cortaba y un nudo se formaba en su garganta
—Jamás lo verás — declaró Kenny deseando poder levantarse y abrazarle
Kenneth murió en la noche, pero revivió al día siguiente como siempre. Butters fue el más contento al verle entrar al salón de clases. Intrigado por la salud humana el pequeño Butters se convirtió en doctor mientras Kenny solo pudo costear la carrera de enfermería. Cuando le pidieron especializarse fue muy sencillo para Leopold elegir. Psiquiatría. No quería permitir que las cosas con algún paciente con un trastorno se salieran tanto de control, no quería ver a otros Craig y Tweek. Kenneth lo apoyó siempre. A pesar de tener muchos pacientes que harían temblar al más valiente. Pero nunca se toparon con otro caso de T.P.M."
—Pero ya está bien — continuó Leopold — aunque se negaba a descansar
—Era tan aburrido estar en la cama sin ti — respondió descaradamente Kenneth
Rodrick no pudo evitar soltar una risotada ante el sonrojo de Leopold. Regresó a la cocina y preparó más café, él no era el adicto pero el cuerpo de Tweek se lo exigía. Era un precio muy bajo con tal de estar con Louis. Cuando salió de nuevo había nuevos clientes. La fama del café era bastante, aunque el único con mérito era Tweek. El día parecía muy normal, pero no lo era, tenían una cita muy importante en la tarde y el tiempo le parecía muy rápido a Tweek y muy lento a Rodrick. Quien se moría de ganas porque la hora indicada llegara. En eso no estaban para nada de acuerdo.
— ¡Eres un maldito impuntual Tucker! —bufó Broflovski cerrándole la puerta en la cara, como si se tratara de un profesor enojado que castigaba a sus alumnos, ninguno pudo evitar el recuerdo de los equipos de biología
Finalmente Kyle superó el enojo y dejó entrar a Craig, después de todo, eran un equipo, y le debía lo que lo hacía más feliz en todo el planeta.
"Kyle y Stan esperaban en el pasillo del hospital para saber el estado de Craig. Se sentían culpables por no haber actuado. Todavía no sabían lo de Kenny pero algo les había hecho pensar en él. En ese gran obstáculo, ahora superado. Stan tomó la mano de su novio, acercándolo. Apoyados los dos en la pared del pasillo, con nudos en las gargantas y algo cruzándoles el estómago, apretándoles también el pecho. Era el famoso sentimiento de culpabilidad. Adler había llegado también, aunque de hecho ya nada tenía que ver en todo eso. Aunque así lo dictaba su corazón. El detonó una bomba y deseaba asegurarse de que nadie hubiera salido herido, al menos no de mucha gravedad. Por eso la noticia del nuevo ingreso de dos de los chicos al hospital le atemorizó bastante.
— ¿Cómo se encuentran? — preguntó asustado el profesor de biología
—No lo sabemos — respondió Kyle con un hilo de voz tristemente
Adler se paró al lado de ellos, quitándose el sombrero que llevaba puesto como buscando las palabras exactas para expresar algo que no sabía cómo decirlo. Finalmente decidió ser directo, de toda maneras ellos no eran sus amigos o familiares, solo eran unos alumnos muy apegados.
—Los profesores hicimos una apuesta — dijo sacando ligeramente de su preocupación a los chicos de preparatoria — queríamos saber cuánto se tardarían en darse cuenta de que se amaban — terminó sin descaro alguno
Stan y Kyle abrieron la boca sorprendidos a punto de gritarle al maestro 'No somos maricas' pero de nada les serviría negarlo. No con las manos entrelazadas ni con el rubor en las mejillas a más no poder.
— ¿Y quién ganó? — trató de hacer como si no les importara Marsh
—Yo — Responde con orgullo Adler, sorprendiéndolos todavía más
Una enfermera salió de la habitación, llamando a familiares, Kyle Stan y el profesor se colaron entre ellos. Las buenas noticias animaron a todos y quitaron un peso tremendo de encima al maestro. No se quedó para la empalagosa escena de abrazos y palabras contentas. Stan y Kyle vieron salir a su maestro y no intentaron detenerlo. El pelirrojo creyó sentir un poco de admiración antes de recordar la apuesta. Estalló en insultos y frases molestas hasta que la boca de Stan cerró la suya con un beso. A mitad de ese hospital, luego de jurar ante medio mundo que no era marica. Cuando el beso se cortó Kyle solo bajó la mirada notablemente avergonzado, ganándose una pequeña risa del pelinegro.
—Era lo que deseabas ¿O no? — preguntó pícaramente a su judío
Kyle solo se mordió los labios, como conteniendo las ganas de plantarle otro beso a su novio. No lo logró, sus labios se fusionaron en un apasionado beso que hizo que todas las enfermeras se sonrojaran, otras les sacaran fotos y que los doctores desviaran la mirada, fingiendo la mayor atención al piso del hospital al que llamaron 'Bastante reluciente'."
—Pensé que Marsh estaría aquí — dijo Tucker entrando, ganándose una mirada inquisitiva por parte del judío — te abrochaste mal la camisa
Stan no pudo evitar soltar una risotada, salir de su escondite y reír ante la mirada enojada de Kyle y sus temblorosas manos que abrochaban la camisa equivocándose una y otra vez. Hasta que el pelinegro se acercó a ayudarle. El abogado quiso reclamarle a Tucker pero cuando lo encaró se topó con el sonrojado rostro de Louis. Eso le hizo hervir todavía más la sangre.
— ¡Tucker! — Bramó — ¡Marica no huyas así!
Craig rió internamente hasta que las lágrimas se asomaron por sus ojos.
"Quizás necesito un poco de rehabilitación o tal vez solo dormir un poco"
La mañana había pasado. Tucker convenció a Kyle de comer en el café de los Tweak y le plantó un rápido beso a su novio en cuanto lo vio detrás de la barra, con ese delantal que siempre lo hacía ver bien. Kenny y Butters rieron ante el sonrojo del rubio y luego el contra ataque por parte de Rodrick y el sonrojo de Louis. Stan y Kyle también rieron ahora. Se sentaron también en la barra pidiendo lo de siempre. Entonces las puertas de la cafetería se abrieron de par en par. Menos mal que solo estaban ellos seis porque la parejita derramaba miel desde sus rostros, felices hasta la unión de sus manos. Clyde y Token.
"— ¿Por qué mierda le dijiste? — inquirió Clyde furioso, tanto que su rostro se había enrojecido y unas lágrimas bajaban por sus mejillas
—Para que no te mataran — respondió Token intentando abrazarlo
Clyde lo apartó de forma brusca, con una fuerza impresionante. Por momentos el afroamericano olvidaba que Clyde era hombre y un bastante fuerte y atlético. Cansado de que lo llamaran gordo de niño. Lo abrazó demostrando una fuerza superior. Así estuvieron hasta que el ritmo de sus respiraciones se sincronizó y el ritmo de sus corazones se aceleraron por la cercanía del otro. Pero Clyde hundió más su cabeza en el protector pecho de su amigo. Token aceptó el contacto, sabiendo quien debía de proteger a quién. Nunca renunciaría a él, ni teniendo un arma en la cabeza o luego de ser masacrado a golpes, nunca lo haría.
—Te amo — confesó el afroamericano haciendo que el abrazo se rompiera y Donovan lo empujara lejos — se que tu también me amas Clyde, si no, no me hubiera arriesgado a decírtelo. No soportaría perderte
Las lágrimas volvieron a escurrir por las mejillas del castaño. Pero ahora eran unas lágrimas de completa felicidad. Se lanzó a su amigo, bueno, a partir de ese momento se convertía en su novio. Los labios de ambos lo sellaron en un deseado y dulce beso.
Habrían estado así por siempre de no ser por la voz de la enfermera que traía muy buenas noticias de sus dos amigos. Bueno, al parecer a partir de ese día serían sus cuatro mejores amigos. Token acarició la mejilla del amante de los tacos y ahora amante suyo. Aunque en realidad Token era quien se sentía perdidamente atrapado por él.
— ¿Ya sabes que estudiar? — Inquirió Token una noche — porque yo sí lo sé. Me convertiré en músico y si no, en un famoso cantante
—Solo sé una cosa — respondió Clyde — ¡Nada de matemáticas!
Entonces dime Clyde ¿Por qué te convertiste en fisicomatemático? Token no pudo evitar reírse el día de la graduación de su amado, el castaño le miró enojado y fingió estar herido. Pero un rápido beso en la mejilla regresó todo a la normalidad. La carrera de Token despegó, pero no quiso apartarse de su pequeño Einstein Clyde."
El castaño levantó la mano izquierda con bastante orgullo y todos comprendieron de inmediato. Claro que la gran piedra preciosa en el plateado anillo no dio ninguna pista. Butters aplaudió poniéndose de pie de inmediato ante las ovaciones de los otros, los chiflidos y pequeñas burlas del pervertido de McCormick. Token sonrió también, la pareja se acercó a los amigos que vieron con recelo el precioso compromiso. La promesa final entre el par de maricas.
—Mira quien lo dice Tucker — se quejó Token — el marica por dos
Rodrick no pudo evitar unirse a la risa comunitaria ante el enojo y vergüenza de los chicos, que luego se convirtió en un doble enojo que se disipó totalmente con un desesperado beso entre Rodrick y Louis.
—Tienen su casa para eso — se quejó Clyde entre apenado y burlón
Tenían razón, pero Rodrick dudaba soportar tanto tiempo lejos del cuerpo de su amado. Al menos se conformó con tenerlo de la mano hasta que dieron las dos y Craig tuvo que regresar a su oficina con Broflovski.
—Recuerda ¡Gah! E-es a l-las cuatro — dijo Tweek con su tic
—Sería incapaz de olvidarlo — respondió el pelinegro saliendo junto al judío. Kyle volteó a verle con interrogante en el rostro — camina Broflovski
El pelirrojo bufó ante esa actitud, pero en realidad no podía quejarse. Había soportado la presencia de Marsh todo ese tiempo sin la mínima queja. Craig no quería decirle a su compañero la verdad, porque si lo hacía la reacción era muy predecible, un grito y luego un rotundo no. Tomando la frase como una pregunta y no como un aviso. Además, no era él quien deseaba ir ahí. 'No es momento de cambiar de opinión' escuchó la voz enojada de Louis.
Tweek puso el anuncio, cerraba a las tres y media y nadie lo haría cambiar de opinión. Finalmente Kenny y Butters se fueron también, acompañando a los prometidos rumbo a sus casas que quedaban de paso por el hospital. El doctor Henderson podría haberse hecho muy famoso si revelaba los detalles del caso o mostraba la grabación. Pero decidió mantener la historia como debía ser, en privado. Así es donde siempre debió estar. Ruby no pudo evitar recordar a su hermano, ella se fue a estudiar a Denver y todavía seguía ahí, pero ya trabajando. Recordaba lo que se celebraba ese día. Le sería imposible olvidarlo. Pedaleó con todas sus fuerzas con tal de llegar con los policías a la bodega. Siete años habían pasado desde aquel día y no dudaba que su hermano tuviera pensado algo especial para el aniversario. Y de no ser él, Rodrick sería el encargado.
— 'Las cuatro' — pensó Tweek cerrando el local, sintiendo que alguien se paraba detrás de él. No pudo evitar soltar un grito, pero solo era Craig
El pelinegro al principio rió por la reacción, pero luego se puso serio. Tomó la mano de su esposo y los dos caminaron al lugar que nunca pensaron visitar. La prisión de South Park. Llenaron los formularios, pasaron por las revisiones, cada quien entró a la sala antes de que el prisionera fuera conducido directamente hacia ellos, con su traje naranja y esposado de manos y pies.
— ¿Con quién tengo el gusto? — inquirió Garrison sentándose delante de la visita
—Rodrick — respondió el rubio dejando de temblar, pero lo dijo casi en susurro, porque según los guardias, el chico delante de ellos eran Tweek
— ¿A qué se debe semejante honor? — inquirió el profesor cruzando los brazos
De hecho, ni Rodrick estaba muy seguro de lo que deseaba lograr con esto. Había conseguido lo que deseaba. Secuestro, asesinato, muy apenas logró evitar la pena de muerte. Pasaría el resto de sus días en ese nido de ratas e incluso Herbert era consciente de que lo merecía. Si tan solo hubiera acelerado unos cuantos metros más en ese parque ahora seguiría libre, revolcándose en todo el dinero producido con el Ritalin. O con un balazo en la cabeza, propinado por Scott que no deseaba compartir las ganancias. Mackey se lo advirtió, pero nunca le hizo casi. El rubio suspiró antes de pronunciar, quizá, las palabras más difíciles de su vida.
—Lamento haberte metido a la cárcel — dijo desviando la mirada
Herbert abrió los ojos de par en par unos minutos, como procesando las palabras y buscando el motivo de haberlas oído. Entonces lo supo. Louis. Esa alma tan dulce que le pidió que se disculpara con él por miedo al karma.
—Te equivocas — leyó su mente Rodrick — ¿Por qué debería tomarme la molestia de seguir odiándote? Es más humano perdonarte Herbert ¿No crees?
—Perdóname por haberte atropellado e intentar matarte tantas veces — le siguió el juego sin comprender todavía el motivo de esa rara e inesperada disculpa
Rodrick esbozó una ligera sonrisa antes de volver a ser el pequeño Tweek Tweak. Temblando como un hámster asustado. La verdad, la disculpa era porque de no haber pasado todo eso no hubieran llegado a un acuerdo tan perfecto y no hubieran dejado de ser la molesta y terrorífica voz que torturaba a los mejores amigos.
—Por cierto Tweek — dijo Garrison antes de que el rubio se levantara — esa presentación merecía un diez. Espero que Adler se los diera
Ahora Tweek también sonrió, con una paz inmensa en el pecho.
—Usted fue una víctima — exclamó Louis sin siquiera dejar que el ex consejero se sentara delante de él — no debería estar aquí encerrado
Mackey abrió los ojos de par en par. Jamás pensó escuchar salir esas palabras de la boca de Craig. A pesar de saber que quien hablaba era Louis, le impactaba por el aspecto físico. Luego de asimilar lo ocurrido esbozó una sonrisa y apoyó su mano en su mejilla, como deseando restarle importancia al asunto ¿Cómo hacerlo cuando se trata de una cadena perpetua? Louis no se tomó el gesto como un tranquilizante, si no como una especie de burla. Frunció el ceño lo que provocó que una sonrisa saliera de los labios ajenos. Hacía mucho que una risa se escuchaba en el pabellón de los condenados a cadena perpetua.
—No encuentro el chiste — bufó Louis cruzándose de brazos y alejándose un poco
—Simplemente, me parece muy amable de tu parte — comentó Mackey sin verle directamente — pero yo no soy una víctima, pude perfectamente salir de esos negocios en cualquier momento, sin siquiera temer por mi vida
—Usted sabe que no lo hubiera hecho— continuó las sorpresas Louis — al menos no con Garrison todavía adentro. Por eso considero que es una víctima, porque el corazón lo atrapó en un lugar que no deseaba, es víctima al menos de él
Mackey tuvo que tallarse los ojos para no llorar ante tales palabras. Pero de nada se quejaba, compartía celda con Herbert, aunque él nunca ha vuelto a mencionar el incidente, aquel en que llamó hermosa a su sonrisa. El día que ya no pudo volver a verle a los ojos sin sonrojarse o arrepentirse de no hacer nada. Guardó silencio, como tratando de explicarle al chico mil cosas, darle mil consejos sobre el amor y lo difícil que puede ser le vida cuando decides ocultarlo, pero nada aparecía en su mente, las palabras no surgieron en su cabeza. No había manera de expresarlo, la prueba era demasiado obvia. Su vida tras las rejas, pero sobre todo, el hilo de tristeza en su voz y el opaco de sus ojos.
—Prefiero ser una víctima que el causante — respondió Mackey sin saber si se reclamaba a sí mismo o a Garrison
—Scott Ternoman — Leía el juez en el juicio que había tardado siete años en por fin concluirse debido a los múltiples sobornos al jurado y amenazas de muerte — se le ha encontrado culpable de los delitos de homicidio calificado, privación de la libertad, comercio de drogas, intento de homicidio y crimen organizado. Por lo que se le condena a morir en la silla eléctrica
Había reunido a la poca gente que merecía o debía ver la muerte de Scott. La madre de Cartman era una de ellas y Adler se había colado. Mackey y Garrison salieron de sus celdas para ver el acontecimiento. El pelirrojo caminaba con una inmensa sonrisa a la silla, con lágrimas escurriéndole por los ojos. El jefe de policía Harrison Yates pidió el honor de bajar el interruptor. Honor que el juez le concedió gustoso. Sentaron al acusado y le acomodaron las muñecas y los tobillos, sujetándolos fuertemente para evitar cualquier posible escape. Aunque Scott no pensaba escapar. Mackey sentía un nudo horrible en el estómago mientras Garrison en parte se alegraba y en parte se entristecía. Liane Cartman contenía el llanto más no por querer en extremo al chico condenado, si no por ser una sentimental. El jefe Yates le colocó la última parte en la cabeza, pero se detuvo antes de bajar el interruptor. Descubrió la boca de Ternoman y sintió las lágrimas que hasta ahí habían bajado, causándole mucha satisfacción.
— ¿Últimas palabras Ternoman? — inquirió el jefe saltándose el protocolo
El pelirrojo sonrió, no dijo absolutamente nada. Negándose a dedicarle sus últimas palabras, tal y como él lo hizo al morir. El interruptor finalmente bajó, pasando la corriente eléctrica por los cables y por todo el cuerpo del acusado. El corazón se paró de inmediato, pero los impulsos eléctricos le hicieron temblar ante los ojos de todos. No comprendieron que la sonrisa y las lágrimas indicaban una tremenda felicidad. La alegría de volver a ver a su medio hermano y poder besar de nuevo sus menores y suaves labios después de siete años.
Adler acompañaba a la señora Cartman. Enterraron a Scott al lado de su hijo, tal y como los dos lo hubieran querido. Ella no dejaba de llorar en el hombro del profesor. Es más, él ni siquiera sabía porque la acompañaba. Todavía podía recordar la maligna expresión del castaño y el cartel que le mostró la amenaza. Recordó el trato de una mejor nota a cambio de los alumnos que le harían una broma y sobre todo, el toque gracioso que le daba a su clase con los sarcásticos comentarios. Eric Cartman era el alma mala de South Park. A pesar de ser malo, era un alma al fin y al cabo. Y el pueblo aún sentía su pérdida. Los crímenes continuaban pero nada se comparaba con la organización que Scott encabezaba. Liane había dejado de sollozar un rato, pero no abandonaba el lugar. Aunque nunca lo dijo, consideraba a Scott como su otro hijo. Perderlos a los dos la dejaba sola en el mundo.
—Supongo que el pueblo descasa más que ellos — dijo Liane dejando las flores
—De verdad lo siento señora — comentó Adler por educación más que por lástima
—Solo he aprendido una cosa en mi vida señor Adler — dijo la mujer dándole la espalda a las tumbas — algunas personas hay que tratarlas como una noche de sexo casual, olvidarlas al día siguiente y continuar viviendo
La mujer lo decía, no para pedirle que olvidara a su hijo, si no que olvidara la situación en la que se metió, que lo dejara en paz. Que se alejara de Mackey, Herbert y ella. Y viviera su vida por fin. El profesor de biología tardó un rato en comprender, mirando la tumba hasta que el mensaje fue asimilado. Entonces se alejó de ahí con una sonrisa iluminándole el rostro e incluso disipando las negras nubes que se habían asentado en su cara desde la muerte de sus esposa y pensaba nunca se irían. Volvería a la escuela, tendría varias citas. Continuaría como si nada hubiera pasado. No era su problema, solo fue una pieza más en el tablero y sin una guerra de nada le servía seguir ahí. Pero nunca olvidaría a los chicos que le metieron en ese embrollo o lo importante que fue.
"Rodrick veía el techo satisfecho, después de esperar durante toda la secundaria finalmente pudo hacer suyo a Louis. El pelinegro descansaba sobre su pecho, abrazándole como si de un oso de peluche se tratase.
—Cuando despierten se morirán de miedo — suspiró Louis medio dormido
El rubio volteó a verle y le plantó un beso en los labios, le valía lo que fueran a pensar, solo le importaba besar a su amado y pensar en las consecuencias después. Cuando el beso se rompió vio esos ojos azules y volvió a suspirar. Sin duda Craig y Tweek eran unos tontos. Si se confesaban de una vez podrían disfrutar del sexo, pero sobre todo, desfrutar del sexo con la persona amada"
Craig entró al cuarto empujando ligeramente a Tweek, besándole una y otra vez. Acababan de llegar de prisión y ni siquiera se habían quitado las chaquetas cuando inició la sesión de besos. Craig levantaba la camisa mal abrochada del rubio, acabando por arrancar los botones con tal de tener a su alcance esa blanca y suave piel. Lamió cada rincón de piel disponible, dejando marcas rojas por todos lados. Los gemidos hacían eco en la pared, el cuerpo de Tweek suplicaba estremeciéndose una y otra vez. Finalmente se sentó en la cama, dejando caer su cuerpo al suave colchón. Subiéndose el pelinegro arriba de él, comenzando a desabrochar su pantalón, acariciando partes que solo Craig era capaz de tocar. Al fin y al cabo, era su esposo. La ropa acabó regada en todas partes. Tweek apartó ligeramente al pelinegro, tenía el rostro de un color rojo profundo, eso desconcertó mucho a su pareja.
—C-Craig ¿P-por qué te e-enamoraste de m-mí? ¡Gah! S-soy un b-bicho raro ¡Gah! s-soy adicto a c-café ¿Por qué a-alguien ¡Gah! q-querría estar con-conmigo? — inquirió con mucha vergüenza
—Dímelo a mí, soy el chico problema, fumador compulsivo, un mal alumno y mal abogado — respondió Craig con una sonrisa
— ¿Hubieras preferido que te condenaran a muerte? ¿mm,kayy? — preguntó a Garrison
Garrison fingía dormir, pero en el fondo sabía que eso no alejaría al consejero. Mackey se sentó en la cama dándole la espalda a Herbert. Se sentía realmente miserable, nunca pensó desear morir con tantas ganas. Entonces sintió los brazos de Garrison abrazarle por la espalda y su voz susurrarle.
—Prefiero vivir contigo en la cárcel Mackey, con tu hermosa sonrisa
El consejero no alcanzó a responder porque unos labios le cerraron la boca.
—Kenny — Dijo Butters sacudiendo a su novio que se había quedado profundamente dormido porque nadie llegaba al consultorio — Kenneth
—Dime Butters — bostezó el rubio abriendo con pesadez los ojos
—Kenny, hace mucho que no eres Mysterion ¿Nunca volverás a ver un superhéroe?
El chico pobre esbozó una inmensa sonrisa y aprisionó los labios de Leopold contra los suyos en un desesperado y apasionado beso francés.
—Solo si Caos se convierte en su compañero — dijo una vez roto el beso
Kyle veía por la ventana la ardilla que un pájaro acaba de matar y que le abría el estómago dejando ver los rosados intestinos. Incapaz de olvidar la broma que desencadenó todo el lío entre alumnos y maestros.
— ¿Sigues pensando que era una buena idea? — preguntó a su novio
Marsh se había acercado a la ventana, abrazando a su judío por la espalda. Sonrió al ver la ardilla muerta en el pasto. Besó el cuello del pelirrojo.
—No, pero fue muy divertido ver la cara de enojado que pusiste Kyle
Clyde jadeaba cada vez más alto, arqueaba la espalda y cerraba con fuerza los ojos. Gimió más alto, cubriéndose la boca con las manos. Token sonrió al ver eso, besó una vez más el blanco cuello y su mano bajó más, acariciando el punto erógeno. Donovan sonrió imaginándose la vida que compartiría con su amado afroamericano una vez casados.
—Token, espera a la noche de bodas — jadeó sensualmente Clyde
Black solo pudo sonreír y alegrarse. La noche de bodas sería todas las noches.
Tweek había salido al pequeño balcón de su casa, necesitaba tomar aire. Por primera vez en su vida sentía que todo estaba en orden y que siempre lo estaría de ahora en adelante. Louis salió y se paró a su lado. Eran contadas las ocasiones en las que ambos convivieron pero se llevaban muy bien. Miraron por unos minutos el paisaje antes de que el rubio comenzara a llorar.
—Tweek — dijo Craig apareciendo asustado — No llores Tweek
El rubio abrazó a Tucker, derramando las lágrimas de felicidad, mojando la camisa negra que este traía ¿Cómo podría sentirse triste? con esa vida de ensueño. Recordando entonces las dos palabras que escuchó de niño y que en el fondo deseaba que fueran realidad algún día.
"—…Tú eterno defensor Craig… — decía Kyle explicando lo sucedido
'Tu novio' escuchó Tweak en su cabeza, provocando su desmayo"
—Supongo que así es la vida cuando tienes T.P.M. — dijo Craig
—S-Supongo ¡Gah! — respondió Tweek viéndolo directo a los ojos
El sol comenzaba a ponerse, esa escena significaba más de lo que a simple vista parecía. Era el final del mal día, el término de su sufrimiento. Rodrick y Louis también estaban dichosos. Las piezas del rompecabezas embonaron y les encantaba su presente y más aún el futuro. Un comienzo muy esperado, las despedidas se hicieron, las gentes y situaciones que debían olvidarse, se olvidaron. Mejor momento no podrían tener para marcar ese nuevo inicio. Tweek tomó la mano de Craig y se separó lo suficiente para ver por completo su rostro, sobre todo esos ojos azules. Tucker acarició con la malo libre la mejilla del rubio. La vida pasó por sus ojos del presente al pasado, deteniéndose en el día que se conocieron siendo solo unos niños de kínder. Los temblores del rubio se detuvieron unos segundos, como esperando que ellos tomaran sus cuerpos. Pero no fue así, les cedieron el instante.
Se besaron cuando el último rayo de luz se iba.
Era una nueva vida para Craig y Tweek.
Y para Rodrick y Louis.
Fin